jueves, mayo 14, 2015

Ciudadanos, o cómo ganar en río revuelto

Hablaba ayer de Podemos, el fenómeno político de la temporada, pero sería injusto, e irreal, que no me refiriese a Ciudadanos, otra formación a la que las encuestas, de momento, le otorgan un papel decisivo el 24 de Mayo, y que desde hace unos meses ha superado a Podemos como la marca de moda en el patio político. Como si una burbuja sucediera a otra, el desinfle de las huestes de Iglesias ha sucedido en paralelo al auge de la formación de Rivera, y eso que tengo muchas dudas de que entre los votantes de ambos partidos haya un elevado trasvase de votos.

Ciudadanos, como Podemos, también es un partido personalista, lo cual es bueno para conseguir una relevancia pública en el panorama mediático, pero puede ser letal una vez que el partido crece y es mucho más que su líder o fundador. Rivera parece que ha ido estudiando uno a uno los errores que ha cometido Iglesias en su proceso de ascenso a los altares catódicos, y los ha ido enmendando. Donde el líder con coletas ponía indignación y demagogia, Rivera aportaba serenidad y formas amables, la arrogancia de Iglesias contrasta con la afabilidad de Rivera… casi son como dos polos opuestos, que en cierto modo reflejan dos visiones del problema que vive España. Podemos se nutre de los descontentos e indignados por la crisis que, hartos de sentirse engañados, quieren romper el tablero de juego de pura rabia, cargárselo todo, invalidarlo, refundar una nueva sociedad. Ciudadanos también se alimenta de esa ola de crítica, pero recoge el guante y trata de ofrecer una posible solución a los problemas. Para simplificar las cosas, y ya saben que eso es caer en el riesgo de la equivocación, Podemos implica protesta y Ciudadanos propuesta. Rivera, que lleva muchos años en política, pegándose y siendo zurrado por el inmenso poder del nacionalismo catalán, ha encontrado un filón en el aire tecnocrático y responsable de muchos de sus fichajes, con Luis Garicano a la cabeza, a cuyas charlas yo iba hace un par de años cuando no lo conocían demasiados y había huecos en el auditorio, y se ha lanzado al ruedo con unas propuesta en materias económicas, principalmente, pero no solo, que han logrado el gran éxito de liderar el debate en torno a ellas. Podemos no ha logrado articular un programa económico de tal nombre ni, sobre todo, situar sus propuestas en el centro del debate. Ciudadanos sí, tanto por los apoyos como por las críticas que recibe, y eso ya es un triunfo para una formación que, carente de representantes en las instituciones y de poder duro, vive de los medios y del ruido que en ellos pueda hacer. Dentro de esa simplificación, ¿representa Ciudadanos, como dicen muchos, a los indignados de derechas? Es evidente que recoge un voto de antiguos seguidores del PP que se sienten decepcionados por Rajoy y sus medidas, pero desde luego son votantes del PP que no han comulgado plenamente ni con la ideología del partido ni con sus líderes, son “peperos templados” por llamarlos de una manera, liberales de verdad (y no, Esperanza Aguirre NO es liberal) pero también recoge ciudadanos a descontentos del PSOE, y a muchos otros votantes moderados, de izquierdas y derechas, que no se sienten representados por las formaciones de toda la vida y que ven en la deslegitimación que plantea Podemos una especie de pataleta, quizás motivada, pero que no sirve para mucho más que para expresar un desahogo. Rivera ha sido en este sentido muy hábil para darse cuenta de que la crisis política ha sido tan profunda que ha permitido madurar un voto de descontento que ha ido más allá de la bronca. La indignación 1.0 ha dado paso poco a poco a la búsqueda de soluciones, en la fase 2.0

¿Cuáles son las expectativas reales de poder que tiene Ciudadanos? No las se, dado el volátil panorama electoral y demoscópico en el que vivimos. En poco más de una semana tendremos una primera estimación verdadera. Corre el riesgo de sufrir, como Podemos, un desinfle a medida que avance el tiempo y que la sobreexposición en los medios le empiece a pasar factura (ya está empezando a cometer errores tontos en este sentido) De momento, a falta de votos, buenos sean los datos y análisis, y este breve y visualmente bello artículo de Kiko Llaneras es una muy buena base para estudiar en torno a qué posición se sitúan las formaciones políticas en España, cómo son percibidas y cuál es el espacio electoral que se disputan.

Mañana es fiesta en Madrid ciudad, por lo que no habrá artículo hasta el Lunes 18. Aunque remite, ojo al calor!!

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