Durante los últimos días, y muy especialmente a lo largo del
proceso electoral norteamericano, seguro que han oído la expresión “precipicio
fiscal” que es como se ha traducido en castellano el concepto de “fiscal cliff”
que acuñó Bernanke, el presidente de la FED, hace ya algunos meses. Habrán
escuchado a varios comentaristas describir los riesgos que implica para la
economía de Estados Unidos y, por consiguiente, para la del resto del mundo. ¿Y
qué es eso? Voy a tratar de explicárselo hoy, porque es un tema del que
hablaremos y nos hablarán bastante, al menos de aquí hasta final de año, y
tiene su importancia.
La legislación norteamericana impone límites al tamaño de la
deuda que puede alcanzar el estado, de una manera similar a la modificación que
se introdujo en nuestra constitución el pasado verano. ¿Se pueden superar esos
límites? Sí, pero sólo mediante al aprobación de una ley por parte de la Cámara
de Representantes y el Senado. En caso de que esa ley no se apruebe y se
alcance el límite fijado en la última norma, el gobierno incurre en ilegalidad
y debe corregir su política, aumentando ingresos (impuestos) o reduciendo
gastos. Si se acuerdan hace ya varios meses tuvo lugar una discusión al
respecto muy intensa entre republicanos, que controlaban (y siguen) la Cámara
de Representantes y la presidencia demócrata. Tras muchos tiras y aflojas se
llegó a un acuerdo, que caduca este próximo 31 de diciembre, en el que se
aumentaba ese techo de endeudamiento pero que, una vez llegado al plazo, la
situación tenía que revertirse. En aquel momento eso no parecía nada grave,
pero a medida que nos acercamos a la fecha límite la situación empieza a ser
seria. Esa reversión implica un notable incremento de impuestos en muchas de
las figuras impositivas de EEUU, especialmente al eliminación de las
reducciones fiscales extraordinarias aprobadas en su tiempo por GW Bush y que
Obama prorrogó como estímulo para salir de la crisis, lo que sería un gran
hachazo a las economías familiares de la mayor parte de los habitantes del país.
En paralelo se eliminarían de manera automática partidas de gasto federal,
dedicadas al Medicare (atención médica a mayores de 65 años) y a otros
conceptos, por lo que el 1 de Enero EEUU se levantaría con una política fiscal
de ajuste muy restrictiva, que sin duda sería un duro golpe a su incipiente y
débil proceso de recuperación económica. Hay estimaciones de todo tipo, aquí
tienen uno de los muchos gráficos que estiman el impacto de todo esto, cuyo
análisis se me escapa dado que, entre otras muchas cosas, desconozco los
detalles del sistema fiscal y de gasto norteamericano, pero los estudiosos
expertos hablan un impacto de caída en el PIB en una horquilla que va desde el
-1% hasta el -4%, partiendo del nivel actual, algo superior al 2%. Es decir,
los más optimistas calculan que todas esas medidas serán suficientes para
volver a meter a EEUU en una recesión, por ellas solas, siendo el grado e
intensidad de esa recesión en lo que no se ponen de acuerdo los estudios. Como
verán, de cumplirse esas proyecciones, el escenario económico internacional en
2013 será todo lo contrario a un brote verde, pareciéndose más a un yermo
arenal. Así, articulistas de todo signo y opinión van alertando día sí y día
también de la necesidad de que haya un acuerdo entre demócratas y republicanos
para evitar caer en este precipicio, y que de paso ponga las bases para una
política fiscal que frene el continuo e insostenible crecimiento del déficit
público norteamericano, pero de una manera gradual, lógica y sensata.
¿Habrá acuerdo antes de las campanadas de nochevieja? Soy
optimista en este punto y creo que sí, porque la alternativa es muy mala y el
resultado electoral de la semana pasada ha reforzado a los moderados de ambos
partidos y es más factible que entre ellos logren el acuerdo. Pese a ello, es
innegable que desde hace unas semanas el rumbo de la bolsa norteamericana
apunta claramente hacia abajo, con un Apple que lleva perdido un 20% desde
máximos y unos índices que empiezan a romper algunos soportes ¿Temores al
desacuerdo? Probablemente, pero también síntomas de que la recuperación de EEUU
pierde fuelle por sí misma. Habrá que estar atentos a las noticias que surjan.
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