Hoy voy a hablar de la EMT, y no me estoy refiriendo a la Empresa Municipal del Transporte del Ayuntamiento de Madrid, no, sino a la Enajenación Mental Transitoria que ha invadido a este país desde el pasado Domingo a cuenta de la Eurocopa de fútbol, que fue creciendo a lo largo de la pasada semana y se desbordó por completo anoche tras la victoria de España contra Alemania, y la conquista del título. Han sucedido muchas cosas extrañas esta semana, y para un acérrimo enemigo del fútbol como es mi caso la verdad es que ha sido una pesadez y un tostón insufrible, pero si es cierto que algunas escenas quedarán para la historia.
No vi el partido de anoche, ni los anteriores. A eso de las 22:20, previendo que si ganaba España habría espectáculo, bajé a los jardines cercanos a mi casa, y en una noche de verano puro, de calor y poco viento, el silencio se cortaba. Pese a que ya de por sí es tranquilo, a esa hora mi barrio estaba muerto, casi sin coches andando por las calles, y nadie paseando el perro por el jardín ni nada similar. Se oía esporádicos gritos de OEOEOEOEEEE y algún pequeño petardo suelto, pero poca cosa. De repente, se desató la algarabía, supongo que cuando se acabó el partido, y todo lo que hasta entonces era tranquilidad se desbocó en ruido y traca. Petardos y fuegos artificiales en un principio, acompañados de gritos, cánticos, sirenas y bocinas. Al poco empezaron a aparecer coches, llenos de gente que no dejaba de gritar y tocar la bocina, y los petardos aumentaban, y las tracas, y a eso de las 23:00 creo que toda la ciudad estaba sumida en un extraño marasmo de jolgorio y griterío. No estoy seguro, pero puede que esta noche se haya celebrado una de las juergas más grandes en todo el país, una de las borracheras colectivas más completas y profundas de las habidas en los últimos años, con miles de personas por las calles, desatadas, desinhibidas por completo, en medio del calor del verano. Era curioso ver ayer por la tarde grupúsculos de gente adornados con banderas nacionales, pintarrajeados y dispuesto a ir a Colón, el palacio de los Deportes, o a cualquier otro garito en el que hubiese una buena televisión para ver el partido. Había chicas, muchas chicas, más de las que yo hubiese imaginado, tan devotas, o exaltadas, como ellos, sólo que mucho más tractivas y estridentes. Y todo el mundo con la bandera por montera, por falda o chaquetilla, y es que esta ha sido la primera semana que yo recuerde en toda mi vida en al que llevar la bandera española encima no ha sido causa de que a uno le llamen fascista. Se me hacía extraña la imagen de cientos de personas rojas y amarillas, gritando España, como si nada, como si fuese normal, como si no vivieran en el país de los complejos, de las vergüenzas impúdicas, el de la constante autoflagelación.... quizás sólo por eso esta semana haya sido buena, y el que una generación de veinteañeros haya amado a su bandera por el fútbol, pasando de políticos, planes y discursos huecos es algo digno de estudio. De hecho hubo un instante ayer por la tarde en el que me dio la sensación de vivir en una nación normal, como cualquier otra, en la que sus símbolos son ondeados por sus ciudadanos, no se tiran contra nadie, y de ser destruidos, lo son por el alcohol, que en eso todas las naciones cada vez se parecen más.
Ahora vendrán los homenajes, los políticos se colgarán la copa en su medallero, y seguiremos pensando, ingenuamente, que hemos conseguido algo grande como país, y durante una semana no habrá crisis, y el papel analgésico del fútbol se habrá cumplido plenamente. El pueblo se puso ayer hasta arriba de opio de balón (“Queremos la Eurocopa, llena de farlopa” gritaba un grupo de críos ayer por la tarde en Alonso Martínez). Ya nos despertará el BCE con su subida de tipos el Jueves, pero en el consabido lema de pan y circo, ayer el pueblo romano de España tuvo uno de los mayores espectáculos jamás visto en las arenas del coliseo local. Al que le guste, que lo disfrute, que visto lo visto a lo mejor tarda mucho en celebrar otras así.
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lunes, junio 30, 2008
viernes, junio 27, 2008
Ha nacido una estrella
Esto es lo que tiene el fútbol, que todo lo oculta y ocupa, te guste o, como es mi caso, no, invadiendo tu espacio vital sin pudor como el calor mañanero de Junio. Pero aún hoy me voy a resistir como gato panza arriba y no voy a hablar del partido de España, cosa que intuyo que haré el Lunes que viene, independientemente del resultado. Me voy a fijar en una ministra que esta semana se ha doctorado en medios de comunicación e insubordinación ante su superiores, y que por ello, y por haber dicho una cosa cierta de una manera tan clara merece todo mi apoyo y respaldo.
ME resultó extraño el nombramiento de Bibiana Aído, no porque no la conociese (eso es normal) sino porque es más joven que yo. Por primera vez en mi vida un ministro, chica en este caso, es más joven que éste que les escribe, concretamente cuatro años menos. Gaditana, rubia y guapa, porque no decirlo si es así, Bibiana es una chica moderna y propia de su tiempo. Su blog no está mal, porque, independientemente de su contenido, es un blog de verdad. Es decir, se actualiza y sirve de plataforma de expresión de su propietario, al contrario que otros espacios en Internet creados para los líderes en campaña y que luego agonizan en el fondo del disco curo de algún olvidado equipo. Su estreno mediático fue hace dos semanas, en una decepcionante comparecencia en el Congreso en la que las grandes noticias fueron el uso de las “miembras” y la creación de lo que se llamó “el teléfono del maltratador” que no era eso, pero Aído lo explicó tan mal que lo parecía. Creo que esa semana aprendió que, ocupando el cargo que ocupa, de enorme relevancia pese a ser un ministerio virtual sin apenas contenido ni presupuesto, todo lo que diga será examinado y retorcido sin piedad. Vió lo despiadada que es al realidad, la prensa y el mundo político de primera división, en el que los navajazos y traiciones son crueles y se ensañan contara quiñen sea, y si es carne fresca mejor, como es el caso. De ahí que sus jefes, especialmente la Vicepresidenta De la Vega, le impusiesen sordina y le mandaran callar. No se explica de otra manera la psicodélica entrevista que concedió al El País la semana pasada, en la que para no cometer nuevos errores, directamente no contestaba a las preguntas, lanzando evasivas, puntos suspensivos y requiebros. Pero poco le ha durado la calma. Empezó la semana con una extraña polémica, fruto nuevamente de su precipitación al explicarse, sobre una biblioteca de mujeres, en la que no se refería a la creación de un depósito de libros al que sólo pudieran acudir mujeres, como así lo entendió todo el mundo, sino al acceso público de todo el mundo a una colección de libros sobre temática femenina que actualmente son propiedad de una entidad llamada “biblioteca de mujeres”. Tras el patinazo, las críticas de todas las voces de la cultura, Ministro incluido, y las posteriores rectificaciones y explicaciones todo ha quedado diluido, afortunadamente.
Pero en el gran jardín en el que se ha metido la ministra, y diciendo algo en lo que tiene toda la razón, ha sido en la denuncia del hipócrita comportamiento de los musulmanes respecto a las mujeres, la discriminación que sufren por razones de cultura y el que hay hechos culturales que no son respetables por el trato lesivo que provocan a algún colectivo, en este caso el femenino. Totalmente de acuerdo, sí señora, muy bien dicho.... lo malo es que sus jefes no opinan así, y ya han salido a corregirla y a plegarse ante el lobby musulmán. Se dice que incluso De la Vega empieza a estar enfadada con la libertad que se está cogiendo Bibiana en el cargo. Desde luego Corbacho, el Ministro de Trabajo e Inmigración (alias mister marrones) y Bibiana son las estrellas emergentes de este ocioso y diletante gobierno. A ver si hay suerte y puede Aído sobrevivir a la revuelta que crea cada vez que habla... desde luego en esto mis miembros te apoyan como en Fuenteovejuna, todos a una.
ME resultó extraño el nombramiento de Bibiana Aído, no porque no la conociese (eso es normal) sino porque es más joven que yo. Por primera vez en mi vida un ministro, chica en este caso, es más joven que éste que les escribe, concretamente cuatro años menos. Gaditana, rubia y guapa, porque no decirlo si es así, Bibiana es una chica moderna y propia de su tiempo. Su blog no está mal, porque, independientemente de su contenido, es un blog de verdad. Es decir, se actualiza y sirve de plataforma de expresión de su propietario, al contrario que otros espacios en Internet creados para los líderes en campaña y que luego agonizan en el fondo del disco curo de algún olvidado equipo. Su estreno mediático fue hace dos semanas, en una decepcionante comparecencia en el Congreso en la que las grandes noticias fueron el uso de las “miembras” y la creación de lo que se llamó “el teléfono del maltratador” que no era eso, pero Aído lo explicó tan mal que lo parecía. Creo que esa semana aprendió que, ocupando el cargo que ocupa, de enorme relevancia pese a ser un ministerio virtual sin apenas contenido ni presupuesto, todo lo que diga será examinado y retorcido sin piedad. Vió lo despiadada que es al realidad, la prensa y el mundo político de primera división, en el que los navajazos y traiciones son crueles y se ensañan contara quiñen sea, y si es carne fresca mejor, como es el caso. De ahí que sus jefes, especialmente la Vicepresidenta De la Vega, le impusiesen sordina y le mandaran callar. No se explica de otra manera la psicodélica entrevista que concedió al El País la semana pasada, en la que para no cometer nuevos errores, directamente no contestaba a las preguntas, lanzando evasivas, puntos suspensivos y requiebros. Pero poco le ha durado la calma. Empezó la semana con una extraña polémica, fruto nuevamente de su precipitación al explicarse, sobre una biblioteca de mujeres, en la que no se refería a la creación de un depósito de libros al que sólo pudieran acudir mujeres, como así lo entendió todo el mundo, sino al acceso público de todo el mundo a una colección de libros sobre temática femenina que actualmente son propiedad de una entidad llamada “biblioteca de mujeres”. Tras el patinazo, las críticas de todas las voces de la cultura, Ministro incluido, y las posteriores rectificaciones y explicaciones todo ha quedado diluido, afortunadamente.
Pero en el gran jardín en el que se ha metido la ministra, y diciendo algo en lo que tiene toda la razón, ha sido en la denuncia del hipócrita comportamiento de los musulmanes respecto a las mujeres, la discriminación que sufren por razones de cultura y el que hay hechos culturales que no son respetables por el trato lesivo que provocan a algún colectivo, en este caso el femenino. Totalmente de acuerdo, sí señora, muy bien dicho.... lo malo es que sus jefes no opinan así, y ya han salido a corregirla y a plegarse ante el lobby musulmán. Se dice que incluso De la Vega empieza a estar enfadada con la libertad que se está cogiendo Bibiana en el cargo. Desde luego Corbacho, el Ministro de Trabajo e Inmigración (alias mister marrones) y Bibiana son las estrellas emergentes de este ocioso y diletante gobierno. A ver si hay suerte y puede Aído sobrevivir a la revuelta que crea cada vez que habla... desde luego en esto mis miembros te apoyan como en Fuenteovejuna, todos a una.
jueves, junio 26, 2008
Un bufón en la corte
Ayer, en un acto público, Silvio Berlusconi fue abucheado por el público que presenciaba un discurso suyo, en el que calificaba a algunos magistrados y estamentos judiciales como “metástasis de la democracia.” Está muy feo eso de llamar cancerígeno o destructor de vidas a alguien, pero más aún si formas parte del gobierno de un país (obviamente Berlusconi cumple ese requisito) y te saltas a la torera las restricciones y los juegos de lesa separación de poderes que imagino un incauto Montesquieu un día en el que seguramente en su desayuno rebosaba el azúcar.
Si alguien quiere imaginarse un país en crisis en todos los sentidos, creo que Italia puede ser un buen ejemplo. Las noticias que llegan de allí últimamente son para alarmarse, salvando siempre el sesgo con el que los medios nacionales distorsionan la realidad del exterior, ajena en un principio a nosotros. Corrupción rampante, que se ha manifestado con toda su crudeza y mierda (literalmente) con la crisis de las basuras de Nápoles, que a día de desconozco si se ha solucionado o no, pero que ha dejado imágenes de la región de la Campania dignas de los reportajes de Darfur, con toneladas de inmundicia y desperdicios tirados en las calles, frente a los portales de la gente, intuyo que emanando olores insoportables, porque la camorra local no estaba de acuerdo con lo que recibía de los poderes públicos por llevarse la porquería a otra parte. Luego ha sido el asunto de los inmigrantes, gitanos y rumanos especialmente, y algunas escenas vergonzantes de persecución y acoso a estas poblaciones. No olvidemos que en El Ejido hace unos años se produjo un conato de violencia racista muy similar, y no es descartable que de seguir la crisis veremos situaciones similares aquí, pero en todo caso era triste ver como nadie, ni si quiera las fuerzas de orden público, parecía hacer nada para frenar una espiral de insultos, ataques y venganzas pasionales que al final se han frenado por la simple huída de aquellos a los que se les perseguía. Para rematar la coyuntura, en las recientes elecciones ha sido elegido nuevamente Berlusconi como primer ministro. Ante una elección así sólo queda por suponer lo nefasto que era el contrincante, Walter Beltroni, ex alcalde de Roma y aglutinador de un débil y desunida izquierda, que poco hizo frente a los poderes de Silvio. Es Berlusconi un personaje esquivo, cachondo incluso, con esa imagen de mafioso graciosillo, de capo simpático, pero en ningún caso merecedor de representar a la sociedad italiana en su gobierno creo yo. Cuando ganó la primera vez era como de chiste. El hombre controlaba todas las televisiones de Italia y claro, al llegar al poder se hizo también con la pública. Tras cuatro años de gestión decepcionante, fue apeado de las urnas por Romano Prodi, ex presidente de la Comisión Europea, y hombre gris donde los haya. Su mandato ha sido igualmente triste, y Silvio ha vuelto por sus fueros sin que parece que surja nadie para hacerle sombra.
Su última ocurrencia ha sido que, como los jueces le persiguen por los múltiples delitos que presuntamente ha cometido, y dado que es Primer Ministro, lo mejor que puede hacer es cambiar la ley para que esos delitos dejen de ser punibles. Lo de “hecha la ley, hecha la trampa” en sentido literal. Me parece un comportamiento escandaloso, indigno de una democracia, y encima en medio de Europa. El único dirigente europeo que ha denunciado la situación italiana, que me conste, ha sido Zapatero, y la “Vice” De la Vega, pero eligieron el enfrentamiento directo, y erraron el tiro. Quizás lo del Domingo pasado fue una sibilina venganza, que hizo que Maria Teresa saltase de alborozo en su sofá, clamando venganza.
Si alguien quiere imaginarse un país en crisis en todos los sentidos, creo que Italia puede ser un buen ejemplo. Las noticias que llegan de allí últimamente son para alarmarse, salvando siempre el sesgo con el que los medios nacionales distorsionan la realidad del exterior, ajena en un principio a nosotros. Corrupción rampante, que se ha manifestado con toda su crudeza y mierda (literalmente) con la crisis de las basuras de Nápoles, que a día de desconozco si se ha solucionado o no, pero que ha dejado imágenes de la región de la Campania dignas de los reportajes de Darfur, con toneladas de inmundicia y desperdicios tirados en las calles, frente a los portales de la gente, intuyo que emanando olores insoportables, porque la camorra local no estaba de acuerdo con lo que recibía de los poderes públicos por llevarse la porquería a otra parte. Luego ha sido el asunto de los inmigrantes, gitanos y rumanos especialmente, y algunas escenas vergonzantes de persecución y acoso a estas poblaciones. No olvidemos que en El Ejido hace unos años se produjo un conato de violencia racista muy similar, y no es descartable que de seguir la crisis veremos situaciones similares aquí, pero en todo caso era triste ver como nadie, ni si quiera las fuerzas de orden público, parecía hacer nada para frenar una espiral de insultos, ataques y venganzas pasionales que al final se han frenado por la simple huída de aquellos a los que se les perseguía. Para rematar la coyuntura, en las recientes elecciones ha sido elegido nuevamente Berlusconi como primer ministro. Ante una elección así sólo queda por suponer lo nefasto que era el contrincante, Walter Beltroni, ex alcalde de Roma y aglutinador de un débil y desunida izquierda, que poco hizo frente a los poderes de Silvio. Es Berlusconi un personaje esquivo, cachondo incluso, con esa imagen de mafioso graciosillo, de capo simpático, pero en ningún caso merecedor de representar a la sociedad italiana en su gobierno creo yo. Cuando ganó la primera vez era como de chiste. El hombre controlaba todas las televisiones de Italia y claro, al llegar al poder se hizo también con la pública. Tras cuatro años de gestión decepcionante, fue apeado de las urnas por Romano Prodi, ex presidente de la Comisión Europea, y hombre gris donde los haya. Su mandato ha sido igualmente triste, y Silvio ha vuelto por sus fueros sin que parece que surja nadie para hacerle sombra.
Su última ocurrencia ha sido que, como los jueces le persiguen por los múltiples delitos que presuntamente ha cometido, y dado que es Primer Ministro, lo mejor que puede hacer es cambiar la ley para que esos delitos dejen de ser punibles. Lo de “hecha la ley, hecha la trampa” en sentido literal. Me parece un comportamiento escandaloso, indigno de una democracia, y encima en medio de Europa. El único dirigente europeo que ha denunciado la situación italiana, que me conste, ha sido Zapatero, y la “Vice” De la Vega, pero eligieron el enfrentamiento directo, y erraron el tiro. Quizás lo del Domingo pasado fue una sibilina venganza, que hizo que Maria Teresa saltase de alborozo en su sofá, clamando venganza.
miércoles, junio 25, 2008
Tormentas.... de datos
No se si se han fijado ustedes, pero en este 2008 de tiempo loco, desastres tormentosos y de lluvias inundantes precedidas de un invierno descafeinado, parece que la economía le ha cogido envidia a los imprevistos del cielo, y se ha propuesto emularla. Los datos desgranados ayer por nuestro remolón gobierno (IPC del 4% a finales de año y paro por encima del 11% el año que viene) empiezan a ser una asunción de una crisis que, probablemente, los deje obsoletos este mismo otoño, lamentablemente, y no hablemos de la bolsa, que no es que no levante cabeza, sino que al paso que va se la cortan.
Ahora que estoy enfrascado en la estadística, con las probabilidades en mi contra, que nos puede decir esta ciencia (risas en el lector... por fin, lo he conseguido!!!!!) al respecto?? Pues poca cosa, porque la estadística se basa en asumir que todo es, más o menos, normal, y que a largo plazo y en grandes cifras todo se aproxima a lo que se llama una distribución normal, una figura matemática que no dice nada más que el que la mayoría de las observaciones de un fenómeno se concentran en torno a la media, y que los valores muy discrepantes son escasos y poco relevantes (las colas de al distribución “no pesan”). Precioso, sí, pero claro, luego se topa uno con la realidad y se hace dura de ver. Por ejemplo, el número de días en los que el Ibex35 ha variado más de un 1% en este año es elevadísimo, síntoma de una volatilidad extrema y de una locura que se extiende por el mercado. Si vamos a valores individuales, miren ustedes las gráficas de, por ejemplo, ACCIONA, o Telecinco, e intenten explicarle al titular de esos valores, especialmente de la cadena de televisión, que diablos pasa aquí y que todo esto no son más que oscilaciones en torno a una media. Es probable que acto seguido el accionista se haga con una media e intente estrangularle con ella.... Una visión (muy) alternativa del problema se puede concentrar en el libro “El Cisne Negro” de Nassim Nicholas Taleb. Trasgresor, políticamente incorrecto, lenguaraz y con un estilo de escritura muy particular, llenando las páginas de reflexiones personales que hacen que podamos calificar al autor de personaje en estado puro, Taleb estudia lo que llama cisnes negros, acontecimientos muy poco probables, sí, pero que de suceder poseen una trascendencia enorme, y descubre el autor que hay situaciones, mercados y entornos en los que estos fenómenos no son tan infrecuentes como pudiera sospecharse. En estos casos la estadística tradicional no sirve para nada (el autor considera a la distribución normal como uno de los mayores pecados y errores de la historia). En entornos controlados todo suele ir más o menos por donde está previsto, pero en el mundo económico y financiero, la vida social, y muchas otras facetas reales de la vida, esos cisnes pululan libres y amenazantes, y su frecuencia crece a medida que interconectamos nuestras sociedades con Internet, aceleramos nuestras reacciones y dispersamos de una maneca cada vez mas eficiente nuestros estados de opinión, ansiedad y pánico.
¿Ejemplos prácticos de todo esto? El viernes pasado, en la bolsa, la sesión iba plana hasta que a eso de las 13:00, en la triple hora bruja (vencimiento de opciones, derivados y futuros) el mercado se derrumbó cerca de un 1,5% en pocos minutos. O el ascenso del Chikilicuatre y otros fenómenos en Internet por un método de contagio exponencial, o incluso la victoria de este pasado Domingo de España sobre Italia, que rompió todas las estadísticas sobre estas dos naciones y sus bagajes futbolísticos...... en fin, el libro de Taleb es más complicado de lo que parece, y seguramente no he logrado extraer todo el bagaje que contiene, pero para alguien que ha estudiado esos asuntos en la carrera y a posteriori es agradable ver a un erudito llevando al contraria a todos tus profesores, jejejeje
Ahora que estoy enfrascado en la estadística, con las probabilidades en mi contra, que nos puede decir esta ciencia (risas en el lector... por fin, lo he conseguido!!!!!) al respecto?? Pues poca cosa, porque la estadística se basa en asumir que todo es, más o menos, normal, y que a largo plazo y en grandes cifras todo se aproxima a lo que se llama una distribución normal, una figura matemática que no dice nada más que el que la mayoría de las observaciones de un fenómeno se concentran en torno a la media, y que los valores muy discrepantes son escasos y poco relevantes (las colas de al distribución “no pesan”). Precioso, sí, pero claro, luego se topa uno con la realidad y se hace dura de ver. Por ejemplo, el número de días en los que el Ibex35 ha variado más de un 1% en este año es elevadísimo, síntoma de una volatilidad extrema y de una locura que se extiende por el mercado. Si vamos a valores individuales, miren ustedes las gráficas de, por ejemplo, ACCIONA, o Telecinco, e intenten explicarle al titular de esos valores, especialmente de la cadena de televisión, que diablos pasa aquí y que todo esto no son más que oscilaciones en torno a una media. Es probable que acto seguido el accionista se haga con una media e intente estrangularle con ella.... Una visión (muy) alternativa del problema se puede concentrar en el libro “El Cisne Negro” de Nassim Nicholas Taleb. Trasgresor, políticamente incorrecto, lenguaraz y con un estilo de escritura muy particular, llenando las páginas de reflexiones personales que hacen que podamos calificar al autor de personaje en estado puro, Taleb estudia lo que llama cisnes negros, acontecimientos muy poco probables, sí, pero que de suceder poseen una trascendencia enorme, y descubre el autor que hay situaciones, mercados y entornos en los que estos fenómenos no son tan infrecuentes como pudiera sospecharse. En estos casos la estadística tradicional no sirve para nada (el autor considera a la distribución normal como uno de los mayores pecados y errores de la historia). En entornos controlados todo suele ir más o menos por donde está previsto, pero en el mundo económico y financiero, la vida social, y muchas otras facetas reales de la vida, esos cisnes pululan libres y amenazantes, y su frecuencia crece a medida que interconectamos nuestras sociedades con Internet, aceleramos nuestras reacciones y dispersamos de una maneca cada vez mas eficiente nuestros estados de opinión, ansiedad y pánico.
¿Ejemplos prácticos de todo esto? El viernes pasado, en la bolsa, la sesión iba plana hasta que a eso de las 13:00, en la triple hora bruja (vencimiento de opciones, derivados y futuros) el mercado se derrumbó cerca de un 1,5% en pocos minutos. O el ascenso del Chikilicuatre y otros fenómenos en Internet por un método de contagio exponencial, o incluso la victoria de este pasado Domingo de España sobre Italia, que rompió todas las estadísticas sobre estas dos naciones y sus bagajes futbolísticos...... en fin, el libro de Taleb es más complicado de lo que parece, y seguramente no he logrado extraer todo el bagaje que contiene, pero para alguien que ha estudiado esos asuntos en la carrera y a posteriori es agradable ver a un erudito llevando al contraria a todos tus profesores, jejejeje
martes, junio 24, 2008
La tormenta de San Juan
Ayer fue la noche de San Juan, en la que se celebra, con hogueras y otros ritos, la llegada del verano. Me parece muy curiosa la desincronización que existe entre los solsticios y los festivos. Así, en verano, es la noche del 21 o del 22 de Junio, la del solsticio, la más corta del año, no la de San Juan. En invierno vuelve a ser la noche del 21 o 22 de Diciembre la más larga, pero celebramos el nacimiento de Jesús la noche del 24 al 25. En esas fechas los romanos conmemoraban el “Natalis invictis” porque el sol empezaba a crecer nuevamente, y el calendario cristiano adaptó esa fiesta pagana al nacimiento del Sol Jesús.
Pero ahora estamos en el verano. Supongo que por tal motivo ayer por la noche había fuegos artificiales, que yo veía desde el camino que bordea a una hondonada medio abandonada que hay cercad e mi casa y me permite tener unas ciertas vistas sobre Madrid a escasos tres minutos de mi portal. Cascadas, bolas y guirnaldas de colores, disparadas probablemente desde la zona de Las Rosas o Las Musas, cerca del estadio olímpico. Todo muy bonito, sí, pero aquellos fuegos poco podían hacer ayer frente a los fuegos “naturales” que se estaban desatando en el cielo, porque ya a eso de las 23:00, aunque no llovía en mi barrio, el cielo era una pesada nube llena de rayos y relámpagos por todas partes. Chispazos breves, intensos, de nube a nube o de nube a tierra. De todo, y que junto con las bolas de colores conformaban un espectáculo difícil de describir. Como a mi me encantan las tormentas me lo pasé como un enano viendo aquello, hasta que el ambiente empezó a revolverse y cayeron algunas gotas gordas, y corrí a casa, que las tormentas cuando se desatan son impredecibles y te puedes empapar en segundos. Afortunadamente para los festivaleros ya se habían acabado los fuegos, así que la lluvia no estropeó el colofón de la fiesta. Ya en casa empezó a llover, pero poco. Parecía que quería descargar con fuerza, pero no le salía, como si el cielo tuviese problemas de próstata y, dolorido, se estuviera aguantando. Los rayos de fondo seguían iluminándolo todo, como flashes naturales, formando una imagen que me recordaba mucho a las películas americanas, de esas en las que las tormentas son de miles de rayos, los cristales chorrean el agua que cae a manta y la pareja de enamorados, cerca de la ventana, se cuentan confidencias que, inevitablemente, acaban en un tórrido beso, preludio de la tormentosa noche de pasión que se avecina. En mi caso era igual, sólo que sin la pareja y el corolario posterior, claro, y en lo que respecta al tema meteorológico, sin demasiada agua. En la radio comentaban que por la zona oeste de la Comunidad de Madrid se estaba desatando una enorme tormenta de granizo y agua, y que había charcos y balsas por todas partes. Bueno, pensaba yo, a lo mejor viene para aquí, y con ese pensamiento me fui a la cama a eso de las 00:10.......
Y en torno a la 1:05 se desató el infierno. Me desperté con el ruido de los rayos y de algunas gotas gordas golpeando la persiana. Me he ido al salón, y a los pocos minutos, en medio de rayos no muy cercanos pero continuos, ha caído un chubasco de impresión. En tres minutos los jardines sitos frente a mi casa se han saturado y han rebosado agua y arena por todas partes, las gotas, enormes, salpicaban con fuerza el suelo y creaban una capa de agua pulverizada que se elevaba hasta cerca de mi ventana, y que casi me impedía ver el suelo. Hasta la 1:30 ha caído uno de los mayores aguaceros que recuerdo en todos estos años de estancia en Madrid..... un espectáculo formidable.
Pero ahora estamos en el verano. Supongo que por tal motivo ayer por la noche había fuegos artificiales, que yo veía desde el camino que bordea a una hondonada medio abandonada que hay cercad e mi casa y me permite tener unas ciertas vistas sobre Madrid a escasos tres minutos de mi portal. Cascadas, bolas y guirnaldas de colores, disparadas probablemente desde la zona de Las Rosas o Las Musas, cerca del estadio olímpico. Todo muy bonito, sí, pero aquellos fuegos poco podían hacer ayer frente a los fuegos “naturales” que se estaban desatando en el cielo, porque ya a eso de las 23:00, aunque no llovía en mi barrio, el cielo era una pesada nube llena de rayos y relámpagos por todas partes. Chispazos breves, intensos, de nube a nube o de nube a tierra. De todo, y que junto con las bolas de colores conformaban un espectáculo difícil de describir. Como a mi me encantan las tormentas me lo pasé como un enano viendo aquello, hasta que el ambiente empezó a revolverse y cayeron algunas gotas gordas, y corrí a casa, que las tormentas cuando se desatan son impredecibles y te puedes empapar en segundos. Afortunadamente para los festivaleros ya se habían acabado los fuegos, así que la lluvia no estropeó el colofón de la fiesta. Ya en casa empezó a llover, pero poco. Parecía que quería descargar con fuerza, pero no le salía, como si el cielo tuviese problemas de próstata y, dolorido, se estuviera aguantando. Los rayos de fondo seguían iluminándolo todo, como flashes naturales, formando una imagen que me recordaba mucho a las películas americanas, de esas en las que las tormentas son de miles de rayos, los cristales chorrean el agua que cae a manta y la pareja de enamorados, cerca de la ventana, se cuentan confidencias que, inevitablemente, acaban en un tórrido beso, preludio de la tormentosa noche de pasión que se avecina. En mi caso era igual, sólo que sin la pareja y el corolario posterior, claro, y en lo que respecta al tema meteorológico, sin demasiada agua. En la radio comentaban que por la zona oeste de la Comunidad de Madrid se estaba desatando una enorme tormenta de granizo y agua, y que había charcos y balsas por todas partes. Bueno, pensaba yo, a lo mejor viene para aquí, y con ese pensamiento me fui a la cama a eso de las 00:10.......
Y en torno a la 1:05 se desató el infierno. Me desperté con el ruido de los rayos y de algunas gotas gordas golpeando la persiana. Me he ido al salón, y a los pocos minutos, en medio de rayos no muy cercanos pero continuos, ha caído un chubasco de impresión. En tres minutos los jardines sitos frente a mi casa se han saturado y han rebosado agua y arena por todas partes, las gotas, enormes, salpicaban con fuerza el suelo y creaban una capa de agua pulverizada que se elevaba hasta cerca de mi ventana, y que casi me impedía ver el suelo. Hasta la 1:30 ha caído uno de los mayores aguaceros que recuerdo en todos estos años de estancia en Madrid..... un espectáculo formidable.
lunes, junio 23, 2008
Noche ruidosa
Me han hecho la pascua. Resulta que, es cierto que con pocas ganas y sin la mentalización necesaria, estoy estudiando para una oposición de grupo B de estadística. Teóricamente las Bs son más fáciles que las A, las de licenciado, pero a mi ya me supera el temario en gran parte. Resulta que el Viernes salieron las listas de admitidos al primer examen (estoy) y la convocatoria al mismo que es dentro de un mes, el 22 de Julio, y eso me ha toro bastantes planes, porque los pasados años este examen era en septiembre. Mejor, me digo, así acabo antes, pero estas semanas deberé acelerar algo más de lo previsto....
En esas que ayer por la noche, después de una tarde relajante, estaba en casa mirando unas bellas distribuciones estadísticas cuando cada dos por tres se oían ruidos y gritos...... UUUYYYY!!!! ... CASIII!!!!!!!!!!! AAAJJJ!!!!..... hombre, el condenado partido de fútbol ese del que todo el mundo habla, que entre el congreso valenciano del PP y el fútbol no ha habido nada más este fin de semana.... Unas cuantas páginas más adelante en mi apasionante labor (se nota el matiz irónico) los gritos se habían calmado. Suponía yo que España ya había perdido y así se acababa la plasta mediática, porque no se si ustedes se han dado cuenta, pero no me gusta el fútbol, y eso en este país puede ser algo delictivo, y llegado el caso un enemigo del balompié puede ser peor visto que un ladrón o un acosador sexual, aunque parezca una exageración. Pues nada, avanza la noche y empiezo a estar cansado, con algunos mosquitos revoloteando el flexo caliente en medio de una oscuridad aún más cálida si es posible, y vuelven los gritos y espasmos. Yo tenía puesta algo de música de fondo, a no muy elevado volumen en este caso, pero se oía más el acople de los televisores de todos mis vecinos y los.... UUUU!!!!!!! que las piezas de piano de Bach que Glenn Gould desgranaba suave y plácidamente en mi salón. Esto no se acaba nunca, pensaba mirando las hojas de encima de al mesa y los grititos sueltos que se extendían por el barrio. Harto, puse la tele, y resulta que se estaba acabando la prórroga, que es lo que ocurrió cinco minutos después. Vaya vaya, empiezan los penaltis... esto si que es divertido. Por lo tanto, apagué el flexo, quité la cadena y silencié al santo Gould, apagué el televisor y me dirigí hacia la ventana del salón. Allí, a oscuras, con más de treinta grados en la calle, unos árboles inmóviles, asfixiados tras un días de sol justiciero, me preparé para que mi vecindario me retransmitiera los disparos. Total, me dije, va a ser imposible abstraerse de ellos, así que por lo menos vivamos un espectáculo público. Personalmente prefería que España perdiese, así se acaba el bombo de la prensa y las televisiones con la Eurocopa y dejan de dar la plasta con esas cosas, pero la verdad es que me traía al fresco si ganaba España o no. Al poco empezaron los disparos, o eso suponía, porque oía gritos de gol y silencios apagados cuando, se suponía, marcaba Italia.
En una de estas parece que España detuvo uno de los penaltis, y empezaron los aplausos y las tracas, pero ser apagaron rápido. Tras unos pocos minutos hubo otros silencios y gritos comedidos, y en uno de estos gritos se desató el jolgorio, síntoma suponía yo de que España había ganado (Por cierto, los que veían el partido en analógico gritaban y callaban unos pocos segundos antes de los de la TDT, generando un efecto de eco anticipatorio muy curioso). Petardos, bengalas, sirenas, bocinas... como si algo grande e importante hubiese sucedido la alegría se desbordaba, se oían gritos, chillidos, aplausos y cánticos por doquier, hasta ruidos de somier pude oír en abundancia posteriormente, y yo allí, mirando por la ventana, no salía de mi asombro.
En esas que ayer por la noche, después de una tarde relajante, estaba en casa mirando unas bellas distribuciones estadísticas cuando cada dos por tres se oían ruidos y gritos...... UUUYYYY!!!! ... CASIII!!!!!!!!!!! AAAJJJ!!!!..... hombre, el condenado partido de fútbol ese del que todo el mundo habla, que entre el congreso valenciano del PP y el fútbol no ha habido nada más este fin de semana.... Unas cuantas páginas más adelante en mi apasionante labor (se nota el matiz irónico) los gritos se habían calmado. Suponía yo que España ya había perdido y así se acababa la plasta mediática, porque no se si ustedes se han dado cuenta, pero no me gusta el fútbol, y eso en este país puede ser algo delictivo, y llegado el caso un enemigo del balompié puede ser peor visto que un ladrón o un acosador sexual, aunque parezca una exageración. Pues nada, avanza la noche y empiezo a estar cansado, con algunos mosquitos revoloteando el flexo caliente en medio de una oscuridad aún más cálida si es posible, y vuelven los gritos y espasmos. Yo tenía puesta algo de música de fondo, a no muy elevado volumen en este caso, pero se oía más el acople de los televisores de todos mis vecinos y los.... UUUU!!!!!!! que las piezas de piano de Bach que Glenn Gould desgranaba suave y plácidamente en mi salón. Esto no se acaba nunca, pensaba mirando las hojas de encima de al mesa y los grititos sueltos que se extendían por el barrio. Harto, puse la tele, y resulta que se estaba acabando la prórroga, que es lo que ocurrió cinco minutos después. Vaya vaya, empiezan los penaltis... esto si que es divertido. Por lo tanto, apagué el flexo, quité la cadena y silencié al santo Gould, apagué el televisor y me dirigí hacia la ventana del salón. Allí, a oscuras, con más de treinta grados en la calle, unos árboles inmóviles, asfixiados tras un días de sol justiciero, me preparé para que mi vecindario me retransmitiera los disparos. Total, me dije, va a ser imposible abstraerse de ellos, así que por lo menos vivamos un espectáculo público. Personalmente prefería que España perdiese, así se acaba el bombo de la prensa y las televisiones con la Eurocopa y dejan de dar la plasta con esas cosas, pero la verdad es que me traía al fresco si ganaba España o no. Al poco empezaron los disparos, o eso suponía, porque oía gritos de gol y silencios apagados cuando, se suponía, marcaba Italia.
En una de estas parece que España detuvo uno de los penaltis, y empezaron los aplausos y las tracas, pero ser apagaron rápido. Tras unos pocos minutos hubo otros silencios y gritos comedidos, y en uno de estos gritos se desató el jolgorio, síntoma suponía yo de que España había ganado (Por cierto, los que veían el partido en analógico gritaban y callaban unos pocos segundos antes de los de la TDT, generando un efecto de eco anticipatorio muy curioso). Petardos, bengalas, sirenas, bocinas... como si algo grande e importante hubiese sucedido la alegría se desbordaba, se oían gritos, chillidos, aplausos y cánticos por doquier, hasta ruidos de somier pude oír en abundancia posteriormente, y yo allí, mirando por la ventana, no salía de mi asombro.
viernes, junio 20, 2008
La I+D+i en la práctica
Hablamos mucho de la I+D+i como si fuese la solución a nuestros problemas, económicos y productivos, y en cierto modo lo es. Nos obsesionamos con estudiarla, medirla y compararla con nuestros países vecinos (y el resultado de la comparativa suele ser bastante triste). Se ha sabido esta semana que el gasto español en I+D crece a una elevada tasa anual, aunque todavía nos queda mucho trecho por recorrer. La pregunta es si eso se nota en la vida real de nuestras empresa, en el funcionamiento de las instituciones y en la formación de las personas que trabajan en ellas, y a veces parece que retrocedemos. Veamos un caso práctico
Una de las cosas que hacemos en este trabajo, entre otras muchas, es dar acceso a una aplicación informática a los beneficiarios que reciben fondos europeos, para que graben en ella los proyectos que desarrollan y el dinero que se gastan. Para eso el usuario debe poseer un certificado digital de carácter personal que, tras unos trámites que realizamos desde aquí, le autentifique frente al servidor de la aplicación y le permita acceder. Llamó ayer una empleada de un Ayuntamiento (no diré cual, pero no era un pueblo pequeño y perdido) porque el sistema le pedía una contraseña para acceder y no sabía que poner. Le dije que al tener el certificado ya no tenía que usar password, tal como se hacía hasta hace unos pocos años. La señora se quedó en silencio, meditabunda, y me dijo que qué era eso del certificado digital. Yo le expliquen en que consistía y que alguna vez lo había tenido, porque para solicitar el usuario de acceso debe rellanar un formulario web al que sólo puede acceder si posee el certificado de marras. La señora empezó a recordar, pero me dijo que eso lo hizo hace unos meses en otro ordenador de otro departamento, y que ahora se había cambiado de edificio y de equipo. “Bueno” –dije yo, “se habrá llevado consigo el certificado y lo habrá importado al ordenador que usa ahora, verdad?” ..... “importar??? Eso que es????” Empecé a preocuparme, sobre todo cuando confirme que, sí, el certificado se había quedado en el ordenador original. “No es mi obligación hacerlo”, dije, “pero voy a tratar de explicarle qué es lo que debe hacer. Se va a Inicio, programas, panel de control y le salen una serie de iconos,,,” Oiga, Oiga”, me dice toda acelerada..... “aquí salen un montón de cosas que no se que son. Nunca he estado aquí y me da miedo tocar algo”.... “pues más miedo debiera darle haberse dejado el certificado por ahí, porque alguien puede acceder a sus datos bancarios o de hacienda si se lo propone”... “no me diga eso!!!!....esto es muy peligroso, cómo nos obligan a usar eso sin informarnos de estos riesgos????” .... “mire señora, esto es una obligación impuesta a todos –yo ya algo cansado- y que le facilita el trabajo al no tener que recordar contraseñas ni claves para cada cosa. El problema es que si cada vez que entra en un bar se deja las llaves de casa y la tarjeta de crédito encima de la mesa y luego se preocupa porque el acceso a su casa o a sus cuentas es muy fácil, la culpa no es del fabricante de la cerradura o del emisor de las tarjetas, verdad?”
Poco a poco la señora empezó a entender para que sirve el certificado y los “graves peligros” que tiene su uso.... “Claro –decía- lo que ocurre es que los informáticos os movéis en un mundo virtual y falso, y eso a al gente normal se nos escapa”... “pues mire, señora, yo soy aficionado a esto de los ordenadores, pero no soy informático, sino economista, y eso si que es virtual, falso y muy peligroso” alo que la “clienta” contestó con una leve risa y, creo yo, asintiendo. Esto sucedía en una administración municipal española en Junio de 2008, y por la voz la señora no estaba al borde de la jubilación........... lo que nos queda por recorrer en esto de la I+D+i.......
Una de las cosas que hacemos en este trabajo, entre otras muchas, es dar acceso a una aplicación informática a los beneficiarios que reciben fondos europeos, para que graben en ella los proyectos que desarrollan y el dinero que se gastan. Para eso el usuario debe poseer un certificado digital de carácter personal que, tras unos trámites que realizamos desde aquí, le autentifique frente al servidor de la aplicación y le permita acceder. Llamó ayer una empleada de un Ayuntamiento (no diré cual, pero no era un pueblo pequeño y perdido) porque el sistema le pedía una contraseña para acceder y no sabía que poner. Le dije que al tener el certificado ya no tenía que usar password, tal como se hacía hasta hace unos pocos años. La señora se quedó en silencio, meditabunda, y me dijo que qué era eso del certificado digital. Yo le expliquen en que consistía y que alguna vez lo había tenido, porque para solicitar el usuario de acceso debe rellanar un formulario web al que sólo puede acceder si posee el certificado de marras. La señora empezó a recordar, pero me dijo que eso lo hizo hace unos meses en otro ordenador de otro departamento, y que ahora se había cambiado de edificio y de equipo. “Bueno” –dije yo, “se habrá llevado consigo el certificado y lo habrá importado al ordenador que usa ahora, verdad?” ..... “importar??? Eso que es????” Empecé a preocuparme, sobre todo cuando confirme que, sí, el certificado se había quedado en el ordenador original. “No es mi obligación hacerlo”, dije, “pero voy a tratar de explicarle qué es lo que debe hacer. Se va a Inicio, programas, panel de control y le salen una serie de iconos,,,” Oiga, Oiga”, me dice toda acelerada..... “aquí salen un montón de cosas que no se que son. Nunca he estado aquí y me da miedo tocar algo”.... “pues más miedo debiera darle haberse dejado el certificado por ahí, porque alguien puede acceder a sus datos bancarios o de hacienda si se lo propone”... “no me diga eso!!!!....esto es muy peligroso, cómo nos obligan a usar eso sin informarnos de estos riesgos????” .... “mire señora, esto es una obligación impuesta a todos –yo ya algo cansado- y que le facilita el trabajo al no tener que recordar contraseñas ni claves para cada cosa. El problema es que si cada vez que entra en un bar se deja las llaves de casa y la tarjeta de crédito encima de la mesa y luego se preocupa porque el acceso a su casa o a sus cuentas es muy fácil, la culpa no es del fabricante de la cerradura o del emisor de las tarjetas, verdad?”
Poco a poco la señora empezó a entender para que sirve el certificado y los “graves peligros” que tiene su uso.... “Claro –decía- lo que ocurre es que los informáticos os movéis en un mundo virtual y falso, y eso a al gente normal se nos escapa”... “pues mire, señora, yo soy aficionado a esto de los ordenadores, pero no soy informático, sino economista, y eso si que es virtual, falso y muy peligroso” alo que la “clienta” contestó con una leve risa y, creo yo, asintiendo. Esto sucedía en una administración municipal española en Junio de 2008, y por la voz la señora no estaba al borde de la jubilación........... lo que nos queda por recorrer en esto de la I+D+i.......
jueves, junio 19, 2008
Reunión en Moncloa
Dijo Zapatero que si ganaba las elecciones su primera medida sería reunirse con los interlocutores sociales para legar a acuerdos con ellos. Casi cien días después de los comicios, y tras un trimestre derrochado, ayer tuvo lugar la cita, a la que acudieron los dirigentes de CCOO, UGT y la CEOE, además de una nutrida representación de ministros: Solbes, Sebastián, Corbacho y Aido. A esta pobre mujer en la foto le tocó posar al lado de Fidalgo, que si con sus dos metros habitualmente intimida, ayer dejaba aún más claro el peso de Bibiana en el gabinete.
¿Qué se puede esperar de una reunión como esta? A parte de la foto de ayer, poco. Son necesarias y convenientes más por motivos estéticos que prácticos, pero sus frutos suelen ser escasos. Creo que esencialmente las cosas son como sigue. En época de crisis (me voy a ganar el destierro por la palabrita) los gobiernos deben tomar decisiones difíciles: Alguna son el congelar sueldos y salarios de funcionarios y empleados públicos, reducir el gasto social, y flexibilizar y abaratar el despido. Aunque se diga lo contrario se hará todo esto, y como son medidas que generan descontento y protesta, el gobierno debe tratar de alcanzar “acuerdos” con los interlocutores de los que depende esta protesta. Acuerdos que pasan por aumentar los ingresos que reciben estos caducos y subvencionados sindicatos que poseemos, y que no sirven para nada, para así acallar sus voces de protesta. Acuerdos que pasan por repartir una serie de licitaciones a buen precio entre algunas de las empresas que dirigen una patronal obsoleta y nada representativa del tejido productivo nacional, y de mientras los “agentes”, convenientemente lubricados con el presupuesto público, se dedican a mirar hacia otro lado, el gobierno hace lo que le parece sin que haya demasiado ruido. Ese es el plan, aunque es probable que esta vez las cosas no salgan exactamente como el gobierno pretende. ¿Cuántas PYMEs, base del tejido productivo nacional, estaban representadas en al reunión de ayer? ¿Cuántos autónomos? ¿Cuántos emprendedores? ¿Por qué en una economía con parámetros propios del siglo XXI, y ante una crisis global, la primera del siglo XXI, las recetas son acuerdos que funcionaron a mediados de los ochenta, pero que ahora es probable que no aporten nada? ¿Por qué no empiezan los gobiernos, este y todos los autonómicos, a no subvencionar a todas estas organizaciones y dejan que se autofinancien con las cuotas de los afiliados? A, es verdad, si lo hacen los sindicatos y la patronal quiebran y desaparecen en tres meses, y eso no sería bueno...... o sí???? Dentro de unos meses surgirá un documento firmado por todos los ayer reunidos, que probablemente ahonde en vaguedades, obviedades, y lugares comunes, mientras algunas instituciones serias como el Banco de España o FUNCAS llevan semanas, meses advirtiendo de lo que realmente se nos viene encima, y de que hay que empezar a revolucionar el sistema económico nacional si queremos salir de esta. Pero bueno, algunos aún les tacharán de antipatriotas...
Por de pronto ayer solamente José María Fidalgo, el enorme secretario general de CC.OO. mencionó el término crisis. Ni siquiera Díaz Ferrán, dirigente de la CEOE lo usó, uniéndose al coro gubernamental, que en el diccionario de eufemismos ayer inauguró el concepto “dificultades”. Para un gobierno como este, tan dado al lema, el marketing y la imagen, esa palabra crisis le da pavor, y el vetar su uso y mirar mal a quienes lo hacemos recuerda a prácticas oscuras olvidadas en la historia, como muy bien señalaba ayer Elvira Lindo. Para cuando dentro de unos meses acepte la crisis, estaremos en recesión, y veremos a ver que hace entonces el grupo de sabios que se reunió ayer, a parte de volver a citarse en medio de las “dificultades”.
¿Qué se puede esperar de una reunión como esta? A parte de la foto de ayer, poco. Son necesarias y convenientes más por motivos estéticos que prácticos, pero sus frutos suelen ser escasos. Creo que esencialmente las cosas son como sigue. En época de crisis (me voy a ganar el destierro por la palabrita) los gobiernos deben tomar decisiones difíciles: Alguna son el congelar sueldos y salarios de funcionarios y empleados públicos, reducir el gasto social, y flexibilizar y abaratar el despido. Aunque se diga lo contrario se hará todo esto, y como son medidas que generan descontento y protesta, el gobierno debe tratar de alcanzar “acuerdos” con los interlocutores de los que depende esta protesta. Acuerdos que pasan por aumentar los ingresos que reciben estos caducos y subvencionados sindicatos que poseemos, y que no sirven para nada, para así acallar sus voces de protesta. Acuerdos que pasan por repartir una serie de licitaciones a buen precio entre algunas de las empresas que dirigen una patronal obsoleta y nada representativa del tejido productivo nacional, y de mientras los “agentes”, convenientemente lubricados con el presupuesto público, se dedican a mirar hacia otro lado, el gobierno hace lo que le parece sin que haya demasiado ruido. Ese es el plan, aunque es probable que esta vez las cosas no salgan exactamente como el gobierno pretende. ¿Cuántas PYMEs, base del tejido productivo nacional, estaban representadas en al reunión de ayer? ¿Cuántos autónomos? ¿Cuántos emprendedores? ¿Por qué en una economía con parámetros propios del siglo XXI, y ante una crisis global, la primera del siglo XXI, las recetas son acuerdos que funcionaron a mediados de los ochenta, pero que ahora es probable que no aporten nada? ¿Por qué no empiezan los gobiernos, este y todos los autonómicos, a no subvencionar a todas estas organizaciones y dejan que se autofinancien con las cuotas de los afiliados? A, es verdad, si lo hacen los sindicatos y la patronal quiebran y desaparecen en tres meses, y eso no sería bueno...... o sí???? Dentro de unos meses surgirá un documento firmado por todos los ayer reunidos, que probablemente ahonde en vaguedades, obviedades, y lugares comunes, mientras algunas instituciones serias como el Banco de España o FUNCAS llevan semanas, meses advirtiendo de lo que realmente se nos viene encima, y de que hay que empezar a revolucionar el sistema económico nacional si queremos salir de esta. Pero bueno, algunos aún les tacharán de antipatriotas...
Por de pronto ayer solamente José María Fidalgo, el enorme secretario general de CC.OO. mencionó el término crisis. Ni siquiera Díaz Ferrán, dirigente de la CEOE lo usó, uniéndose al coro gubernamental, que en el diccionario de eufemismos ayer inauguró el concepto “dificultades”. Para un gobierno como este, tan dado al lema, el marketing y la imagen, esa palabra crisis le da pavor, y el vetar su uso y mirar mal a quienes lo hacemos recuerda a prácticas oscuras olvidadas en la historia, como muy bien señalaba ayer Elvira Lindo. Para cuando dentro de unos meses acepte la crisis, estaremos en recesión, y veremos a ver que hace entonces el grupo de sabios que se reunió ayer, a parte de volver a citarse en medio de las “dificultades”.
miércoles, junio 18, 2008
European Union, zero points
Parodiando a Eurovisión, pudiéramos decir que Irlanda ha votado y ha dejado a la Unión Europea con cero punto sen su casillero particular. El resultado del referéndum celebrado el pasado Viernes en al isla, con la derrotad el Tratado de Lisboa, pone a la unión frente a otra de sus recurrentes y cada vez más intensas crisis, de la que logra salir, pero dejándose algo de legitimidad y espíritu en cada una de ellas. Es triste que en el único país de los 27 que estaba obligado a hacer referéndum el Tratado haya sufrido una derrota. Por eso el resto optaron por ratificarlo vía parlamentaria, y evitar riesgos....
Riesgos de derrota.... es triste, verdad??? La Unión sabe que ante una consulta plebiscitaria saldría derrotada, y para evitarlo suplanta la consulta en vez de buscar las razones que hay bajo ese rechazo. ¿Por qué los ciudadanos rechazan el Tratado? Creo que hay dos explicaciones básicas, y la Unión sólo puede actuar sobre una de ellas. La primera, la ajena, es que todo referéndum es una buena oportunidad para propinar un estacazo al gobierno nacional de turno, independientemente de lo que se pregunte, y más en una cuestión no tan trascendente (aunque lo es más de lo que parece) como esta. La otra, sobre la que Bruselas sí debiera empezar a hace algo, es la sensación que existe en todos los países de que el funcionariado europeo, esa élite que reside en sobrios edificios de cristal sitos en la capital belga, es una casta ajena a la realidad, un complejo nido de intereses que se autoperpetúan, y practican una especie de endogamia vestida de despotismo ilustrado. Todo por el bien de Europa, pero sin los ciudadanos europeos. Súmese a ello la tradición continental de regularlo todo mediante normas confusas, difíciles y oscuras a más no poder. Si alguien se anima puede usar este enlace para descargarse el Tratado de Lisboa y leer sus cientos de páginas, pero sólo se lo aconsejo en caso de insomnio perpetuo (confieso que no me lo he leído). Sí hay un espíritu de unión Europea, y sentimiento de europeísmo en la calle, aunque se debilita por momentos, y países como España saben que los fondos provenientes de la Unión han hecho mucho por su desarrollo, y no lo digo sólo porque trabajo en eso, claro. Sin embargo, como en todo, es necesaria una política de ventas, marketing y explicación, y aquí la Unión fracasa estrepitosamente. No existe un liderazgo, ni nada que se le parezca. Los altos cargos de la Comisión son ocupados por políticos de segunda fila de los respectivos países, que llegan allí después de algunos sonados fracasos en la política de sus naciones, siendo el actual presidente Duazo Barroso un buen ejemplo de todo ello. Así, como dijo Luís de Benito, corresponsal comunitario de TVE, en el telediario de Milá este pasado Viernes, con un cierto aire de recochineo, y dado que en Bruselas “crisis” también es una palabra tabú, la Unión se enfrenta a una “profunda desaceleración institucional”. De risa
Y es que a todo ello se den unir decisiones tomadas en Bruselas las últimas semanas que son difíciles de entender por parte de la población. Así, aprobar una directiva que permite las 65 horas laborales tres días antes de la votación irlandesa me parece un despropósito (de esto se podía hablar mucho, a ver si mañana o la semana que viene..) o la iluminada idea de cobrar por recibir llamadas de móvil (a quién se le ha ocurrido esta sandez, por Dios!!) son mensajes que llegan a la población y le hacen pensar que eso de Bruselas y la Unión sólo sirve para molestar, perder poder nacional y pagar más por todo. Y claro, cuando te dan la oportunidad, castañazo que te arreo en todo el atomium, y así seguimos, desacelerando......
Riesgos de derrota.... es triste, verdad??? La Unión sabe que ante una consulta plebiscitaria saldría derrotada, y para evitarlo suplanta la consulta en vez de buscar las razones que hay bajo ese rechazo. ¿Por qué los ciudadanos rechazan el Tratado? Creo que hay dos explicaciones básicas, y la Unión sólo puede actuar sobre una de ellas. La primera, la ajena, es que todo referéndum es una buena oportunidad para propinar un estacazo al gobierno nacional de turno, independientemente de lo que se pregunte, y más en una cuestión no tan trascendente (aunque lo es más de lo que parece) como esta. La otra, sobre la que Bruselas sí debiera empezar a hace algo, es la sensación que existe en todos los países de que el funcionariado europeo, esa élite que reside en sobrios edificios de cristal sitos en la capital belga, es una casta ajena a la realidad, un complejo nido de intereses que se autoperpetúan, y practican una especie de endogamia vestida de despotismo ilustrado. Todo por el bien de Europa, pero sin los ciudadanos europeos. Súmese a ello la tradición continental de regularlo todo mediante normas confusas, difíciles y oscuras a más no poder. Si alguien se anima puede usar este enlace para descargarse el Tratado de Lisboa y leer sus cientos de páginas, pero sólo se lo aconsejo en caso de insomnio perpetuo (confieso que no me lo he leído). Sí hay un espíritu de unión Europea, y sentimiento de europeísmo en la calle, aunque se debilita por momentos, y países como España saben que los fondos provenientes de la Unión han hecho mucho por su desarrollo, y no lo digo sólo porque trabajo en eso, claro. Sin embargo, como en todo, es necesaria una política de ventas, marketing y explicación, y aquí la Unión fracasa estrepitosamente. No existe un liderazgo, ni nada que se le parezca. Los altos cargos de la Comisión son ocupados por políticos de segunda fila de los respectivos países, que llegan allí después de algunos sonados fracasos en la política de sus naciones, siendo el actual presidente Duazo Barroso un buen ejemplo de todo ello. Así, como dijo Luís de Benito, corresponsal comunitario de TVE, en el telediario de Milá este pasado Viernes, con un cierto aire de recochineo, y dado que en Bruselas “crisis” también es una palabra tabú, la Unión se enfrenta a una “profunda desaceleración institucional”. De risa
Y es que a todo ello se den unir decisiones tomadas en Bruselas las últimas semanas que son difíciles de entender por parte de la población. Así, aprobar una directiva que permite las 65 horas laborales tres días antes de la votación irlandesa me parece un despropósito (de esto se podía hablar mucho, a ver si mañana o la semana que viene..) o la iluminada idea de cobrar por recibir llamadas de móvil (a quién se le ha ocurrido esta sandez, por Dios!!) son mensajes que llegan a la población y le hacen pensar que eso de Bruselas y la Unión sólo sirve para molestar, perder poder nacional y pagar más por todo. Y claro, cuando te dan la oportunidad, castañazo que te arreo en todo el atomium, y así seguimos, desacelerando......
martes, junio 17, 2008
Jarrea jarrea
Definitivamente este año se está saliendo de madre. Por si no había llovido poco hasta ahora, una tromba de agua cayó ayer sobre Elorrio y al parecer a inundado garajes y bajos. Gracias a mis “enviados especiales” puede saber que el río se desbordó por la tarde en San Agustín, a la altura de Eroski, y anegó parte de los aparcamientos, con el consiguiente susto para todo el mundo que, avisado por megafonía, salió corriendo en busca de su coche antes de que el agua provocase un destrozo mayor. Quizás mi padre piense que los pinos aún no se han mojado lo suficiente, pero yo creo que sí, que se han empapado del todo.
Hablando por teléfono ayer por la tarde con mi madre me contaba algunos aspectos de la tormenta vivida, con un cielo oscuro y plomizo como pocas veces había visto ella. Dada la situación de mi casa en el pueblo es imposible que se inunde, aunque la alcantarilla sita en frente siempre está llena de porquería, y rebosa con las primeras gotas, dejando la calle hecha un asco sin que nadie, ni del Ayuntamiento ni de otra parte, se moleste una simple mañana en arreglarla, limpiando los matojos y porquerías que la llenan. De mientras hablaba por teléfono y hacía unas “bellas” tablas, una tormenta “se acercaba a Madrid por la Nacional V”, en una expresión que a veces me ha granjeado cachondeo por aquí cuando la he dicho, pero que es muy gráfica. Desde esta atalaya podía ver como un cúmulo oscuro descargaba con saña en los barrios de Carabanchel, Campamento, la carretera de Extremadura y todos los núcleos cercanos a la Casa de Campo, mientras que en línea recta al sur, la zona de Villaverde y al carretera de Andalucía, o en el centro de Madrid mismo lucía u sol bastante espléndido. En medio, como un hito que marcaba la separación a mi vista, Torre Picasso lucía brillante, y el espectáculo visual era precioso. Poco a poco la nube fue desplazándose sentido sueste noroeste, en una trayectoria paralela a la calle Alcalá, por así decirlo, y dejó unas pocas gotas por el barrio donde está el Ministerio, mientras que las cortinas oscuras y densas seguían golpeando, en este caso ya saliendo de Madrid ciudad por el barrio de Moratalaz y Las Musas. Tras esa nube llegaron chubascos más dispersos sueltos y sucios, que mojaban a ráfagas y carecían de la espectacularidad y el encanto de la nube madre que los había precedido. Así, tras un fin de semana de sol y tiempo delicioso, sin llegar a ser muy cálido, una típica tormenta venía a anunciar la ya inminente llegada del verano, el próximo fin de semana, verano que nadie sabe como va a ser, aunque hay predicciones para todos los gustos. Comenta Roberto Brasero en su blog algunas de las tendencias que se apuntan por parte de organizaciones meteorológicas internacionales. Parece haber consenso respecto a que va a ser un verano normal o un poco menos caluroso de lo habitual, pero ya se sabe que estas previsiones fallan mucho.
De momento parece que, pese a la existencia de riesgos tormentosos para el día de hoy, nos encaminamos hacia un resto de semana y fin de semana cada vez más estable y soleado, y con temperaturas en caro ascenso. En Madrid tocaremos los 30 grados el Viernes y pasaremos de ellos por poco el fin de semana, e incluso puede que en Vizcaya llegue a lucir el sol, y empiece a secar un poco el suelo y a levantar unos ánimos que llevan semanas, meses, ocultos bajo espesas nubes, fríos vientos y continuos chaparrones, capaces de desmoralizar a los más optimistas, e incluso hastiar a los condenados pinos, tan sedientos ellos, emborrachados como estarán ahora de agua y fango por doquier.
Hablando por teléfono ayer por la tarde con mi madre me contaba algunos aspectos de la tormenta vivida, con un cielo oscuro y plomizo como pocas veces había visto ella. Dada la situación de mi casa en el pueblo es imposible que se inunde, aunque la alcantarilla sita en frente siempre está llena de porquería, y rebosa con las primeras gotas, dejando la calle hecha un asco sin que nadie, ni del Ayuntamiento ni de otra parte, se moleste una simple mañana en arreglarla, limpiando los matojos y porquerías que la llenan. De mientras hablaba por teléfono y hacía unas “bellas” tablas, una tormenta “se acercaba a Madrid por la Nacional V”, en una expresión que a veces me ha granjeado cachondeo por aquí cuando la he dicho, pero que es muy gráfica. Desde esta atalaya podía ver como un cúmulo oscuro descargaba con saña en los barrios de Carabanchel, Campamento, la carretera de Extremadura y todos los núcleos cercanos a la Casa de Campo, mientras que en línea recta al sur, la zona de Villaverde y al carretera de Andalucía, o en el centro de Madrid mismo lucía u sol bastante espléndido. En medio, como un hito que marcaba la separación a mi vista, Torre Picasso lucía brillante, y el espectáculo visual era precioso. Poco a poco la nube fue desplazándose sentido sueste noroeste, en una trayectoria paralela a la calle Alcalá, por así decirlo, y dejó unas pocas gotas por el barrio donde está el Ministerio, mientras que las cortinas oscuras y densas seguían golpeando, en este caso ya saliendo de Madrid ciudad por el barrio de Moratalaz y Las Musas. Tras esa nube llegaron chubascos más dispersos sueltos y sucios, que mojaban a ráfagas y carecían de la espectacularidad y el encanto de la nube madre que los había precedido. Así, tras un fin de semana de sol y tiempo delicioso, sin llegar a ser muy cálido, una típica tormenta venía a anunciar la ya inminente llegada del verano, el próximo fin de semana, verano que nadie sabe como va a ser, aunque hay predicciones para todos los gustos. Comenta Roberto Brasero en su blog algunas de las tendencias que se apuntan por parte de organizaciones meteorológicas internacionales. Parece haber consenso respecto a que va a ser un verano normal o un poco menos caluroso de lo habitual, pero ya se sabe que estas previsiones fallan mucho.
De momento parece que, pese a la existencia de riesgos tormentosos para el día de hoy, nos encaminamos hacia un resto de semana y fin de semana cada vez más estable y soleado, y con temperaturas en caro ascenso. En Madrid tocaremos los 30 grados el Viernes y pasaremos de ellos por poco el fin de semana, e incluso puede que en Vizcaya llegue a lucir el sol, y empiece a secar un poco el suelo y a levantar unos ánimos que llevan semanas, meses, ocultos bajo espesas nubes, fríos vientos y continuos chaparrones, capaces de desmoralizar a los más optimistas, e incluso hastiar a los condenados pinos, tan sedientos ellos, emborrachados como estarán ahora de agua y fango por doquier.
lunes, junio 16, 2008
Buenas canciones
Soy de los que creen que la música está en crisis, independientemente del problema de la piratería y las descargas, y la consiguiente bajada de ventas. La originalidad, la creatividad y el esfuerzo están de capa caída, y cada vez los “artistas” se parecen más entre ellos, y eso por no mencionar a sujetos surgidos de programas tipo OT, que es cierto que venden discos y atraen fans, pero me resisto a llamarles cantantes. Pueden ser actores, productos de marketing o estrellas mediáticas, pero no cantantes, ni músicos, ni desde luego artistas.
Qué poco queda ya de los grandes autores a los que oíamos en los ochenta. Yo, apasionado de la clásica, amante profundo de San JS Bach y devorador de música antigua y barroca en especial, disfruto como un enano oyendo fraseos de guitarra de monstruos como Mark Knopfler, Eric Clapton, Joe Satriani o Ritchie Blakmore, por citar algunos. Aunque algunos de ellos aún editan discos, la mayoría de estos mitos se encuentran retirados, y sólo perviven en la memoria. Y lo que es pero, ¿quién los ha suplido? ¿Bisbal? ¿Tokio Hotel? Vaya panorama.... por eso me pareció interesante el fenómeno que empezó hace ya algunos años con las vocalistas femeninas. Cantantes como Alicia Keys o Norah Jones surgieron no se si como respuesta al fenómeno Britney Spears pero, subidas a un escenario con mucho instrumento, buena voz y poco ornamento, cantaban y encandilaban, y lo siguen haciendo. Quizás su inspiradora fue al vocalista de jazz Diana Krall, cuyos discos son realmente muy buenos. Todas son norteamericanas, y era raro que Inglaterra, patria moral del rock, no contraatacase. Dido fue una primera respuesta, y sus dos discos me gustan bastante, pero el año pasado llegó a explosión, de la mano de dos cantantes a las que los medios han unificado mucho pero que yo creo que divergen bastante en estilo, aunque ambas alcanzando una enorme calidad. Parece claro que 2007 ha sido el año de Amy Winehouse. Desgarbada, sucia, drogadicta compulsiva, destructiva y decrépita, su “Back to Balck” se ha vendido y descargado como churros, gracias entre otros a singles como “Rehab” Posee una voz profunda, muy singular, y un estilo musical mezcla de blues, y soul sesentero, muy cercano a, por ejemplo, Marvin Gale. Independientemente de su calidad musical, elevada, Amy se ha convertido en un personaje habitual de los medios por su consumo desaforado de cocaína y otras drogas, y sus rencillas peleonas con un novio delincuente que entra y sale de la cárcel como yo del correo electrónico. Hay incluso apuestas de cuanto va a durar viva, poco, creo yo, dado el ritmo de vida que se pega. Pero a parte de eso, y no olvidemos que las drogas han sido algo muy relacionado con los músicos de éxito, su disco es muy bueno, las canciones son canciones de verdad, cortadas con una buena voz, con alma y estilo y, por si no se había notado, me gusta.
La otra vocalista reciente de enorme triunfo es Duffy, que creo yo que no comparte mucho el estilo con Amy, pese a coincidir en su querencia por el soul y las canciones buenas y bien cantadas. Se ha hecho de oro con el single “Mercy” y el disco en su conjunto es tan bueno, adulto y serio como el de la Winehouse, pero contiene un tema, Warwick Avenue, que me ha dejado deslumbrado. Se que soy un poco exagerado, pero esta canción es brillante, deslumbrante, redonda, aunque el vídeo es de una tristeza desoladora, lleno de descarnadas lágrimas en un primer plano obsesivo. Es de las mejores que he oído en años. Prueben ustedes a escucharla y verán lo que quiero decir con eso de música adulta, de verdad.
Qué poco queda ya de los grandes autores a los que oíamos en los ochenta. Yo, apasionado de la clásica, amante profundo de San JS Bach y devorador de música antigua y barroca en especial, disfruto como un enano oyendo fraseos de guitarra de monstruos como Mark Knopfler, Eric Clapton, Joe Satriani o Ritchie Blakmore, por citar algunos. Aunque algunos de ellos aún editan discos, la mayoría de estos mitos se encuentran retirados, y sólo perviven en la memoria. Y lo que es pero, ¿quién los ha suplido? ¿Bisbal? ¿Tokio Hotel? Vaya panorama.... por eso me pareció interesante el fenómeno que empezó hace ya algunos años con las vocalistas femeninas. Cantantes como Alicia Keys o Norah Jones surgieron no se si como respuesta al fenómeno Britney Spears pero, subidas a un escenario con mucho instrumento, buena voz y poco ornamento, cantaban y encandilaban, y lo siguen haciendo. Quizás su inspiradora fue al vocalista de jazz Diana Krall, cuyos discos son realmente muy buenos. Todas son norteamericanas, y era raro que Inglaterra, patria moral del rock, no contraatacase. Dido fue una primera respuesta, y sus dos discos me gustan bastante, pero el año pasado llegó a explosión, de la mano de dos cantantes a las que los medios han unificado mucho pero que yo creo que divergen bastante en estilo, aunque ambas alcanzando una enorme calidad. Parece claro que 2007 ha sido el año de Amy Winehouse. Desgarbada, sucia, drogadicta compulsiva, destructiva y decrépita, su “Back to Balck” se ha vendido y descargado como churros, gracias entre otros a singles como “Rehab” Posee una voz profunda, muy singular, y un estilo musical mezcla de blues, y soul sesentero, muy cercano a, por ejemplo, Marvin Gale. Independientemente de su calidad musical, elevada, Amy se ha convertido en un personaje habitual de los medios por su consumo desaforado de cocaína y otras drogas, y sus rencillas peleonas con un novio delincuente que entra y sale de la cárcel como yo del correo electrónico. Hay incluso apuestas de cuanto va a durar viva, poco, creo yo, dado el ritmo de vida que se pega. Pero a parte de eso, y no olvidemos que las drogas han sido algo muy relacionado con los músicos de éxito, su disco es muy bueno, las canciones son canciones de verdad, cortadas con una buena voz, con alma y estilo y, por si no se había notado, me gusta.
La otra vocalista reciente de enorme triunfo es Duffy, que creo yo que no comparte mucho el estilo con Amy, pese a coincidir en su querencia por el soul y las canciones buenas y bien cantadas. Se ha hecho de oro con el single “Mercy” y el disco en su conjunto es tan bueno, adulto y serio como el de la Winehouse, pero contiene un tema, Warwick Avenue, que me ha dejado deslumbrado. Se que soy un poco exagerado, pero esta canción es brillante, deslumbrante, redonda, aunque el vídeo es de una tristeza desoladora, lleno de descarnadas lágrimas en un primer plano obsesivo. Es de las mejores que he oído en años. Prueben ustedes a escucharla y verán lo que quiero decir con eso de música adulta, de verdad.
viernes, junio 13, 2008
Moon River (para A & C)
Ayer Jueves se casaron dos compañeros míos de trabajo, cada uno con su novia. Es lo que tiene esto de las bodas civiles, el Ayuntamiento te cita y estás a disposición de la concejala de turno. Como no estamos dotados con el don de la ubicuidad, este Sábado por la noche uno de ellos da una fiesta a la que acudiremos y ayer fuimos a la ceremonia y cena conmemorativa del otro. Pensaba yo que ya estaba en la fase descendente del ciclo de bodas, pero (nuevamente) me equivocaba, y este año el registro se mantiene por ahora en cuatro, cifra algo respetable para las treinta y tantas primaveras que me acogen.
Fue el de ayer un día precioso, de esos en los que Madrid se engalana con unos cielos de ensueño, de esos que muchas veces despreciamos con insolencia, absortos como estamos en nuestras menudencias. Nubes blancas, oscuras, nacaradas, rechonchas o filamentosas se movían sin control, esta vez sin riesgo de lluvia, y la temperatura era perfecta para que C pudiera lucir ese vestido sin mangas, sin tener que recurrir a una chaquetilla que hubiese sido necesaria días atrás. No hacía tampoco el calor tórrido de Junio, ese que al paso que vamos no veremos, y todo ello junto contribuyó a realzar la tarde y al ceremonia, que se celebró en el invernadero que se encuentra sito junto a la Junta Municipal de Distrito de Arganzuela. Esta ha sido la segunda boda civil a la que he asistido en mi vida, y ciertamente ha sido mejor que la anterior, en Bérriz, Vizcaya, hace ya muchos años, en al que una alcaldesa con complejo de cura nos dio un sermón impresentable y largo a más no poder. Ayer todo fue muy rápido, demasiado para mi gusto. Cuando te quieres emocionar ya se ha pasado, y la concejala ha leído la normativa por la que todo se rige, y los contrayentes dicen que sí, y se acabó. No hay pompa, boato, lucimiento ni tiempo para poder echar una lagrimita o comentar con el de al lado algún detalle. Musicalmente la cosa fue floja, claro está. El técnico del Ayuntamiento estaba al mando de una pequeña mesa de mezclas y puso dos temas, uno de ellos el Moon River, de Henry Mancici, que oía yo por primera vez en una boda. Es una canción preciosa, que a mi más que a Tiffany me evoca a la propia Audrey Hepburn, a su señorial y escueto porte, a su elegancia innata, ya perdida en el tiempo, sepultada bajo la aparente vulgaridad que nos rodea en los medios y la vida real. Pero la verdad es que la elección me pareció acertada. No pegaba allí música religiosa, ni de corte serio. Tras la ceremonia nos hicimos entre todos unas cuantas fotos gracias a las varias cámaras digitales que había por allí, y estuvimos un rato en el Matadero, complejo de edificios usados antiguamente para esos fines y que ahora, sometido poco a poco a un proceso de restauración, empieza a ser una prometedora área de exposición y muestra en el mundo del arte moderno, el diseño y las vanguardias, con espacios muy modernos en medio de edificios de techos “naturalmente” rotos y salas de aspecto vanguardista y relajante.
Acabamos cenando en un asador guipuzcoano, que cosas, muy cerca de allí. Estábamos poca gente, pero fue una noche divertida e interesante. Tanto A como C, que son muy tímidos, estaban nerviosos y se les veía un poco abrumados, pero es que ya se sabe, pese a que lleven tiempo viviendo juntos y Adriana, su hijita, se porte como un cielo, eso de casarse siempre impone mucho respeto, y es un paso trascendente en la vida. Ya nunca serán solteros, y pese a los chistes tópicos, siempre es algo a celebrar, así que desde aquí mis felicitaciones y deseos de una vida de casados lo más plena y feliz posible.
Fue el de ayer un día precioso, de esos en los que Madrid se engalana con unos cielos de ensueño, de esos que muchas veces despreciamos con insolencia, absortos como estamos en nuestras menudencias. Nubes blancas, oscuras, nacaradas, rechonchas o filamentosas se movían sin control, esta vez sin riesgo de lluvia, y la temperatura era perfecta para que C pudiera lucir ese vestido sin mangas, sin tener que recurrir a una chaquetilla que hubiese sido necesaria días atrás. No hacía tampoco el calor tórrido de Junio, ese que al paso que vamos no veremos, y todo ello junto contribuyó a realzar la tarde y al ceremonia, que se celebró en el invernadero que se encuentra sito junto a la Junta Municipal de Distrito de Arganzuela. Esta ha sido la segunda boda civil a la que he asistido en mi vida, y ciertamente ha sido mejor que la anterior, en Bérriz, Vizcaya, hace ya muchos años, en al que una alcaldesa con complejo de cura nos dio un sermón impresentable y largo a más no poder. Ayer todo fue muy rápido, demasiado para mi gusto. Cuando te quieres emocionar ya se ha pasado, y la concejala ha leído la normativa por la que todo se rige, y los contrayentes dicen que sí, y se acabó. No hay pompa, boato, lucimiento ni tiempo para poder echar una lagrimita o comentar con el de al lado algún detalle. Musicalmente la cosa fue floja, claro está. El técnico del Ayuntamiento estaba al mando de una pequeña mesa de mezclas y puso dos temas, uno de ellos el Moon River, de Henry Mancici, que oía yo por primera vez en una boda. Es una canción preciosa, que a mi más que a Tiffany me evoca a la propia Audrey Hepburn, a su señorial y escueto porte, a su elegancia innata, ya perdida en el tiempo, sepultada bajo la aparente vulgaridad que nos rodea en los medios y la vida real. Pero la verdad es que la elección me pareció acertada. No pegaba allí música religiosa, ni de corte serio. Tras la ceremonia nos hicimos entre todos unas cuantas fotos gracias a las varias cámaras digitales que había por allí, y estuvimos un rato en el Matadero, complejo de edificios usados antiguamente para esos fines y que ahora, sometido poco a poco a un proceso de restauración, empieza a ser una prometedora área de exposición y muestra en el mundo del arte moderno, el diseño y las vanguardias, con espacios muy modernos en medio de edificios de techos “naturalmente” rotos y salas de aspecto vanguardista y relajante.
Acabamos cenando en un asador guipuzcoano, que cosas, muy cerca de allí. Estábamos poca gente, pero fue una noche divertida e interesante. Tanto A como C, que son muy tímidos, estaban nerviosos y se les veía un poco abrumados, pero es que ya se sabe, pese a que lleven tiempo viviendo juntos y Adriana, su hijita, se porte como un cielo, eso de casarse siempre impone mucho respeto, y es un paso trascendente en la vida. Ya nunca serán solteros, y pese a los chistes tópicos, siempre es algo a celebrar, así que desde aquí mis felicitaciones y deseos de una vida de casados lo más plena y feliz posible.
jueves, junio 12, 2008
Camiones quemados
Las imágenes que corresponden a la huelga de los camioneros van girando, de manera rápida, de la movilización al enfrentamiento, de la mala leche a la batalla, de la ira al destrozo. Ayer algunos desalmados quemaron algunos camiones en Alicante y casi matan a un conductor que dormía en uno de ellos. Sevilla, Almería, Santiago de Compostela, Alcobendas.. el rosario de incidentes y enfrentamientos es grande, debido tanto a una pasividad y una dejadez del gobierno, que sólo se ha decidido a actuar cuando ya hay un muerto encima de la mesa, como a unos piquetes que, no se si entienden de huelga, pero que sí conocen las tácticas clásicas de los camorristas.
Esto de los piquetes es, simplemente, vergonzoso. Con el eufemístico de “informativos” consisten en un grupo de exaltados, patrocinados y protegidos por todas las centrales sindicales, y consentidos por los gobiernos, que se dedican el día de huelga de, pongamos los camioneros, a romper lunas, apedrear vehículos y destrozar la carga, además de bloquear carreteras e impedir la circulación libre por ellas. En la huelga que nos ocupa llevamos ya un fallecido, de un piquete para más inri, un herido grave por quemaduras y bastantes a los que la fortuna les ha sonreído en la cara y les ha salvado la vida. Casos me han contado de vándalos que arrojan piedras desde puntes de autovías contra convoyes de camiones, con el riesgo que eso conlleva. ¿Por qué se consienten estas actitudes? ¿Cómo es que los gobiernos observan con “agrado” estas simples muestras de salvajismo? En este caso tres días ha tardado el Ministerio del Interior en despertarse y garantizar la libre circulación por las carreteras, pero hasta ayer la consigna oficial parecía la de dejar hacer, bloquear y destruir. Lo más curioso es que la actitud de estos filoterroristas lo único que hace es restar legitimidad y apoyos a los huelguistas, cosa que yo replanteaba desde pequeño. Es cierto que el entorno condiciona, pero en mi época de instituto en Durango, Vizcaya, se convocaban manifestaciones y huelgas proetarras bastante a menudo. La mayoría pasábamos de ese asunto, pero el día de autos allí aparecían los de Ikasle Abertzlaeak, amparados en su primo de Zumosol (padre en este caso) y te hacían la vida imposible. Las “autoridades” del instituto se cruzaban de brazos, entre resignadas y comprensivas, y bueno, había huelgas de vez en cuando. Pensaba yo, tan ingenuo como siempre, que eso era una muestra del infantil e inmaduro comportamiento adolescente, y que en la sociedad adulta, ante conflictos laborales, no pasarían esas cosas. Pues sí que pasan, y como todos somos mayores las consecuencias son peores. Y así llevamos años, con distintos intentos por parte de intelectuales y legisladores de convencer a los políticos para hacer una ley de huelga, que regule todo esto, y que una vez promulgada se aplique, claro, pero sea por una cosa o por otra todos los gobiernos se arrugan, hasta que aparecen los muertos......
Veremos a ver hasta donde llega la huelga de marras. Mañana pasaré por el supermercado para comprar algunas pocas provisiones (mucho dulce) para el fin de semana y comprobaré si las baldas están más o menos vacías. Lo que me produjo una enorme congoja ayer fue ver el derroche que todo esto provoca. Esas cisternas arrojando leche a las alcantarillas, o esas toneladas de fruta pudriéndose sin que nadie las recoja, mientras hace una semana la FAO fracasaba en su intento de solucionar esa crisis alimentaria que galopa desbocada por medio mundo. Somos tan opulentos que mostramos orgullo de ello hasta en eso. ¿Qué triste, verdad?
Esto de los piquetes es, simplemente, vergonzoso. Con el eufemístico de “informativos” consisten en un grupo de exaltados, patrocinados y protegidos por todas las centrales sindicales, y consentidos por los gobiernos, que se dedican el día de huelga de, pongamos los camioneros, a romper lunas, apedrear vehículos y destrozar la carga, además de bloquear carreteras e impedir la circulación libre por ellas. En la huelga que nos ocupa llevamos ya un fallecido, de un piquete para más inri, un herido grave por quemaduras y bastantes a los que la fortuna les ha sonreído en la cara y les ha salvado la vida. Casos me han contado de vándalos que arrojan piedras desde puntes de autovías contra convoyes de camiones, con el riesgo que eso conlleva. ¿Por qué se consienten estas actitudes? ¿Cómo es que los gobiernos observan con “agrado” estas simples muestras de salvajismo? En este caso tres días ha tardado el Ministerio del Interior en despertarse y garantizar la libre circulación por las carreteras, pero hasta ayer la consigna oficial parecía la de dejar hacer, bloquear y destruir. Lo más curioso es que la actitud de estos filoterroristas lo único que hace es restar legitimidad y apoyos a los huelguistas, cosa que yo replanteaba desde pequeño. Es cierto que el entorno condiciona, pero en mi época de instituto en Durango, Vizcaya, se convocaban manifestaciones y huelgas proetarras bastante a menudo. La mayoría pasábamos de ese asunto, pero el día de autos allí aparecían los de Ikasle Abertzlaeak, amparados en su primo de Zumosol (padre en este caso) y te hacían la vida imposible. Las “autoridades” del instituto se cruzaban de brazos, entre resignadas y comprensivas, y bueno, había huelgas de vez en cuando. Pensaba yo, tan ingenuo como siempre, que eso era una muestra del infantil e inmaduro comportamiento adolescente, y que en la sociedad adulta, ante conflictos laborales, no pasarían esas cosas. Pues sí que pasan, y como todos somos mayores las consecuencias son peores. Y así llevamos años, con distintos intentos por parte de intelectuales y legisladores de convencer a los políticos para hacer una ley de huelga, que regule todo esto, y que una vez promulgada se aplique, claro, pero sea por una cosa o por otra todos los gobiernos se arrugan, hasta que aparecen los muertos......
Veremos a ver hasta donde llega la huelga de marras. Mañana pasaré por el supermercado para comprar algunas pocas provisiones (mucho dulce) para el fin de semana y comprobaré si las baldas están más o menos vacías. Lo que me produjo una enorme congoja ayer fue ver el derroche que todo esto provoca. Esas cisternas arrojando leche a las alcantarillas, o esas toneladas de fruta pudriéndose sin que nadie las recoja, mientras hace una semana la FAO fracasaba en su intento de solucionar esa crisis alimentaria que galopa desbocada por medio mundo. Somos tan opulentos que mostramos orgullo de ello hasta en eso. ¿Qué triste, verdad?
miércoles, junio 11, 2008
Cuando caliente el sol....
..... y lo veamos. Desde luego esta primavera va a pasar a la historia de los registros meteorológicos españoles. Tras un invierno que no lo ha sido, con temperaturas anormalmente altas y muy pocas lluvias, algo sucedió a partir de mediados de Abril que trastocó todo, inestabilizó la atmósfera, dejó un Mayo de lluvias históricas y temperatura frías, y nos está deparando un mes de Junio de lo más atípico, y no sólo en el norte, donde no deja de llover. En Madrid hace frío para estas fechas y en el Mediterráneo están en algo parecido a los temporales de otoño, pero antes de la temporada de toallas.
Y a esto se debe unir, y créanme que siento decirlo, la impericia, o directamente fracaso, de los servicios de predicción meteorológica españoles, y sus sistemas de información y aviso. Hace dos Domingos una tromba de agua de más de cien litros por metro cuadrado anegó la margen derecha de Bilbao. Numerosas urbanizaciones de Guecho, Algorta, Las Arenas y zonas limítrofes fueron arrasadas, hubo muchos destrozos en empresas a instalaciones públicas, y sus residentes perdieron coches y demás propiedades por culpa de una lluvia desatada. Independientemente de que los cauces pueden mejorarse, siempre habrá un riada que los supere, porque el agua es así, pero eso no quita que se avise a la población con unas horas de antelación para que pueda actuar en consecuencia. Y en este caso todos, desde el Ayuntamiento, que como en todas partes parece estar sólo para recaudar impuestos, hasta el Servicio Vasco de Meteorología o la AEMET, pasando por las decenas de unidades de policía que pululan por el País Vasco , no vieron o supieron comunicar lo que venía. ¿Responsable final? Ninguno, que esto es España, y aquí nadie es culpable de nada. Como no aprendemos de lo sucedido, este pasado Domingo, siete días después, tras una previsión de la ETB que anunciaba débiles precipitaciones “cuatro gotas escasas” en palabras de Onintze Salazar, una nueva tormenta en la mañana del Domingo anegó garajes y, pese a ser de mucha menos importancia, llevó el susto a aquellos que hace una semana veían sus calles convertidas en una Venecia nada turística. Tres cuartos puede decirse de la tormenta que, afortunadamente sin víctimas, pero con muchos destrozos, inundó Albacete la tarde del Domingo. ¿Había alguna alerta puesta? ¿Se había comunicado algo al respecto? No tengo constancia. Para curarse en salud, y en vista del desprestigio, el Domingo al mediodía el gobierno Vasco puso en alerta a toda la Comunidad por fuertes lluvias, que como siempre que son notificadas, sólo se presentan en forma de esporádicas (intensas eso sí) tormentas, y que salvo en los alrededores de Vitoria no han causado ningún inconveniente, salvo despertar a algunos vecinos de una plácida noche de sueño reparador.
Afirmará alguno que predecir eso es imposible. Como economista que soy se que lo de la predicción es un arte sujeto a mucho más margen de error de lo que nadie quiera admitir, pero las cosas se pueden mejorar. Si uno se va a la web de weather.com verá vídeos actualizados con la previsión del tiempo de la mayor parte de las ciudades (ciudades, no estados) norteamericanos, con una calidad infográfica y una aparente precisión que no soy capaz de hallar en ningún servicio meteorológico nacional ni en ninguna cadena de televisión en España. Tampoco pueden predecir tornados, pero al menos advierten de por donde se les espera, y eso ya es algo. La pregunta es la misma que casi siempre. Si allí se puede, porqué aquí no????
Y a esto se debe unir, y créanme que siento decirlo, la impericia, o directamente fracaso, de los servicios de predicción meteorológica españoles, y sus sistemas de información y aviso. Hace dos Domingos una tromba de agua de más de cien litros por metro cuadrado anegó la margen derecha de Bilbao. Numerosas urbanizaciones de Guecho, Algorta, Las Arenas y zonas limítrofes fueron arrasadas, hubo muchos destrozos en empresas a instalaciones públicas, y sus residentes perdieron coches y demás propiedades por culpa de una lluvia desatada. Independientemente de que los cauces pueden mejorarse, siempre habrá un riada que los supere, porque el agua es así, pero eso no quita que se avise a la población con unas horas de antelación para que pueda actuar en consecuencia. Y en este caso todos, desde el Ayuntamiento, que como en todas partes parece estar sólo para recaudar impuestos, hasta el Servicio Vasco de Meteorología o la AEMET, pasando por las decenas de unidades de policía que pululan por el País Vasco , no vieron o supieron comunicar lo que venía. ¿Responsable final? Ninguno, que esto es España, y aquí nadie es culpable de nada. Como no aprendemos de lo sucedido, este pasado Domingo, siete días después, tras una previsión de la ETB que anunciaba débiles precipitaciones “cuatro gotas escasas” en palabras de Onintze Salazar, una nueva tormenta en la mañana del Domingo anegó garajes y, pese a ser de mucha menos importancia, llevó el susto a aquellos que hace una semana veían sus calles convertidas en una Venecia nada turística. Tres cuartos puede decirse de la tormenta que, afortunadamente sin víctimas, pero con muchos destrozos, inundó Albacete la tarde del Domingo. ¿Había alguna alerta puesta? ¿Se había comunicado algo al respecto? No tengo constancia. Para curarse en salud, y en vista del desprestigio, el Domingo al mediodía el gobierno Vasco puso en alerta a toda la Comunidad por fuertes lluvias, que como siempre que son notificadas, sólo se presentan en forma de esporádicas (intensas eso sí) tormentas, y que salvo en los alrededores de Vitoria no han causado ningún inconveniente, salvo despertar a algunos vecinos de una plácida noche de sueño reparador.
Afirmará alguno que predecir eso es imposible. Como economista que soy se que lo de la predicción es un arte sujeto a mucho más margen de error de lo que nadie quiera admitir, pero las cosas se pueden mejorar. Si uno se va a la web de weather.com verá vídeos actualizados con la previsión del tiempo de la mayor parte de las ciudades (ciudades, no estados) norteamericanos, con una calidad infográfica y una aparente precisión que no soy capaz de hallar en ningún servicio meteorológico nacional ni en ninguna cadena de televisión en España. Tampoco pueden predecir tornados, pero al menos advierten de por donde se les espera, y eso ya es algo. La pregunta es la misma que casi siempre. Si allí se puede, porqué aquí no????
martes, junio 10, 2008
Brooom, brooom
Voy a dejar la profesión de profeta agorero para dedicarme al cultivo de petunias, que sin duda será menos arriesgado. El pasado Viernes me dediqué a hacer algunos comentarios y chistes sobre Trichet, el BCE, el Euríbor y esas cosas, y ese viernes todo se derrumbó. Si algo podía ir mal empeoró aún más de lo previsible. El petróleo subió 11 dólares en un día, el Ibex cayó un 2,5% y el euríbor, el pandemonio, subió tres décimas en un día. Cuando subí del café y me lo dijeron no me lo creía. Será que ha pasado a 5,04, decía yo ingenuamente, pero no. Eran tres décimas, completas, hasta el 5,4%.
Y claro, de ahí al terror no queda nada. Terror financiero, en un principio, pero como algunos estarán empezando a notar, esto de la crisis empieza a traspasar las portadas de los periódicos para asentarse en los bolsillos diarios y en la vida común de los mortales. En la primera línea de movilizaciones entre los directamente afectados por la subida del petróleo están los pescadores y transportistas. Si los primeros llevan ya una semana de paro, a lo largo del fin de semana y de ayer han sido los camioneros los que han empezado las movilizaciones, en demanda de precios mínimos por sus portes y cláusulas de revisión automática ante los incrementos pasados (y los que vendrán) de los combustibles. Y claro, en un país como este en el que todo se lleva por carretera, sin camiones no hay nada. Ayer por la tarde, volviendo en el autobús hacia Madrid, no me crucé con ningún camión, ni adelantamos a ninguno, por lo que el viaje fue algo más rápido de lo habitual, hasta llegar al cruce de la M40, en el que cientos de ellos estaban apostados, bloqueando la A1. Seguimos a un autobús urbano en un rodeo que nos libró del atasco, y no perdimos mucho tiempo, pero entre bloqueos y temores al desabastecimiento esta semana promete ser movida. A mi directamente no me afecta todo este ruido. Soy un privilegiado que no tengo coche, ni lo necesito (de momento) por lo que no me ha tocado hacer cola en al gasolinera, como vi ayer a muchos en Vizcaya, e intuyo que en todas partes. Son las gasolineras y los mercados de abastaos los termómetros reales que sirven para medir el impacto de la huelga, hasta que punto se sigue o es un fracaso, y desde luego ayer fue un éxito total. De momento estamos en el estadio del acaparamiento irracional, fruto del miedo a quedarse sin comida ni combustible. Eso ha provocado que ya casi la mitad de las gasolineras estén sin suministros. En los centros comerciales también se ha vendido como si para resistir un asedio ser tratarse, así que recemos para que no haya apagones por alguna causa porque se puede echar a perder comida en grandes cantidades, y a lo que se debe estar pagando el kilo de merluza marginal o la última chuleta de cordero al menos debiera uno poder darse el gustazo de comérselo en condiciones.
Supongamos que la huelga sigue, toda la semana, y efectivamente, se acaba la gasolina sin que el gobierno haga nada por impedirlo (como sigue pensando que no hay crisis es probable que se cruce de brazos y sólo mire). Y los coches empiezan a pararse poco a poco... cómo sería una ciudad como Madrid sin coches? Avenidas despejadas, silencio, oficinas y centros comerciales del extrarradio vacíos, todo detenido, paseantes perdidos, incapaces de llegar hasta sus lejanos puestos de trabajo.... un escenario típico de un futuro de pesadilla, verdad? Pues no creo que lo veamos esta semana, pero como el barril siga subiendo hacia allí vamos.
Y claro, de ahí al terror no queda nada. Terror financiero, en un principio, pero como algunos estarán empezando a notar, esto de la crisis empieza a traspasar las portadas de los periódicos para asentarse en los bolsillos diarios y en la vida común de los mortales. En la primera línea de movilizaciones entre los directamente afectados por la subida del petróleo están los pescadores y transportistas. Si los primeros llevan ya una semana de paro, a lo largo del fin de semana y de ayer han sido los camioneros los que han empezado las movilizaciones, en demanda de precios mínimos por sus portes y cláusulas de revisión automática ante los incrementos pasados (y los que vendrán) de los combustibles. Y claro, en un país como este en el que todo se lleva por carretera, sin camiones no hay nada. Ayer por la tarde, volviendo en el autobús hacia Madrid, no me crucé con ningún camión, ni adelantamos a ninguno, por lo que el viaje fue algo más rápido de lo habitual, hasta llegar al cruce de la M40, en el que cientos de ellos estaban apostados, bloqueando la A1. Seguimos a un autobús urbano en un rodeo que nos libró del atasco, y no perdimos mucho tiempo, pero entre bloqueos y temores al desabastecimiento esta semana promete ser movida. A mi directamente no me afecta todo este ruido. Soy un privilegiado que no tengo coche, ni lo necesito (de momento) por lo que no me ha tocado hacer cola en al gasolinera, como vi ayer a muchos en Vizcaya, e intuyo que en todas partes. Son las gasolineras y los mercados de abastaos los termómetros reales que sirven para medir el impacto de la huelga, hasta que punto se sigue o es un fracaso, y desde luego ayer fue un éxito total. De momento estamos en el estadio del acaparamiento irracional, fruto del miedo a quedarse sin comida ni combustible. Eso ha provocado que ya casi la mitad de las gasolineras estén sin suministros. En los centros comerciales también se ha vendido como si para resistir un asedio ser tratarse, así que recemos para que no haya apagones por alguna causa porque se puede echar a perder comida en grandes cantidades, y a lo que se debe estar pagando el kilo de merluza marginal o la última chuleta de cordero al menos debiera uno poder darse el gustazo de comérselo en condiciones.
Supongamos que la huelga sigue, toda la semana, y efectivamente, se acaba la gasolina sin que el gobierno haga nada por impedirlo (como sigue pensando que no hay crisis es probable que se cruce de brazos y sólo mire). Y los coches empiezan a pararse poco a poco... cómo sería una ciudad como Madrid sin coches? Avenidas despejadas, silencio, oficinas y centros comerciales del extrarradio vacíos, todo detenido, paseantes perdidos, incapaces de llegar hasta sus lejanos puestos de trabajo.... un escenario típico de un futuro de pesadilla, verdad? Pues no creo que lo veamos esta semana, pero como el barril siga subiendo hacia allí vamos.
viernes, junio 06, 2008
Trichet da miedo
Como siempre es bueno tener un enemigo público número uno, en este caso en el mundo económico, Jean Claude Trichet ha ocupado el cetro que durante años domino Alan Greenspan sin sombra de duda. Cada vez que habla tiemblan las bolsas y nuestros bolsillos. Tres creo yo son los factores inmediatos donde los ciudadanos de corrientes como yo (no así usted, amable lector, mimbro de una élite sin duda alguna) notamos directamente la crisis. En la cesta de la compra, sobre todo en alimentación, en las gasolineras y en las hipotecas. Dado que no compro mucha comida ni tengo coche, hablemos del Euríbor.
Cuando firmé mi hipoteca el 30 de Marzo de 2004 el mercado inmobiliario estaba en medio de una vorágine que sólo podemos describir los que la hemos sufrido. Veías los pisos a todo correr, porque había colas de compradores, y tardabas menos en escogerlos que en decidirte por una camisa de rayas o sin dibujos. Los tipos estaban bajos y, gran novedad respecto a ahora, quietos. El presidente del Banco Central Europeo, el BCE, era un señor llamado Win Duisenberg, hombre que murió hace tres años ahogado en una piscina, y que poseía una canosa y muy poblada cabellera. Su sustituto, el francés Trichet, cogió las riendas de la institución a las puertas del desplome inmobiliario norteamericano, el disparadero de los precios del petróleo y la escasez de materias primas alimentarías, ingredientes principales del indigesto cóctel que nos estamos tragando a pelo. Frente a una laxa y agresiva política de la Reserva Federal norteamericana, la FED, que ha bajado tipos como si de unas rebajas de verano fuesen, el BCE se ha mantenido firme en sus posiciones, e incluso ayer Trichet anunció que no descarta una próxima subida de tipos. Sus palabras fueron hielo para la bolsa, que sino cayó más fue porque en Wall Street pasaron una alegre mañana de Junio de compras y fiesta. Y encima lo peor es que, ahora alguno se va a acordar de mi y mi familia más próxima, creo que Trichet tiene razón. La inflación en la zona euro está creciendo más de lo debido, y si la FDE tiene en sus estatutos que el crecimiento es lo prioritario, el BCE tiene a la inflación como referente obligado. El gran problema que va a generar esta subida de tipos es que, como no existe una convergencia real entre las economías europeas (España no es Alemania, no) serían deseable políticas de tipos distintas por país. Por fijarnos sólo en la óptica local, durante estos últimos años hemos disfrutado en España de tipos demasiado bajos para nuestra economía, lo que han provocado (junto con otras cosas) el crecimiento que hemos vivido. Ahora los vamos a tener más altos de lo que nos vendría bien, lo que va a hacer que la contracción del crédito sea más brusca y rápida de lo necesaria. En esta montaña rusa, tras subir las pendientes, nos toca despeñarnos
Precioso, dirá alguno, y eso en qué me ayuda en mi hipoteca???? Pues en nada, la verdad, ni en la mía ni en la de nadie. Ayer el Euribor seguía por encima del 5%, y más que subirá. Probablemente ese ascenso se coma en intereses la cancelación que tengo previsto hacer a final de año, y en ese momento de amor y paz navideño me acordaré del muérdago y se me pondrá una cara de Scrogge cuando vea como la cuota mensual sube pese a haber aportado, y sentiré una desaceleración muy pronunciada en mi cuenta corriente, tanta como si me estampara contar una pared, como si me diesen 400 golpes, pero sin el estilo y arte de Truffaut, claro.
El Lunes me lo tomo festivo, así que no habrá entrada. Hasta el Martes
Cuando firmé mi hipoteca el 30 de Marzo de 2004 el mercado inmobiliario estaba en medio de una vorágine que sólo podemos describir los que la hemos sufrido. Veías los pisos a todo correr, porque había colas de compradores, y tardabas menos en escogerlos que en decidirte por una camisa de rayas o sin dibujos. Los tipos estaban bajos y, gran novedad respecto a ahora, quietos. El presidente del Banco Central Europeo, el BCE, era un señor llamado Win Duisenberg, hombre que murió hace tres años ahogado en una piscina, y que poseía una canosa y muy poblada cabellera. Su sustituto, el francés Trichet, cogió las riendas de la institución a las puertas del desplome inmobiliario norteamericano, el disparadero de los precios del petróleo y la escasez de materias primas alimentarías, ingredientes principales del indigesto cóctel que nos estamos tragando a pelo. Frente a una laxa y agresiva política de la Reserva Federal norteamericana, la FED, que ha bajado tipos como si de unas rebajas de verano fuesen, el BCE se ha mantenido firme en sus posiciones, e incluso ayer Trichet anunció que no descarta una próxima subida de tipos. Sus palabras fueron hielo para la bolsa, que sino cayó más fue porque en Wall Street pasaron una alegre mañana de Junio de compras y fiesta. Y encima lo peor es que, ahora alguno se va a acordar de mi y mi familia más próxima, creo que Trichet tiene razón. La inflación en la zona euro está creciendo más de lo debido, y si la FDE tiene en sus estatutos que el crecimiento es lo prioritario, el BCE tiene a la inflación como referente obligado. El gran problema que va a generar esta subida de tipos es que, como no existe una convergencia real entre las economías europeas (España no es Alemania, no) serían deseable políticas de tipos distintas por país. Por fijarnos sólo en la óptica local, durante estos últimos años hemos disfrutado en España de tipos demasiado bajos para nuestra economía, lo que han provocado (junto con otras cosas) el crecimiento que hemos vivido. Ahora los vamos a tener más altos de lo que nos vendría bien, lo que va a hacer que la contracción del crédito sea más brusca y rápida de lo necesaria. En esta montaña rusa, tras subir las pendientes, nos toca despeñarnos
Precioso, dirá alguno, y eso en qué me ayuda en mi hipoteca???? Pues en nada, la verdad, ni en la mía ni en la de nadie. Ayer el Euribor seguía por encima del 5%, y más que subirá. Probablemente ese ascenso se coma en intereses la cancelación que tengo previsto hacer a final de año, y en ese momento de amor y paz navideño me acordaré del muérdago y se me pondrá una cara de Scrogge cuando vea como la cuota mensual sube pese a haber aportado, y sentiré una desaceleración muy pronunciada en mi cuenta corriente, tanta como si me estampara contar una pared, como si me diesen 400 golpes, pero sin el estilo y arte de Truffaut, claro.
El Lunes me lo tomo festivo, así que no habrá entrada. Hasta el Martes
jueves, junio 05, 2008
El tabú
En esta cada vez más extraña sociedad en la que vivimos crecen como la espuma las palabras que no podemos usar, por ser consideradas ofensivas o malas. Tradicionalmente han sido sobre el sexo, y desde pequeños se nos ha reñido si decíamos cosas como pene, coño, follar o similares. Eso ahora ha cambiado, y los tabúes tratan de hacernos la vida más amable, complaciente y, claro está falsa. Parece que cuando menos menciones una cosa menos importante es, pero eso no es más que un triste autoengaño. Y el sumun del problema se da con todo lo relacionado con la muerte.
Los atestados de tráfico, o los portavoces de los servicios de emergencia han cogido la costumbre de decir que, por ejemplo, en un accidente de tráfico, uno de los pasajeros poseía lesiones incompatibles con la vida” estúpida perífrasis en mi opinión para no decir lesiones mortales. Quizás la trampa verbal más famosa y típica se de con una enfermedad cuyo nombre voy a poner en mayúsculas, para sí escandalizar aún más. CÁNCER. El famoso nosequién murió “de una larga y penosa enfermedad”, habitual rodeo para no decir que tenía cáncer de algo. Muchas veces al oír esa palabra pensamos en una condena a muerte, y ciertamente a veces lo es, pero no siempre. La capacidad de superación, de lucha y de ánimo que poseemos ante las dificultades de la vida es mucho mayor de lo que creemos. Si caemos en el abatimiento, desistimos y no nos enfrentamos perderemos. Sólo luchando, resistiendo, y afrontando al enemigo cara a cara tenemos alguna oportunidad de vencerle, y creo que mal empezamos si tenemos miedo a los nombres y las palabras. Harry Potter es casi el único personaje de sus libros que se atreve a llamar a Voldemort, el mago malo, por su nombre. El resto tienen miedo a pronunciar esa palabra y le llama el_que_no_debe_ser_nombrado, lo cual refuerza el temor del mago o el muggle común ante este siniestro personaje. Al usar su nombre, Potter ya está venciendo una barrera, ya está ganando una primera batalla, como Frodo o Gandalf al llamar Sauron al Nigromante (me da que JK Rowling se inspiró en esto). Ahora que empieza la nueva campaña de la Asociación Española contra el Cáncer, protagonizada por algunos famosos, poseedores de la enfermedad o no, pensemos en el ejemplo que nos han dado personas como Loyola de Palacio, que luchó y perdió, o como Lance Armstrong, el ganador del Tour, de quién yo digo que debiera haber plazas y estatuas dedicadas por todas partes, porque pocos ejemplos más grandes he visto yo de superación y de lucha personal. Lance tuvo cáncer de testículos, y de estar públicamente desahuciado, acabado, se recuperó, no dejó de pelear día tras día, y claro, logrando salir de un futuro tan lleno de muerte y oscuridad, enfrentarse a una prueba ciclista es algo trivial, y así corría, con piernas de roble, sí, pero con una moral y mentalidad de superhombre, a un nivel fuera de lo común.
El problema es que las autoridades públicas tampoco contribuyen a estos ejercicios de sinceridad y de encaramiento de la realidad. Abandonando cuestiones tan trascendentes, en medio de la crisis que vivimos, ZP, Solbes y el resto del gobierno no deja de decir cosas como “desaceleración pronunciada”, “declive”, “enfriamiento” u otras tonterías para no mencionar la palabra CRISIS. ¿Por qué? Si el gobierno acaba de ganar las elecciones, y vive sin oposición, ¿por qué se empeña en engañarnos? ¿Será que el miedo le puede? ¿O que no sabe cómo enfrentarse a la crisis? ¿Donde esta el Armstrong económico del gobierno?, porque desde luego últimamente Solbes más parece un paciente en estado descomposición que un competente médico de urgencias.
Los atestados de tráfico, o los portavoces de los servicios de emergencia han cogido la costumbre de decir que, por ejemplo, en un accidente de tráfico, uno de los pasajeros poseía lesiones incompatibles con la vida” estúpida perífrasis en mi opinión para no decir lesiones mortales. Quizás la trampa verbal más famosa y típica se de con una enfermedad cuyo nombre voy a poner en mayúsculas, para sí escandalizar aún más. CÁNCER. El famoso nosequién murió “de una larga y penosa enfermedad”, habitual rodeo para no decir que tenía cáncer de algo. Muchas veces al oír esa palabra pensamos en una condena a muerte, y ciertamente a veces lo es, pero no siempre. La capacidad de superación, de lucha y de ánimo que poseemos ante las dificultades de la vida es mucho mayor de lo que creemos. Si caemos en el abatimiento, desistimos y no nos enfrentamos perderemos. Sólo luchando, resistiendo, y afrontando al enemigo cara a cara tenemos alguna oportunidad de vencerle, y creo que mal empezamos si tenemos miedo a los nombres y las palabras. Harry Potter es casi el único personaje de sus libros que se atreve a llamar a Voldemort, el mago malo, por su nombre. El resto tienen miedo a pronunciar esa palabra y le llama el_que_no_debe_ser_nombrado, lo cual refuerza el temor del mago o el muggle común ante este siniestro personaje. Al usar su nombre, Potter ya está venciendo una barrera, ya está ganando una primera batalla, como Frodo o Gandalf al llamar Sauron al Nigromante (me da que JK Rowling se inspiró en esto). Ahora que empieza la nueva campaña de la Asociación Española contra el Cáncer, protagonizada por algunos famosos, poseedores de la enfermedad o no, pensemos en el ejemplo que nos han dado personas como Loyola de Palacio, que luchó y perdió, o como Lance Armstrong, el ganador del Tour, de quién yo digo que debiera haber plazas y estatuas dedicadas por todas partes, porque pocos ejemplos más grandes he visto yo de superación y de lucha personal. Lance tuvo cáncer de testículos, y de estar públicamente desahuciado, acabado, se recuperó, no dejó de pelear día tras día, y claro, logrando salir de un futuro tan lleno de muerte y oscuridad, enfrentarse a una prueba ciclista es algo trivial, y así corría, con piernas de roble, sí, pero con una moral y mentalidad de superhombre, a un nivel fuera de lo común.
El problema es que las autoridades públicas tampoco contribuyen a estos ejercicios de sinceridad y de encaramiento de la realidad. Abandonando cuestiones tan trascendentes, en medio de la crisis que vivimos, ZP, Solbes y el resto del gobierno no deja de decir cosas como “desaceleración pronunciada”, “declive”, “enfriamiento” u otras tonterías para no mencionar la palabra CRISIS. ¿Por qué? Si el gobierno acaba de ganar las elecciones, y vive sin oposición, ¿por qué se empeña en engañarnos? ¿Será que el miedo le puede? ¿O que no sabe cómo enfrentarse a la crisis? ¿Donde esta el Armstrong económico del gobierno?, porque desde luego últimamente Solbes más parece un paciente en estado descomposición que un competente médico de urgencias.
miércoles, junio 04, 2008
El blues del autobús
Soy un descuidado conmigo mismo. Me preocupo por mis cosas menos que por las de los demás, y así algo malo acabará sucediéndome. Tampoco llevo un control exhaustivo de mis ingresos, sí de los gastos, y no se ni que día cobro la nómina. Por eso ayer por la tarde, muy tarde, al ver que tenía algo de correo electrónico atrasado del banco le eché un vistazo, y oh sorpresa!!! Resulta que los de la Continental me habían cobrado dos veces el importe de un billete que saqué hace dos semanas sentido Madrid – Bilbao para que un amigo mío pudiera volver de sus vacaciones.
Rebuscando en la complicada web de Alsa di con el teléfono de atención al usuario, y llamé. “Hola buenas. Pues nada, que me han cobrado dos veces un billete de autobús, y encima esta vez la compra no la hice por Internet (por lo que el delito es doble, pensaba)”. “¿Ha hecho usted la compra en la taquilla? Sí, conteste, algo que últimamente no realizo, pero sí. “Pues entonces debe dirigirse a la taquilla donde hizo la compra y solicitar el reintegro del importe”. Vaya, pienso yo, menos mal que lo he comprado en Madrid y vivo aquí, porque siguiendo esa lógica, si algún día me voy a, pongamos, Matalascañas, y me cobran doble, debo volver allí, apagando el viaje, para que me devuelvan el dinero. Me digo a mi mismo que esto no tiene mucha lógica, que es absurdo, pero bueno, como no me cuesta nada me pasaré por la Avenida de América y solicitaré el importe. Además quiero coger un billete para subir este fin de semana, así que lo hago todo a la vez. Tras un paseo en metro llego a la taquilla y le cuento la historia a la señorita que está tras el cristal. “Bien, señor, lo que debe hacer es rellenar una hoja de reclamaciones y el servicio central estudiará su petición”. Y yo empiezo a mosquearme. “Vamos a ver, he traído impreso el extracto bancario en el que aparece el cobro doble, y el número de la tarjeta y día en el que se cobró, y no me estoy quejando de que la felpa de los asientos me produce urticaria, sino de un error suyo de cobro, y no entiendo que narices pinta aquí una hoja de reclamaciones.” La chica, sin alterar el rictus, no da su brazo a torcer y me ofrece la hoja de reclamaciones como única posibilidad de queja. Ante el panorama, opté por rellenar la hoja, y adjuntar la copia del extracto bancario, papeles que recogió la chica y que, con una elevada probabilidad, acabarán en el cubo de la basura. Ya de paso, el pido el billete pare el fin de semana, con salida de Madrid hacia Bilbao el Viernes a las 14:30..... “perdón, señor, no me aparece ese horario” “¿Cómo??” (yo ya algo nervioso) pero si vengo cogiéndolo desde hace cinco años.... “sí, pero esta semana han cambiado los horarios, espere que se los pase.... y entre otras cosas los cambios implican que han quitado el de las 14:30 de Madrid a Bilbao (o sales a las 14:00 o a las 15:00) y el de vuelta del Domingo a las 16:30 (o sales a las 16:00 o a las 17:00) justo los que llevo usando durante todos estos años. Al ver esto, no cogí billete alguno, porque quería pensar algo antes, y me fui de la taquilla con un doble cobro y sin la mitad de los horarios.
Volviendo en metro a casa, acordándome de la familia de la taquillera, de la compañía y de posibles profesiones deshonrosas para todos ellos, caí en la cuenta de que a lo mejor este es el primer efecto colateral que sufro de la maldita subida del petróleo. No incrementan el precio del billete, cosa que si hicieron en Marzo, pero eliminan servicios, y con ello costes. Vaya, que divertido, si no es por una cosa te hacen pagar por otra, y encima en algún caso te cobran doble. Ya cuando llegué a casa, puse la tele y estaba el sátrapa iraní de Ahmadineyad abroncando a todo el mundo desde un estrado de la FAO, haciéndose pasar por un benefactor de la humanidad me entraron ganas de hacer pasar bajo las ruedas de un autobús repleto de felices y satisfechos viajeros.....
Rebuscando en la complicada web de Alsa di con el teléfono de atención al usuario, y llamé. “Hola buenas. Pues nada, que me han cobrado dos veces un billete de autobús, y encima esta vez la compra no la hice por Internet (por lo que el delito es doble, pensaba)”. “¿Ha hecho usted la compra en la taquilla? Sí, conteste, algo que últimamente no realizo, pero sí. “Pues entonces debe dirigirse a la taquilla donde hizo la compra y solicitar el reintegro del importe”. Vaya, pienso yo, menos mal que lo he comprado en Madrid y vivo aquí, porque siguiendo esa lógica, si algún día me voy a, pongamos, Matalascañas, y me cobran doble, debo volver allí, apagando el viaje, para que me devuelvan el dinero. Me digo a mi mismo que esto no tiene mucha lógica, que es absurdo, pero bueno, como no me cuesta nada me pasaré por la Avenida de América y solicitaré el importe. Además quiero coger un billete para subir este fin de semana, así que lo hago todo a la vez. Tras un paseo en metro llego a la taquilla y le cuento la historia a la señorita que está tras el cristal. “Bien, señor, lo que debe hacer es rellenar una hoja de reclamaciones y el servicio central estudiará su petición”. Y yo empiezo a mosquearme. “Vamos a ver, he traído impreso el extracto bancario en el que aparece el cobro doble, y el número de la tarjeta y día en el que se cobró, y no me estoy quejando de que la felpa de los asientos me produce urticaria, sino de un error suyo de cobro, y no entiendo que narices pinta aquí una hoja de reclamaciones.” La chica, sin alterar el rictus, no da su brazo a torcer y me ofrece la hoja de reclamaciones como única posibilidad de queja. Ante el panorama, opté por rellenar la hoja, y adjuntar la copia del extracto bancario, papeles que recogió la chica y que, con una elevada probabilidad, acabarán en el cubo de la basura. Ya de paso, el pido el billete pare el fin de semana, con salida de Madrid hacia Bilbao el Viernes a las 14:30..... “perdón, señor, no me aparece ese horario” “¿Cómo??” (yo ya algo nervioso) pero si vengo cogiéndolo desde hace cinco años.... “sí, pero esta semana han cambiado los horarios, espere que se los pase.... y entre otras cosas los cambios implican que han quitado el de las 14:30 de Madrid a Bilbao (o sales a las 14:00 o a las 15:00) y el de vuelta del Domingo a las 16:30 (o sales a las 16:00 o a las 17:00) justo los que llevo usando durante todos estos años. Al ver esto, no cogí billete alguno, porque quería pensar algo antes, y me fui de la taquilla con un doble cobro y sin la mitad de los horarios.
Volviendo en metro a casa, acordándome de la familia de la taquillera, de la compañía y de posibles profesiones deshonrosas para todos ellos, caí en la cuenta de que a lo mejor este es el primer efecto colateral que sufro de la maldita subida del petróleo. No incrementan el precio del billete, cosa que si hicieron en Marzo, pero eliminan servicios, y con ello costes. Vaya, que divertido, si no es por una cosa te hacen pagar por otra, y encima en algún caso te cobran doble. Ya cuando llegué a casa, puse la tele y estaba el sátrapa iraní de Ahmadineyad abroncando a todo el mundo desde un estrado de la FAO, haciéndose pasar por un benefactor de la humanidad me entraron ganas de hacer pasar bajo las ruedas de un autobús repleto de felices y satisfechos viajeros.....
martes, junio 03, 2008
Lluvia
Como traca final de este caótico y oscuro mes de Mayo que hemos vivido, y no me refiero al PP, sino a la meteorología, el fin de semana el cielo se derrumbó sobre Vizcaya. Esta vez los registros de Elorrio, con 58,4 litros entre el Sábado 31 de Mayo y el Domingo 1 de Junio no son los más relevantes. Deusto alcanza los 138 en esos dos días, y Llodio toca la marca de los 130. Garajes anegados, rescates en lanchas y escapadas en la noche bajo las aguas, especialmente en la margen derecha de la ría de Bilbao, que a muchos les han traído a al cabeza los recuerdos de las inundaciones de agosto de 1983, hace ya 25 años.
Todos los que somos de Vizcaya, y hemos llegado a la treintena, tenemos algún recuerdo e historia de esas inundaciones, porque fueron tan “generosas” que afectaron a todas las localidades, no sólo a Bilbao, pese a que fue allí donde los estragos de destrucción y muerte fueron los mayores. A mi me habían operado de fimosis hacía pocos días, en una clínica de Deusto que daba a la ría, donde los astilleros Euskalduna fabricaban lo que a mi me parecían dinosaurios de acero que impresionaban mucho. Tras la operación, normal y correcta, me fui a casa, pero durante algunas mañanas debía ir al ambulatorio de Durango para hacer una serie de curas y cuidados. No recuerdo del día exacto de Agosto, pero esa mañana llovía con una fuerza enorme. Camino a Durango los baches salpicaban una barbaridad, y eso unido a la furgoneta “cuatro latas” que tenía mi padre hacía que el paseo fuese, como decirlo, sosegado. Llegamos a Durango, me hicieron las curas, y al salir seguía lloviendo con fuerza. Camino a Elorrio los charcos cada vez eran mayores, hasta que llegamos a la altura de la chatarrería que sirve de divisoria entre los municipios de Apatamonasterio y Elorrio. Allí, donde el río hace un pequeño recodo entre altos plataneros, las aguas ya se habían salido y ocupaban toda la carretera. Era imposible seguir, así que mi padre optó por meterse a al izquierda, junto a un caserío que linda con la carretera, y aprovechando la ligera pendiente ascendente de la campa próxima, para allí el coche y esperar a que la lluvia parase. Creo que estuvimos bastante tiempo allí, pero recuerdo muy pocas cosas de lo que pude hacer o no. Si tengo fija la imagen de un poste eléctrico que, junto a las curvas de Apata (esto sólo sonará a los “nativos”) empezó a echa chispas, al vencerse algunos pinos de la ladera por el agua y arrastrar cables de la luz en su caída. Era una minitormenta, con descargas, ruido y espectáculo. Pasadas las horas el cielo clareó, las aguas bajaron y pudimos volver a casa, siendo ya el mediodía. Mi hermana seguía dormida en la cama y ni se había enterado de que nos habíamos pasado toda la mañana de “excursión”. En los telediarios del mediodía se mencionaban algunos problemas en las carreteras, pero nada alarmante. Mucho atasco y retrasos, pero poco importantes.
Lo que nadie predijo es que eso era el preludio de lo que vino por la tarde, cuando se desató la tormenta que arrasaría Vizcaya, que caía obre un terreno ya enfangado, y de la que, curiosamente, no tengo ningún recuerdo personal. En Elorrio causó estragos. Arrancó el puente de “tintilín”, el antiguo sito frente a correos, derrumbó al tapia que cubría el rió frente a donde ahora están los baños municipales, y todo furioso, tomo la calle del río como suya, no sólo de nombre. Coches y gente flotando por la plaza, en una imagen que no vi, pero que no puedo imaginar, y que sólo fue el preludio de lo que iba a llegar aguas abajo, cuando el “Bocho” se ahogó, y las siete calles se tornaron en siete bravos y enfurecidos mares, ansiosos de cobrarse sus víctimas.
Todos los que somos de Vizcaya, y hemos llegado a la treintena, tenemos algún recuerdo e historia de esas inundaciones, porque fueron tan “generosas” que afectaron a todas las localidades, no sólo a Bilbao, pese a que fue allí donde los estragos de destrucción y muerte fueron los mayores. A mi me habían operado de fimosis hacía pocos días, en una clínica de Deusto que daba a la ría, donde los astilleros Euskalduna fabricaban lo que a mi me parecían dinosaurios de acero que impresionaban mucho. Tras la operación, normal y correcta, me fui a casa, pero durante algunas mañanas debía ir al ambulatorio de Durango para hacer una serie de curas y cuidados. No recuerdo del día exacto de Agosto, pero esa mañana llovía con una fuerza enorme. Camino a Durango los baches salpicaban una barbaridad, y eso unido a la furgoneta “cuatro latas” que tenía mi padre hacía que el paseo fuese, como decirlo, sosegado. Llegamos a Durango, me hicieron las curas, y al salir seguía lloviendo con fuerza. Camino a Elorrio los charcos cada vez eran mayores, hasta que llegamos a la altura de la chatarrería que sirve de divisoria entre los municipios de Apatamonasterio y Elorrio. Allí, donde el río hace un pequeño recodo entre altos plataneros, las aguas ya se habían salido y ocupaban toda la carretera. Era imposible seguir, así que mi padre optó por meterse a al izquierda, junto a un caserío que linda con la carretera, y aprovechando la ligera pendiente ascendente de la campa próxima, para allí el coche y esperar a que la lluvia parase. Creo que estuvimos bastante tiempo allí, pero recuerdo muy pocas cosas de lo que pude hacer o no. Si tengo fija la imagen de un poste eléctrico que, junto a las curvas de Apata (esto sólo sonará a los “nativos”) empezó a echa chispas, al vencerse algunos pinos de la ladera por el agua y arrastrar cables de la luz en su caída. Era una minitormenta, con descargas, ruido y espectáculo. Pasadas las horas el cielo clareó, las aguas bajaron y pudimos volver a casa, siendo ya el mediodía. Mi hermana seguía dormida en la cama y ni se había enterado de que nos habíamos pasado toda la mañana de “excursión”. En los telediarios del mediodía se mencionaban algunos problemas en las carreteras, pero nada alarmante. Mucho atasco y retrasos, pero poco importantes.
Lo que nadie predijo es que eso era el preludio de lo que vino por la tarde, cuando se desató la tormenta que arrasaría Vizcaya, que caía obre un terreno ya enfangado, y de la que, curiosamente, no tengo ningún recuerdo personal. En Elorrio causó estragos. Arrancó el puente de “tintilín”, el antiguo sito frente a correos, derrumbó al tapia que cubría el rió frente a donde ahora están los baños municipales, y todo furioso, tomo la calle del río como suya, no sólo de nombre. Coches y gente flotando por la plaza, en una imagen que no vi, pero que no puedo imaginar, y que sólo fue el preludio de lo que iba a llegar aguas abajo, cuando el “Bocho” se ahogó, y las siete calles se tornaron en siete bravos y enfurecidos mares, ansiosos de cobrarse sus víctimas.
lunes, junio 02, 2008
Aún no me lo creo
Como todos los años, y bajo un riesgo de lluvia que en esta ocasión es aún más amenazante y cierto, ha comenzado la feria del libro de Madrid. Este fin de semana me he dado ya una par de vueltas por allí, con ánimo de comprar poca cosa, pero llegando a casa bastante más cargado de bolsas, papeles y folletos de lo que había planificado inicialmente. Este Sábado firmaba ejemplares Laura Gallego, a quién le dediqué el artículo del pasado Martes 27. Ha sacado un nuevo libro, y con intención de saludarla y agradecer la carta que me envió, me fui a la caseta, nuevo ejemplar en mano, a que me lo firmase.
Lo malo es que no era yo el único que tenía esa intención... la firma empezaba a las 19:30, y llegué a eso de las 19:40. Para entonces la cola ya era monumental, cercana a los 200 metros, atiborrada de seguidores de sus libros, cargados con mochilas, en las que incorporaban todos los libros que Laura lleva escritos, que no son pocos y de escasa dimensión. Me dije que bueno, un poco de cola tampoco es para tanto. Lo malo es que a los veinte minutos la fila no había avanzado nada, y empecé a preocuparme. Haciendo que la persona que me precedía me guardase el turno, avancé hasta la zona vallada y le ví a Laura firmando ejemplares, departiendo cariñosamente con el lector y, lo que más me asustó, tardando mucho por cada persona que llegaba hasta ella. Umm, mal negocio. Esto cierra a las 21:30, son las 20:30 y a poco que tarde con dada uno no llegamos, pensaba yo. De todas maneras volví a mi puesto en la cola y decidí esperar. Había llovido por la tarde y, como portador de paraguas, un nuevo chubasco podía venirme bien para que alguno se desanimase. Pero pasaba el tiempo, no llovía, y las bajas eran escasa. La fila avanzaba como en un simulacro de la operación salida de un puente, y los nervios cundían por mi zona. Junto a mi, dos chicas de unos 14 años, acompañadas de sus madres, estaban cada vez más nerviosas, y pese a que las madres intentaban desalentarlas para que se fueran de allí, una de ellas, con una imagen de devoción hacia la autora difícil de describir, se negaba. “Si nos echan, nos vamos, pero sino, nos quedamos hasta el final. Pasaron los minutos y llegamos a las 21:30, con un frío impropio de finales de Mayo. Entre deserciones y avances quedaban unos sesenta metros de cola gorda cuando nos vino uno de los representantes de la caseta diciendo que la feria se cerraba, pero que Laura iba a intentar aguantar hasta las 22:00. Gritos de júbilo, ánimo e ilusión, en medio de un espectáculo de fans en el que me encontraba algo desubicado. Tampoco quería estar mucho tiempo con ella. Sólo agradecerle su carta, comentarle algunas cosas y darle unos CDs de música antigua que le había grabado porque creo que “pegan” con sus obras. A las 21:45 nos repartieron unos postres y una caja con velas, alusivo todo ello al nuevo libro, y poco a poco avanzábamos hasta la valla, el camino soñado que daba acceso a la caseta
Y a eso de las 22:10 apareció un señor de seguridad diciendo que esto se acababa. Tristeza, congoja, e inicio del típico tumulto o discusión, sobre porque nos han dejado hasta allí y ahora no. Algunos estuvimos hablando con los de seguridad y la organización de la feria, y finalmente, y gracias a que Laura no quería irse sin vernos, accedieron a que todos los presentes pasasen. Llegué a las 22:30, y allí estaba ella, con una cara de agotamiento que expresaba a las claras lo dura que había sido la tarde noche. Me firmó el libro, le di los CDs, no pude hablar casi nada porque los de seguridad hacían correr la cola para terminar aquello, pero la actitud de esa escritora me dejó alucinado. Ni divismo, ni cólera ni nada, sino admiración hacia sus rendidos lectores. Sólo por este encomiable espectáculo de generosidad y entrega, tan poco frecuente hoy en día, mereció la pena la espera.
Lo malo es que no era yo el único que tenía esa intención... la firma empezaba a las 19:30, y llegué a eso de las 19:40. Para entonces la cola ya era monumental, cercana a los 200 metros, atiborrada de seguidores de sus libros, cargados con mochilas, en las que incorporaban todos los libros que Laura lleva escritos, que no son pocos y de escasa dimensión. Me dije que bueno, un poco de cola tampoco es para tanto. Lo malo es que a los veinte minutos la fila no había avanzado nada, y empecé a preocuparme. Haciendo que la persona que me precedía me guardase el turno, avancé hasta la zona vallada y le ví a Laura firmando ejemplares, departiendo cariñosamente con el lector y, lo que más me asustó, tardando mucho por cada persona que llegaba hasta ella. Umm, mal negocio. Esto cierra a las 21:30, son las 20:30 y a poco que tarde con dada uno no llegamos, pensaba yo. De todas maneras volví a mi puesto en la cola y decidí esperar. Había llovido por la tarde y, como portador de paraguas, un nuevo chubasco podía venirme bien para que alguno se desanimase. Pero pasaba el tiempo, no llovía, y las bajas eran escasa. La fila avanzaba como en un simulacro de la operación salida de un puente, y los nervios cundían por mi zona. Junto a mi, dos chicas de unos 14 años, acompañadas de sus madres, estaban cada vez más nerviosas, y pese a que las madres intentaban desalentarlas para que se fueran de allí, una de ellas, con una imagen de devoción hacia la autora difícil de describir, se negaba. “Si nos echan, nos vamos, pero sino, nos quedamos hasta el final. Pasaron los minutos y llegamos a las 21:30, con un frío impropio de finales de Mayo. Entre deserciones y avances quedaban unos sesenta metros de cola gorda cuando nos vino uno de los representantes de la caseta diciendo que la feria se cerraba, pero que Laura iba a intentar aguantar hasta las 22:00. Gritos de júbilo, ánimo e ilusión, en medio de un espectáculo de fans en el que me encontraba algo desubicado. Tampoco quería estar mucho tiempo con ella. Sólo agradecerle su carta, comentarle algunas cosas y darle unos CDs de música antigua que le había grabado porque creo que “pegan” con sus obras. A las 21:45 nos repartieron unos postres y una caja con velas, alusivo todo ello al nuevo libro, y poco a poco avanzábamos hasta la valla, el camino soñado que daba acceso a la caseta
Y a eso de las 22:10 apareció un señor de seguridad diciendo que esto se acababa. Tristeza, congoja, e inicio del típico tumulto o discusión, sobre porque nos han dejado hasta allí y ahora no. Algunos estuvimos hablando con los de seguridad y la organización de la feria, y finalmente, y gracias a que Laura no quería irse sin vernos, accedieron a que todos los presentes pasasen. Llegué a las 22:30, y allí estaba ella, con una cara de agotamiento que expresaba a las claras lo dura que había sido la tarde noche. Me firmó el libro, le di los CDs, no pude hablar casi nada porque los de seguridad hacían correr la cola para terminar aquello, pero la actitud de esa escritora me dejó alucinado. Ni divismo, ni cólera ni nada, sino admiración hacia sus rendidos lectores. Sólo por este encomiable espectáculo de generosidad y entrega, tan poco frecuente hoy en día, mereció la pena la espera.