viernes, noviembre 30, 2012

La metáfora del Madrid Arena


Ayer, tras casi un mes ingresada en la unidad de cuidados intensivos, inmersa en un coma del que parece que nunca se despertó, falleció la quinta joven herida en el aplastamiento de la feita de Halloween del Madrid Arena. María Teresa Alonso, que así se llamaba la víctima, muestra en las fotos de la presa un semblante sonriente, parcialmente cubierto por unas gafas de sol de pasta y con una amplia y rizada melena que seguramente se agitaba al son de la música pocos minutos antes de que la desgracia acabara con su vida, llevándose sus energías, fuerzas, sueños e ilusiones a otro mundo mucho más oscuro, el de las portadas de las crónica de sucesos y la bronca política.

Transcurrido un mes desde aquel desgraciado episodio la sensación que me embarga a mi, y sospecho que a muchos ciudadanos, es de una incredulidad cada vez mayor a medida que se conocen más detalles de ese desastre, se da cuenta uno de que cinco fallecidos es quizás un coste muy bajo teniendo en cuenta lo que allí se podía haber organizado. Se ha creado una comisión de investigación en el ayuntamiento de Madrid para que, como es habitual, realice un paripé mediático con objeto de absolver al compungido equipo municipal, y eche las culpas al empedrado de todo lo sucedido, pero ese esfuerzo por esconder la evidencia no es capaz de tapar las múltiples vergüenzas que encubre este caso, en el que todos los estamentos oficiales, todos, fallaron en el cumplimiento de su deber, en el que ninguna ley o reglamento, ninguno, fue cumplido, y en el que cual cualquier cosa que se pudiera haber hecho mal o ilegalmente se hizo. La lista de delitos por las que pueden ser encausados los organizadores de la fiesta, las autoridades municipales, la policía y demás agentes públicos y privados es tan larga como las colas que se agolpaban ante las puertas del Madrid Arena horas antes de que empezara la maldita fiesta. Por ello, la tentación en la que están cayendo los acusados, hispánica hasta la médula, es tratar de eludir su culpa echándosela a todos los demás. La empresa organizadora, diviertt se llama, miente en el número de entradas vendidas, a sabiendas de que realizaba un delito fiscal ocultando la mayor parte de los ingresos, y culpa de lo sucedido al ayuntamiento, gestor de las instalaciones, y en el ayuntamiento, muchos de los cargos que, presuntamente, eran untados mediante los ingresos ilegales generados por la fiesta, no hacen más que rasgarse las vestiduras y acusar al empresario jocoso y a la policía. Los cuerpos de seguridad de todos los tipos y competencias posibles, se ponen de acuerdo para autoexculparse y largarle el muerto, concretamente cinco, al resto de implicados, y así sucesivamente. Vomitivo. Me imagino que la comisión municipal concluirá tras un sesudo debate afirmando que todo se hizo como era debido y que la desgracia, inevitable, fue fruto de la casualidad. Quizás se cese a un cargo intermedio, o mejor, a su chófer, y aquí paz y después gloria y canapés pagados con dinero ilegal. Pero confío, iluso de mi, en que los jueces acaben sentando en el banquillo a la alcaldesa de Madrid, a su vicealcalde, al organizador de la fiesta y al resto de sujetos que, por acción, omisión o pura incompetencia, están detrás de todo esto, y sean duramente condenados, y que las cinco víctimas pesen sobre su conciencia hasta que esta se desvanezca por la edad o la enfermedad. Sí, soy un ingenuo, lo se, pero deseo que así suceda.

Y, en referencia al título de la entrada, dónde está la metáfora se preguntará el lector. Se esconde en que usted puede sustituir Madrid Arena por Bankia y al resto de implicados municipales por gestores financieros y reguladores y el resultado es el mismo. Un desastre absoluto y un montón de culpables que no admiten sus errores y se dedican a endilgárselos a todos los demás. Sí, igualmente vomitivo, pero tradicional hasta la médula en un país en el que la responsabilidad no existe, en el que se lucha por ponerse medallas pero nunca por asumir los errores, y que nos condena a repetirlos una y otra vez, revolcándonos como puercos en el barro de la autosatisfacción sin darnos cuenta de que estamos cubiertos de mugre.

El Lunes me lo cojo festivo, por lo que no habrá entrada. Abríguense mucho y, si pueden, jueguen con la nieve.

jueves, noviembre 29, 2012

Enterrando cadáveres financieros


¿Le queda a usted todavía alguna duda de lo que es un rescate, de lo que significa? Espero que ayer le quedasen todas ella despejadas. Se nos ha vendido, falazmente, que una “línea de crédito condicionada” no es un rescate y no lleva a aparejadas condiciones, lo cual es falso e imposible. Préstamo, rescate o como usted lo quiera denominar, lo que es seguro que tiene como compañía son unas condiciones más o menso duras, e impuestas por quien otorga el dinero. Ayer conocimos las que Bruselas obligará a cumplir a las entidades rescatadas, y desde entonces algunos españoles se han unido al club de los arruinados.

El caso de Bankia es el más voluminoso, pero no el más sangrante, dado que su tamaño impide que sea liquidada con la prontitud y severidad con que lo van a ser Novacaixagalicia y CaixaCatalunya. En el caso de la entidad madrileño valenciana la aportación de capital europeo es de unos sangrantes 16.000 millones de euros, a cambio de los cuales se cerrarán más de mil oficinas, se despedirá a unos 6.000 empleados, los titulares de preferentes perderán, al menos, el 40% de su inversión (tranquilos, será mucho más) y se obligará a rediseñar el plan de negocio para salir de sectores como el del crédito promotor y otros relacionados con la burbuja. Es decir, la entidad será jibarizada y convertida en algo mucho menos aparatoso de lo que es hoy. Cuando ese proceso esté terminado, si eso acaba sucediendo, Bankia habrá dejado de ser sistémica y entonces, y esto lo creo yo pero nadie lo dice, vendrá su fase de achatarramiento,, troceo y reparto entre las entidades que existan en ese momento en el mercado, y el nombre de Bankia sólo se asociará a pesadillas y dolores de cabeza. Las más pequeñas, la gallega y catalana, arruinadas como Bankia pero sin alcanzar una dimensión sistémica que las convierta en peligrosas, están sentenciadas. La inyección de capital se hace con objeto de proceder a una liquidación ordenada de la entidad, y su posterior troceo y disolución, pese a que repito que no será esto lo que lean en la prensa. Para la caja gallega se habla de quitas en las preferentes de entre un 30% y un 70%, que al final se traducirán en que por sus participaciones el inversor quizás reciba una cesta navideña con dos botellas de albariño para darle un toque celta a la cosa. En estas entidades más concentradas en un territorio, el efecto de los despidos y la liquidación de activos va a ser mucho más intenso en su entorno que en el caso de Bankia, dispersa entre varias regiones. Como se pueden imaginar muchos ahorradores, accionistas, depositantes, preferentistas y demás figuras que puedan existir se quedaron ayer asombrados al oír lo que el comisario Almunia iba desgranando desde Bruselas. Atrapados en esas entidades basura, estafados muchos de ellos, tras años de espera en la que los directivos de las cajas y los distintos gobiernos les han dio contando películas de Disney, ayer salió un remedo de Fredy Kruger para avisarles de que se habían equivocado de sala de proyección y que se habían metido en un festival “gore”. Las reacciones no se han hecho esperar, y se anuncian múltiples querellas, demandas y acciones de protesta, pero una de las consecuencias de la intervención es que ya no sirve de nada que se hagan en Madrid ante el Ministerio o el Banco de España. Es Bruselas la que da el dinero, y la que decide, y nosotros los que lo recibimos y, arruinados, acatamos.

Triste, ¿verdad? Pues sí, lo es, y mucho. Rescate a mi modo de ver también es sinónimo de fracaso, de incapacidad, de no haber sido capaces de hacer lo que había que haber hecho hace muchos años, de las consecuencias de que todos sigamos sumidos en la irrealidad de lo que tenemos delante y, como no, de la desidia de la administración reguladora y de los gestores de las entidades, que siguen exculpándose unos a otros como si no hubiera sucedido nada después de haberlas quebrado de una manera tan burda como vergonzosa. Dijo ayer Almunia que la lista de culpables era muy larga. Esperemos que esa lista acabe en al Audiencia Nacional y, al menos, conduzca a algunos de ellos a las sombras de la prisión.

lunes, noviembre 26, 2012

Mas es menos


Ayer tuvieron lugar las esperadas y controvertidas elecciones catalanas, anticipadas dos años por el Presidente Mas con el objeto de lograr una mayoría amplia, al menos de 68 escaños en el parlamento catalán, que le pudiera dar manos libres a su proyecto soberanista, ese conejo que se sacó de la chistera tras el fracaso del pacto fiscal. Las encuestan pronosticaban hace un mes que esa mayoría era posible, y al final de la semana pasada la ponían muy difícil. Vistos los resultados de ayer se puede decir que el fracaso de Mas y CiU puede ser compartido por todos los institutos que se dedican a la demoscopia electoral. No ha acertado nuño.

Los 50 escaños que ha logrado CiU, provenientes de 62 que tenía hasta el Viernes pasado, hacen que la victoria de ayer no se puede observar desde otro prisma que el de la más amarga derrota. Es más, creo que Mas y CiU han hecho el ridículo. Meses de campaña de tono muy elevado, mensajes de confrontación, demandas de estado propio, viajes internacionales a cuerpo de rey, reuniones en la cumbre, todo un esfuerzo propagandístico en los medios de titularidad pública y en los privados subvencionados que se editan en Barcelona… en fin, un dispendio inmenso para llegar a esto es, simplemente, patético, aunque induce un poco a la risa. Los estrategas de CiU que apostaron por el adelanto electoral deben estar tirándose de los pelos, y supongo que más de uno habrá sido despedido después de este fiasco. ¿Debe dimitir el propio Mas? Hay opiniones para todos los gustos. Ganar ha ganado, eso es cierto, pero cuando uno se presenta como el Mesías que llevará al pueblo a la tierra prometida y no es ni capaz de atravesar el cauce de un río sequillo la sensación es de fracaso personal. Mas ha jugado una apuesta muy alta, contra el resto de partidos políticos catalanes, contra el resto de España, a la que ha acusado de todo, contra el resto de Europa, de la que ha dado por sentado su apoyo y ha ninguneado cuando este era imposible, y frente a todos ellos ha perdido su envite. Además, tras menos de dos años de gestión política, con las cuentas prácticamente quebradas, y teniendo que recurrir al rescate financiero de gobierno central para poder pagar sueldos y contratas, el intento de Mas de envolverse en la bandera para ocultar el fracaso de su gestión ha sido interpretado por muchos catalanes como lo que era, una forma de escapismo, una treta para escapar de sus recortes, un señuelo para que el electorado se olvidase de que, senyera en mano, su hospital esta cerrado o su colegio no funciona. Y ese truco no ha sido suficiente como para engañar a todos. En el mundo independentista es ERC la gran beneficiada, que con sus 21 escaños se sitúa en segundo puesto. Es un doble fracaso para Mas, porque su campaña radical ha hundido el voto propio y ha espoleado el voto de una formación radical, muy alejada del entorno de poder financiero y social que representa CiU, y que ha demostrado que exacerbar el espíritu nacionalista sólo sirve para alimentar a los extremismos. Seguro que ayer por la noche Urkullu, del PNV, se alegraba de no haber cometido ese error, a sabiendas que un PNV radical en el País Vasco sólo favorece a Bildu. Planteó su campaña en tono moderado y logró su objetivo. Seguro que recomendó a Mas lo mismo, éste no le escuchó y ese ha sido el resultado.

Y el resto, todos contentos. El PSC saca el peor resultado de su historia pero se contenta con que lo puede denominar desastre y no catástrofe, el PP consigue un escaño más, sobreviviendo a los recrotes nacionales pero sin ganar apenas voto no nacionalista, las formaciones más a la izquierda, con IC y las CUP ascienden en votos y escaños y Albert Rivera, de Ciudadans, logra triplicar escaños, de 3 a 9, lo que le convirtió ayer en el hombre más feliz de toda Cataluña. Suya es la frase de Cataluña es nuestra tierra, España nuestra nación y Europa nuestro futuro, bonito resumen de identidades compartidas que Mas debiera releer y repetir en su interior, atormentado como debe estar tras semejante fracaso.

Mañana Martes y el Miércoles tengo un seminario de trabajo fuera del Ministerio, y no se si podré escribir la entrada de manera habitual, por lo que si no la encuentra no se extrañen.

viernes, noviembre 23, 2012

Por favor, dejen de ver Telecinco (para Pablo Herreros)


De mientras la línea de metro que me traía al trabajo estaba parada entre dos estaciones y acumulaba retraso pensaba sobre qué escribirles hoy. El cuerpo me pedía hacer referencia al rumor que se extiende por internet sobre un apasionante descubrimiento que Curiosity ha realizado en Marte, rumor alentado por las declaraciones uno de los científicos que encabezan el proyecto, que puede tener relación con al existencia de elementos orgánicos bajo la superficie del planeta, según muchos expertos, pero a medida que pasaban los minutos y el tren no se movía las vísceras me iban devorando y, pese al libro que leía, decidían no hablar de Marte y si de otro planeta, el televisivo, en el que no hay mucha vida pero si restos putrefactos.

Y todo tiene relación con Telecinco, esa horrenda cadena que se llama de televisión pero que bien pudiera ser de inodoro de los antiguos, que colgaban bamboleándose del techo. Esa empresa tiene en su haber, por usar la fórmula contable, la creación de lo que se llama telebasura, y no ahora, sino desde el momento de su fundación, a finales de los ochenta. Profesional hasta la médula, los programas que en su momento parecieron repugnantes al conjunto de la sociedad, y que eran devorados por ella en un ejercicio de hipocresía colectiva digno de estudio, eran sustituidos al poco tiempo por nuevos engendros nauseabundos que dejaban a sus predecesores a la altura de espacios culturales. Y el proceso ha seguido con el paso de los años, retorciéndose cada vez más y elevando cada día el nivel de porquería e infamia al que se puede acceder desde el salón de casa. Hoy en día mucha de la programación (eufemismo) de esa cadena se basa en la continua exposición pública de delincuentes convictos y confesos, que hacen alarde de sus adicciones y chutes, y que no dejan de gritar hasta la nausea e insultar a todos los que en el estudio se encuentran en ese momento y, sobre todo, a la dignidad de quienes desde su casa, muchos millones, lo ven. Es inaudito, pero esa porquería funciona, es una máquina de generar dinero (necesario para pagar costes, sustancias y abogados) y no deja de ser aplaudido por una audiencia pseudolobotoimizada que se traga todo lo que le echen. Pero hubo un día en el que un valiente se levantó y dijo “basta”. Un ciudadano anónimo, que supongo sintió tanta vergüenza como muchos españoles cuando en un programa de esa cadena se entrevisto a un presunto asesino de niñas dándole toda la notoriedad, prestigio y relevancia posible. El asesino elevado a protagonista, el súmun del programador, la orgía de la audiencia, el chollo para el contable. Pero hubo un valiente que se atrevió a alzar su voz, denunció esa vergüenza, y pidió desde su modesto sitio en la red que los anunciantes, los que sostienen económicamente ese ente corrupto, dejaran de salir en al cadena y, por tanto, le hirieran en el único sitio en el que siente algo una empresa como esa, en la cuenta corriente. Como si de un milagro se tratara, la campaña de ese héroe, que es como hay que llamarlo, tuvo éxito, y logró que muchas empresas comerciales de todo tipo, por vergüenza, por sumarse al carro o por auténticas convicciones, retiraran su publicidad del programa que había ensalzado al asesino. Y el programa cayó, y la cadena tuvo que hincar su rodilla, y por una vez en la vida la televisión se plegó a la verdad, y un rayo de esperanza salió de la pantalla. Ese héroe tiene un nombre, se llama Pablo Herreros, y posee un blog, http://comunicacionsellamaeljuego.com y a él le quiero dedicar este artículo de hoy. Tanto por lo que hizo como por apoyarle porque la cadena, en una de sus típicas maniobras, le ha denunciado, y le exige 3,7 millones de euros en concepto de indemnización por daños y perjuicios por la campaña que él movilizó para parar aquella nausea, cuando debiéramos ser los españoles quienes denunciáramos a Telecinco por los inmensos daños morales que nos ha causado.

En el fondo, la solución de este problema la tiene usted, y más concretamente se encuentra situada en uno de sus dedos, el que utilice habitualmente para cambiar de canal. Se trata de que no vea Telecinco, de que no pulse a ese botón, de que a la hora de hacer la rueda de canales de siempre se lo salte, y que haga cualquier otra cosa en vez de ver eso, lo que sea. Siempre será una alternativa más provechosa. Yo hace ya varios años que no veo ese canal, y pese a que se que mi batalla está perdida, sigo pregonando en el desierto que la telebasura, sea de esa cadena o de otras, es poca tele, y mucha basura y que, como la que se genera en la cocina o el baño, debe sacarse de casa en cuanto sea posible.

jueves, noviembre 22, 2012

Urdangarín acabará mal


Cada vez que hablo con alguien, en el contexto que sea, y sale el tema de Urdangarín, cosa muy común hace unos meses y relativamente menos ahora, siempre me quedo sólo en mi postura. Mis interlocutores, con un grado de saña dispar pero siempre acerado, cargan contra él, el Rey y toda la institución monárquica, y dan por sentado que se irá de rositas de todo este entuerto porque todo está conchabado, comprado, y demás sinónimos. Y yo, desde mi teórico grupo parlamentario, defiendo que Urdangarín se ha caído con todo el equipo, de acuerdo con el resto, y que finalmente acabará en la cárcel. Y entonces todos me acusan de ingenuo.

Y puede que así sea, pero sospecho que, pasito a pasito, Urdangarín está avanzando todos los pasos que le encaminan hacia una temporada en la sombra. La petición de la fiscalía de ocho millones de euros de fianza civil para él y su socio Diego Torres, unos cuatro para cada uno que antes de ayer se daba por hecha y ayer por la tarde se hizo oficial, es otro de esos pasos, en este caso de la dimensión de un salto, que demuestran que el papelón judicial que le espera al yerno (es así, no?? siempre me lío con los parentescos) del Rey es enorme y de muy difícil resolución. Respetando la presunción de inocencia, creo que nadie en España da un euro por la salvación judicial de Iñaki, y eso se debe a dos factores importantes. Uno es que, al parecer, ha sido tan chapucero y ha estado tan convencido de su supuesta inmunidad que no se ha preocupado en lo más mínimo de ocultar pruebas o crear pantallas legales para impedir que sus actividades pudieran ser perseguidas. Firmas, documentos escritos de todo tipo… por todas partes la firma de un miembro de la familia del Rey atestigua contratos y compromisos de muy dudosa legalidad y su nombre aparece asociado a cuentas bancarias y demás anotaciones financieras, que en otros casos delictivos de este tipo suelen estar a nombre de testaferros, hombres de paja o, en general, pantallas que permiten diluir la culpa y el rastro de las actividades. Sea por ingenuidad o chulería, lo ha puesto muy fácil a los investigadores y a la prensa, y eso hace imposible su salvación. La otra causa, aún más importante a m entender, aunque mucho más etérea, es la crisis económica y la imagen de la monarquía. En unos tiempos de debacle como los que vivimos, en los que las estrecheces de la mayoría del país cada vez son mayores y la sensación de ausencia de futuro se instala en la sociedad, pillar a un rico robando es de lo más satisfactorio. Se convierte automáticamente en el chivo expiatorio del problema, en el culpable genérico de lo que nos está pasando, “gente que roba como Urdangarín es la culpable de la crisis” se oye, y junto a los políticos, es el perfecto saco de los golpes para descargar la ira y el resentimiento que crecen sin fin entre nosotros. Además se da en este caso su asociación con la figura del Rey, el Jefe del Estado, pieza clave del ordenamiento jurídico español y, se le supone, figura al margen de la batalla política, obligada a ser un ejemplo de seriedad, honradez y decencia, como una especia de guía de conducta ejemplar. Si el Rey ha cometido abundantes deslices en este papel, sobre todo en los últimos y elefantiásicos meses, ha sido Urdangarín el que ha iniciado el derrumbe serio de la figura de Juan Carlos I, dado que lo de Marichalar siempre se entendió como un asunto privado, extraño pero sin conexiones económicas. Es curioso que un chico de familia procedente en parte de Elorrio, como yo, sea el causante de la mayor crisis de la monarquía española desde su restauración en 1978, pero así son las cosas. Los cortafuegos que se han instalado en torno a su figura, y el abandono claro que el Rey y demás familia le han “regalado” es síntoma de que ellos son de los primeros interesados en que Urdangarín acabe siendo condenado y quemado en la plaza pública como símbolo de expiación de la monarquía.

Y es que la soledad de Urdangarín cada ve es más absoluta. Arrastrado por los medios día sí y día también, Telefónica, la empresa que le contrató, le forzó hace ya algunos meses a que renunciara a su puesto y trabajo, para no contaminar la imagen de marca con los juzgados de Palma de Mallorca. Quizás el único apoyo que le queda es el de Cristina, la Infanta, su mujer, que no tengo claro hasta que punto juega un papel de esposa engañada que no sabía nada o de cómplice necesario en todo lo sucedido. La caída de Iñaki la arrastra a ella, y es probable que ya nunca vuelva a jugar un papel relevante en la sociedad española, como Borbón o de cualquier otra manera. Y es que, en cierto modo, ella es la primera víctima de su marido.

miércoles, noviembre 21, 2012

Tropezando de nuevo en Grecia


Los miembros del eurogrupo debieran residir de manera permanente en Bruselas y, la inversa de lo que hacen actualmente, viajar a sus respectivos países un día por semana para ver que tal están las cosas, dado que no hacen más que pasar días y noches encerrados en la capital belga para tratar de alcanzar acuerdos en un montón de asuntos que, uno tras otro, se antojan imposibles. Si ahora se habla mucho del presupuesto comunitario, el tema que siempre está encima de la mesa es Grecia, y esta noche no ha habido acuerdo sobre Grecia, su deuda, la posible quita y todo este lío.

La situación de las finanzas griegas es asfixiante, eso lo sabe todo el mundo, y cada vez que se aprueba un paquete de ayudas es para refinanciar el anterior, y así uno tras otro, y en el camino el montante total de deuda generado por una economía muerta como la griega no deja de crecer. A principios de año hubo un acuerdo para realizar una quita, impago parcial, de esa deuda, la que estaba en manos de los acreedores privados. Bancos, hedge funds y otras entidades similares juntaron la mayoría requerida, forzados en muchos casos por sus gobiernos, para canjear títulos de deuda griega de un plazo dado por otros de un plazo mucho más elevado, lo que en definitiva suponía renunciar al cobro del principal en el plazo fijado y dejarlo para algunas décadas después. Este acuerdo se vendió como la panacea, el bálsamo de fierabrás que iba a arreglarlo todo. Algunos, muchos, dijimos que no, y a finales del año el asunto de la deuda griega vuelve a la palestra. Ahora de lo que se discute es si se hace otra quita, pero en este caso en la deuda que está en posesión de los estados. El FMI propugna esa idea, y los países del eurogrupo, especialmente los más grandes encabezados por Alemania, se oponen. La idea de base es la misma, aunque puede adoptar muchas fórmulas distintas, pero en el fondo se trata de, o bien renunciar directamente al cobro de una parte o diferirlo muy lejos en el futuro, de tal manera que los plazos calculados para los vencimientos no se cumplan. En ambos casos el tenedor de la deuda no cobra lo que esperaba ni cuando lo esperaba, es decir, pierde. ¿Cómo afecta esto a los estados? En que por vez primera resultan perdedores directos del asunto griego. Y es que como he comentado aquí algunas veces, los fondos de rescate europeo, tanto el temporal EFSF como el permanente MEDE, son fondos apalancados, con respaldo proporcional de cada uno de los estados de la UE, que actúan como avalistas, y que acuden a los “malignos” mercados financieros a recaudar los recursos que utilizan en los rescates. Así la UE avala 100, con esos 100 el EFSF se apalanca, digamos cinco veces, y pide 500 en el mercado, y destina 400 a refinanciar la deuda griega. Si Grecia devuelve los 400 no hay problema, pero si no los hace, los operadores de mercado que han prestado el dinero al EFSF palman, y exigen cobertura, y entonces los países de la UE deben responder con el aval y cubrir la diferencia. Hasta ahora rescatar a Grecia, o a Portugal o a Irlanda, les había salido “gratis” a los países de la UE en el sentido de que no habían soltado un euro de sus propios presupuestos. En ellos cada año figuraba una partida destinada como aval al mecanismo EFSF o MEDE, pero no se utilizaba. Si hay quita de deuda en el tramo público, habrá que usarla, y entonces nos tocará poner dinero en efectivo para compensar el importe de la deuda a la que se renuncia, y ningún país europeo quiere hacer frente a ese escenario, ni la rica Alemania ni la endeudada España ni ningún otro, pero la realidad es que Grecia no va a poder pagar. Y esa es la base del problema y la causa profunda del desacuerdo.

Además hay problemas legales. Si un gobierno renuncia a parte de sus créditos respecto a otro en el fondo está financiando a ese otro país, y eso está prohibido por los tratados de la UE. Y está por medio el BCE, que también es poseedor de mucha deuda griega. Si acepta la quita estaría financiando a un país, y eso, sí, también, está prohibido por los tratados de la UE, el reglamento del BCE, el Tribunal Constitucional alemán y el sumsum corda. En definitiva, que el lío organizado en torno a Grecia no deja de complicarse, aunque lo más seguro es que finalmente se vaya a la quita porque, en el fondo, Grecia jamás pagará lo que debe. Eso lo sabe todo el mundo, pero las consecuencias de ese impago pueden ser inmensas.

martes, noviembre 20, 2012

Dando palos de ciego en la burbuja


Ayer fue un día en el que un par de declaraciones hechas ante los medios de comunicación demostraron lo perdida, desnortada y, hasta cierto punto, desnuda, se encuentra la clase política y financiera española en medio del temporal en el que vivimos, y que sumadas, nos enseñan lo lejos, muy lejos, que estamos de salir de nuestra propia crisis, sobre todo porque tras lo dicho no se tiene ni asumido dónde nos encontramos, porqué estamos como estamos ni qué es lo más lógico que podemos hacer al respecto. Es muy deprimente oír cosas así a estas alturas, créanme.

Por un lado el gobierno, que ve que no hay manera de hacer caja ni de quitarse de encima los pisos muertos, se sacó de la manga una ocurrencia tal como que la compra de un piso de más de 160.000 euros por parte de un extranjero (no comunitario, los de la UE no lo necesitan) llevará aparejada la concesión del permiso de residencia. Se trata de que, como se indicó, compradores rusos y chinos se hagan con los pisos de la costa que siguen esperando comprador, a cambio de lo que se las permitiría vivir allí dándoles la residencia temporal sin, se supone, colas, trámites ni esperas. Leída así de golpe la noticia suena a chiste, porque parece que lo que quiere hacer el gobierno es reformar la ley de extranjería y poner un precio a la residencia, de tal manera que sea 160.000 euros el coste de ser español, dicho muy a lo bruto. De donde venga ese dinero nos da igual, pero que se venga aquí. Es cierto que otros países tienen medidas similares, con el objeto de atraer capitales, pero no deja de ser como mínimo una idea chocante. Lo más importante es que no funcionará porque el mercado inmobiliario está muerto y los pisos no valen ni la cuarta o quinta parte de la cifra señalada. Muchos de esos inversores extranjeros comprarán promociones caras, de lujo, o bien situadas, pero las miles de viviendas semiabandonadas, a terminar o concluidas en medio de eriales sin fin no las va a comprar nadie, ni un ruso borracho ni un chino engañado. Además, está por ver que una reforma de tantas leyes como las que implica la medida ayer anunciada se pueda hacer en un plazo tan breve como le gustaría al gobierno. En fin, me parece más uno de esos globos sondas que se hacen una mañana, generan una escandalera y luego se esfuman poco a poco en medio de la nada. Mucho más grave y alarmante me parece la postura que ayer mismo expresó Miguel Martín, el presidente de la AEB, Asociación Española de la Banca, que en un desayuno informativo soltó la perla de que para salir de la crisis lo que hay que hacer es construir más casas y dar más hipotecas. Alucinante. Puede tener un pase que el representante del lobby de la banca realice declaraciones en las que defienda a su sector, pero de ahí a soltar semejante frase, y en público, hay un trecho muy largo. La mayor parte de las entidades financieras españolas están enfangadas, cuando no directamente quebradas, por el estallido de la burbuja inmobiliaria, sus balances son falsos, están plagados de pisos que no valen lo que dicen que valen, y su sostenimiento está siendo una losa muy pesada que el conjunto d país trata de sostener con el objeto de que no le arrastre su probable caída, y opina el defensor de esas entidades que la solución es edificar más y conceder más créditos!! Esto, directamente, es no entender como funcionan las cosas, o aún peor, es pensar que las cosas funcionan como lo hacían antes. Quizás crea la AEB que, cinco años después de iniciado el desastre, seguimos en un paréntesis temporal y que en breve todo volverá a ser como antes. Pues no, nada va a volver a ser como antes y si en serio se creen lo que dicen, si yo fuera un inversor huiría de España, al oír tonterías de este calibre.

¿Saben como se soluciona el problema de los pisos no vendidos? Como se hace en el resto del mundo. Muchos de ellos se venden, pero a un 70% u 80% de descuento sobre el valor original, la entidad financiera y el promotor asumen el coste y, en muchos casos, van a la quiebra, de manera controlada. Y muchos otros pisos, que jamás se venderán porque ni se acabaron o donde se hicieron nada había, se deben tirar. Sí, tirar, derrumbar, destruir con al piqueta, como empezaron a hacer en Florida hace un par de años o en Irlanda a principios de est. Y su valor es, obviamente, cero. De esto la AEB no quiere oír nada, y el gobierno, que lo sabe, no se atreve a hacer. Sí, habrá que esperar a la intervención para que esto empiece a pasar.

lunes, noviembre 19, 2012

Otra guerra en Gaza


No se si se acuerdan, pero en las navidades de 2008 la noticia central que llenaba los informativos no era el colesterol de los turrones o la caída en las ventas del cava por una crisis que había estallado en Estados Unidos pero que aquí no existía, no. En lo que para muchos fueron las primeras navidades de la crisis la noticia fue la guerra de Gaza, que enfrentó a Israel y Hamas y llenó los alrededores de Tierra Santa de cadáveres, polvo y destrucción. Aquellos combates terminaron en unas tablas incómodas para ambos contendientes, y desde entonces las escaramuzas no han cesado.

Y una muestra de que la vida es cíclica y de que no aprendemos del pasado es que, a pocos días de empezar la quinta navidad de la crisis, enfangados hasta las rodillas en nuestra propia quiebra, se avecina una nueva guerra en Gaza, otra más. En esta ocasión la causa que ha disparado las hostilidades de forma seria ha sido el asesinato selectivo por parte de Israel de un dirigente militar de Hamas, abatido cuando iba en su coche por un misil teledirigido por un drone. En el acto murió el dirigente, su chofer y no estoy seguro de si su escolta. Se imaginan la secuencia; un coche carbonizado, gritos de una multitud indignada adoctrinada por Hamas, insultos y amenazas, y lanzamiento de cohetes contra Israel. Hasta ahí todo normal, bueno, normal dado como se las gastan en aquella parte del mundo, pero esta vez los cohetes de Hamas han ido muy lejos, más lejos que nunca. Por primera vez un cohete ha llegado hasta Tel Aviv, la capital financiera de Israel, la ciudad costera, moderna y pecaminosa que tanto odian los musulmanes como los judíos ortodoxos, y fue abatido por el sistema antimisiles llamado cúpula de hierro. Ese mismo sistema ha evitado que alguno de los proyectiles lanzados desde Gaza alcanzase la propia Jerusalén, donde se volvieron a oír las sirenas de ataque aéreo por primera vez desde la primera guerra del golfo, en 1990. Israel, asustado y enrabietado, no ha tardado en contestar de una manera abrupta, y poco tiempo ha transcurrido desde los lanzamientos al inicio de una operación aérea a gran escala sobre Gaza que, en estos momentos, ha causado la vida a cerca de setenta palestinos, la mayor parte de ellos civiles. Afirman las fuentes israelíes de que tratan de minimizar las víctimas civiles mediante el uso de cohetes que atacan objetivos selectivos muy bien fijados, pero en una zona urbana tan densamente poblada como Gaza es imposible que una bomba no pille a algunos civiles perdidos, cosa que por otra parte es de lo más normal del mundo mientras se desarrolla eso que llamamos guerra. La situación, por tano, es tensa y peligrosa. Hamas anuncia nuevas represalias y lanzamientos contra territorio israelí mientras que el gobierno de Netanyahu, a pocos meses de unas elecciones anticipadas, amaga con lanzar una intervención terrestre que suponga la invasión de Gaza, imposible saber hasta que punto se trataría de una ocupación total o de una incursión de castigo. En todo caso una acción así dispararía las víctimas en el lado palestino, y las elevaría sin duda en el israelí, y supondría un paso muy peligroso en un conflicto que no hace más que enquistarse a medida que pasan los años y que el fundamentalismo islamista de Hamas cala en la pobre y mísera población que subsiste en la franja de Gaza. A esa situación de miseria se une el hecho de que Irán, el principal socio y suministrador de avituallamiento a Hamas, sufre las dificultades derivadas de las sanciones impuestas por la comunidad internacional por su programa nuclear, y por ello desde hace unos meses el suministro a la franja es muy irregular y, en todo caso, insuficiente.

Además, en esta ocasión hay un nuevo actor en la zona que aún no se sabe muy bien como se va a comportar, que es Egipto. Fronterizo con Gaza a través del paso de Rafah, Egipto, capitaneado por un presidente de los Hermanos Musulmanes, aún no se ha posicionado claramente en el conflicto, pero jugará un papel decisivo, tanto si decide impulsar un proceso de negociación para alcanzar un alto el fuego como si opta por un apoyo, más o menos disimulado, a sus hermanos de Gaza. Habrá que ver como se suceden los acontecimientos, pero es casi seguro de que, si la guerra no sigue (ojalá) la paz que se alcance sea frágil y caduca.

viernes, noviembre 16, 2012

David Petraeus o La Pasión de Generales


La figura del general Petraeus ya era conocida para los que siguen la política internacional norteamericana, y creo que desde este blog les he hablado alguna vez de él. Nombrado en su momento comandante en jefe de las tropas en Afganistán, consiguió estabilizar aquel avispero usando tácticas de inteligencia militar más que de fuerza bruta. El prestigio allí ganado, colofón de una larga trayectoria de éxitos en el ejército, le llevó hace pocos años a la dirección de la CIA, al mítica agencia de espionaje de EEUU. Por eso su anuncio la semana pasada de dimisión por una infidelidad matrimonial a los dos días de las elecciones se vio como algo exagerado.

Pero es que en estos pocos días que han pasado desde esa dimisión el clásico triángulo amoroso que forman el hombre, Petraeus, su mujer y su amante, en este caso biógrafa, se ha complicado de una manera extraordinaria hasta alcanzar las dimensiones de un icosaedro. Explicar todo este embrollo es más difícil que el asunto del precipicio fiscal que les detallé ayer, pero basta saber que, establecido el trío entre el general y su amante, con su silenciosa mujer de fondo, asuntos profesionales llevaron a Petraeus a conocer al general Allen, otro alto cargo del ejército norteamericano, actualmente jefe de la misión en Afganistán, y de rebote a su ligue privado, Jill Kelley, que también está casada y que es muy conocida en los ambientes militares de Florida por su labor pública de apoyo al ejército (y vaya usted a saber si por algo más). Al parecer la señorita Kelley también cayó prendada del general Petreus y, no satisfecha con dos hombres, empezó a flirtear con él, o al menos a intentarlo. Como suele ser habitual, y con la mujer original más allá del limbo, la primera amante del general, la biógrafa, de nombre Paula Broadwell, no tardó en enterarse de que le había surgido una rival potencial, Kelley, y empezó una despiadada lucha entre ambas, con acusaciones mutuas de infidelidad, cuernos, intromisión en la vida privada y abuso de poder. Vamos, la típica pelea femenina en el barro, siendo sustituido el lodo original por el envío de correos y acusaciones bajo cuerda. Por si esto fuera poco surge un nuevo personaje, llamado Natalie Khawam, que aunque por ese nombre no lo parezca, es la hermana gemela de Kelley. Empantanada ella en un litigio judicial por la custodia de su hijo, se supone que fruto del acabado matrimonio con el señor Khawan, que pasaba por el medio sin enterarse de nada, se entera a través de su hermana de que tiene acceso directo a la cúpula del estado mayor y del espionaje del país más poderoso del mundo, y los utiliza, para que intercedan a favor del su derecho de custodia, un asunto a primera, y octava vista, de menor envergadura que la seguridad nacional del país. Y Allen y Petraeus se enfangan en él, hablando al parecer con el juez y mediando en el asunto. Entre tanto son ya miles los correos electrónicos que todos los personajes de este vodevil se cruzan entre ellos, se intuye que muchos de contenido erótico sexual, cargados de “love” “honey” “corny” y “fucking sex” enviados y reenviados desde servidores comerciales y desde los equipos de alta seguridad de la CIA y el Pentágono. Algunos de esos correos, sin embargo, no son tan cariñosos, y es que la tensión entre al amante original de Petraeus y su admirada Kelley va en aumento, y la biógrafa Broadwell empieza a enviar a Kelley amenazas e insultos, advirtiéndole de que no se meta en la vida de su hombre, y que se atenga a las consecuencias si mantiene su hostigamiento amoroso. Llega un punto en el que Kelley se asusta y contacta, supongamos que no en al cama, con su amigo Frederick W. Humphries II, pomposo nombre bajo el que se encuentra un agente del FBI, que empieza a investigar y descubre toda esta maraña de mierda, cuernos, amoríos y pasiones.

Si piensan que todo esto es un lío están en lo cierto, pero deben añadirle muchas cosas más. Por ejemplo que, de mientras todos estos personajes estaban en la cama unos con otros, en orden muy variable, Al Queda atacaba el consulado de EEUU en Bengasi y mataba al embajador, destapándose en la investigación que el consulado era una base de operaciones encubierta de la CIA, y que todos estos señores y señoras tenían acceso a secretos oficiales de altísima protección, que a saber si se los lanzaron unos contra otros, y claro, se ha abierto una investigación muy seria sobre todo esto. Lo cierto es que si nos venden una película o serie con este argumento pensamos que el guionista es un adicto compulsivo al crack, pero no, todo parece ser cierto, real como la compleja vida misma.

jueves, noviembre 15, 2012

¿Qué es el precipicio fiscal de EEUU?


Durante los últimos días, y muy especialmente a lo largo del proceso electoral norteamericano, seguro que han oído la expresión “precipicio fiscal” que es como se ha traducido en castellano el concepto de “fiscal cliff” que acuñó Bernanke, el presidente de la FED, hace ya algunos meses. Habrán escuchado a varios comentaristas describir los riesgos que implica para la economía de Estados Unidos y, por consiguiente, para la del resto del mundo. ¿Y qué es eso? Voy a tratar de explicárselo hoy, porque es un tema del que hablaremos y nos hablarán bastante, al menos de aquí hasta final de año, y tiene su importancia.

La legislación norteamericana impone límites al tamaño de la deuda que puede alcanzar el estado, de una manera similar a la modificación que se introdujo en nuestra constitución el pasado verano. ¿Se pueden superar esos límites? Sí, pero sólo mediante al aprobación de una ley por parte de la Cámara de Representantes y el Senado. En caso de que esa ley no se apruebe y se alcance el límite fijado en la última norma, el gobierno incurre en ilegalidad y debe corregir su política, aumentando ingresos (impuestos) o reduciendo gastos. Si se acuerdan hace ya varios meses tuvo lugar una discusión al respecto muy intensa entre republicanos, que controlaban (y siguen) la Cámara de Representantes y la presidencia demócrata. Tras muchos tiras y aflojas se llegó a un acuerdo, que caduca este próximo 31 de diciembre, en el que se aumentaba ese techo de endeudamiento pero que, una vez llegado al plazo, la situación tenía que revertirse. En aquel momento eso no parecía nada grave, pero a medida que nos acercamos a la fecha límite la situación empieza a ser seria. Esa reversión implica un notable incremento de impuestos en muchas de las figuras impositivas de EEUU, especialmente al eliminación de las reducciones fiscales extraordinarias aprobadas en su tiempo por GW Bush y que Obama prorrogó como estímulo para salir de la crisis, lo que sería un gran hachazo a las economías familiares de la mayor parte de los habitantes del país. En paralelo se eliminarían de manera automática partidas de gasto federal, dedicadas al Medicare (atención médica a mayores de 65 años) y a otros conceptos, por lo que el 1 de Enero EEUU se levantaría con una política fiscal de ajuste muy restrictiva, que sin duda sería un duro golpe a su incipiente y débil proceso de recuperación económica. Hay estimaciones de todo tipo, aquí tienen uno de los muchos gráficos que estiman el impacto de todo esto, cuyo análisis se me escapa dado que, entre otras muchas cosas, desconozco los detalles del sistema fiscal y de gasto norteamericano, pero los estudiosos expertos hablan un impacto de caída en el PIB en una horquilla que va desde el -1% hasta el -4%, partiendo del nivel actual, algo superior al 2%. Es decir, los más optimistas calculan que todas esas medidas serán suficientes para volver a meter a EEUU en una recesión, por ellas solas, siendo el grado e intensidad de esa recesión en lo que no se ponen de acuerdo los estudios. Como verán, de cumplirse esas proyecciones, el escenario económico internacional en 2013 será todo lo contrario a un brote verde, pareciéndose más a un yermo arenal. Así, articulistas de todo signo y opinión van alertando día sí y día también de la necesidad de que haya un acuerdo entre demócratas y republicanos para evitar caer en este precipicio, y que de paso ponga las bases para una política fiscal que frene el continuo e insostenible crecimiento del déficit público norteamericano, pero de una manera gradual, lógica y sensata.

¿Habrá acuerdo antes de las campanadas de nochevieja? Soy optimista en este punto y creo que sí, porque la alternativa es muy mala y el resultado electoral de la semana pasada ha reforzado a los moderados de ambos partidos y es más factible que entre ellos logren el acuerdo. Pese a ello, es innegable que desde hace unas semanas el rumbo de la bolsa norteamericana apunta claramente hacia abajo, con un Apple que lleva perdido un 20% desde máximos y unos índices que empiezan a romper algunos soportes ¿Temores al desacuerdo? Probablemente, pero también síntomas de que la recuperación de EEUU pierde fuelle por sí misma. Habrá que estar atentos a las noticias que surjan.

miércoles, noviembre 14, 2012

Segunda huelga general en un año


Hoy se vive en España el segundo día de huelga general en España, después de la que se organizó en Marzo en el día de mi cumpleaños. En este caso coincide con una convocatoria unitaria de varios sindicatos europeos que se traduce en que Grecia, Italia, España y Portugal, los queridos PIGS, están de huelga en contra de, en el fondo, la política de austeridad que se desarrolla en Europa. Creo que es la primera vez que se organiza un huelga de estas dimensiones en varios países de Europa de manera conjunta, así que, tirando de titular barato, hoy el sur se manifiesta contra el norte.

Como derecho a la pataleta y muestra de enfado ante la situación que vivimos, la huelga tiene sentido, pero como herramienta de cara a salir del pozo no sirve para nada, seamos sinceros. Si el éxito de una huelga general se mide por la capacidad que tiene de alterar las políticas del gobierno las últimas celebradas en España han sido un fracaso, dado que ni ZP ni Rajoy se han movido un ápice de sus posiciones después de que tuviera lugar el paro. Si medimos el éxito por la afluencia a las manifestaciones o por lo secundada que es la huelga general cada vez es menso general, y no porque no haya gente descontenta ni enfadada, que la hay y mucho, sino porque el propio instrumento de la huelga ha quedado desfasado por completo. Útil en épocas pasadas, en la que los sectores industriales tenían un gran peso en el sistema productivo, la huelga en un mundo terciarizado es algo que se escapa de entre las manos. Nuevamente tendremos imágenes de mercados centrales, grandes fábricas y intercambiadores de transporte público que cierran sus puertas, y una bajada de actividad en el consumo eléctrico y en los desplazamientos, pero muchos de los que harán huelga se conectarán a Internet para ver que pasa, o usarán sin descansos sus móviles para seguir el día a día, convocar manifestaciones o para cualquier otro fin, igual que el resto de la población, y esos servicios no cesan en su prestación, incluso se ven reforzados en días como los de hoy. Quizás algunos piquetes, otro instrumento coactivo del siglo pasado, mejor dicho, de hace dos, logren que cierre uno o dos centros de El Corte Inglés y sean portada en los informativos, pero El Corte, Zara y otras marcas comerciales hoy venderán más por Internet que ayer, y así pueden darse miles de ejemplos de hasta que punto la diversificación y complejidad de las actividades de una sociedad moderna como la actual se escapan de lo que el mundo sindical (y empresarial) entienden como “sectores productivos” en los que la huelga puede incidir más o menos. Serán en los servicios públicos, afectados muchos por recortes y disminución de sueldos, donde más incidencia tenga de motu propio este paro, piensen en colegios y hospitales, que se movilizan día sí y día también, pero en la mayor parte del sector privado el efecto será escaso, más allá de los inconvenientes que se produzcan a la hora de llegar al trabajo en el caso de que servicios de transporte como metro o autobuses sufran restricciones. En definitiva, que el ejercicio de huelga de hoy no será muy significativo ni útil de cara a sus convocantes, que se juegan en ello mucho más de lo que se imaginan. Sí servirá como temporal válvula de escape de la indignación social y aliviadero de la presión, pero por poco tiempo.

Unas pocas palabras destinadas a los sindicatos, convocantes, y patronales, opuestos a la misma. Esta jornada de hoy no es si no una muestra, otra más, del fracaso de ambos colectivos a la hora de afrontar esta grave crisis. Convertidos en instituciones oficiales, y preocupados mucho más por su propia supervivencia y por el mantenimiento de los ingresos que, de origen público, les permiten vivir holgadamente, muestran en un día como el de hoy su incapacidad de entender lo que está pasando, su insensibilidad ante el drama que vive la sociedad y su escasa perspectiva de futuro. Pero para darse cuenta de eso no hacía falta convocar una huelga, basta con verles día a día.

martes, noviembre 13, 2012

Los desahucios desbordan la actualidad


Es curioso cómo se desarrollan las noticias, encontrar el punto en el que algo que sucede con asiduidad se convierte en noticia, en titular y en fenómeno de portada. Llevamos cerca de medio millón de desahucios en estos dos últimos años, que han sido ignorados por todo el mundo a excepción de los sufridores de los mismos y algunos indignados que se manifestaban en contra, y han sido los dos últimos suicidios, antes ha habido más, los que han llevado este tema a portada, el último de ellos, el de Barakaldo, con un perfil muy distinto al esperable.

Ahora que está en las portadas y abre los telediarios el gobierno y la oposición, como siempre con el pie cambiado y a rebufo de los acontecimientos, tratan de alcanzar un pacto que impida que esa epidemia se extienda y, sobre todo, se los lleve por delante. Sin embargo se enfrentan a un asunto muy complejo y difícil de abordar. Y es que, frente a lo que se dice en los medios, no es la ley hipotecaria la que provoca el desahucio de la vivienda, sino el impago del préstamo a ella asociada. De lo que sí es responsable la ley española, frente a la de otros países, es de extender la deuda más allá de la pérdida de la vivienda, porque lo que la ley obliga al hipotecado es a devolver el dinero que el banco le prestó. En una coyuntura de precios de la vivienda crecientes un supuesto impago se podía saldar con la renuncia del piso porque su valor de mercado era probablemente mayor que el de la hipoteca, pero con el mercado inmobiliario hundido y con visos de seguir así durante bastantes años la entrega forzosa del piso es casi seguro que no logrará extinguir la deuda, por lo que al drama de perder la casa se une el sinsentido de seguir debiendo dinero a la entidad financiera. Desastre total. Por ello las soluciones que se están discutiendo pasan por dos vías. Una, promover acuerdos entre el banco y el hipotecado de tal manera que, en caso de entrega del piso, se extinga la deuda, sea cual sea el valor de la misma o del inmueble. Esto es lo que se llama dación en pago, que no soluciona el tema del desahucio, pero sí el de la deuda en su conjunto. La otra solución es que el banco renuncie a desahuciar y que el hipotecado pague una renta de alquiler en esa vivienda, de menor cuantía que la cuota del préstamo, durante un tiempo pactado. Esos importes cancelarían préstamo y permitirían al inquilino seguir residiendo en la vivienda hasta que pudiera encontrar un trabajo u otra fuente de ingresos que permita volver a la situación habitual del préstamo. Obviamente hay un problema en todo este asunto, y es que hay que definir qué tipo de hipotecados pueden acogerse a estas medidas de gracia y salvar así su vivienda. ¿Familias con o sin hijos? ¿Cuántos? ¿Con mayores a su cargo o no? ¿Qué estén en paro o que, teniendo ingresos, no puedan hacer frente a su hipoteca? ¿Cuál es el límite máximo de cuota mensual que se considera “elevado” para a partir de ahí tacharlo de abusivo? Poner un límite en alguna parte hará que, inevitablemente, unos se queden a un lado de la frontera del los beneficiados y otros no, y surgirán polémicas y protestas. Además siempre habrá quien pueda decir que en los años de la burbuja él tuvo un comportamiento responsable y, frente a sus amigos que se iban a un adosado con ingreso ridículo, él se compró un piso pequeño que daba la risa, y que ahora son a los que calcularon mal sus ingresos a quienes se les va a ayudar y a él, que nunca tuvo parcela ni garaje ni nada sólo se le suben los impuestos para pagar todo este desaguisado.

En definitiva, un desastre se mire por donde se mire. Horrible para el hipotecado que se ve en las últimas, malo para el banco, que con un piso devaluado no hace nada y que ve como su imagen se deteriora día a día, y angustioso para una sociedad que, en la época de la burbuja, se comportó de una manera irresponsable y que ahora sólo descubre desgracias allá donde mire, fruto de aquellos malditos años que nos parecieron maravillosos. ¿Y saben qué es lo peor? Que en un par de semanas otra noticia cogerá el relevo, llenará las portadas, y devolverá a los desahucios, sus dramas y suicidios, al oscuro pozo en el que residían hasta hace unos pocos días.

jueves, noviembre 08, 2012

El discurso de Obama


Tenía pensado en esta semana dedicar un día a contrastar el sistema de elección del presidente en el país más poderoso del mundo de una manera democrática, que es lo que hemos visto en Estados Unidos, frente a la forma en la que la dictadura china, que gobierna el segundo país más poderoso del mundo., procede al relevo de su dirigencia mediante el típico cambio de cromos en una nomenclatura, contrastando así la naturaleza de los dos regímenes y las ventajas que tiene, siendo dominado en todos casos, que te sometas a un tipo de país u otro, pero el discurso de aceptación de Obama de ayer me obliga a hacer algunos comentarios.

Ese discurso, que pueden ver íntegramente aquí y leer aquí, por ejemplo, es otra de esas piezas maestras de las que de cuando en cuando nos suelta el presidente norteamericano y del que es imposible dejarse llevar por la emoción, tanto por lo que dice como por cómo lo dice. Había momentos ayer viéndolo que no tenía claro si estaba asistiendo a una nueva temporada no estrenad de “El Ala Oeste de la Casa Blanca”, en la que el genio de Aaron Sorkin había vuelto a coger el teclado y otra vez hacía que sus personajes derramasen de su boca frases majestuosas, llenas de profundidad, belleza y estilo, de esas que encandilan y que hacen que los que de vez en cuando tenemos aspiraciones literarias nos convenzamos de que no hay forma de superar lo que estamos oyendo. Ayer se vio a un Obama más pragmático, pero no menos ilusionado, a un Obama consciente de que la victoria ha sido por un estrecho margen y de que ha sufrido una gran sangría de voto popular, pero sabedor de que por sus manos pasa el destino de su nación y consciente de la responsabilidad que eso significa. Llenó de esperanza al auditorio que le escuchaba entregado, que no necesitaba oír mensaje alguno para alabarle, y que aún así se emocionaba al escuchar las palabras de su líder. Sí, ayer Obama volvió a demostrar que es un líder, muy por encima del mediocre panorama de liderazgo y gobernanza que nos rodea en occidente, tanto en el mundo político como en el empresarial y social. Es una figura de gran talla, pero en medio del erial sobresale como un árbol en la planicie. Como hace cuatro años, se enfrenta al hecho de que la realidad puede acabar con parte de sus ilusiones de una manera muy drástica, y muy decepcionante para muchos de sus votantes, y el problema fiscal de final de año será su primera prueba de fuego (así lo señaló ayer Wall Street, cayendo más de un 2%). Sin embargo confío en que Obama supere la prueba, no tanto por el sino por nosotros. Y superar la prueba no quiere decir que se convierta en el amado presidente que pase a la historia en letras de oro, no, sino que consiga encauzar su país, arreglar algunos de los desastres económicos y sociales que ahora afligen a Estados Unidos, y que muestre al mundo, con sus grandezas y miserias, de lo que es capaz de hacer esa gran nación. Ayer lo dijo muy bein en una frase que debieran grabársela en la frente todos los políticos de este país, España, asolado por el paro. “Nos habéis elegido para que nos centremos en vuestro trabajo, no en el nuestro”. Si solamente cumple eso la elección habrá sido un éxito, y su mandato también. Tan simple y tan difícil como eso.

Oyéndole, y luego mirando la actualidad de nuestro país, daban ganas de irse a vivir a EEUU ya. La frase con la que acabó, soberbia, es uno de los mejores argumentos posibles para lucha contra el fanatismo nacionalista que en toda Europa, y no digamos España, amenaza con su eterna cantinela de agravios y discriminaciones: “No importa que sea negro, blanco, hispano, asiático, indio americano, joven, viejo, pobre, rico, capacitado, discapacitado, gay o heterosexual; en Estados Unidos, si está dispuesto a esforzarse, puede conseguir lo que sea”. Y no me digan que no dan ganas de sacarse el pasaporte, un billete y volar hacia allí….

Mañana es fiesta en Madrid y el Lunes me lo cojo festivo. Hasta el Martes 13, sean muy felices.

miércoles, noviembre 07, 2012

Obama vuelve a ganar las elecciones de EEUU


Tras una noche emocionante, en la que he estado desde las 3 de la mañana sentado delante del televisor, Obama ha ganado las 57 elecciones presidenciales de los Estados Unidos con una clara ventaja en el colegio electoral y un muy ajustado margen de voto real. En este momento, a falta por asignar el estado de Florida, los 303 votos electorales que ya posee le garantizan la reelección (recordemos que hacen falta 270) y en voto popular la ventaja sobre Romney es ahora mismo inferior al millón de sufragios, con 53 millones y medio para el partido demócrata frente a los 52 millones ochocientos mil votos que ha obtenido el candidato republicano.

Obama ha logrado el triunfo en los estados más disputados, especialmente Ohio, Pensilvania y Virginia, lo que hace irrelevante el papel de Florida en el recuento global. Las encuestas apuntaban a un margen de ventaja muy estrecho para el demócrata y así ha sido finalmente. La victoria es incuestionable, pero supone un toque de atención al presidente, porque es de las pocas ocasiones, cinco han sido mencionadas en el debate televisivo que ha dado TVE esta noche, en las que el presidente reelegido ha obtenido peor resultado en el colegio electoral que cuando fue escogido por primera vez. Obama llegó el loor de multitudes a la Casa Blanca hace un año y era de esperar el desgaste de imagen y popularidad que el contacto con la realidad produce en toda enseña electoral, y viniendo de tan alto como venía era de esperar una caída más pronunciada, como así ha sido. Además Romney, el candidato republicano, a mi modo de ver un mal candidato, que ha cometido multitud de errores en la campaña y que sólo al final de la misma ha sido capaz de elaborar un discurso estructurado, ha sido suficiente como para poner a Obama contra las cuerdas, y eso es algo a estudiar por parte de los demócratas. Si un partido republicano, secuestrado en parte por un ala integrista que lo aleja de su espíritu liberal, que se congrega en eso que se hace llamar Tea Party, es capaz de aunar más de cincuenta millones de votos el bando demócrata tiene un serio problema, ya que si algún día el republicanismo se libera de ese yugo y es capaz de situar a un candidato de verdad en la carrera electoral pocas probabilidades hay de que la victoria se le escape. En el mérito de Obama se encuentran tres aspectos muy importantes. Ha sido capaz de resucitar parte del entusiasmo que concitó hace cuatro años, que se encontraba muy diluido, ha conseguido que lo que se denominan “minorías” (hispanos, negros, etc) se decanten mayoritariamente por el partido demócrata, demostrando que una suma de muchas minorías da una mayoría, y sobre todo, ha sido el primer jefe de estado que, desde que empezó la crisis, ha logrado ser reelegido. Francia, Reino Unido, España (no digamos Grecia o Italia)… la lista de políticos dirigentes de un lado y de otro del espectro político que han sido destruidos por la crisis es interminable. Uno se fija en la imagen de las cumbres internaciones de estos últimos años y puede ir tachando mandatarios al ritmo de las elecciones en cada uno de sus países. Obama se ha salvado de la quema, y lo ha logrado con unas cifras económicas que objetivamente son malas (para EEUU, claro) pero que, viniendo de donde venía la economía norteamericana cuando la tomó en 2008 saben a victoria. Sobreponerse a la tasa de paro y al bajo crecimiento es el mayor de los logros de este triunfo, a mi modo de ver.

Ahora empieza lo realmente difícil para Obama. La Cámara de representantes sigue en manos republicanas y el senado en las de los demócratas, por lo que gobernar será muy difícil, pese a que los retos son enormes y exigirán acuerdos. A muy corto plazo, la ralentización de la economía y el precipicio fiscal de fin de año (ya les explicaré que es esto en otra ocasión). A medio la crisis con irán, la consolidación de la reforma sanitaria y un auténtico debate sobre la inmigración en el país, y a largo todo lo que ustedes puedan imaginar. Hoy es el día de las celebraciones, merecidas, entre los demócratas, por una trabajada victoria.

martes, noviembre 06, 2012

Obama vs Romney. El día decisivo


Tras más de dos años de frenética carrera, inmensos gastos, viajes interminables, mítines agotadores y continua propaganda electoral en todos los medios y soportes imaginables, hemos llegado al primer martes después del primer lunes de noviembre, que es la extraña forma que tienen los norteamericanos de definir qué día son sus elecciones presidenciales cada cuatro años. El que esta costumbre se mantenga dos siglos después de su instauración dice mucho, y bien, sobre la democracia en aquel país.

La elección culmina hoy, pero se lleva realizando desde hace semanas gracias a la práctica del voto adelantado, que cada vez adquiere más peso, e incluso el propio Obama lo ejerció, siendo de esta manera el primer Presidente en ejercicio en hacerlo. De cara a la línea de meta parece que vamos a necesitar la foto finish de nuestros amigos los ciclistas, porque la ventaja de voto que mantiene Obama sobre Rodney es tan estrecha que se ve notablemente superada por el tradicional margen estadístico. Las últimas encuestas a nivel nacional otorgan un 48,8% a Obama frente a un 48,1% de Romney, más ajustado difícil. Además, como es bien sabido, la elección no la realiza directamente el voto popular, sino el llamado colegio electoral, un grupo de personas designadas por cada estado que, en función del peso del mismo, votan a uno u otro candidato en función de que partido haya ganado en ese estado, por sistema mayoritario (el que gane por un solo voto de diferencia se lleva el estado en su totalidad). Como cada partido posee estados fieles en los que tiene el triunfo asegurado (demócratas en California, republicanos en Texas, por ejemplo) la campaña se acaba centrando en los estados “swing” bisagra u oscilantes, que no tienen definido por quién se van a decantar y al final son los que realmente deciden quien gana y quién no. Ahí se encuentran esos nombres que llevamos oyendo semanas: Florida, Pensilvania, Iowa y Ohio, especialmente este último. Son estos estados donde al final se desarrolla el grueso de la campaña, y sus votantes reciben la máxima presión imaginable. Realizar pronósticos sobre este aspecto es más complejo, pero se hacen, casi a cada hora. En este momento la situación más probable es la que pueden ver en este enlace. Obama tiene seguros 201 votos y Romney 191. 29 + 18 son los que se acercan más a Obama y 53 + 11 los que puede que se decanten por Romney, y a partir de ahí quedan 146 en la zona gris, indecisa, que pueden bascular a uno y otro lado. Es necesario sumar un total de 270 votos en el colegio para alcanzar la presidencia, y como pueden ver casi todo está en el aire. Las posibilidades de que uno u otro candidato ganen en este juego son de lo más variadas, pudiendo definirse una especie de árbol de decisión del juego, a imagen y semejanza de la teoría de juegos, en función de los estados ganados y perdidos por uno u otro candidato. El New York Times ha realizado este ejercicio y obtiene un total de 512 permutaciones posibles que se muestran en este curioso y bello gráfico. Sin asignar probabilidades a los resultados, Obama ganaría en 431 de esas alternativas y Rodney en 76. Es evidente que no todos los caminos aquí trazados tienen la misma probabilidad, por lo que esa ventaja inicial de opciones para Obama se ve estadísticamente muy reducida si se asignan valores de las encuestas de intención de voto en cada uno de esos estados simulados. En definitiva, que la cosa está muy muy apretada, lo cual es malo para Obama, que llega más desgastado de lo que sería de esperar frente a un candidato, Romney, que no es bueno y ha cometido grandes errores.

Pero además de la elección presidencial hoy se dilucidan muchas cosas en Estados Unidos. Se renueva la totalidad de la cámara de representantes, el Congreso de allí, en el que es probable que se mantenga la actual mayoría republicana, y un tercio del Senado, que es de verdad, no como el de aquí, en el que seguramente los demócratas sigan teniendo mayoría. Todo esto es muy importante de cara a la gestión presidencial y asuntos clave como Irán y el “precipicio fiscal” (ya les hablaré de ello en otra ocasión). Y se renuevan 11 gobernadores, y se hacen más de cien consultas populares en algunos estados sobre temas variados, como impuestos y pena de muerte. En fin, una jornada y noche apasionante la que nos espera.

lunes, noviembre 05, 2012

El Madrid Arena y la chapuza nacional


A medida que uno lee más sobre lo que sucedió el pasado Miércoles por la noche en el Madrid Arena, y, sobre todo, lo que llevaba pasando desde hace años en lo relativo a la gestión de ese recinto multiusos, la sensación que le entra es que esta desgracia es lo mínimo que podía haber sucedido en medio de la monumental incompetencia y desidia que rodea la gestión de esa instalación municipal. Todos los implicados en la misma, desde el Ayuntamiento a las distintas empresas privadas, están mostrando una incapacidad, desidia y mala fe que no sólo pone la piel de gallina, sino que explica perfectamente porqué pasó lo que pasó.

Voy a obviar el tema de la educación de los críos y la relación con sus padres, porque es bastante distinto y, pese a estar en la base del problema, nada puede aportar una vez que los adolescentes ya se encuentran en el recinto, donde su seguridad es responsabilidad de quienes han organizado y gestionado el acto. Resulta que para empezar el pabellón Madrid Arena parece que no tiene licencia de funcionamiento, lo que como mínimo es de guasa si uno piensa todos los papeleos e impuestos que tiene que pagar para que un Ayuntamiento como el de Madrid te conceda una licencia para cualquier cosa. A partir de ahí el rosario de incumplimientos es total: Ausencia de vigilancia por parte del Ayuntamiento, insuficiencia en medios y capacidad de las empresas privadas encargadas de la seguridad, permisividad con el botellón exterior y descontrol absoluto en las entradas, al parecer libre a partir de cierta hora de la madrugada, insuficiente dotación de medios sanitarios para una previsible emergencia que, cuando se dio, los desbordó por completo en dimensión y capacidad, etc. A todo ello se suman las sospechas de que el organizador del evento, un personaje famoso en el mundo de la noche madrileña, parece tener contactos con el Ayuntamiento, en concreto con la concejalía encargada de este tipo de actos, y a partir de ahí las sospechas de conchabeo, impunidad, favoritismo y demás cuestiones afines se disparan. Por si fuera poco, parece sencillo deducir que el sistema de venta de entradas de estos eventos no es sino una tapadera de fraude fiscal, visto que se declara oficialmente vendidas un número de entradas, que es por las que se tributa, que finalmente resulta ser mucho menor que las realmente expedidas, que son puro dinero negro, a repartir entre los organizadores y, por lo anteriormente comentado, no sería de extrañar que por algún cargo del propio Ayuntamiento. En fin, un desastre absoluto, y que ha salido a la luz porque la tragedia ha tenido lugar y varias chicas han muerto gracias a ella. Si, ojalá, no se hubieran producido esas desgraciadas muertes, nadie se hubiera enterado de nada y la chapuza, estafa y vergüenza del Madrid Arena hubiera sucedido igualmente, como en ocasiones anteriores, y en el puente de Todos los Santos, en vez de lamentar muertes y ver lloros, algunos, los de siempre en este caso, se hubieran frotado los dedos por un nuevo gran negocio, cometido al margen de la ley, que es la manera más cómoda y fácil de lucrarse en esta España de amiguetes, estafadores y delincuentes. Sin embargo, cinco días después de la tragedia sólo tenemos cadáveres, familias destrozadas y, como siempre, una vergonzosa falta de asunción de responsabilidades, una triste imagen de pasa la bola entre las autoridades responsables que, nuevamente, demuestran su más absoluta incompetencia.

Escribió ayer Jesús Cacho en voz pópuli un durísimo pero certero artículo en el que usa este desastre para retratar la imagen de una España arrasada por la corrupción, el amiguismo y la presencia de personajes mediocres y, a todas luces, incapaces de llevar a cabo la tarea encomendada por su absoluta falta de conocimiento y experiencia. El caso de Ana Botella es significativo, y muy visible, dada la relevancia de su puesto y la sensación que produce de vacío cada vez que da un discurso, pero no es el único. Este mal que anida en nuestra sociedad, fruto de nuestra propia desidia, no impuesto desde fuera, es el que en última instancia ha acabado con la vida de esas cuatro niñas y tiene a una quinta al borde de la muerte.

viernes, noviembre 02, 2012

Muertes que no tienen gracia


Uno de los problemas que tiene el tomarse la festividad de Todos los Santos a chufla, celebrándola al estilo “jalogüin”, que es como se ha impuesto la moda, es que si sucede algo y hay muertos de verdad la gracia es nula de una manera tan radical como, hasta cierto punto, ridícula. Hacer chistes sobre asesinatos, zombies y muertos vivientes tiene su punto de mientras los muertos no sean reales. Y eso es lo que pasó ayer en Madrid a cuenta de la avalancha que se produjo en el Madrid Arena durante una macrofiesta que acabó con el sangriento balance que ustedes ya conocen, de tres muertos y dos heridos muy graves.

Y eso que a primera hora de la mañana ano se tenía noticia alguna. Sólo a eso de las 8:20, en una desconexión de la radio del programa que estaba oyendo dijeron como última hora que algo había sucedido en una fiesta celebrada en Madrid esa noche y que, aparecer, había fallecidos. A lo largo de la mañana la precisión fue aumentando y ante nosotros se desplegó el típico cóctel de factores de riesgo que no siempre, pero a veces sí, desencadenan una tragedia. Miles de personas en un recinto, mucho alcohol y otras drogas, desenfreno, ganas de pasarlo bien y sin preocuparse de otra cosa y organizaciones de eventos que tienden a estar muy cerca de su límite. Lo habitual es que actos de estos se celebren muy a menudo y no nos enteremos de su existencia porque nada sucede en ellos, pero ayer no fue así. No está claro como, pero todo parece indicar que algún desgraciado, por no usar otro término, encendió o arrojó una bengala y eso fue al chispa que desató un movimiento de masas que se tradujo en un embotellamiento en una zona estrecha con escaleras y degeneró en aplastamiento. Hay multitud de vídeos e imágenes en la web, en las que hay que ser bastante experto para distinguir lo que se está viendo e interpretarlo, pero parece claro que, visto los visto, algo falló, y se organizó un desastre. Ahora empezará la búsqueda de culpables y, como en muchos casos, se señalará lo obvio y se olvidará lo fundamental. La empresa organizadora puede que haya cometido errores, y quienes se encargaban del acceso al recinto deberán explicar muy bien como realizaron esos controles tan exhaustivos que han permitieron introducir allí absolutamente de todo, desde bengalas hasta objetos cortantes y cualquier otra cosa. Las asistencias del recinto deberán declarar si las medidas de emergencia fueron las correctas y al policía relatar cómo se desarrollaron los hechos y las decisiones que tomaron en función de los mismos, como por ejemplo el que el concierto siguiera tras el desastre para no evitar un pánico y avalanchas mayores, decisión polémica pero, desde mi punto de vista acertada. Pero viendo las edades de las fallecidas y algunos detalles creo que estos hechos revelan que algo muy grave falla en nuestro mundo. ¿Qué diablos hacen unos menores de quince años en una fiesta como esa? ¿Cómo les dejaron entrar y, sobre todo, cómo sus padres les dejaron ir allí? ¿Cómo es que muchos de los padres, afectados o no por el desastre, no sabían si sus hijos, mayores de edad por muy poco, estaban en esa fiesta o no? ¿Qué medidas de control puede adoptar un ente público sobre la seguridad de unas personas si lo más inmediato y efectivo, sus familias, no hacen nada por ello? ¿Cuántos padres se enteraron ayer que sus hijos no estaban donde creían sino en la maldita fiesta? Seguro que eso no lo investiga nadie, y ahí se encuentra la semilla de este y de otros muchos problemas, cuya profundidad no somos capaces ni de imaginar.

Cuando ayer salieron publicados los nombres de las cinco chicas afectadas hice, por curiosidad, un rastreo en facebook, y me encontré con que una de las fallecidas tenía una cuenta. Se podía ver allí su resto, en decenas de fotos sacadas con sus amigas, y lo que allí aparecía era lo previsible. Una chica jovencísima, guapa, alegre, con aspecto de comerse el mundo, hedonistas, despreocupada y con toda la vida por delante para lo que ella quisiera. Daba una sensación tiste contemplar esas fotos sabiendo que la protagonista yacía a esas horas en un tanatorio de Madrid. Es difícil imaginar la tragedia que deben estar pasando sus padres, y el sinsentido de todo lo que ayer sucedió en el Madrid Arena. Casi es imposible.