Como es bueno cumplir las promesas, y dije que volvía el 25, aquí estoy otra vez, después de haber disfrutado de unas deliciosas vacaciones, parte de ellas en Inglaterra y parte en Elorrio. Lo único que no ha salido redondo en estas dos semanas fue el monumental atasco de ayer por la noche a la entrada de Madrid. Será porque llovía, o porque era 24, o cualquier otra excusa peregrina, pero desde antes de Somosierra ya estábamos parados. Más de una hora de retraso para poder llegar a casa y dar por finalizadas las vacaciones. Quién sabe si era el destino, que deseaba que no se acabasen nunca, o simplemente la ilusión, como dirían los ciegos.
Cuando estuve en Londres y alrededores eché de menos el blog o el correo electrónico para poder contar cosas, porque había muchas y muy interesantes que relatar. Tendría para varias decenas de entradas, pero, tranquilícese el lector, no lo voy a hacer. Baste señalar que pocas cosas hay más espectaculares como Londres en septiembre al sol, vista desde una terraza, emulando al clima de Madrid, o sentir las lágrimas cayendo por las mejillas mientras, desde el coro de la catedral de Canterbury, un grupo de coristas canta una salmodia para unos pocos privilegiados, o saber que Stephen Hawking está vivo, porque le ví después de haber gozado con las bóvedas y tracerías del King’s collage de Cambridge, una de las villas más preciosas del mundo, o poder disfrutar de un concierto-picnic en Hyde Park, con un montón de artistas de rock y de ópera, en medio de una demostración muy evidente de lo hortera que puede ser un grupo de ingleses en el campo, y de cuanta comida pueden ser capaces de transportar, ingerir y hacer desaparecer, aunque en esto último ganaron las orientales vecinas a los ingleses....
En definitiva, una semana apasionante. La otra ah sido más tranquila, descansando de los excesos y fatigas del viaje, visitando a amigos que tiempo hacía que no veía, y paseando en medio de unos días de viento sur y tiempo agradable. Curiosamente, en Inglaterra me hizo un tiempo fascinante, con mucho sol y más de 25 grados todos los día. Algo envidiable. Creo que todo ha salido tan bien que no puedo quejarme de nada, lo he disfrutado en grande, y desde aquí debo dar las gracias especialmente a mis hospederos, AIR y pareja, que me han tratado de maravilla. May God bless you.
No hay comentarios:
Publicar un comentario