Esto es lo que tiene el fútbol, que todo lo oculta y ocupa, te guste o, como es mi caso, no, invadiendo tu espacio vital sin pudor como el calor mañanero de Junio. Pero aún hoy me voy a resistir como gato panza arriba y no voy a hablar del partido de España, cosa que intuyo que haré el Lunes que viene, independientemente del resultado. Me voy a fijar en una ministra que esta semana se ha doctorado en medios de comunicación e insubordinación ante su superiores, y que por ello, y por haber dicho una cosa cierta de una manera tan clara merece todo mi apoyo y respaldo.
ME resultó extraño el nombramiento de Bibiana Aído, no porque no la conociese (eso es normal) sino porque es más joven que yo. Por primera vez en mi vida un ministro, chica en este caso, es más joven que éste que les escribe, concretamente cuatro años menos. Gaditana, rubia y guapa, porque no decirlo si es así, Bibiana es una chica moderna y propia de su tiempo. Su blog no está mal, porque, independientemente de su contenido, es un blog de verdad. Es decir, se actualiza y sirve de plataforma de expresión de su propietario, al contrario que otros espacios en Internet creados para los líderes en campaña y que luego agonizan en el fondo del disco curo de algún olvidado equipo. Su estreno mediático fue hace dos semanas, en una decepcionante comparecencia en el Congreso en la que las grandes noticias fueron el uso de las “miembras” y la creación de lo que se llamó “el teléfono del maltratador” que no era eso, pero Aído lo explicó tan mal que lo parecía. Creo que esa semana aprendió que, ocupando el cargo que ocupa, de enorme relevancia pese a ser un ministerio virtual sin apenas contenido ni presupuesto, todo lo que diga será examinado y retorcido sin piedad. Vió lo despiadada que es al realidad, la prensa y el mundo político de primera división, en el que los navajazos y traiciones son crueles y se ensañan contara quiñen sea, y si es carne fresca mejor, como es el caso. De ahí que sus jefes, especialmente la Vicepresidenta De la Vega, le impusiesen sordina y le mandaran callar. No se explica de otra manera la psicodélica entrevista que concedió al El País la semana pasada, en la que para no cometer nuevos errores, directamente no contestaba a las preguntas, lanzando evasivas, puntos suspensivos y requiebros. Pero poco le ha durado la calma. Empezó la semana con una extraña polémica, fruto nuevamente de su precipitación al explicarse, sobre una biblioteca de mujeres, en la que no se refería a la creación de un depósito de libros al que sólo pudieran acudir mujeres, como así lo entendió todo el mundo, sino al acceso público de todo el mundo a una colección de libros sobre temática femenina que actualmente son propiedad de una entidad llamada “biblioteca de mujeres”. Tras el patinazo, las críticas de todas las voces de la cultura, Ministro incluido, y las posteriores rectificaciones y explicaciones todo ha quedado diluido, afortunadamente.
Pero en el gran jardín en el que se ha metido la ministra, y diciendo algo en lo que tiene toda la razón, ha sido en la denuncia del hipócrita comportamiento de los musulmanes respecto a las mujeres, la discriminación que sufren por razones de cultura y el que hay hechos culturales que no son respetables por el trato lesivo que provocan a algún colectivo, en este caso el femenino. Totalmente de acuerdo, sí señora, muy bien dicho.... lo malo es que sus jefes no opinan así, y ya han salido a corregirla y a plegarse ante el lobby musulmán. Se dice que incluso De la Vega empieza a estar enfadada con la libertad que se está cogiendo Bibiana en el cargo. Desde luego Corbacho, el Ministro de Trabajo e Inmigración (alias mister marrones) y Bibiana son las estrellas emergentes de este ocioso y diletante gobierno. A ver si hay suerte y puede Aído sobrevivir a la revuelta que crea cada vez que habla... desde luego en esto mis miembros te apoyan como en Fuenteovejuna, todos a una.
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