Se acaba este 2012, se nota. Los medios se
empiezan a llenar de resúmenes, que apenas pueden asomar entre tanta estúpida
noticia sobre el supuesto final del mundo, que tiene lugar para cada uno de
nosotros en el momento en el que nos morimos, nada más, pero pese a esa alharaca
empiezan los recuentos y listados. El año empezó con el hundimiento del Costa
Concordia, para conmemorar chuscamente el centenario del Titanic, y a lo largo
de sus meses hemos presenciado el hundimiento de la economía europea, la guerra
en Siria, las elecciones americanas, las muchas elecciones españolas y decenas,
cientos de imágenes y hechos.
Quedarse con uno es imposible, pero como es
tradición y Time sigue en ello año tras año no voy a ser menos. Pero dado como
está el panorama patrio y global mi elección estaba tentada por salir de este
mundo, y finalmente así lo he hecho. HA habido tres noticias que considero son
las más esperanzadoras, optimistas y espectaculares de 2012, y que frente a anécdotas
cutres tipo ecce homo, que no durarán mucho en la memoria, sí pasarán a la
historia. La primera es el más que probable descubrimiento en el acelerador del
CERN de Ginebra del bosón de Higgs, asunto este peliagudo, sí, pero que supone
un enorme avance en el campo de la física teórica y en la explicación de porqué
las cosas son como son. Puede parecerles esto algo ajeno y poco importante,
pero no olviden que toda la tecnología electrónica en la que basamos nuestra
vida, ocio y mundo, se fundamenta en efectos cuánticos entre electrones, aunque
pueda parecer otra cosa. La segunda tiene que ver con la astronomía, y es que este
2012 será recordado por ser el año en el que se constató que no sólo existen
planetas extrasolares, sino que es rara la estrella en la que no se encuentran.
Lo que hace pocos años era una discusión teórica con partidarios y detractores
se ha convertido en un asombroso y fructífero proceso de recuento de mundos
ajenos al nuestro, y lo que es más asombroso, algunos curiosamente similares y
cercanos. Esta semana mismo se ha informado que todas las mediciones muestran
que en
torno a Tau Ceti, estrella doble a 11,9 años luz de nosotros, aquí mismo, puede
haber cinco planetas orbitando, y uno de ellos de dimensiones cercanas a las
terrestres y en la zona de habitabilidad de la estrella. Es fascinante, en
2012 hemos encontrado mundos ajenos al nuestro!!! Y en este año hemos visitado nuevamente
el mundo más cercano al nuestro, Marte, con una nueva sonsa robótica, Curiosity, que aterrizó en la superficie
del planeta rojo en un alucinante ejercicio de técnica y precisión a principios
de Agosto. Curiosity es grande, pesado, complejo y muy especial. Abandonado en
medio de la más absoluta desolación imaginable, es nuestro geólogo, explorador e
investigador, y está programado y bautizado para ser curioso, una de las características
más bellas y definitorias del ser humano, que adormece en el fondo del corazón
de muchas personas, cada vez más. Las fotos que el robot
se ha tomado a sí mismo son preciosas, no sólo por lo que muestran de la
polvorienta superficie de otro planeta (sí, otro planeta, hay que decirlo
despacio para saborearlo) sino porque en ellas el robot adquiere un aspecto muy
humano. Aparece sólo, desvalido, en medio de la nada, mirando por su único ojo
subido en lo alto de un mástil, y parece querer decirnos “hola” desde el más
allá, literalmente desde el espacio. Muchas personas, niños y adultos, se han
emocionado en este 2012 con las aventuras de Curiosoty, y puede que en una de
ellas haya prendido la llama de la exploración espacial. Por eso y por el logro
de una misión tan compleja y esperada, Curiosity es mi personaje del año.
Sólo un apunte más. ¿Cuál es, al menos, una característica
que poseen estas tres noticias que he mencionado, más allá de su carácter
espacial? La cooperación. Ni el bosón de Higgs, ni el descubrimiento de
planetas ni Curiosity serían posibles sin la cooperación de miles de personas
de todo el mundo, de distinta procedencia idioma, credo, ideología, sentimiento
y condición, pero unidas para lograr un fin común. Eso también es una lección
que nos da Curiosity, cuánto podemos llegar a hacer juntos y cuánto perdemos
cuando nos separamos por rencillas inútiles y, siempre, menores. Que esa sea
una lección para 2013 y más allá.
Si todo va como preveo volveré al trabajo el
Martes 7 de enero, por lo que dudo que haya nuevos artículos hasta entonces. Disfruten
de las fiestas, feliz año nuevo y que sus sueños se cumplan. Gracias por
haberme leído en 2012.