Parodiando a Eurovisión, pudiéramos decir que Irlanda ha votado y ha dejado a la Unión Europea con cero punto sen su casillero particular. El resultado del referéndum celebrado el pasado Viernes en al isla, con la derrotad el Tratado de Lisboa, pone a la unión frente a otra de sus recurrentes y cada vez más intensas crisis, de la que logra salir, pero dejándose algo de legitimidad y espíritu en cada una de ellas. Es triste que en el único país de los 27 que estaba obligado a hacer referéndum el Tratado haya sufrido una derrota. Por eso el resto optaron por ratificarlo vía parlamentaria, y evitar riesgos....
Riesgos de derrota.... es triste, verdad??? La Unión sabe que ante una consulta plebiscitaria saldría derrotada, y para evitarlo suplanta la consulta en vez de buscar las razones que hay bajo ese rechazo. ¿Por qué los ciudadanos rechazan el Tratado? Creo que hay dos explicaciones básicas, y la Unión sólo puede actuar sobre una de ellas. La primera, la ajena, es que todo referéndum es una buena oportunidad para propinar un estacazo al gobierno nacional de turno, independientemente de lo que se pregunte, y más en una cuestión no tan trascendente (aunque lo es más de lo que parece) como esta. La otra, sobre la que Bruselas sí debiera empezar a hace algo, es la sensación que existe en todos los países de que el funcionariado europeo, esa élite que reside en sobrios edificios de cristal sitos en la capital belga, es una casta ajena a la realidad, un complejo nido de intereses que se autoperpetúan, y practican una especie de endogamia vestida de despotismo ilustrado. Todo por el bien de Europa, pero sin los ciudadanos europeos. Súmese a ello la tradición continental de regularlo todo mediante normas confusas, difíciles y oscuras a más no poder. Si alguien se anima puede usar este enlace para descargarse el Tratado de Lisboa y leer sus cientos de páginas, pero sólo se lo aconsejo en caso de insomnio perpetuo (confieso que no me lo he leído). Sí hay un espíritu de unión Europea, y sentimiento de europeísmo en la calle, aunque se debilita por momentos, y países como España saben que los fondos provenientes de la Unión han hecho mucho por su desarrollo, y no lo digo sólo porque trabajo en eso, claro. Sin embargo, como en todo, es necesaria una política de ventas, marketing y explicación, y aquí la Unión fracasa estrepitosamente. No existe un liderazgo, ni nada que se le parezca. Los altos cargos de la Comisión son ocupados por políticos de segunda fila de los respectivos países, que llegan allí después de algunos sonados fracasos en la política de sus naciones, siendo el actual presidente Duazo Barroso un buen ejemplo de todo ello. Así, como dijo Luís de Benito, corresponsal comunitario de TVE, en el telediario de Milá este pasado Viernes, con un cierto aire de recochineo, y dado que en Bruselas “crisis” también es una palabra tabú, la Unión se enfrenta a una “profunda desaceleración institucional”. De risa
Y es que a todo ello se den unir decisiones tomadas en Bruselas las últimas semanas que son difíciles de entender por parte de la población. Así, aprobar una directiva que permite las 65 horas laborales tres días antes de la votación irlandesa me parece un despropósito (de esto se podía hablar mucho, a ver si mañana o la semana que viene..) o la iluminada idea de cobrar por recibir llamadas de móvil (a quién se le ha ocurrido esta sandez, por Dios!!) son mensajes que llegan a la población y le hacen pensar que eso de Bruselas y la Unión sólo sirve para molestar, perder poder nacional y pagar más por todo. Y claro, cuando te dan la oportunidad, castañazo que te arreo en todo el atomium, y así seguimos, desacelerando......
1 comentario:
David, un pequeño apunte...sobre lo de cobrar por recibir llamadas en el móvil no es ninguna sandez. Es una práctica habitual que abarata el coste que los usuarios pagamos por las llamadas. En los USA por ejemplo, es así. Tu pagas por los minutos que usas el móvil, independientemente de si recibes o haces. Incluso en estas tarifas, por ejemplo, los SMS's son gratis.
De hecho, la medida lo que quiere es que las compañías compartan el coste. Es decir, la compañía que hace la llamada y la que la recibe (si son diferentes claro) pagarían cada una, parte de la misma. Por lo tanto tienen que tarifar ambas dos a sus clientes. Esto lleva a que si ahora una compañía no lleva el 100% del coste de una llamada (como es ahora que sólo la que la hace tiene coste), su tarifa a su cliente es más barata.
En fin, es un modelo que hay en USA, Canadá, países del norte de Europa y en países de Asía, donde USAR (mira que no digo llamar) el móvil es mucho más barato, con más servicios (internet muy rápido y barato, SMS gratis, televisión, etc..) que aquí.
Así que ojo, que no es una memez.
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