Sí, tras mucho anunciarlo y no verlo, al final nevó en Madrid. Tras una cena este sábado llegué a casa pasadas la 1:30 AM y llovía con ganas, pero no nevaba, y ya estuvimos comentando en medio del arroz tres delicias que, otra vez, nos íbamos a quedar con las ganas, caería algo en al sierra y en los pueblos cercanos pero aquí abajo nada. Llover, eso sí, llovía con ganas....
Me levanté el Domingo a las 8:50 y.... había nieve!!!! No mucha, la verdad, pero sí la suficiente como para cubrir los jardines y darle al barrio un aire muy distinto al habitual. Desayuné a todo correr y bajé para sacar unas fotos de recuerdo, y no fui el único. Es curioso lo que ocurre cuando nieva. A prácticamente todo el mundo le gusta. En esta época de disensos y continuas disputas, ver caer copos y como alfombran las calles es de las pocas cosas que consiguen captar la atención de todo Edmundo, y te retrotraen a épocas pasadas, cuando eras un niño y no ibas a clase porque las clases estaban intransitables, no llegaban los autobuses y, cogiendo un plástico viejo, te tirabas por la ladera a toa velocidad, sintiendo el frío en el resto y las manos, pero contento y alegre como pocas veces. Hoy en día esto es menos habitual. Aún se lleva lo de bajar laderas, pero los quitanieves, la sal y la flojera del tiempo hacen que la semana sin clase se transforme en apenas unas horas con las aceras blancas. Las noticias de la nieve ahora se transformar en continuas conexiones con la Dirección General de Tráfico que, como si fuese dueño y señor de las borrascas, nos dice por donde debemos ir o no. Imágenes de coches volcados, camiones hacinados en angostas áreas de servicio, profesionales enfadaos por no poder hacer su trabajo, atascos.... los telediarios nos enseñan sólo la cara oscura del manto blanco, y es una pena. Menos mal que, pese a todo, aún seguimos con esa ilusión infantil, y una vez que las aceras están claras y la hierba empieza a volverse verde de nuevo, seguimos con la esperanza de que ésta no haya sido la última nevada, de que aún podemos perdernos algún día de colegio, que mañana, o quizás pasado, llamaré a mis amigos para volver juntos a la ladera y tirarnos bolas................
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