viernes, diciembre 21, 2012

Curiosity es mi personaje del año


Se acaba este 2012, se nota. Los medios se empiezan a llenar de resúmenes, que apenas pueden asomar entre tanta estúpida noticia sobre el supuesto final del mundo, que tiene lugar para cada uno de nosotros en el momento en el que nos morimos, nada más, pero pese a esa alharaca empiezan los recuentos y listados. El año empezó con el hundimiento del Costa Concordia, para conmemorar chuscamente el centenario del Titanic, y a lo largo de sus meses hemos presenciado el hundimiento de la economía europea, la guerra en Siria, las elecciones americanas, las muchas elecciones españolas y decenas, cientos de imágenes y hechos.

Quedarse con uno es imposible, pero como es tradición y Time sigue en ello año tras año no voy a ser menos. Pero dado como está el panorama patrio y global mi elección estaba tentada por salir de este mundo, y finalmente así lo he hecho. HA habido tres noticias que considero son las más esperanzadoras, optimistas y espectaculares de 2012, y que frente a anécdotas cutres tipo ecce homo, que no durarán mucho en la memoria, sí pasarán a la historia. La primera es el más que probable descubrimiento en el acelerador del CERN de Ginebra del bosón de Higgs, asunto este peliagudo, sí, pero que supone un enorme avance en el campo de la física teórica y en la explicación de porqué las cosas son como son. Puede parecerles esto algo ajeno y poco importante, pero no olviden que toda la tecnología electrónica en la que basamos nuestra vida, ocio y mundo, se fundamenta en efectos cuánticos entre electrones, aunque pueda parecer otra cosa. La segunda tiene que ver con la astronomía, y es que este 2012 será recordado por ser el año en el que se constató que no sólo existen planetas extrasolares, sino que es rara la estrella en la que no se encuentran. Lo que hace pocos años era una discusión teórica con partidarios y detractores se ha convertido en un asombroso y fructífero proceso de recuento de mundos ajenos al nuestro, y lo que es más asombroso, algunos curiosamente similares y cercanos. Esta semana mismo se ha informado que todas las mediciones muestran que en torno a Tau Ceti, estrella doble a 11,9 años luz de nosotros, aquí mismo, puede haber cinco planetas orbitando, y uno de ellos de dimensiones cercanas a las terrestres y en la zona de habitabilidad de la estrella. Es fascinante, en 2012 hemos encontrado mundos ajenos al nuestro!!! Y en este año hemos visitado nuevamente el mundo más cercano al nuestro, Marte, con una nueva sonsa robótica, Curiosity, que aterrizó en la superficie del planeta rojo en un alucinante ejercicio de técnica y precisión a principios de Agosto. Curiosity es grande, pesado, complejo y muy especial. Abandonado en medio de la más absoluta desolación imaginable, es nuestro geólogo, explorador e investigador, y está programado y bautizado para ser curioso, una de las características más bellas y definitorias del ser humano, que adormece en el fondo del corazón de muchas personas, cada vez más. Las fotos que el robot se ha tomado a sí mismo son preciosas, no sólo por lo que muestran de la polvorienta superficie de otro planeta (sí, otro planeta, hay que decirlo despacio para saborearlo) sino porque en ellas el robot adquiere un aspecto muy humano. Aparece sólo, desvalido, en medio de la nada, mirando por su único ojo subido en lo alto de un mástil, y parece querer decirnos “hola” desde el más allá, literalmente desde el espacio. Muchas personas, niños y adultos, se han emocionado en este 2012 con las aventuras de Curiosoty, y puede que en una de ellas haya prendido la llama de la exploración espacial. Por eso y por el logro de una misión tan compleja y esperada, Curiosity es mi personaje del año.

Sólo un apunte más. ¿Cuál es, al menos, una característica que poseen estas tres noticias que he mencionado, más allá de su carácter espacial? La cooperación. Ni el bosón de Higgs, ni el descubrimiento de planetas ni Curiosity serían posibles sin la cooperación de miles de personas de todo el mundo, de distinta procedencia idioma, credo, ideología, sentimiento y condición, pero unidas para lograr un fin común. Eso también es una lección que nos da Curiosity, cuánto podemos llegar a hacer juntos y cuánto perdemos cuando nos separamos por rencillas inútiles y, siempre, menores. Que esa sea una lección para 2013 y más allá.

Si todo va como preveo volveré al trabajo el Martes 7 de enero, por lo que dudo que haya nuevos artículos hasta entonces. Disfruten de las fiestas, feliz año nuevo y que sus sueños se cumplan. Gracias por haberme leído en 2012.

jueves, diciembre 20, 2012

Ayer pude saludar a Arturo Pérez Reverte


Pocas cosas superan la ilusión que provoca en el lector el poder encontrarse con el autor de las obras que admira, poder ponerle rostro, voz, textura y aspecto humano a quien viene retratado en las solapas de ese libro que tanto le gustó a uno, que tanto le emocionó, o que tanta intriga le generó. Ese es uno de los grandes atractivos de la feria del libro de Madrid, el hecho de que un montón de locos por los libros nos podamos juntar con los que los escriben, y darles las gracias en persona. Supongo que para el autor será motivo de orgullo, pero para el lector desde luego es fuente de inmensa alegría.

Ayer, con motivo de un acto de firma que organizaba la FNAC, tuve la ocasión de, por primera vez en mi vida, saludar en persona a Arturo Pérez Reverte, uno de los grandes escritores en lengua castellana de nuestro tiempo, un hombre polémico y polemista, creador de un personaje pendenciero, malhablado y hasta cierto punto cruel que en ciertas ocasiones ha suplantado al imagen de creador de historias. Muchos son pro Arturo o anti Arturo, y dado lo claro y alto que se pronuncia el personaje es muy fácil poder posicionarse en un bando o en el otro, y creo que él disfruta de ese proceso de autoselección, me lo imagino antes de escribir alguna de sus duras columnas semanales o de sus tweets dominicales pensando en la que va a armar, y luego riéndose en su interior viendo el espectáculo que ha desatado. Pero por encima de todo Reverte es un escritor, un creador de historias con la palabra, y de los mejores. Su producción es inmensa, con libros centrados en temas de actualidad y otros situados en el siglo de oro español, con personajes de raza, fuertes y castigados por la vida, y con tramas en las que se alterna la acción con el desengaño, el heroísmo con las venganzas crueles y, en cierto modo, una visión de la vida algo amarga y desesperanzada, en la que predominan los grises derivados del paso de los años y del desvanecimiento de las ilusiones que se demostraron baldías. En su última novela Reverte se atreve con un cambio de registro, cosa que todo autor teme al saberse incómodo fuera de los terrenos trillados y conocidos, pero logra no sólo salir airoso, sino plenamente triunfante. El tango de la guardia vieja, que así se llama la novela, es una historia de tres encuentros amorosos a lo largo de varios años, y en tres localizaciones distintas, de una misma pareja que, poseedores de sus propias vidas, se cruzan en esos instantes y espacios, y en ellos se aman con pasión, crueldad y ansia desatada. Max y Mecha, que así se llaman los protagonistas, son guapos, inteligentes y vividores, y saben que el mundo se para ante sus deseos, porque su belleza y arrojo les permiten que el resto de los mortales bailen en torno a ellos, y usan ese poder, y en ocasiones eso les genera beneficios y en otras grandes sufrimientos, pero la pasión que surge entre ellos en la primera parte de la novela perdurará a lo largo de las décadas frente a los avatares de la sociedad que les rodea, que a veces avanza acelerada, y otras trata de suicidarse envuelta en guerras y conspiraciones. Y como ayer le señalé al propio Arturo, su novela, que devoré en un fin de semana, logra transmitir el sentimiento asociado al amor, a la desesperación y a la pérdida, la sensación de poder que se asocia a una mujer guapa, sabedora de que una mirada suya hará que cualquier hombre se postre a sus pies y que un desprecio hundirá en la miseria al más rudo y pendenciero de los hombres. Y frente a anteriores novelas de Arturo, en las que la violencia era más explícita y, si me apuran, más fácil de mostrar en lo que hace a sus consecuencias, en esta adquiere el mérito de lograr transmitir al lector la infinita desolación que provoca la indiferencia y el abandono del amor, que no se ve, pero se siente de la manera más profunda posible.

Poco de todo esto le pude decir a Arturo en los apenas tres o cuatro minutos que estuve con él mientras me firmaba, tras esperar más de hora y media de cola y saber que otras muchas personas aguardaban detrás de mí. Tras verle, el grupo de fieles lectores que habíamos organizado una charla en la escalera durante la espera seguimos durante bastante tiempo hablando de la experiencia que había supuesto para nosotros poder hablar con él, y lo atento y amable que había sido con todos. Seguro que para muchos, y es mi caso desde luego, lo de ayer fue un auténtico regalo de Navidad.

miércoles, diciembre 19, 2012

El personaje de 2012 en España se llama Bankia


Llega el final del año, y es inevitable hacer balance de lo sucedido. En los próximos días revistas, periódicos y otros medios de comunicación les invadirá con listas de acontecimientos, personajes y hechos que permitan condensar en pocos nombres todo lo que ha sucedido en un año apasionante, voraz y, a mi entender, deprimente. Para el caso de España habrá opiniones para todos los gustos, pero creo que el nombre que más se ha repetido, el que más se ha escuchado en boca de todos, y el que resume perfectamente dónde estamos y cómo hemos llegado hasta aquí es el de Bankia, el perfecto ejemplo de nuestros males.

Le dije a mi querida ABG cuando tuve el honor de estar unos días con ella en Madrid, a principios de año, y quedamos en Plaza Castilla, que esa torre inclinada coronada con un osito verde se caería, figuradamente, claro, y que su derrumbe iba a arrastrar a todo el país al fondo de un pozo muy oscuro. Y así fue. A mediados de años las vergüenzas de Bankia quedan al descubierto, su agujero financiero es inmenso, pero pequeño en comparación a la mala gestión que ha tenido lugar en su seno, y su derrumbe implica que España tenga que solicitar el rescate financiero el 9 de Junio de 2012, el día más importante del año, y uno de los más importantes en lo que hace a la economía nacional de todos los tiempos. Bankia estaba hecha una mierda, para decirlo en plata, y todo el mundo lo sabía, pero nadie lo decía porque todo el mundo estaba involucrado en la creación y gestión de ese engendro. Partidos políticos, sindicatos, empresarios, comisionistas, arribistas, confabuladores, medios de comunicación, grupos de interés, conseguidores…. La lista personajes que han participado a lo largo de estos últimos años en la creación, gestión y operativa de Bankia es tan extensa como triste, y muestra un compendio de malas prácticas difícil de superar. En general se juntan los actos directamente delictivos, como el saqueo de cuentas, ocultación de bienes, engaño, desvío de fondos y otras figuras junto con la incompetencia y la desidia, hasta hacer de esa entidad un inmenso castillo de naipes marcados, que al caerse ha arrastrado a todos los jugadores de timba. Su derrumbe puso en ridículo a toda España a ojos del mundo, que contemplaba con asombro y miedo como el cuarto grupo financiero del país era una porquería quebrada sin que ninguna autoridad reguladora pública, privada o medio pensionista hubiera advertido de nada, de ahí que sean fabricados por Bankia los clavos con los que se ha clavado el ataúd en el que se ha enterrado el prestigio del Banco de España, la CNMV, el gobierno y otros muchos órganos de supervisión, control y autoridad, que han quedado muy tocados, tanto que se ha llegado al lamentable espectáculo de que una consultora privada, Oliver Wyman, haga el papel de estimador del estado del sistema financiero español, dado que nada de lo que se diga al respecto tenía al más mínima credibilidad a ojos de los que, desde fuera, nos debían prestar el dinero necesario para rescatar esas hundidas entidades, entre las que no sólo se encuentra Bankia, cierto, pero de las que es el buque insignia, el Titanic de nuestra banca, con la diferencia de que el barco de Liverpool exhibía orgulloso su tecnología y novedad, mientras que el banco madrileño era una ruinosa estructura en la búsqueda de un tropezón que acabara con ella.

Analizar Banlkia desde el plano financiero es triste, pero hacerlo desde el plano moral es, simplemente, para llorar. Nadie se hace responsable de ese desastre, fraguado entre tantos que son suficientes para echarse la pelota unos a otros, los miles de ahorradores estafados poco van a poder para recuperar sus bienes, es una quimera pensar que el proceso judicial en marcha acabe mandando a la cárcel a muchos de los gestores económicos y políticos de la entidad, como así debiera suceder, y las continuos esfuerzos de gestores y entes involucrados en el escándalo por taparlo, o minimizarlo, no hacen sino confirmar que, además de la crisis financiera, hay una crisis moral que corroe las entrañas de nuestro país. Bankia y su patetismo nos retratan y avergüenzan como ninguno otro ejemplo.

martes, diciembre 18, 2012

Las profecías autocumplidas y sus peligros


Ayer comenzaron en Newtown los funerales por las víctimas de la masacre causada por Adam Lanza, en medio de un mar de llanto y pena imposible de contener. A medida que se conocen detalles de lo sucedido aumenta la estupefacción y el asombro. Una de las cosas que más llamó la atención desde el principio es que la madre de Lanza, la primera víctima, guardase en su casa un arsenal suficiente como para ir a la guerra, cosa no muy habitual en unas poblaciones tan pacíficas y tranquilas como las de la costa Este norteamericana. ¿Por qué tenía todo ese armamento en casa? ¿Para qué lo acumulaba?

La respuesta es tan chocante como asombrosa. Nancy Lanza, que así se llamaba la señora, era una firme militante de lo que se denomina, perdón por el palabro, el preparacionismo, que no es sino una corriente de opinión que afirma que la crisis económica acabará por hacer sucumbir a nuestra sociedad en el caos, y que ante ello los individuos deberán autodefenderse dado que el estado fracasará en su empeño de imponer el orden. Alimentada por teorías conspiratorias, miedos y sospechas, la señora Lanza imaginaba al caballo de la hiperinflación desatado sobre las planicies americanas, y a otros apocalípticos jinetes por el estilo destrozando los Estados Unidos, y ante el panorama de desempleo masivo, incobro de deudas y reyertas y venganzas asociadas Lanza se atrincheraba en su casa, convirtiéndola en un fortín custodiado por un ejército formado por ella y su hijo, y un arsenal con el que hacer frente a todo tipo de ataques y asaltos. Parece el fruto de una pesadilla, pero esto que les estoy contando es real, muy real. Probablemente debido a esta concepción de la realidad Lanza entrenaba cada fin de semana en disparar a todo tipo de blancos con muchas armas, y llevaba a su hijo a dichas exhibiciones y entrenamientos, motivo por el que Adam tenía una capacidad de uso del armamento digna de un profesional, y eso explica en parte el aterrador balance de su mortífera incursión en la escuela. Cierto es que con los calibres utilizados el cuerpo de un menor puede hacer poco frente a impactos tan brutales, pero el acto de Lanza es cuasiprofesional, digno de un militar entrenado para matar que realizase una incursión en territorio enemigo. El que la primera de sus víctimas fuera su madre ya es una gran paradoja, porque justo la persona que vivía obsesionada por el temor al desorden y al asalto fue víctima de su propio hijo en su propia casa. Me imagino la imagen de absoluto terror de Nancy al contemplar cómo era precisamente la mano de su hijo, a quien había entrenado a conciencia para la autodefensa, la que iba a acabar con su vida, en una paradoja de lo más trágica y absurda posible, pero seguro que ni en la peor de sus pesadillas pudo imaginar Nancy que el caos al que tanto temía y ante el que se preparaba de manera tan concienzuda iba a ser provocado por su hijo, que el destinado a protegerle a ella y a su comunidad iba a ser el que la iba a destrozar por completo. Al final el temor que alimentaba la vida de Nancy, el fin de la sociedad de la que ella formaba parte, se ha cumplido, pero de la manera más imprevista posible, y más trágica, ya que ese final ha sido causado por ella misma. Tristemente, Nancy logró que su pesadilla se hiciera realidad.

En este caso, como en otros muchos, especialmente en el mundo de la economía, nos encontramos con lo que se denominan profecías autocumplidas, deseos que, si son compartidos por otros, acaban siendo realidad, pero de una manera algo distinta a como fueron imaginados, y eso no tiene que traducirse como algo bueno o malo, simplemente diferente. A veces sólo es un desfase temporal, como cuando todos deseamos ser el primero en comprar algo antes de que el precio suba, y al lanzarnos a por ello, el precio sube y perdemos todos. En tiempos como estos de profecías apocalípticas tan estúpidas como carentes de fundamento el caso de Nancy nos expone el peligro inherente a que podamos hacer realidad nuestros sueños, que pueden acabar siendo horrendas pesadillas.

lunes, diciembre 17, 2012

Viendo al mal de frente, para Victoria Soto


Quizá hoy debiera hablarles de lo que pasó el jueves y viernes, los problemas informáticos de mi ordenador del trabajo que casi acaban con él y con parte de mi trabajo y pasado, peligro afortunadamente superado, o de al conferencia debate que puso final al curso de economía financiera, en al que cuatro grandes del mundo económico, Manuel Andrade, Juan Ignacio Crespo, José Carlos Díez y Juan Ramón Iturriaga no ilustraron con su experiencia y puntos de vista diversos sobre esa compleja realidad, y del posterior debate que tuvo lugar entre ellos y el público asistente al curso, que fue interesante y lleno de cuestiones para debatir y opinar.

Pero en la tarde del viernes, horario español, un chaval de 20 años de un pequeño pueblo del estado de Connecticut decidió que el infierno en la tierra era algo que él mismo podría recrear, y dedicó los últimos esfuerzos de la vida a llevar a cabo esa idea con la mayor saña y fiereza posible. Armado hasta los dientes con gran parte del arsenal que su madre tenía en casa, a al que previamente había asesinado, Adam Lanza, que así se llamaba el asesino, se encaminó hacia la escuela en la que su madre trabajaba y, sin saber aún si se trataba de un plan organizado desde hace tiempo o no, se dedicó a exterminar a todo lo que se movía con una precisión, eficacia y destreza pasmosa, dejando a su paso un balance desolador. Veinte niños muertos, de edades inferiores a los diez año en su inmensa mayoría, y seis adultos, profesores del centro principalmente. Al oír el sonido de la policía que, alertada por lo que estaba pasando en el centro acudía al mismo, Lanza ejecutó su último disparo y abandonó el mundo de los vivos tras haber contribuido a hacerlo mucho más insoportable. Los relatos, impresiones y comentarios posteriores a esta tragedia son muy similares a otras habidas en Estados Unidos, demasiadas, con las que se pueden establecer muchos tipos de comparaciones y similitudes, pero en este caso la abundancia de niños entre los muertos otorga al suceso un matiz si ustedes quieren aún más repulsivo. Viendo este fin de semana las crónicas de lo ocurrido me rememoraba a Noruega, hace dos veranos, cuando el asesino Breivik se ensañaba en la caza de adolescentes en la isla de Utoya, en la que decenas de jóvenes fallecieron víctimas de otro depredador insaciable. En aquel caso era difícil, imposible por momento, sostener la mirada en los restos de la tragedia, en los rostros de los familiares de las víctimas, en los que latía la eterna pregunta que no tiene contestación posible, el maldito por qué que no deja de dar vueltas en nuestra mente. Entonces el asesino sobrevivió, y supimos su alucinante y paranoico bagaje intelectual (no uso el término político para no degradar aún más ese concepto) pero en el caso de Connecticut los motivos son más oscuros. Lanza no tenía perfil en redes sociales de Internet, lo que quita muchos de los argumentos a los que, en su ignorancia, echan la culpa a la red de todo lo que sucede en ella y fuera de ella. Era un chico discreto y poco sociable, como otro miles de chicos, y no está nada claro cómo llegó a acumular la rabia y furia, el odio extremo necesario para realizar semejante atrocidad. Dando por sentada la necesidad de regular la posesión de armas en Estados Unidos, el problema de fondo es qué es lo que puede llevar a una persona a hacer algo así, en que punto los frenos morales saltan hechos pedazos y el monstruo que habita en nosotros nos domina en impulsa hacia el abismo, lamentablemente siempre en compañía. Esas preguntas quizás no tengan respuesta, y eso hace aún más insoportable este tipo de matanzas, tanto para quienes las vivimos de espectadores como, sobre todo, para sus sufridores.

Sin embargo, en medio de la oscuridad a veces surge un rayo de luz. Miren los bellísimos ojos azules de Victoria Soto en la imagen de este enlace, y recréense en ellos, porque allí anida la bondad. Ella era maestra en esa escuela, siempre quiso ser maestra, lo logró, y era la mujer más feliz del mundo. Al percibir la presencia del asesino escondió a sus alumnos en armarios y le dijo al monstruo que no estaban allí. El no tuvo piedad, la asesinó, y fue a por otras víctimas, pero ese acto salvó la vida de más de una decena de niños, que ahora en casa siguen sin saber qué es lo que ha pasado en su escuela, mientras sus padres no dejan de mirar al cielo sabiendo que, si existe, refleja el azul de los ojos de Victoria, la salvadora de sus hijos, la que dio su vida por ellos….

miércoles, diciembre 12, 2012

Escribiendo a escondidas


Esto es realmente curioso, resulta que en uno de los pasillos del edificio en el qu tengo que asistir al curso hay varias aulas abiertas y en una de ellas está un ordenador encendido desde, al menos, ayer. Haciendo una de esas cosas que no se deben pero que siempre tientan, he probado a ver si me deja entrar y no sólo eso, sino acceder a internet, editar en Word y todo lo demás, por lo que se puede decir que estoy haciendo el blog de manera clandestina, espero que no me pillen.

¿Cómo se siente usted cuando está haciendo algo y no quieren que le observen? Nervioso, verdad? Empieza uno a mirar a su alrededor, sospechando de todo lo que se mueve, inseguro, temeroso ante ruidos, pisadas y movimientos extraños. Si además uno se encuentra en un entorno que no conoce la sensación de inseguridad aumenta. Por ejemplo, ahora oigo unos pasos que se acercan por el pasillo, paro de teclear para no hacer ruido… los pasos se alejan y quien fuera su autor no se ha fijado en mi , premio!!!! De pequeño esta sensación es más habitual, porque uno se siente constantemente juzgado, observado, susceptible de, por la edad y la insignificancia, ser acusado de todo, y por tanto los recelos aumentan. También se es más curioso, y se atreve a hacer cosas que en la edad adulta, por respecto, cabeza o comodidad, que eso es lo que llamamos prudencia, jamás nos arriesgaríamos a hacer. Las típicas historias de niño en las que uno se adentra en una casa abandonada, en una cueva oscura y húmeda o en un paraje desconocido “para ver que hay ahí” acaban muchas veces mal, pero está en el instinto humano el curiosear, el preguntarse qué habrá allí, el atreverse a cruzar esa barrera, que a veces tiene forma de alambrada roñada, o de seto desbocado, o de simple puerta abierta de aula desierta. Con los años ese instinto se modera, o mejor dicho, se domestica por parte de la sociedad, y queda en muchas veces limitado al deseo sexual, a querer saber y conocer cómo será esa chica, esa mujer, pero se abandonan el resto de campos. Leía el otro día en relación al sistema educativo que hay que preguntarse cómo lo estamos gestionando, porque entre otras muchas cosas la mayoría de los niños entra a la escuela queriendo ser astronautas y acaban los cursos ansiando ser funcionarios. Sí, quizás nos estemos equivocando en algo, y hayamos construido una sociedad que tenga por objeto aborregar esa curiosidad instintiva, ese deseo de conocimiento, en aras de la seguridad del grupo, buscando que nadie se salga de los límites establecidos, que no traspase la frontera que delimita lo conocido de lo desconocido, que la alambrada herrumbrosa sea demasiado elevada….

En fin, no lo se. Supongo que los que tengan niños pequeños sabrán lo que es vivir asaetados a preguntas de un cerebro que no deja de crecer, descubrir y cuestionarse todo lo que le rodea. Muchas veces ese continuo “por qué” es una pesadilla, pero parémonos un momento a pensar en lo bonito que es cuestionarse las cosas, en ver cómo una nueva personalidad se construye y crece en base a las respuestas que le damos, y en que a veces las preguntas son mucho más importantes que las respuestas….. y antes de que me pillen del todo, les dejo.

martes, diciembre 11, 2012

Monti en su montaña


El fin de semana tuvimos la confirmación de una de esas noticias que no pueden ser, que no deben ser, pero que son, y que como tales contribuyen a amargar la existencia a todos los que las escuchan. Tras decir que no, luego que sí y dudar durante semanas, Silvio Berlusconi confirmó que se presentará a las próximas elecciones italianas para volver a ser primer ministro, y precipitó los acontecimientos en el país de la bota. Sabiéndose rechazado por los parlamentarios afines al infame cavaliere, Mario Monti, primer ministro tecnócrata, anunció que dimitiría al aprobarse los presupuestos.

Es imposible hacer comparaciones entre uno y otro porque son los polos más opuestos imaginables, el anverso y el reverso de una moneda, que comparten figura pero que nunca se ven ni tocan. Frente al zafio, deshonesto y corrupto Berlusconi Monti es la figura del caballero andante, del serio y aburrido profesor, del sosegado gestor de cuentas, del soso albacea de la herencia. Si uno es farrandero, putero y vividor el otro representa el estilo austero, cardenalicio y hasta cierto punto asexuado. La degeneración de la vida política, civil y económica a la que llegó Italia en los últimos meses del mandato de Silvio fue inenarrable, era una sucesión de escándalos a cada cual más turbio y zafio, que empezaba a recordar las viejas historias de los nepotistas emperadores romanos y sus andanzas lúbricas en los palacetes de su propiedad. La contaminación de Silvio empezaba a afectar a la propia imagen de una Europa que tenía que sentarse a su lado, que tenía que darle la mano y discutir en persona, frente a frente, asuntos de una gravedad inmensa, a sabiendas que el interlocutor estaba pensando en quién sería la próxima “bellina” a la que pondría sus zarpas encima. Pero el movimiento que supuso la sustitución de Silvio por Mario no dejó de ser una especie de golpe de estado palaciego, que todos aplaudimos a rabiar por la repulsión que nos ofrecía la figura del saliente, pero que en sus formas y fondo era algo oscuro y hasta cierto punto peligroso. Una vez que se ha roto el tabú, ¿podría ser sustituido un primer ministro elegido por el voto popular si se portaba mal? ¿Y qué es portarse mal? Lo que hacía Silvio lo era, de acuerdo, pero ¿incumplir los acuerdos de la troika y del FMI también lo es? La personalidad del mal llamado cavaliere logró hasta enturbiar este profundo e importante debate, y es que los que señalaban los trazos oscuros de la operación Monti eran tachados inmediatamente de defensores de un sujeto tan infame como Silvio, a lo que pocos argumentos eran posibles de aportar en medio del abucheo generalizado de la claque. En su momento la jugada no me gustó nada, pero me puse la pinza en la nariz y, por lo bajito, aplaudí la caída del corrupto, en la esperanza de que Monti lo hiciera bien y de que en un breve periodo de tiempo unas nuevas elecciones ratificaran, con el voto popular, el relevo en el poder. Curiosa paradoja, porque la libertad de actuación de la que ha gozado Monto se ha debido a que no tenía que someterse al dictado electoral y, por tanto, era inmune a que los votos juzgasen su gestión, pudiendo así proponer lo que creyera conveniente para salvar a Italia del caos. Desde su montaña Mario era inmune, hasta que este fin de semana ha vuelto Silvio del averno y le ha arrojado al llano de la contienda electoral.

Monti dimite pero, ¿acepta el reto de las elecciones? Es decir, ¿optará a presentarse como candidato? Algunas fuentes dicen que así será, que está en negociaciones con grupos pequeños que le sirvan de estructura para poder presentarse, pero otros creen que no lo hará a sabiendas de que si se embarca en la campaña prometerá cosas que no puede cumplir, y si gana el mandato será más condicionado a la valoración del electorado. Mi opinión es que debe presentarse, y que si yo pudiera le votaba, a sabiendas de que en el gobierno me iba a hacer sufrir. Su cartel debilitaría a Berlusconi y, muy probablemente, le impediría ganar, y ya sólo por eso Mario volvería a hacer un favor a su país y, de paso, a toda Europa.

lunes, diciembre 10, 2012

El vespertino


Creo que esta es la primera vez desde que este blog está vivo en la que escribo el artículo por la tarde, y se me hace muy extraño. Para un hombre acostumbrado a las rutinas como es mi caso, y que suele respetar hábitos y horarios, escribir sobre mis cosas con la luz del sol después de haber comido (apresuradamente) es una situación que me desubica. Mucha de la actualidad del día ya ha surgido y el hacer análisis de lo que pasó ayer o el fin de semana está cada minuto que pasa más fuera de lugar. Dicen que no hay cosa más vieja que un periódico del día anterior… pues algo así.

Y esto me ha recordado que, hace ya algunos años, antes de la invasión tecnológica, existían los periódicos de tarde, llamados vespertinos, en contraposición a sus hermanos mayores, matutinos madrugadores. Cuando el ritmo de los acontecimientos era mucho más lento y la letra impresa era la principal fuente de información y análisis, estos periódicos tenían un papel muy importante. Editados pasadas las cinco de la tarde, realizaban el primer análisis de las noticias de ese mismo día, describían la mañana y lo que en ella había sucedido. Los trabajadores de las oficinas, que salían poco después del trabajo, y que en muchos casos estaban como ahora mismo sucede obligados a pasar tiempo extenso en el transporte público de vuelta a sus hogares, eran el público preferido y objetivo de estos medios. Apresurados, compraban el vespertino antes de subirse al metro o tren y ya tenían lectura fresca y pasatiempos sin hacer para el camino, largo o corto, hasta el hogar. En España tuvieron poca vigencia, supongo que sobre todo por el infame horario laboral que rige en nuestro país, que hace que a las cinco de la tarde nadie pueda irse a su casa. A las horas en las que hay hora punta de vuelta al trabajo en una ciudad española sólo se observan cuerpos hechos polvo y ojeras tras un día que, intenso o no, ha sido muy largo, y el concepto de vespertino se funde con el de nocturno con una facilidad pasmosa, por lo que no recuerdo si se llegó a editar en los años setenta u ochenta un medio de este tipo. Si me acuerdo, vagamente, que en los años de la burbuja, en los que se produjo una explosión de periódicos gratuitos, hubo uno que sacó edición de tarde en Madrid, pero no llegó a durar más allá de unos pocos meses. No recuerdo el nombre de la cabecera ni la editora, pero me suena que sí existió. Lo contemplaba como una rareza, y veía a los repartidores del mismo apostados en las mismas bocas de metro en las que estaban a primeras horas de la mañana, pero justo cuando se ponía el sol. Creo que alguna vez lo cogí pero, adicto como soy a los libros, nunca he sido un gran usuario de prensa gratuita en el metro, ni en horario diurno, por lo que no encontraron en mi el público objetivo que les salvara de la quema. Lo que sí recuerdo haber usado en Bilbao en los noventa y hasta 2001 mismo era “el boletín” una pequeña publicación de poco más que un folio doblado en dos cuartillas que, en color salmón, relataba el estado del ibex y del mercado de valores del bocho a las 13 horas, y que a la hora de comer estaba en muchos bares y restaurantes. Ahora hay una web que conserva ese nombre, pero no tengo ni idea de si tiene relación alguna con la publicación a la que me refería o no. Seguro que si algún bilbaíno lee estas notas sabe a lo que me estoy refiriendo.

Evidentemente Internet ha acabado con todo esto, y al paso que va también jubilará a los periódicos matutinos de toda la vida. Creo que en Inglaterra se sigue editando el evening standard en horario de tarde, pero en formato tabloide, sensacionalista y con un carácter poco informativo y más bien chabacano en lo que hace a sus contenidos y anunciantes. En todo caso resulta curioso observar cuánto y a qué velocidad han cambiado los patrones en el mundo de la prensa y los medios escritos desde la aparición de Internet: De hecho el propio término “verpertino2 empieza a adquirir una solera típica de los lugares abandonados y ruinosos, y puede que para muchos sea una palabra moribunda o que suene a extraño. En fin, de momento, ya hasta el jueves, creo que este blog se hará de tarde. A ver que tal sale.

viernes, diciembre 07, 2012

Mursi por Mubarak


Ayer fue festivo en España, pero no en el resto del mundo. Es más, se dio una especie de acelerón y las noticias se agolparon ante unos informativos patrios que estaban medio de puente y en algún caso se saturaron. No sólo tomó cuerpo la posibilidad, tremenda, de que Berlusconi vuelva a presentarse a las elecciones italianas del año que viene, sino que, además, Egipto dio por buena esa frase que dice que cuando las cosas van mal sólo les queda margen para empeorar. Disturbios, enfrentamientos entre leales y opositores al presidente Mursi…. El Cairo vuelve a ser escenario de graves conflictos de difícil pronóstico.

Mursi, elegido presidente por un estrecho margen de votos, y proveniente de la facción moderada de los hermanos musulmanes, esos que dijeron que no iban a participar en las elecciones y a los que todos creyeron, se está revelando como un fiel seguidor de la doctrina islamista. De formas suaves, en el fondo late bajo su figura el ansia de los sectores más radicales de controlar el país y acallar las voces laicas que persiguen la creación de un régimen de libertades al estilo turco u occidental. Si sus primeras medidas ya mostraron que iba a gardar mucho más a sus votantes que al resto del país, el proceso constituyente en el que se ha embarcado Egipto ha revelado por completo ese deseo de islamizar la vida política, judicial y social de la nación, haciendo de la sharia o ley islámica una fuente de legitimidad comparable a la ley civil. Por si ello fuera poco, la promulgación de un decreto que hace inapelables las decisiones del presidente amenaza con convertir a Mursi en una versión islamizada de Mubarak, un autócrata a la antigua usanza pero vestido con los ropajes de Mahoma, y fruto de una revuelta que le otorga un grado de legitimidad superior al del antiguo mandatario, pero que su actitud ha contribuido a vejar y a dilapidar. Así, los manifestantes que ocuparon en su momento la plaza Tahir y acabaron por expulsar a Mubarak del poder, que en su inmensa mayoría eran civiles laicos, ven como su revolución queda secuestrada en manos de los islamistas, que en su momento no alzaron al voz en las protestas, y que visto lo visto se encontraban agazapados esperando a ver cual era el resultado de todo aquel movimiento. Por tanto, es muy comprensible la frustración que anida en el fondo de miles de egipcios, que ven como su transición esta siendo secuestrada. Al fondo de todo esto está el inmenso y poderoso ejército, que durante la caída de Mubarak se mantuvo al margen, sabiendo que si hubiera querido podría haberlo sostenido, pero consciente de que a lo mejor no le venía mal un cambio de figura en el poder. Ahora también el ejército tiene en su mano parte de la solución a este problema, o si quieren verlo por el otro lado, parte de la culpa. Declaraciones de algunos miliares muestran una aparente neutralidad, y afirman que sólo intervendrán para separar manifestantes y evitar enfrentamientos, pero tarde o temprano las tropas deberán posicionarse, bien a favor de los manifestantes, lo que supondría un serio revés para Mursi y puede que le señalaría el camino para abandonar el poder, o bien para apoyar al presidente frente a las revueltas, lo que acabaría por entronizar a Mursi y dotarle de un poder casi absoluto. Es muy difícil saber cual es la postura que finalmente acabará adoptando la tropa, pero es seguro que de ella dependerá gran parte la respuesta al dilema que ahora se plantea en las calles de El Cairo.

Y ante un viernes de oración musulmana que vuelve a presentarse amenazador a la sombra de las pirámides, crece la sensación en buena parte del mundo de que el proceso que se llamó primavera árabe camina hacia un oscuro invierno si nadie logra evitarlo. Egipto atribulado, Túnez envuelto en protestas, nadie sabe lo que pasa en una Libia dividida en facciones rivales, y Siria ensangrentada día a día en una guerra que no deja de agravarse sin que nada se haga para evitarlo. Décadas de dictaduras amenazan con ser sustituidas por nuevos regímenes violentos y poco dados a las libertades. Ojala no sea así, pero de momento todo lo sucedido me recuerda demasiado al Gatopardo de Lampedusa, en el que algo cambiaba para que todo siguiera igual.

La semana que viene tengo que estar todas las mañanas en un curso de trabajo fuera de la oficina y no creo que pueda editar el blog como acostumbro. No se si lo podré hacer por las tardes en el trabajo, ya os iré informando.

miércoles, diciembre 05, 2012

Todos a la cola


Me asombra la capacidad que tenemos los humanos para desarrollar el comportamiento gregario, reflejo de que en el fondo seguimos siendo un grupo de monos, algunos muy ídem. Se ponen tres a hacer una cola y al poco surge la curiosidad y nuevas personas se animan a juntarse en fila en post de no se sabe que, pero con argumentos tan sólidos como que si algunos estaban antes, algo habrá. Creo que la densidad de población y al velocidad a la que se transmiten las noticias son las variables que determinan que hechos de este tipo sean más frecuentes e intentos, y hoy en día ambas alcanzan valores inmensos.

Así lo demostró ayer Samsung, el gigante surcoreano, que se merece un estudio aparte al ser una empresa que amenaza con colonizarlo todo frente a sus rivales norteamericanas. La creadora de los Galaxy, que empiezan a destronar a los iphone, tuvo la genial idea de ofrecer 50 euros de gasolina gratis en una estación de servicio del norte de Madrid a todos aquellos clientes que apareciesen por allí con uno de sus modelos de móvil o tablet, pero que fuese de la gama Galaxy. Se corrió la voz por todos los medios tecnológicos imaginables, la necesidad de combustible barato es perentoria y la palabra “gratis” es mágica, y todo ello juntado organizó el gran caos. Desde primera hora de la mañana largas colas de coches se apostaban junto a la estación de servicio sita en el Campo de las Naciones, y el atasco se iba extendiendo poco a poco a todo el norte de Madrid, sin que muchos de los sufridores del mismo supieran a qué era debido ese embotellamiento. Una de mis compañeras de trabajo, que reside de alquiler en Montecarmelo, zona norte, comentó ayer que al venir había visto el mayor atasco que recordaba en mucho tiempo, pero que nadie sabía si era por un accidente o por cualquier otra causa. Me imagino los alrededores de la gasolinera atestados, con un caos que va en aumento, y unos empleados surtidores en mano que empiezan a ver que no van a dar abasto, y a unos organizadores de la campaña, con las gorras de Samsung en al cabeza, que se las quitan par rascarse preocupados al ver que la cosa se les empieza a ir de las mano. El atasco no deja de crecer y llega un momento en el que hay que cortar una de las salidas de la M40 porque se ha convertido en un aparcamiento improvisado de coches que tratan de llegar a una gasolinera inaccesible. La Policía Municipal se ve desbordada y, tras hablar con los genios del marketing viral coreano, decide que el juego ha ido demasiado lejos y da por cerrado el evento ante las dimensiones del atasco. Para entonces son varios los conductores que llevan más de dos horas atrapados en el camino al combustible “gratis”, se supone que con el motor apagado porque sino el ralentí les habrá consumido toda la ganancia, y son muchos otros miles los que, por culpa del tapón, han llegado tarde a su trabajo, a citas concertadas, entrevistas, reuniones o cualquier otro tipo de actividad. Seguramente el comentario de muchos de ellos habrá sido que “hoy eso estaba imposible, pero no se porqué” y me gustaría haber visto sus caras al enterarse de la causa de su tardanza, del origen de su dilatada espera en el asfalto. El acto, que estaba previsto que durase hasta las 20 horas, se acaba mucho antes con varios cientos de coches beneficiados por la promoción y otros muchos miles frustrados y desesperados por haber perdido media jornada esperando ante el goloso reclamo que finalmente se ha traducido en nada. Seguro que a más de uno se le acabó la batería de su Samsung en la interminable espera.

Viendo algunas entrevistas ayer a personas que se quedaron a las puertas de la gasolinera algunos afirmaban su intención de denunciar a los organizadores porque el evento había acabado antes de lo previsto y no se habían llevado la gasolina, lo que me hace pensar que el que así opina no era consciente del lío monumental que se había organizado por una simple (y muy exitosa) campaña de publicidad ni los perjuicios que había ocasionado a miles de personas que ni sabían de que iba la cosa ni les importaba en lo más mínimo. ¿Lo ven? Gregarios como monos, y protestones como simios, sólo nos falta un poco de pelo en el cuerpo para ser auténticos miembros de la selva, urbana en este caso.

Mañana es festivo nacional, pero no me cojo puente, por lo que aquí estaré el Viernes 7.

martes, diciembre 04, 2012

El "tessssoro" de Díaz Ferrán


Cuando hace ya un par de años Gerardo Díaz Ferrán abandonó la presidencia de la CEOE lo hizo por la puerta de atrás. Después de unos años difíciles, y tras el eterno reinado de José María Cuervas, la figura de Ferrán se vio desde un principio como débil y carente del empaque necesario para dirigir a la gran empresa española. El sumidero de la crisis y los problemas de sus propias empresas, Air Comet y Marsans principalmente, le obligaron a dejar el cargo y poco más se supo de él, hasta ayer.

Y el que vuelva a ser noticia porque ha sido detenido refleja hasta que punto ha llegado la crisis moral que nos rodea, que adherida a la económica como si de una costra se tratase, nos impide salir a flote y nos condena a revolcarnos en el fango de la corrupción y la miseria. Un juez de la Audiencia Nacional ordenó ayer el arresto de Ferrán tras pasarse un buen rato en su mansión madrileña, revisando documentación y bienes, y encontrando dinero en metálico y oro suficientes como para pagar mi piso y el de mi vecino, y eso en efectivo en el cajón de la mesilla. Asediado por demandas, juicios y querellas, Ferrán legó insolvencia hace ya algunos meses para no hacer frente a las millonarias deudas que le reclamaban los miles de afectados por su nefasta gestión en las empresas que dirigía, que van desde proveedores, clientes, subcontratas y, por supuesto, miles de empleados. Ahora la cosa se aclara un poco, y a la vez se oscurece. Se aclara porque resulta evidente que Ferrán no es insolvente bajo ningún punto de vista, lo que dará alguna esperanza de cobro a los demandantes, pero se oscurece porque con él también ha sido detenido Ángel Cabo, empresario valenciano apodado “el liquidador” que compraba empresas arruinadas a precio de saldo para luego revenderlas y descapitalizarlas, sin que nadie viera nada extraño en todo eso. Parece que Cabo actuaba como testaferro, hombre de paja, de Ferrán, y puede ser la pista que conduzca a numerosas propiedades y cuentas opacas que el genio tenía en Suiza, con millones de euros escondidos, fruto muy probablemente de su desfalco en sus propias empresas. El tal Cabo también compró otras empresas para hacer lo mismo, entre ellas, atención, la nueva Rumasa de los Ruiz Mateos, por lo que esta historia de detenciones que empezó ayer puede ser mucho más jugosa. Algunas malas lenguas comentaban ayer que era muy casual que nada más acabarse el plazo para acogerse a la amnistía fiscal se produzca una operación de este tipo contra presuntos defraudadores, como un aviso a los (muchos) navegantes que no han pasado por el redil de Hacienda, pero me da que las cosas son más sencillas y que los jueces no actúan a la llamada de un Ministerio al que no le hace ni caso ni siquiera los dirigentes del partido que lo rige. No, en este caso el juez ha ido desenredando la madeja y al final se ha encontrado con un pájaro de cuidado, que durante años fue un “agente social” que, entre otras cosas, gestionaba las subvenciones que le caían, y que salía día sí y día también en la tele dando consejos sobre como salir de una crisis que, en buena medida, ha venido propiciada por muchos como él. Cada uno a su nivel, y el de Ferrán es muy muy alto, la incompetencia, desidia, avaricia y mala fe nos han llevado hasta donde estamos, y este es otro caso de total falta de escrúpulos, arrepentimiento y enmienda.

Y todo por llevarse unos miles, millones de euros… dirán que soy estúpido, y quizás lo sea, y por supuesto que lo entiendo, pero en el fondo me parece profundamente incomprensible, por no usar una palabra más gruesa, defraudar, mentir, engañar, robar, falsear y hundir la vida de personas para acabar acumulando un kilo de oro en casa. Imagino a Díaz Ferrán como a Gollúm, adorando su pedrusco y diciendo eso de “mi tessssoro” mientras el mundo se derrumbaba a su alrededor, y la imagen de miseria y destrucción de un Góllum arrasado por la codicia me nubla el pensamiento. ¿Destruir la vida de uno y la de los demás por ese “tesssoro”? Patético.