Tras más de dos años de frenética carrera, inmensos gastos,
viajes interminables, mítines agotadores y continua propaganda electoral en
todos los medios y soportes imaginables, hemos llegado al primer martes después
del primer lunes de noviembre, que es la extraña forma que tienen los
norteamericanos de definir qué día son sus elecciones presidenciales cada
cuatro años. El que esta costumbre se mantenga dos siglos después de su
instauración dice mucho, y bien, sobre la democracia en aquel país.
La elección culmina hoy, pero se lleva realizando desde hace
semanas gracias a la práctica del voto adelantado, que cada vez adquiere más
peso, e incluso el propio Obama lo ejerció, siendo de esta manera el primer
Presidente en ejercicio en hacerlo. De cara a la línea de meta parece que vamos
a necesitar la foto finish de nuestros amigos los ciclistas, porque la ventaja
de voto que mantiene Obama sobre Rodney es tan estrecha que se ve notablemente
superada por el tradicional margen estadístico. Las
últimas encuestas a nivel nacional otorgan un 48,8% a Obama frente a un 48,1%
de Romney, más ajustado difícil. Además, como es bien sabido, la elección
no la realiza directamente el voto popular, sino el llamado colegio electoral,
un grupo de personas designadas por cada estado que, en función del peso del
mismo, votan a uno u otro candidato en función de que partido haya ganado en
ese estado, por sistema mayoritario (el que gane por un solo voto de diferencia
se lleva el estado en su totalidad). Como cada partido posee estados fieles en
los que tiene el triunfo asegurado (demócratas en California, republicanos en
Texas, por ejemplo) la campaña se acaba centrando en los estados “swing”
bisagra u oscilantes, que no tienen definido por quién se van a decantar y al
final son los que realmente deciden quien gana y quién no. Ahí se encuentran
esos nombres que llevamos oyendo semanas: Florida, Pensilvania, Iowa y Ohio,
especialmente este último. Son estos estados donde al final se desarrolla el
grueso de la campaña, y sus votantes reciben la máxima presión imaginable.
Realizar pronósticos sobre este aspecto es más complejo, pero se hacen, casi a
cada hora. En
este momento la situación más probable es la que pueden ver en este enlace.
Obama tiene seguros 201 votos y Romney 191. 29 + 18 son los que se acercan más
a Obama y 53 + 11 los que puede que se decanten por Romney, y a partir de ahí
quedan 146 en la zona gris, indecisa, que pueden bascular a uno y otro lado. Es
necesario sumar un total de 270 votos en el colegio para alcanzar la
presidencia, y como pueden ver casi todo está en el aire. Las posibilidades de
que uno u otro candidato ganen en este juego son de lo más variadas, pudiendo
definirse una especie de árbol de decisión del juego, a imagen y semejanza de
la teoría de juegos, en función de los estados ganados y perdidos por uno u
otro candidato. El
New York Times ha realizado este ejercicio y obtiene un total de 512
permutaciones posibles que se muestran en este curioso y bello gráfico. Sin
asignar probabilidades a los resultados, Obama ganaría en 431 de esas
alternativas y Rodney en 76. Es evidente que no todos los caminos aquí trazados
tienen la misma probabilidad, por lo que esa ventaja inicial de opciones para
Obama se ve estadísticamente muy reducida si se asignan valores de las
encuestas de intención de voto en cada uno de esos estados simulados. En
definitiva, que la cosa está muy muy apretada, lo cual es malo para Obama, que
llega más desgastado de lo que sería de esperar frente a un candidato, Romney,
que no es bueno y ha cometido grandes errores.
Pero además de la elección presidencial hoy se dilucidan
muchas cosas en Estados Unidos. Se renueva la totalidad de la cámara de
representantes, el Congreso de allí, en el que es probable que se mantenga la
actual mayoría republicana, y un tercio del Senado, que es de verdad, no como
el de aquí, en el que seguramente los demócratas sigan teniendo mayoría. Todo
esto es muy importante de cara a la gestión presidencial y asuntos clave como Irán
y el “precipicio fiscal” (ya les hablaré de ello en otra ocasión). Y se
renuevan 11 gobernadores, y se hacen más de cien consultas populares en algunos
estados sobre temas variados, como impuestos y pena de muerte. En fin, una
jornada y noche apasionante la que nos espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario