viernes, abril 28, 2023

Vuelven las reglas fiscales

A medida que los excesos de gasto público de la pandemia quedan atrás y los tipos de interés suben vuelve la preocupación por la sostenibilidad de las cuentas públicas y desde Bruselas se retoma el tema de las reglas fiscales, que fueron suspendidas cuando el Covid lo suspendió todo. Durante estos años de barra libre los gobiernos han podido gastar a sus anchas, en unos casos de manera justificada, en otros no, y con el pleno respaldo de las autoridades comunitarias y el BCE, que compraba la deuda de manera indirecta a través de programas pandémicos. Eso se acaba, y empiezan los problemas para los adictos al gasto.

En el programa de estabilidad que España, junto con el resto de socios, envía a la Comisión por estas fechas, se incluyen los compromisos del país respecto a los objetivos de déficit y deuda, y se elabora un calendario para cumplirlos. En nuestro caso, nos comprometemos a alcanzar el 3% de déficit el año que viene, una cifra que llevamos superando un montón de ejercicios fiscales, por lo que la credibilidad de esta promesa es, como poco, dudosa. Si le sumamos a ello que tenemos elecciones generales a finales de este año y que, de momento, es previsible que el actual presupuesto se prorrogue al coincidir el ciclo electoral con el de la aprobación de las cuentas anuales, es poco probable que estos compromisos con la Comisión se traduzcan en realidades en las cuentas del año que viene. El comportamiento de ingresos y gastos de nuestro país, muy dependiente del ciclo, presenta de un par de años hacia aquí unas cifras extrañas, con un aumento de la recaudación mucho mayor de la esperada y una subida de gastos también creciente, pero algo menos que la del PIB, lo que ha permitido contener la ratio de deuda, que está en el entorno del 112% más o menos. El disparo de la recaudación proviene de la recuperación económica tras el derrumbe Covid y, sobre todo, de la inflación disparatada, que ha subido los precios y con ello los impuestos indirectos asociados. El gobierno central no ha deflactado las tarifas del IRPF en su tramo nacional y pocas autonomías lo han hecho en lo que les corresponde (la mediáticamente malvada Madrid sí, y la bondadosa y progresista País Vasco también, aunque esa bien que se esconda) por lo que las retenciones a las rentas han subido al hacerlo también los ingresos de salarios que han visto compensada la inflación por subidas nominales. Con unos ingresos tan desatados era de desear que el gobierno aprovechase la coyuntura para reducir déficit y deuda, pero, sorpresa no lo ha hecho, y menos lo hará en los meses que quedan antes de las elecciones, siendo el gasto público y sus promesas de expansión una palanca espectacular a la hora de poder conseguir captar votos. La lógica señalaba que se debían reformular las ayudas otorgadas para sobrellevar la subida de precios, que siendo lineales ya se han demostrado regresivas, focalizándolas en las rentas más bajas y desprotegidas, permitiendo así que sean más efectivas en su función y menos gravosas en su coste, lo que unido a la estafa de la subida de impuestos derivada de la inflación otorgase una mejora en los saldos de las cuentas públicas casi de manera automática. El buen comportamiento del mercado de trabajo también contribuye a aumentar los ingresos, vía cotizaciones y consumo de los nuevos trabajadores, y reducir los gastos, por las menores prestaciones por desempleo a los menos parados. Como factores negativos que aumentan el gasto sin control, aparte de las políticas erróneas, la subida de tipos, que encarece el servicio de la deuda y convierte a esa partida, nuevamente, en una de las más gravosas, y sin que se pretenda en serio acotarla. Se han aprovechado los años de tipos ridículos para amortizar títulos gravosos por otros que lo son menos, pero esa ventana de oportunidad ya ha pasado.

Como es de esperar, la negociación de las reglas en Bruselas va a volver a enfrentar a países adictos a la deuda (nosotros entre ellos) frente a los que tienen unos compromisos fiscales mucho más estrictos. Este es uno de los temas más conflictivos de los que existen en el debate comunitario y que destapa todo tipo de rencillas y declaraciones ofensivas. Si, como parece, la economía global se frena y pueden venir una bajada de ciclo, el control de las finanzas públicas se enfrentará a un viento no de cola, y so hará más difícil la gestión del gobierno que salga de las urnas, si es que sale alguno, que nos conocemos, para el próximo año 2024. En todo caso, se acabó la barra libre por parte de la Comisión.

El lunes y martes son festivos, por lo que nos leemos el próximo miércoles 3 de mayo.

jueves, abril 27, 2023

China en Ucrania

Ayer tuvo lugar la primera conversación entre Zelensky y el presidente chino Xi Jinping desde que comenzó la guerra de Ucrania. Un encuentro que las fuentes de Kiev llevaban reclamando desde hace tiempo, dado el papel prominente de China en el escenario internacional y que ha sido calificado como constructivo por ambas partes, en el típico lenguaje diplomático que esconde en unas formas dulces el fondo de lo que haya sucedido. China, como socio colaborador del atacante ruso, pretende jugar un papel mediador en la guerra, pero es difícil, por motivos obvios, que la contraparte atacada vea en Beijing un lugar neutral en el que poder emplazar conversaciones.

La actitud de China en esta guerra es, a mi entender, hipócrita e interesada, pero, sobre todo, de aprendizaje. China es, de momento, más deseosa de un mundo de socios con los que comerciar de que de uno sometido a su imperio, por lo que la estabilidad de los terceros países y el orden internacional juegan a su favor. Si los países son estables mediante democracias o sometidos a crueles dictaduras es algo que no le importa lo más mínimo, siempre que se pueda comerciar con ellos y hacer negocios. La guerra ha causado, y lo sigue haciendo, disrupciones en la cadena de suministros y efectos inflacionarios, además de introducir una sombra de inestabilidad y preocupación en todo el mundo, y eso no le beneficia especialmente a China, pero una vez que las hostilidades se han desatado está claro el bando al que apoya Xi. De momento, que conste, sin involucrarse en la parte militar, pero sí con apoyo diplomático sincero y soporte económico, que no es poco. China ve que esta guerra debilita a un socio suyo, Rusia, pero seguro que tiene pensado como acudir a su rescate, ofreciéndole condiciones ventajosas que no podrá rechazar. ¿Planea Beijing que Moscú pase de ser, sobre el papel, un aliado a un vasallo sometido a sus designios? No lo descarten si el deterioro de la economía y el ejército ruso no hacen sino acelerarse a medida que los frentes se enquistan. La UE también se ve lesionada por lo que pasa en el este, y las relaciones con China de las distintas naciones que la conformamos son tan estrechas y necesarias que una de las obsesiones de Beijing es tratar el tema ucraniano no con un interlocutor común, Bruselas, sino con las cancillerías de las naciones europeas, intentando crear una división en su seno que no lograron los británicos con las negociaciones del Brexit. Las últimas declaraciones de Macron tras su estancia en China son un primer éxito de esta política de “divide y vencerás”. Las declaraciones del embajador chino que ha afirmado que la soberanía de las repúblicas que estuvieron en su momento bajo el mandato de la URSS no es real han sido contestadas con fiereza, y no sólo por los representantes de las naciones que vivieron bajo la dictadura soviética, pero esas palabras esconden un pensamiento profundo que permanece en China y que sirve para que terceras naciones, como Brasil o India, sigan manteniendo un apoyo más o menos explícito a la ofensiva de Putin. Lo siguen viendo como un luchador frente a la opresión de occidente, no como el sanguinario imperialista que es. Pudiera parecer absurdo, pero ese discurso ha calado en numerosas naciones, no las más poderosas, pero sí varias de las que poseen recursos y capacidades para ayudar a la vengativa Rusia. China, con su palo y zanahoria, ha creado un grupo de naciones “no alineadas” que se alinean perfectamente bajo los intereses de Beijing y defienden a Rusia, y esa es una de las razones por las que las sanciones que hemos impuesto a Moscú, efectivas, no lo son tanto como debieran. El que compremos gasóleo refinado en India que proviene de crudo ruso vendido a Delhi es una muestra de las redes de apoyo que, soportadas por China, Rusia ha logrado tejer.

Y, quizás por encima de todo, China usa la guerra de Ucrania para aprender sobre táctica militar y rendimiento de las tropas y material de combate. Observa como la estrategia y tecnología rusa no son propias de este tiempo, sino del siglo pasado, ve el desempeño real de las armas de precisión occidentales, y comprueba cómo se desarrollan las ofensivas, analiza el impacto del uso de drones y de la llamada estrategia mosaico, y reevalúa sus planes de conquista sobre Taiwán en función de todo ello. Día a día la inteligencia militar china extrae lecciones de lo que pasa en el terreno, observa los aciertos y fallos, y aprende. Tarde o temprano hará uso de esas lecciones. Y su fuerza crece día a día.

miércoles, abril 26, 2023

Biden se presenta a la reelección

No ha habido sorpresas. Escogiendo el cuarto aniversario del anuncio de su carrera a las presidenciales de 2020, Joe Biden presentó ayer un vídeo en el que confirma que optará a la reelección en los comicios del año que viene, en el noviembre de 2024. En el anuncio basa su campaña en la necesidad de completar el trabajo para el que fue elegido en su momento, una excusa como otra cualquiera a la hora de justificar la decisión, pero que casa si quiere plantear las elecciones como un nuevo filo de navaja entre dos realidades opuestas, el desquiciamiento republicano y la serenidad demócrata. Es probable que, con permiso de la evolución económica y geopolítica, este vuelva a ser el gran tema de la campaña futura.

¿Hace bien Biden en presentarse? Es una pregunta un tanto estúpida dado que él hará lo que estime oportuno y lo que opinemos el resto poco importa. Parece evidente que, aunque a veces se sobrepone, su edad empieza a ser un problema real. El año que viene, en plena campaña, cumplirá los 82 años, y es cierto que para su edad muestra una actividad elevada, pero también lo es que los fallos que acumula en sus apariciones no dejan de ir a más y que tarde o temprano va a tener un disgusto. Ya es el presidente norteamericano en activo más viejo de la historia y, cada día que ocupe el cargo, ampliará la marca. Los que defienden que la edad de Biden no es un problema argumentan que Trump tiene sólo dos años menos, aunque parezca bastante más joven, y que en el fondo un enfrentamiento entre ambos no es sino una batalla gerontocrática, sin relevos. Creo que, en el fondo, y como punto más importante, Biden se presenta como descarte porque la profunda división en la que vive el partido demócrata le incapacita para nombrar a un candidato alternativo. Una mayoría de los votantes norteamericanos, de ambos partidos, no quieren que se presenten a la elección ninguno de los dos líderes, pero no tienen nada claro quién desean como candidato. El rechazo a Biden entre los demócratas es amplio, y la división en el partido no hace más que crecer, pero mantener el poder es el pegamento más efectivo para que las costuras no salten. Si Biden anunciara su retirada los demócratas debieran escoger a un nuevo líder, y es probable que en la disputa de ese proceso destruyeran sus opciones de victoria. Desde el extremismo woke al pragmatismo global, el partido está completamente fracturado, de una manera distinta a la del republicanismo clásico, pero igualmente lesiva, y la presencia de Biden es el mal menor que puede permitir a la marca mantener opciones de llegar al poder. La previsible nominación de Trump por el republicanismo es otro motivo para que Biden se presente, porque al menos puede presumir de haberle derrotado una vez, cosa que el resto de jerarcas demócratas no pueden hacer. Si las cosas siguen como parecen veremos el año que viene una extraña reedición del duelo de 2020, con los mismos personajes, y con un país cada vez más fragmentado y polarizado, con tensiones enquistadas que no se arreglan y otras que afloran, y una falta de liderazgo interno y externo que empieza a hacer mella en la imagen global de la primera potencia mundial. Biden fue una solución de compromiso para tratar de tamponar el desastre que supuso Trump, pero ha sido incapaz de salvar los consensos sociales mínimos que unan a la nación. El buen resultado de las elecciones de medio término del año pasado fue un espaldarazo a la gestión de la administración Biden, y un revolcón para los trumpistas, que cometieron el típico error de vender expectativas muy elevadas y así convertir en derrota aparente lo que fue una victoria pírrica. Seguramente el día después de ese recuento electoral decidió el bueno de Joe lanzarse. Con el mensaje de ayer se inaugura la carrera electoral más cara, espectacular y reñida de todas, la de la presidencia de EEUU.

Una breve nota sobre Kamala Harris. Revalidada ayer en el vídeo de Biden como ticket electoral, presentada en su momento como relevo de Joe y gran esperanza demócrata, Harris ha resultado ser uno de los mayores fracasos políticos que se recuerdan en los últimos tiempos. Incapaz de desarrollar iniciativas, ausente, tóxica para su equipo, se ha convertido en un lastre de nulo enganche electoral y que, probablemente, no sería capaz de ganar las elecciones a su comunidad de vecinos. El bluf de Harris demuestra la ausencia de cantera demócrata y la soledad en la que Biden se mueve. La dependencia del partido de una figura tan frágil es, como mínimo, inquietante.

martes, abril 25, 2023

El caos en Sudán

Ayer aterrizó en Madrid un avión militar que traía de vuelta a un pequeño grupo de españoles, junto con personas de otras nacionalidades, que han podido ser sacados de Sudán en una compleja y peligrosa operación. Eso ha incluido un odiséico viaje en coche desde la capital Jartum, hasta la costa de Djibuti, donde se ha podido fletar el vuelo, y de ahí para casa. Son varios los convoyes occidentales que han sufrido ataques durante ese viaje en carretera que busca huir del país sudanés, y al menos consta un grupo de franceses con heridos entre ellos durante una de las refriegas. Afortunadamente, los que aterrizaron ayer aquí ya están sanos y salvos.

Sudán es un enorme y depauperado país en el que la violencia reina sin control desde hace demasiado tiempo. Sometido a una junta militar a lo largo de muchos años, durante la cual se desarrolló la cruel guerra de Darfur, territorio situado al suroeste del país y fronterizo con Chad, donde se cometieron todo tipo de atrocidades y genocidios, el último trauma del país fue la guerra interna que acabó con la creación de Sudán del Sur, nuevo país que supuso el desgajamiento del extremo inferior de la geografía originaria de la nación. La ancestral dictadura sudanesa cayó tras una revuelta popular, no sin la inevitable dosis de violencia y represión, y parecía que el país podía optar por un rumbo optimista, convulso y complicado, pero con la esperanza de alcanzar un régimen de libertades y estabilidad política. No fue así. Un nuevo golpe militar encumbró a un general hace pocos años y desde entonces rige el país, que apenas ocupa un espacio en los informativos globales. Si ahora nos fijamos en él se debe a que se ha producido un golpe que trata de derribar al golpista en el poder. No estamos, ni mucho menos, ante un movimiento social ni nada por el estilo, sino a una lucha de generales por el poder. Por un lado, el que rige el país en la actualidad, que responde al nombre de Abdelfatah Al Burhan y, por otro, el que durante un tiempo fue su vicepresidente, Mohamed Hamdan Dagalo, apodado Hemedti. Este último es el líder de una facción militar llamada Fuerzas de apoyo rápido, RSF en inglés, que se desarrolló e hizo tristemente célebre en la guerra de Darfur. Dagalo se ha convertido en un poder paralelo al de la junta que encabeza el gobierno de Jartum y, por lo que sea, ha decidido que ya basta de ser el segundón en la historia y quiere regir el país. Hace unos días sus tropas realizaron un ataque en toda regla a las infraestructuras e instituciones de Jartum, logrando inutilizar el aeropuerto y amenazando con la toma del palacio presidencial, y desde entonces se libran combates entre ambas facciones militares en la capital y otras localidades del país, en lo que es un conflicto abierto que, en el peor de los casos, puede acabar degenerando en una auténtica guerra civil, con territorios controlados por una u otra fuerza militar y recursos nacionales utilizados en la batalla. Una derivada no menor de lo que sucede ahora mismo en Sudán es la presencia de Wagner, la milicia asesina comandada por Gevgeni Prigozhin, el mismo que lidera los combates en Bajmut frente a las tropas ucranianas. Conocida es la presencia de Wagner en África, y la extensión de sus movimientos en zonas como el Sahel. Han llegado informaciones, confusas, pero parece que fiables, de que milicianos de Wagner están apoyando a las fuerzas de RSF, y que la organización habría suministrado armamento de precisión a esas tropas en su intento de hacerse con el poder en Jartum. Es decir, en el mapa global tenemos un nuevo punto caliente que está emergiendo como foco de violencia descontrolada y en el que, oh sorpresa, los paramilitares rusos vuelven a tener una presencia relevante. La colocación de las piezas de esa organización rusa en el tablero africano empieza a ser más que inquietante.

No tengo ni idea de cómo va a evolucionar la situación en Sudán, es un terreno del que poco se. Resulta complicado hacerse una idea de los apoyos reales y las fuerzas que están combatiendo sobre el terreno, pero la posibilidad de que ese país pudiera salir del caos en el que se encuentra sumido desde hace mucho tiempo se antoja nula tras este inicio de hostilidades. La zona sudanesa es un polvorín que estalla cada cierto tiempo, siendo la vecina Etiopía la última que ha vivido una guerra interna a cuenta del conflicto con la región separatista de Tigrai, aún no resuelto. Lo único seguro de esto es que no tardaremos en ver refugiados sudaneses que huyen de su país y llegan al nuestro, y muchos seguirán preguntándose por qué lo hacen

lunes, abril 24, 2023

Contra la autoayuda

Ayer, tras los años de pandemia y la granizada del pasado, se pudo celebrar en plenitud el día del libro en Barcelona, y en el resto del país. Millones de ejemplares y rosas se vendieron, generado una altísima facturación, y llenando algo los corazones de la gente, porque me acusarán de ñoño, pero me parece insuperable que se regalen flores y libros, que son bellos y útiles, historias que ayudan a sobrellevar el día a día y, como dice Garci de las películas, otorgan una vida más, te permiten vivir otra vida además de la que tienes, de la que no puedes escapar si no es a través de páginas escritas.

En las ventas de ayer debieron triunfar como siempre novelas de todo tipo, seguro que dominadas por el omnipresente género negro, y en el mundo del ensayo arrasaría la temática de autoayuda que, desde hace un tiempo, domina los escaparates de todas las librerías. Las editoriales son listas, viven de vender, y saben que muchos de nosotros estamos atribulados, tensos, sumidos en problemas y con angustias, y han descubierto que pueden forrarse vendiendo supuestos recetarios de ayuda envueltos en cobertura de filosofía y bienestar. La moda de este tipo de textos comenzó ya hace unos años en EEUU, dónde si no, pero ha explotado por completo entre nosotros con una cantera de escritores patrios que se están haciendo de oro. ¿Qué venden? Poco más que nada. Sea cual sea el título y temática escogida, la receta es la misma. La vida es lo que tú deseas que sea, si quieres puedes, se optimista, ante todo, y sonríe sin cesar ante los males que puedan surgir. Si aderezamos esto con unos toques de filosofía clásica, ahora se ha puesto de moda el estoicismo, y le echamos el típico barniz de sabiduría oriental que nunca puede faltar para otorgar un halo de trascendencia a todo tenemos el producto perfecto, el maravilloso caramelo envuelto en celofán brillante que acude presto a endulzar las vidas de quienes tienen amargor de sobra. Ahora que no me oye (o lee) nadie, les diré que todo esto es una monumental estafa que no soluciona ninguno de los problemas que dice abordar. Los problemas son ciertos, pero estos escritos no van a solucionarlos de manera alguna. Es más, son contraproducentes, aumentan el problema ¿Por qué? Por la manía absurda que domina nuestra infantil sociedad de asociar la voluntad de hacer las cosas con el éxito a la hora de lograrlas. Querer que pase algo y actuar en esa dirección puede ayudar a conseguir un objetivo (o no) pero en ningún caso es garantía de que eso suceda, y el que muchos pongan todo su empeño en algo y no lo consigan se puede convertir en una inmensa fuente de frustración añadida cuando el fracaso llegue y los que lo han cosechado se pregunten el por qué, si le han puesto todas las ganas del mundo. Sólo uno queda primero en una carrera, por mucho que todos hayan entrenado con todas sus fuerzas, métodos y planificaciones. Si el objetivo es desarrollar la carrera habrá más satisfechos que si el ansia era ganar, pero el deseo de lograrlo debe estar unido a un gran sacrificio, a una disciplina, a una dedicación enormes, y aun así las garantías de que el objetivo logrado se alcance no existen. No. Y mucho menos cuando ese objetivo no depende en exclusiva de nosotros, sino de fuerzas o personas ajenas. Luchar contra la enfermedad es algo que se reitera mucho, pero superar un cáncer depende, sobre todo, de la pericia médica, de la eficacia del tratamiento y de la carga genética que llevemos en nuestro cuerpo, todo ello muy poco dependiente de las ganas que tengamos de que el cáncer remita. Se está llegando al absurdo, a la indecencia, de acusar a muchos de no conseguir lo que buscan porque no lo desean con la fuerza suficiente, todo ello dicho por vendedores de crecepelos de autoayuda forrados que saben hasta qué punto es falsa la receta que dispensan, tanto como crecientes son sus ingresos.

En momentos de angustia, las personas se agarran a todo lo que puedan ver como una tabla de salvación, lo sea o no, y los vendedores de tablas falsas hacen su agosto en esos momentos. Pareciera que la autoayuda se ha convertido en la nueva oración, en una especie de recurso al pensamiento mágico para que, una vez que hemos acabado con el Dios religioso, el dios que somos cada uno de nosotros nos conceda lo deseamos. Es puro chamanismo envuelto en modernidades que le otorgan prestigio, y réditos. Que estos títulos arrasen en venta es el síntoma de un problema, no encierran la solución de ninguno salvo, claro, el saldo monetario de quienes los escriben y venden.

viernes, abril 21, 2023

El primer vuelo de StarShip

La imagen de ayer puede resultar un poco confusa, pero así fue. Tras dar la sensación de que la nave había perdido el control, y empezaba a dar giros y cabeceos inesperados a unos 30 kilómetros de altura, los sistemas de autodestrucción se dispararon desde el centro de control de la misión y el StarShip estalló en el aire. Y una ovación de júbilo y aplausos se extendió entre los empleados de SpaceX, la empresa que lo ha construido y desarrollado, en lo que parecía la celebración del fin de la misión, o quizás el cumplimiento de algunas de las metas buscadas. En todo caso, escuchar aplausos mientras los restos caían se hacía raro.

Elon Musk, el millonario de moda, dueño de Tesla, Twitter y SpaceX, había puesto las expectativas muy bajas y creía que lograr despegar desde la torre de lanzamiento de Bocachica, Texas, ya era un éxito, y eso lo hizo perfectamente. La nave es una evolución de los sistemas Falcon que funcionan como un reloj a la hora de lanzar satélites y ser recuperados, lo que ha reventado ese mercado y convertido a SpaceX en el contratista necesario. El sistema StarShip se compone de dos partes. Una primera fase, cohete propulsor, un enorme cilindro de más de sesenta metros de altura que es, esencialmente, un depósito de oxígeno y metano líquidos, que sirven para alimentar la más de treintena de motores raptors que se ponen en marcha para levantar el conjunto. Esa fase debiera perder su sentido a unos 50 kilómetros de altura y ser capaz de volver a tierra para ser reutilizada, como sus hermanitos los Falcon. Sobre ella se sitúa la nave StarShip (sí, sí, es un lío, la nave y el conjunto nave mas fase de ascenso se llaman igual) que es lo que debiera, con sus propios motores, alcanzar la órbita terrestre y poder llegar a hacer misiones lunares y lo que fuera. Esa nave también es reutilizable, y está cubierta con losetas térmicas hexagonales para permitirle una reentrada en la atmósfera tras su misión espacial, técnica ya utilizada en el antiguo transbordador espacial. El conjunto mide algo más de 110 metros de altura, superior por poco a los míticos Apollo lunares, y desarrolla en su lanzamiento una potencia superior a cualquier cohete que haya existido nunca, SaturnoV incluido. Es un monstruo enorme, el mayor cohete jamás construido, y de ahí que la expectativa por todo lo que ha sido su desarrollo y este primer vuelo haya sido máxima. El plan para esta primera misión era modesto, pero intenso. Si todo salía bien el sistema se elevaría hasta los 50 kilómetros de altura, donde se separarían las fases. No se intentaría recuperar la primera y la nave, sin llegar a orbitar, acabaría estrellándose en las aguas del Pacífico sin haber completado un giro al planeta. Una especie de misión de demostración de la capacidad del lanzador y del planeo de reentrada de la nave, y primera prueba integrada de todas las piezas, sometidas a la máxima tensión de un despegue, el momento más peligroso, el que requiere más potencia y en el que el combustible lo llena todo y cualquier fallo puede ser explosivo. Si hacemos balance entre lo que se buscaba y lo conseguido, ¿la misión ha sido exitosa? Pues ya ven que hay argumentos para todo. Sí se ha demostrado que el conjunto lanzador nave puede despegar e intentar desarrollar su camino orbital, pero desde el principio se pudo ver que algunos de los motores del lanzador no se pusieron en marcha, lo que supone ya un desequilibrio en las fuerzas de empuje y el inicio de problemas para mantener la trayectoria prevista. La tecnología actual permite reorientar y modular la alimentación de los cohetes para que los empujes de unos y otros (o sus ausencias) se compensen y la trayectoria buscada se mantenga, pero todo tiene un límite y quizás lo que se pude ver ayer es que manejar ese enjambre de motores resulta mucho más complicado de lo que las simulaciones indicaban. Eso sí, el despegue de la torre fue tan apoteósico como se nos dijo que sería.

El equipo de SpaceX tiene mucho trabajo por delante, tanto para seguir construyendo propulsores y naves como para aprender de la prueba y corregir errores. Lanzar un cohete es un juego difícil y peligrosos, y que salga normalmente bien es algo a lo que no debiéramos acostumbrarnos. Cuando SpaceX dijo que sus cohetes Falcon serían recuperables a muchos les entró la risa, más cuando los primeros intentos se saldaron con fracasos estrepitosos. Ahora el sistema de recuperación de lanzadores ha logrado que algunos de ellos sean reutilizados hasta en diez ocasiones, dejando a todos asombrados y habiendo derrumbado el precio del lanzamiento. ¿Lograrán que StarShip llegue a la Luna y vuelva? Desde luego van a seguir intentándolo, y saben lo que tienen entre manos.

jueves, abril 20, 2023

A la Fox le sale caro mentir

Fox News es la cadena de televisión de noticias más vista en EEUU, propiedad de Rupert Murdoch, un magnate de edad muy avanzada, que se ha vuelto a casar con una mujer mucho más joven, y que también tiene otros medios como el sensacionalista británico The Sun. El mensaje ideológico de la Fox es claro, contundente, y no exactamente conservador. Es puro Trump. Mezcla el miedo a la presunta decadencia norteamericana y, frente a ello, la salvación que supone el trumpismo, como una alternativa a la corrupta clase política tradicional. Todo ello aderezado de apología de las armas, guiños a Putin y defensa de supuestos valores religiosos.

Murdoch, el dueño, y los presentadores estrella de esta cadena no se creen una palabra de lo que en ella se emite cada día. No son tan tontos como para hacer caso a las proclamas que difunden. Se forran con ellas, pero no las consideran como noticias, o ideas, sino como vulgar basura que les sirve para hacer negocio, que es de lo que se trata. El problema es que a veces exaltas tanto a tu audiencia con las porquerías que le metes que te piden que vayas más allá de lo que deseas y te puedes meter en problemas. Tras las presidenciales de 2020, en las que Biden ganó a Trump, el magnate comenzó una campaña de difamación sobre el resultado electoral, que calentó los ánimos a sus seguidores y los llevó hasta el mismo asalto del Capitolio. Fraude electoral, recuento ilegal de papeletas, máquinas de votación falseadas… día tras día Trump, sus portavoces y seguidores repetían las mismas consignas basura, y la Fox era uno de los mayores altavoces de estos mensajes, absolutamente falsos. Bien, ya saben cómo es EEUU, allí te demandan por menos de nada y te crujen a base de indemnizaciones, y Dominion, una de las principales empresas fabricantes de máquinas electorales, que recogen el voto de los ciudadanos, decidió que estaba harta de oír sandeces sobre las elecciones y sus dispositivos, reunió a sus abogados y presentó una demanda contra Fox News, acusándola de difamación. En ella exigía a la cadena que se retractase de sus declaraciones y que indemnizara al fabricante por los daños que tanta mentira estaba causando en su reputación. El juicio se iba a celebrar en un juzgado de Delaware, creo, pero finalmente no tendrá lugar porque ambas partes han llegado a un acuerdo previo. En este acuerdo Fox reconoce que no dijo toda la verdad, no emitirá comunicados en sus emisiones retractándose de ello, y pagará la disparatada cantidad de 787 millones de dólares al fabricante de las máquinas como compensación por los daños causados. Esta cifra millonaria es superior a la facturación anual de la empresa, y supone un ingreso desorbitante para sus cuentas. El caso ha sido seguido con mucha atención por parte de cadenas y medios de comunicación de todo el mundo, por la relevancia de los actores implicados y por lo que supone de juicio a las consecuencias de las noticias falsas en los medios. Antes de este acuerdo ha ido circulando información en la que algunas estrellas de la cadena admitían en privado que lo que difundían en sus noticias era una patraña, e incluso hay testimonios del propio Murdoch que así lo reconocen. El acuerdo es, de hecho, una asunción de culpabilidad por parte de la cadena y una manera de minimizar los daños que podrían surgir de la exposición continua en un juicio de duración indeterminada y sentencia condenatoria bastante probable. Pagamos una pasta y se acabó, debió pensar Murdoch en su despacho, y bien que ha pagado, pero en el acuerdo con Dominion Fox ha dejado entrever que miente, que manipula, que engaña, que vende como real algo que no lo es, que busca dar a la audiencia no información para que tome sus decisiones, sino mera propaganda de una ideología concreta, aderezada con todas las mentiras posibles para que el mensaje político cale. Fox ha pagado una cantidad enorme para evitar que una sentencia la reconozca como lo que es, no un medio de comunicación, sino una maquinaria de propaganda política.

El caso de Fox es extremo, pero sin ir tan lejos tenemos entre nosotros medios de comunicación de masas, y de públicos bastante más restringidos, que son poco más que cámaras de eco de las directivas de los partidos a los que sirven. La línea entre estar al servicio de una ideología y mentir es más fina de lo que parece, y a sabiendas de que la neutralidad no existe (y ojo a los que la usan como logo, que suelen ser justo lo opuesto) el ciudadano trata de buscar información en un mundo cada vez más complejo y acelerado en unos medios que han dejado la profesionalidad a un lado para volcarse en el ruido alentado por el espectro ideológico al que sirven. Hay pequeñas Fox en nuestro país, y algunas medianas y grandes. Pena que aquí no paguen por lo que manipulan en el día a día.

miércoles, abril 19, 2023

Propaganda de viviendas

Como estamos ya en plena campaña electoral vamos a tener que escuchar muchos anuncios falsos, prometiendo de todo, tanto desde el gobierno como desde la oposición. Resulta curioso comprobar que, si se siguen haciendo con el paso de los años, es porque pueden tener algún efecto en la cosecha de votos, cosa que no entiendo. Quien estando años en el poder anuncia algo que pudo haber hecho en su momento y no hizo es una manera de engañar al personal, y quien estando fuera promete de todo a sabiendas de que al llegar al poder no lo hará también incurre en engaño. Es todo muy infantil, pero parece que efectivo.

El anuncio de Pedro Sánchez de “movilizar” 50.000 viviendas de la SAREB ha dominado el debate estos días en España, y se ha dicho de todo, aunque poco del verbo utilizado para hacer el anuncio, porque poco hay menos apropiado que “movilizar” para referirse al mundo inmobiliario. Yendo a lo relevante, ese anuncio es pura propaganda de campaña y no tiene valor, y en pocos días, a lo sumo semanas, habrá sido olvidado, y dentro de algunos años, sea quien sea quien gobierne, la SAREB seguirá teniendo muchos pisos que nadie querrá. Esa entidad es el nombre comercial que se le puso al llamado banco malo, entidad que agrupó los activos tóxicos de las cajas de ahorro tras el derrumbe de 2012. Ahí se agrupan activos de todo tipo, desde promociones terminadas hasta muchas a medio hacer y que siguen abandonadas desde entonces hasta bolsas de suelo con permisos de construcción de todo tipo, desde vigentes hasta más que caducados. La SAREB ha ido haciendo ofertas de venta de los inmuebles terminados que tiene de manera periódica, a través de subastas o acuerdos con inmobiliarias y bancos comerciales, y podría preguntarse uno si en una época de mercado inmobiliario caliente como la que se ha vivido estos dos últimos años la cartera de pisos de la SAREB no se ha reducido hasta agotarse. La respuesta es que no, y la causa viene del origen mismo de la creación de la entidad y de los activos que reúne. No son pisos en zonas ahora llamadas tensionadas, barrios de alta demanda y espacios en los que la gente se pegue por vivir, no. Son promociones que en los años de la burbuja se lanzaron como ofertones porque todo se financiaba y pagaba. En su mayoría pertenecen a urbanizaciones situadas en lugares mal comunicados, localidades medianas o pequeñas que, en el final de su línea de horizonte, permiten atisbar que hay una gran ciudad allí, a lo lejos. Se denominaron en su momento activos tóxicos porque el derrumbe de la burbuja los convirtió en coste constructivo que no iba a poder ser vendido y, por tanto, recuperado. Muchas de esas viviendas, de las que existen, no le interesan a casi nadie porque están en lugares donde casi nadie desea ir, y por eso se mantienen en la cartera. De tener SAREB pisos en zonas de expansión de Madrid o Barcelona hace tiempo que se los habrían quitado de las manos, y de hecho no hubieran sido considerados tóxicos por parte de las promotoras que los edificaron. En general, es un parque de viviendas con escasa demanda. Sobre muchas de ellas, además, existen derechos por parte de las CCAA, en parte porque provienen de Cajas de Ahorro en las que los gobiernos regionales hicieron y deshicieron (y así pasó lo que pasó) por lo que las decisiones de la SAREB no pueden ser tomadas directamente, sino que requieren el acuerdo de estas administraciones. Si cuando el color político de todas es el mismo este tipo de acuerdos tardan mucho, imagínense cuando un gobierno es de un partido y otro de otro. Pueden esperar sentados bajo buena sombra para hacer tiempo. En el caso de los solares, la situación es peor aún, ya que no existen ni siquiera viviendas, más allá de vagos proyectos, probablemente caducados. Y si las viviendas hechas están situadas lejos de lugares de interés y demanda, los solares imagínense, que ni en los tiempos de la burbuja llegaron a ser edificados porque no fueron considerados demasiado atractivos.

En fin, que del anuncio gubernamental de vivienda de Sánchez uno rasca un poco y descubre que mucho anuncio y poca vivienda, por lo que el efecto que puede tener una decisión así se lleva hasta el final (apuesten a que no se hará) sería tan escaso como prolongado su tiempo de ejecución. La SAREB no es la solución al problema del acceso a la vivienda por parte de quienes la necesitan, y no está muy claro cuál es la opción correcta para acabar con un problema que es importante y difícil. Desde luego las campañas electorales no arreglaran eso ni nada más, aunque lo prometan con todo el empeño del mundo. No se dejen seducir por la propaganda.

martes, abril 18, 2023

No llueve

Si recuerdan, diciembre fue lluvioso, mucho. Vivimos de las rentas que nos dejó ese mes. Desde antes del puente de la Inmaculada Constitución se sucedieron borrascas atlánticas que regaron el sur y centro peninsular, dejando escenas de inundaciones locales en comarcas extremeñas, y ayudando a paliar una sequía que tenía los embalses exhaustos, especialmente en aquellas zonas. La Navidad supuso un periodo de calma en el que los frentes empezaron a no venir con recurrencia, y desde entonces las temperaturas comenzaron a ser llamativas por lo elevadas. Casi todos vivimos un año nuevo excepcional de sol y calor.

Y se acabó la lluvia. En la práctica, a excepción de algunos frentes que han golpeado el norte, sobre todo en el Cantábrico oriental y han reiterado su impacto en Galicia, poco más que contar. Las precipitaciones en el trimestre de enero a marzo son testimoniales, ridículas, y eso en donde han caído, porque en algunas zonas literalmente no ha llovido nada. No es raro el mes de enero seco y frío, pero que eso se prolongue hasta bien entrada la primavera, y sin frío, es ya poco habitual. La reserva hídrica en el conjunto del país está en el 50%, con bastante descompensación entre zonas. Extremadura, Galicia y Castilla y León aguantan con valores que les dan un amplio margen, pero Andalucía, Murcia, Castilla la Mancha o Cataluña muestran registros por debajo del 30% que son graves. El abastecimiento humano está garantizado por el momento, pero hay comarcas andaluzas y catalanas en las que, si no llueve a corto y medio plazo, van a tener que implantar restricciones porque, directamente, no hay agua que suministrar. Donde los daños son enormes, generalizados y, en gran parte, ya irreversibles, es en la agricultura. Extensas zonas de secano se han convertido en praderas polvorientas en las que los cultivos plantados en invierno apenas han brotado y no van a conseguir dar fruto. Las cosechas de cereales en amplias zonas del país se pueden dar por perdidas y ese no será el mayor de los daños. Hay zonas extensas de frutales en las que los árboles sufren como condenados y empiezan a secarse al no tener nada de humedad en el subsuelo, y eso implica que, si el árbol muere, no se recolectará nada en bastantes años. Los olivares del sur, acostumbrados a la sequía, aguantan y se mantienen vivos, pero entre sus tácticas de supervivencia se encuentra la de no dar fruto, por lo que se prevé otra cosecha de olivas y, por tanto, de aceite, realmente escasa, la segunda o tercera consecutiva. Todo esto, unido al disparo de costes que se sufren en el campo, donde insumos como los combustibles o fertilizantes han experimentados abruptas subidas de precio, aboca a la ruina a numerosas explotaciones agrarias, que tendrán que tirar de seguros y ayudas públicas para que sus dueños y empleados puedan cobrar algo y mantener unos ingresos mínimos, dada la ausencia de producción. El desastre agrario se extiende en la cadena, porque la ganadería, que vive de pastos y de paja fruto de las cosechas, se enfrenta a unas tierras yermas de hierba y a paja que deberá importar dada la no producción nacional, por lo que las cabañas se verán recortadas si se quiere que los costes de su manutención no se conviertan en prohibitivos. Todo este panorama garantiza pérdidas en el sector primario, y una ausencia de producción local que podrá ser sustituida vía importaciones, pero que sin duda presionará a los precios de unos alimentos que en el supermercado siguen estando disparados para los consumidores. El panorama en muchas comarcas del país, en las que la agricultura es soporte económico y social, es desolador, y las tensiones políticas y territoriales crecen a medida que la tierra se cuartea. Las guerras del agua afloran cuando bajan los niveles de reserva, y la necedad política, que nada hace para prever, acumular y gestionar, se disputa los restos del erial entre gritos y demagogias de grueso calibre.

Si, supongamos, la semana que viene empezase a llover, no se iban a arreglar gran parte de los destrozos ya causados. Las cosechas perdidas, perdidas están, pero la lluvia aliviaría el panorama de restricciones que se acerca y permitiría, al remojar campos y bosques, alejar el peligro de incendios forestales, que ya se han desatado a lo loco en lo que llevamos de año, tras el desastre vivido en 2022, sin que nada se haya hecho, ni en lo forestal ni en lo laboral, para arreglar los problemas que se vieron mientras las llamas arrasaban sin descanso en el pasado verano eteno. Los modelos no indican que venga lluvia de manera significativa, se ve algo, pero la verdad, poco, y eso con suerte. Pintan bastos y no se ve una línea de frentes atlánticos que pueda llegar para aliviar la situación. Tenemos un gran problema.

lunes, abril 17, 2023

Error energético alemán

Alemania es el líder de Europa, nada se puede hacer sin su consentimiento, y lo que ella determina nos condiciona a todos. La guerra de Ucrania ha puesto sobre la mesa una gran cantidad de errores estratégicos que los distintos gobiernos alemanes ha cometido a lo largo de los años en lo que hace a su relación con Rusia. Algunos comprensibles, otros no tantos. El de supeditar la energía del país a la barata y accesible fuente de gas ruso es uno de los más graves y de los que más aristas presenta (¿qué político no vende a sus ciudadanos un suministro asequible y seguro de energía?) y la guerra ha roto por completo esta fuente.

Este fin de semana el gobierno alemán ha cerrado las tres últimas centrales nucleares que funcionaban en el país, en una decisión que llevaba planificada desde hace tiempo, que contaba con partidarios y detractores, pero que la actual guerra y la ruptura de relaciones con Rusia ha convertido en un absoluto disparate, un error monumental. Tras el accidente de Fukushima, que no fue nuclear ni causó apenas víctimas, el gobierno de Angela Merkel decidió prescindir de la energía nuclear en su país y anunció un calendario de cierre de centrales, que fue aplaudido por las organizaciones ecologistas. El miedo a los residuos y a los accidentes superaba por mucho a la evidencia de que las nucleares ya construidas eran una fuente de energía segura y libre por completo de emisiones de CO2, en un momento en el que la lucha contra estas emisiones ya estaba en el ambiente de todo debate político y económico. El dogma antinuclear venció a la razón y el gobierno alemán fue apagando reactores poco a poco, a sabiendas de que de algún lado tenía que sacar la electricidad que esas centrales dejaban de aportar. La instalación de molinos eólicos y paneles solares ha avanzado con fuerza en aquella nación, pero la natural intermitencia que se asocia a estas fuentes obligaba a tener instalaciones de respaldo cuando, sin sol o sin viento, nada aportan. Para eso estaba el barato y seguro gas ruso, que fluía sin cesar por el Nord Stream 1 y que, en breve, también lo haría por el 2. Imbricado hasta las trancas en las estructuras de poder alemanas, Gazprom y otras empresas paraestatales rusas habían conseguido que los políticos germanos firmasen todos los acuerdos y contratos posibles para que el gas de los Urales fuera la fuente principal de energía de la industria y hogares germanos. Por su parte, los gobiernos que han pasado por Berlín ha mantenido una postura, que tiene cierta lógica, basada en la teoría de que dos socios comerciales que se necesitan no se enemistarán, porque ambos pierden. Cuanto más me abrace al oso menos probable es que me arañe con sus zarpas. Eso ha funcionado hasta que Putin lanzó sus tanques contra Ucrania y todo el equilibrio europeo se fue al garete. Carente de centrales de regasificación, Alemania ha conseguido abrir la primera para poder usar gas natural licuado, pero evidentemente no da para suplir la oferta que venía de Rusia. Para sobrellevar el invierno, el gobierno germano ha contado con la suerte de unas temperaturas no muy frías y un desvío de todo el gas del que pudiera disponer para destinarlos al abastecimiento de hogares y empresas, sin dedicar una sola molécula a la producción eléctrica. ¿Cómo se ha cubierto entonces la producción de electricidad? En parte con importaciones desde terceros países, en parte con las nucleares que seguían en marcha y, sobre todo, por encima de todo, con carbón, un recurso que sigue siendo muy abundante en suelo germano. Alemania suple sus necesidades de electricidad quemando carbón, con una tasa de emisión de CO2 mucho más alta que la del gas y, por supuesto, infinita si la comparamos con la nuclear. Sólo este hecho hubiera bastado para que el gobierno de Sholtz rectificase y decidiera no cerrar las nucleares que quedaban aún en marcha, pero no ha sido así. Incapaz de corregir una decisión errónea, que el tiempo ha convertido en estúpida, el apagón nuclear ya es una realidad en Alemania.

Desde ayer mismo el consumo de carbón del país ha crecido en un 2% más o menos, con lo que sus emisiones también lo harán, y en bruto, porque aparecen nuevas donde antes, directamente, no existían. Ecológica, estratégica, política, industrialmente… como quieran ustedes verlo, es una decisión absurda y tan equivocada que produce sonrojo, pero no dejes que la falsa demagogia ecologista te ciegue, deben pensar algunos políticos. El cartel de la nuclear cerrada esconde una producción mucho más sucia. Era triste ver como ayer la decisión alemana era respaldada por los ecologistas franceses, nación que produce unos tres cuartos de su electricidad con nucleares. La capacidad europea para el suicidio estratégico no tiene límites.

viernes, abril 14, 2023

La filtración, ¿una chiquillada?

Les contaba ayer lo poco que sabíamos sobre la filtración de información reservada que ha salido de la inteligencia norteamericana, y que seguramente tardaríamos mucho en saber quién estaba detrás y cómo se había desarrollado la operación. Como vivimos tiempos raros, acelerados, sin sentido, resulta que hoy mismo conocemos más información de lo que ha sucedido, y cómo, y al enterarme de ello no pude ayer sino tener una sensación de incredulidad y, también risa. Y algo de humildad, porque si pensaba que seguía teniendo alguna noción sobre cómo funciona el mundo, es evidente que la perdí hace tiempo, y cada vez entiendo menos de las cosas que pasan y el por qué suceden.

Con un apabullante despliegue de fuerzas de seguridad, armadas hasta los dientes, y vehículos policiales y del ejército, las televisiones de todo el mundo mostraban cómo los agentes reducían a un hombre menudo que iba en bermudas a las afueras de la casa donde, se supone, vivía, en las afueras de Massachusetts. Un sujeto que no suponía riesgo alguno para la seguridad del operativo de detención era inmovilizado, esposado y trasladado a uno de los furgones militares para ser encarcelado. Se trata de Jack Teixeira, un chaval de 21 años, sin que haya información sobre si el apellido que luce es de origen gallego y, en su caso, a qué generación de emigrantes se remonta. Un amigo de Jack, que aparecía en televisión de perfil con el rostro semioculto, lo define como amante de Dios y de pegar tiros, combinación que en EEUU es más habitual y aquí resulta ser una pura extravagancia (salvo en los grupos terroristas como ETA o el IRA). Jack es guardamarina, trabaja para el ejército de EEUU, y en sus ratos libres, que serán abundantes, ejerce como informático y jugador de videojuegos a pleno rendimiento. Participa con asiduidad en un chat de jugadores y ansía ser el líder carismático de su pandilla de enganchados a las consolas. Es en uno de esos foros de jugadores, de los que hay incontables por el mundo, donde hace ya algunos meses el Texeira famoso empezó a colgar imágenes de documentación secreta sacadas de fuentes de inteligencia de EEUU a las que, por su trabajo, tenía acceso. El objetivo de colgar eso ahí no era realizar un servicio a Rusia, previo pago, o actuar como un espía infiltrado en un proceso que llevó a Jack años desde su captación cuando era un crío, no… nada de eso. La idea de Jack era fardar, presumir ante sus compañeros de partidas de que era un tío importante y que tenía información que ellos, y todos los demás, no podían poseer. Quería que le adorasen en su grupo de enganchados a la play y para ello iba soltando piezas de información en un foro entre cientos de mensajes de cómo pasar pantallas o cómo evaluar los puntos obtenidos o cosas por el estilo. Jack no estaba a sueldo de una potencia extranjera, no ha participado, que se sepa, en una conspiración patrocinada por una entidad oscura de alcance global ni está inmerso en un grupo formado por profesionales del espionaje, ni nada por el estilo. Es sólo un chaval de 21 años, repitan la edad, 21 años, que ha tenido acceso a una información de muy alto nivel y que la ha visto como la herramienta perfecta para hacerse el más molón de la pandilla y, quien sabe, tener opciones para ligar con alguna amiga que no le hacía caso, y que al pasarle las imágenes de lo que Jack filtraba seguro que empezaría a echarle más de un ojo. De la acumulación de información en el chat compartido entre los jugadores amigos de Jack a que algo de todo eso circulase por la red no pasó mucho tiempo, y es por ello que el repositorio de información filtrada ha surgido en un foro de fanáticos de Minecraft, un juego de construcciones que cuenta con millones de participantes en todo el mundo, seguro que tan enganchados a los bloques y sus posibilidades como Jack y sus amigos.

Si esta historia es así, estamos ante un fracaso absoluto de las medidas de seguridad y control de la información reservada en EEUU, que debiera explicar cómo documentos de esa relevancia están disponibles para que un crío poco más que mayor de edad sea capaz de copiar y manejar como si fueran las instrucciones de una nueva demo de un juego. Resulta que las brechas de seguridad de los estados, en los tiempos actuales, no dependen tanto de una estrategia digna de película de James Bond o novela de Le Carré, sino que están en manos de un panda de críos que juegan a los videojuegos y se pasan los últimos informes de la guerra de Ucrania como cartas para poder alardear de lo chulos y guays que son. Sinceramente, cada vez entiendo menos de todo lo que me rodea.

jueves, abril 13, 2023

Filtraciones del Pentágono

Una de las mayores dificultades de una guerra es saber lo que realmente sucede. Los contendientes informan de manera sesgada, un poco como los medios nuestros referidos al partido al que aman y al que odian, minimizando sus daños y maximizando los del oponente. En paralelo, se juega a la intoxicación, soltando directamente mentiras para tratar de confundir al adversario, a veces fabricadas con tanto esmero que es imposible que no pasen por reales. Operaciones como la de “carne picada” de los aliados frente a los nazis, desarrollada en territorio español, son un buen ejemplo de ello.

Por ello es bastante difícil precisar qué es cierto y qué no de la información secreta del Pentágono que se ha filtrado estos días, y quién ha podido estar detrás de ella. El soporte de la filtración son imágenes, lo que parecen fotografías de documentos de trabajo de los miembros del espionaje y seguridad norteamericano, algunos con aspecto de ser borradores, con comentarios y tachones, y vistos en conjunto tienen un aire de verosimilitud que les da peso como posible caso de filtración real. Otro dato que juega a favor de que puedan realmente haber sido robados de la inteligencia norteamericana es que las reacciones que ha suscitado el conocimiento de lo que ahí se encuentra han supuesto un perjuicio para EEUU, por lo que realizando un análisis de quién gana y quién pierde es más fácil decantarse por la idea de que el filtrador actúa en contra de los intereses occidentales. Sin embargo, esto son meras suposiciones. Pudiera ser, en efecto, el trabajo de un espía antioccidental que accede a documentos reservados y los saca, Pudiéramos estar ante una pura intoxicación, algo orquestado por los propios servicios de EEUU, en los que se hace colar como filtración un ardid propio que contiene pizcas de información real junto con otra falsa, y que busca que el enemigo se crea lo mollar, lo mentiroso, a base de sacrificar algo la posición. Podemos estar ante una multitud de escenarios intermedios en los que, pongamos, el espía no sabe que ha sido detectado y la superioridad le cuela documentos manipulados para que haga su “trabajo” y así se le pueda seguir la pista, estando otra vez en este caso ante informaciones que pueden tener parte de verdad y de adulteración. El juego es de lo más enrevesado y, dado que se produce completamente ante nuestras espaldas, podemos estar ante cualquier opción posible. Que haya servicios de espionaje enfrentados es algo que se da por hecho y la captura de información requiere de los mayores esfuerzos y trampas posibles. Y es que, aunque vivamos en el mundo de la información constante, la opacidad de lo que realmente se cuece en los ámbitos de decisión que determinar el curso de una guerra sigue siendo una prioridad absoluta para los contendientes. Será más difícil lograrlo en estos tiempos, pero se mantiene la lucha por el secretismo. Sobre el contenido de la información divulgada, las sorpresas son escasas, si se me permite decir algo así. Se reconoce que Ucrania sobrevive militarmente por el apoyo que los aliados, especialmente EEUU, le prestan, y que no está sobrado de material, ni mucho menos, y se constata que, como toda potencia capaz de ello, EEUU espía a los enemigos y también a los aliados, empezando por el propio Zelensky y siguiendo con el resto de naciones que apoyan el esfuerzo bélico de defensa anti rusa en el este. Es sustanciosa la información sobre la presencia de tropas de élite, en pequeños contingentes, de EEUU y otras naciones sobre el terreno, y la posible predisposición de Corea del Sur y Egipto de enviar munición a Ucrania y Rusia respectivamente, actuando como suministradores en la sombra de los contendientes. En conjunto, la información da la imagen de una guerra bastante estancada, de puro desgaste, en la que los contendientes se desangran sin que se vean avances ni signos de negociación en el medio plazo.

Las autoridades militares de EEUU han anunciado que abren una investigación para saber lo que ha sucedido y averiguar cómo esta información acabó saliendo a la luz en un foro de jugadores de Minecraft, un videojuego de construcción de éxito global. A priori, y reconociendo que estamos medio a ciegas, pudiera parecer que estamos ante un traspiés de nuestro bando y que el daño afecta, sobre todo, a la inteligencia norteamericana, clave en esta guerra y en todo lo que sucede en el mundo. Quizás, dentro de unos años, sepamos lo que realmente ha pasado, los nombres de quiénes están detrás de todo esto, los intereses que los movían y cuánto de lo filtrado es cierto o no. De momento, sorpresa, misterio y dudas. Además de crueles, las guerras también son así.

miércoles, abril 12, 2023

Un resort borroka

En su excelente libro “Los amnésicos” Geraldine Schwarz, de padre alemán y madre francesa, cuenta historias de su familia que, con el ascenso al nazismo, participó en el comportamiento silencioso y cómplice que invadió a muchos, que no apoyaron expresamente a Hitler pero que, como los Schwarz, se hicieron con propiedades confiscadas a vecinos que eran judíos, o no, pero que estuvieron en la diana del régimen. En el texto se buscan las causas de esos comportamientos deshonestos pero extendidos, comprensibles desde el lado de la codicia, pero insoportables para la ética. Todo el relato es, en el fondo, un testimonio de arrepentimiento.

Durante los días festivos de la Semana Santa ha tenido lugar en Elorrio el encuentro de las juventudes de Bildu, partido elevado a los altares del progresismo por no pocos gracias a que sostiene al gobierno nacional y, así, de paso, las nóminas de los aduladores. Una reunión que habrá juntado del orden del cinco a siete mil jóvenes para los que la organización, además de prever espacios de aparcamiento y acampada, había previsto numerosos actos musicales, culturales y políticos. Más allá de la sobreexposición a la estética borroka, caricaturizada hace tiempo en algunas películas de éxito, el encuentro era una orgullosa manifestación de la ideología totalitaria que ha amparado más de ochocientos asesinatos en el País Vasco y resto de España, muchos de ellos aún no juzgados al no poder ser esclarecidos. Detrás de las pancartas, lemas e imágenes que se exhibían por doquier en calles y espacios públicos, se encontraba un indisimulado orgullo de pertenecer a una supuesta élite, líder de un proceso de construcción nacional, para el que, si es necesario, se sacrifica a los que se vean como obstáculos. ¿Se veía algún signo de arrepentimiento por parte de los congregados respecto a los actos desarrollados por ETA? No, ninguno. Más bien lo contrario. El mensaje que se quería transmitir es que el terrorismo ha sido la vanguardia del movimiento, los que llegaron más allá en su compromiso, los que dieron la vida por él, los que sacrificaron la comodidad de una vida burguesa a cambio de una militancia plena. Para los congregados los terroristas siguen siendo héroes, y como tales los tratan. Las víctimas, basura a olvidar, ejecutados como era debido y por razones que sobraban ya en su momento. Asistir como espectador a un espectáculo de este tipo no sólo es repugnante sino, sobre todo, desmoralizador. Sí, ETA ha desaparecido, gracias única y exclusivamente a la acción de la policía y Guardia Civil, los auténticos héroes del final del siglo XX e inicios del XXI en la sociedad vasca, pero para gran parte de los ciudadanos de aquella parte del país, y sorprendentemente para no pocos del resto, la acción nazi emprendida por el terrorismo nacionalista vasco sigue contando con una aureola de lucha por la libertad que es, directamente, propia de frenopático. Justo lo contrario de lo que se pretende festejar es lo que la banda asesina y sus secuaces sembraron durante décadas en pueblos y ciudades de todo el país, y con un dominio establecido en algunas localidades vascas propio de escenarios mafiosos. Transcurridos los años, el fracaso de la intentona terrorista es obvio, pero resulta triste comprobar como una parte de esa sociedad y mucha de la dirigencia que entonces mantenía el poder y sigue sujetándolo con fuerza ver el terrorismo como algo anecdótico, cuando no necesario. No hay arrepentimiento alguno en los que apoyaron a esa banda de asesinos, y resulta asombroso, o no, que sólo sean algunos de los que empuñaron las pistolas y mataron los únicos que, sinceramente, hayan expresado su sensación de fracaso y vergüenza por lo que hicieron.

Como dijo Pablo Martínez Zarracina hace unas semanas ante las sucias declaraciones de Pello Azpiazu, consejero de Economía del Gobierno Vasco (uno de los que nunca ha soltado el poder) al afirmar que el terrorismo etarra no había tenido consecuencias económicas para el País Vasco, en los años del terror la sociedad se dividía en tres. Unos, pocos, que tenían miedo a ser asesinados, otros, más, que asesinaban y ayudaban a hacerlo y el resto, la mayoría, silenciosa, que miraba para otro lado y se aprovechaba de las nueces que caían tras tirotear al árbol, o a lo que se pusiera en el objetivo. La amnesia voluntaria que se vivió en aquellos tristes años sigue, en gran parte. Y de arrepentimiento nada, apenas se ve nada.

miércoles, abril 05, 2023

Los costes de perder el poder

El domingo por la tarde la OPEP, con el impulso de Arabia Saudí detrás de todas sus decisiones, acordó reducir la oferta de petróleo en el mercado en un rango de entre medio millón y el millón y medio de barriles diarios, Esto provocó un disparo en los futuros del crudo en la noche del domingo al lunes y un balance de subida del precio en los mercados este lunes de cerca del 6%. Esta decisión beneficia a los países productores, también a Rusia, y nos perjudica a los consumidores, y supone una nueva fuente de inflación que permitirá que los precios no se moderen a la velocidad que muchos prevén y todos deseamos. Para nosotros, es un golpe bajo.

Lo más interesante de esta medida no es tanto los efectos económicos de la misma, que existen, y serios, como lo que supone como nuevo hito en el proceso de reconfiguración del poder global en el mundo. Es muy sintomático que Arabia Saudí lleve a cabo un movimiento en contra de quien ha sido su socio fundamental desde la creación del reino que lleva el apellido de la gobernante familia Saud; EEUU. Nada se hacía allí sin el beneplácito de Washington, y la satrapía que reina de manera feudal en Rihad trabajaba al servicio de occidente sirviendo como regulador de los precios, dado que es uno de los mayores productores del mundo y a menores costes de extracción. De un tiempo a esta parte las relaciones entre la regencia saudí, encabezada por el joven y arriesgado príncipe MBS y EEUU han tomado derroteros no vistos, con desencuentros y sensación de ruptura. El fiasco de las intervenciones norteamericanas en Irak y Afganistán, además de la cada vez más creciente autonomía energética del gigante americano gracias al fracking le han permitido ir desvinculándose de una zona en la que antes todo lo controlaba y cada vez menos quiere pintar. Por su parte los saudíes han dado rienda suelta a su propia política de alianzas estratégicas y al uso de sus ingentes recursos financieros para posicionarse en el mapa y no actuar como subsidiarios de la potencia occidental. La llegada de China como un socio comercial ávido de los productos energéticos y para nada interesado en inmiscuirse en la manera en la que la dictadura saudí rige su territorio ha sido vista por muchas capitales, y desde luego también por Rihad, como el mejor de los mundos posibles. Alguien que me lo va a comprar todo y que ve el mundo como lo veo yo, y no me suelta discursos sobre libertades, democracia y otras tonterías por el estilo. El pacto suscrito hace pocas semanas por parte de los saudíes e Irán, enemigos acérrimos en lo estratégico y religioso, fue un notición, y ahí estaba, en medio de ellos, el muñidor del acuerdo, un alto cargo diplomático chino, que aparece muy sonriente, porque de ambos Beijing va a sacar rédito. El papel de EEUU en la zona no es que vaya a ser suplantado por China, es que ya lo está siendo, delante de nuestras narices. El tejer una red de alianzas con otros es una manera de fortalecer tu posición y de lograr objetivos que, por ti mismo, no serías capaz. Eso lo entienden los niños en los patios de colegio y también las cancillerías de las naciones (no, Iglesias y los de sectas como las suyas no) y así se organizan acuerdos globales de uno u otro signo que conforman el mundo en el que vivimos, sustentados en una gran fortaleza, país o área, en torno a la que se dispone el resto. EEUU ha sido el que ha detentado la hegemonía global en el siglo XX, especialmente tras el final de la IIGM, y hemos crecido y vivido en un mundo regido desde Washington, a veces de una manera muy directa, otras de forma sibilina pero efectiva, y en todo caso con la necesidad de que todo lo que sucediera fuese favorable para los intereses norteamericanos. Esto, que es lógico desde su punto de vista, ha hecho que el resto nos amoldemos, y para las naciones de Europa occidental, perdedoras de la guerra y sus colonias, empequeñecidas, ha sido un acuerdo sencillo de llevar a la práctica dada nuestra posición menor. Nos hemos beneficiado del imperio americano, sujetos a sus servidumbres, como no podía ser de otra manera.

Ahora, lentamente, las cosas empiezan a cambiar. EEUU no está en declive en sentido estricto, pero China sí sigue en auge y tiene claras algunas ideas sobre qué tipo de mundo desea, y cómo llevarlo a cabo. Terceras naciones se ven obligadas a escoger bando en un proceso de polarización global que se está acentuando rápidamente y que a los europeos no nos va a venir bien, porque, como mínimo, vamos a dejar de estar en el bando que siempre ganaba. La subida del precio del crudo es un recordatorio de que el mundo, cada vez, es menos occidental, o mejor dicho, deja de estar al servicio de occidente. Esto se nos complica, y encarece. Y no va a ser fácil.

Subo a Elorrio a pasar los festivos, y me cojo el lunes y martes. Si no pasa nada raro, nos leemos en una semana, el miércoles 12

martes, abril 04, 2023

Trump imputado

Hoy va a ser uno de esos días de mucho ambiente en Nueva York. La comparecencia de Donald Trump ante la corte de Manhattan que le ha imputado va a suscitar la atención de todo el mundo. Se prevé que el acto sea breve, una lectura de cargos por parte de la acusación y la respuesta de las partes, incluyendo la declaración de inocencia por parte del magnate. No debiera ir la cosa mucho más allá, según dicen los expertos. De hecho el propio Trump tiene previsto volver a las pocas horas a su mansión de Florida, donde ha convocado a los medios para una comparecencia en el horario de máxima audiencia en EEUU. Hoy volverá a ser el centro de todas las atenciones.

Más de un analista ha señalado las coincidencias entre la figura de Trump y Al Capone, no sólo por el perfil de mafioso que ambos encarnan con grandeza, sino porque, también, la justicia logró erosionar sus imperios de manera indirecta, no pudiendo ir contra sus grandes delitos, pero sí usando menores para acorralarlos. Fue el fraude fiscal lo que llevó al delincuente de la prohibición a la cárcel, no los asesinatos que encargó, y es el fraude cometido al desviar del fisco el soborno pagado para comprar el silencio a la mujer con la que se acostó lo que le puede meter en líos al expresidente. Su gran causa delictiva, el aliento a la insurrección contra el Capitolio del 6 de enero de 2021, va a ser difícil que le lleve a la cárcel en la que se merece estar el resto de su vida por golpista, pero este pequeño caso de sexo y sobornos, tan típico de un sujeto como él, le está causando muchos más quebraderos de cabeza de lo que esperaba. Recordemos que en EEUU comprar el silencio de alguien no es delito, pero sí eludir del fisco las transacciones, sean para eso o para cualquier otra cosa, y en el fondo estamos ante una acusación de delito fiscal. El recorrido penal que puede tener es dudoso. Hay quien dice que puede acabar en condena de cárcel y otros que en una multa sin pena de prisión, y es bastante generalizada la opinión de que, aun con el procedimiento abierto, el personaje puede legalmente aspirar a ser reelegido como presidente, pero es obvio que para muchos electores del país Trump pasaría de ser un presunto delincuente a uno con todas las de la ley, por así decirlo, en caso de una condena. ¿Qué supondría esto para sus aspiraciones? Por de pronto le está dando toda la atención mediática del mundo y ha disparado la recaudación de su campaña electoral, lo que suena a absurdo, pero en estos tiempos de populismo todo lo es. Experto en hacerse la víctima, él, que no deja de causarlas, ha encontrado en este caso el argumento perfecto para organizar una campaña contra la justicia, los medios, sus rivales en el partido… todo lo que uno pueda imaginarse. El nivel de toxicidad que desprenden sus comunicados es casi radiactivo, y la potencia mediática de todo lo que le rodea hace que su impacto sea global. Trump se presenta como un perseguido, como alguien débil y honesto al que los poderes tenebrosos desean apartar del camino a la presidencia, que él pretende restaurar en su prestigio, frente a todos los demás, que buscan hundirla. El discurso es completamente falso. Bueno, no sólo falso es pura paranoia, delirio de iluminado, pero encuentra público que lo compra, y no poco. Con una campaña para la candidatura a 2024 ya lanzada que no acababa de despegar, y con rivales serios en su propio partido (De Santis principalmente, aunque no se haya postulado) Trump encuentra ahora el revulsivo que necesita para enardecer a unas masas algo agotadas. En tiempos normales que a un candidato se le pillara en un caso así y se le abriera juicio sería su fin político, pero lamentablemente ya no estamos en tiempos normales, y eso tiene sus consecuencias.

Trump trabaja sin descanso para ahondar la brecha que divide a la sociedad norteamericana no ya sólo entre sus partidarios y seguidores, que también, sino sobre todo entre los que valoran la democracia como un ejercicio regulado y sereno de contrapoderes frente a los que ven las elecciones como plebiscitos que otorgan poder absoluto a los que las ganan y hacer su voluntad tras llegar a la presidencia. Aquí tenemos muchos de esos iluminados, pero sólo nos generan desgracias a los españolitos, que pintamos poco en el mundo. El daño que Trump está haciendo a su país, el más poderoso e influyente del mundo, es enorme, y está por ver si será reversible. De momento, su patético espectáculo no cesa.

lunes, abril 03, 2023

Podemos no pudo, ¿Sumar sumará?

Si uno sigue la política española en los últimos años, además del ruido insoportable, comprobará que las palabras y expresiones que se usan han perdido todo su valor. Si alguien desconoce el idioma seguro que no entiende nada y, para los que lo conocemos, se puede decir lo mismo, añadiendo un toque de indignación. El marketing político siempre ha sido burdo, nada elaborado, pero Rajoy fue el que llegó más lejos en el arte de no decir nada hablando mucho. Tras él vino la política del no es no, que ha sido superada por la tautología inversa, la ley del sólo sí es sí, que esconde tanta incompetencia en su redundancia que resulta antológica. Explíquele a un guiri que es eso del no es no y sí es sí, y entonces quizás se de cuenta de lo absurdo que resulta todo.

El lanzamiento de la candidatura a la presidencia del gobierno por parte de Yolanda Díaz ha puesto la marca Sumar en el disparadero, y la ha unido al enorme conjunto de nombres, adverbios y términos que se engloban en el espectro de la izquierda, auténtica máquina de crear formaciones que se suceden unas a otras en un continuo espacio tiempo ideológico. Sumar nace del hecho de que Podemos no puede, y aquí tienen ustedes otro juego de palabras difícil de explicar a un foráneo. El invento que creo Pablo Iglesias hace tiempo que se ha convertido en una decadente secta a mayor gloria del líder fundador que, desde la trastienda, maneja los hilos de un conglomerado político que tocó techo hace bastante tiempo y se desinfla sin remedio entre su propia incompetencia y el sectarismo que reparte a los demás. Surgido del caldo de cultivo de la indignación del 15M, Podemos nació como una formación de orígenes diversos, que sobre todo respondía al hartazgo frente a la respuesta bipartidista a la crisis económica, y de ahí su eclosión espectacular en todo el país, pero Iglesias, listo, supo organizarlo en forma de partido político, dejando la transversalidad muy rápido para refundar una organización comunista de corte estalinista, al servicio de su propia imagen y deseos. El disparo mediático de Podemos hizo que las formaciones a la izquierda del PSOE empezarán a ser llamadas confluencias, y se unieron en torno a este nuevo actor político, obteniendo muy buenos resultados electorales. Lo que era Izquierda Unida, esa carcasa creada para esconder las quemadas siglas comunistas, se pasó por completo a Podemos y Garzón e Iglesias escenificaron, con unas cervezas y abrazos en Sol, la unidad de ese espectro. Tras los buenos resultados, Podemos empezó a transformarse a toda velocidad en Pablemos, y no es un chiste, sino la descripción de una amarga realidad. Todos los que osaron no seguir los dictados del líder fueron siendo apartados, defenestrados, insultados sin piedad por las fieras que Iglesias controla desde sus redes sociales, y el partido fue siendo cada vez más una secta. Afortunadamente la gente lo fue viendo y el resultado electoral de la marca fue declinando desde su máximo, aunque antes tuvo la oportunidad de llegar al poder del gobierno tras la segunda repetición electoral de 2019. La derrota absoluta de Iglesias en las elecciones autonómicas madrileñas de 2021 le llevó a dejar la formación, de boquilla, y a nombrar a Yolanda Díaz como su sucesora, con la idea de que la marca Yolanda aportase algo de frescura a unas siglas chamuscadas pero, desde luego, siempre bajo la supervisión de Iglesias, que marcaría el mensaje, las candidaturas y los movimientos. UN trabajo en la sombra con una marioneta en el escenario. La marioneta resultó ser más lista y menso dócil de lo que el autoritario suponía, y ha creado su propia marca de una manera curiosa, en un proceso lento y con el respaldo que supone hablar desde la vicepresidencia del gobierno. La puesta de largo de la formación y la candidatura de ayer recordaba mucho a escenas vistas hace unos años, cuando Podemos era algo incipiente y generaba ilusión en ese espectro político. ¿Le espera a sumar un destino similar? ¿Estamos ante la repetición de lo ya visto? ¿Es Yolanda Díaz puro marketing o hay algo más?

Por de pronto ayer, en el acto, no estuvieron los dirigentes de Podemos, que a partir de hoy se van a dedicar a sabotear lo que Yolanda proponga a sabiendas de que no hay sitio viable en la extrema izquierda para dos formaciones. Podemos quiere coliderar Sumar con Yolanda, lo que significa que Iglesias siga decidiendo, y ella sabe que, si quiere tener alguna opción electoral, debe huir como de la peste de los modos y maneras del dictador de Galapagar. Si Sumar crece en su espectro el PSOE puede ser uno de los damnificados, de la misma manera que Sánchez puede beneficiarse de lo que la unión de ambas formaciones sea capaz de lograr si consiguen apuntalar sus resultados. Ahora mismo las encuestas no indican eso. Veremos a ver qué pasa.