martes, diciembre 04, 2012

El "tessssoro" de Díaz Ferrán


Cuando hace ya un par de años Gerardo Díaz Ferrán abandonó la presidencia de la CEOE lo hizo por la puerta de atrás. Después de unos años difíciles, y tras el eterno reinado de José María Cuervas, la figura de Ferrán se vio desde un principio como débil y carente del empaque necesario para dirigir a la gran empresa española. El sumidero de la crisis y los problemas de sus propias empresas, Air Comet y Marsans principalmente, le obligaron a dejar el cargo y poco más se supo de él, hasta ayer.

Y el que vuelva a ser noticia porque ha sido detenido refleja hasta que punto ha llegado la crisis moral que nos rodea, que adherida a la económica como si de una costra se tratase, nos impide salir a flote y nos condena a revolcarnos en el fango de la corrupción y la miseria. Un juez de la Audiencia Nacional ordenó ayer el arresto de Ferrán tras pasarse un buen rato en su mansión madrileña, revisando documentación y bienes, y encontrando dinero en metálico y oro suficientes como para pagar mi piso y el de mi vecino, y eso en efectivo en el cajón de la mesilla. Asediado por demandas, juicios y querellas, Ferrán legó insolvencia hace ya algunos meses para no hacer frente a las millonarias deudas que le reclamaban los miles de afectados por su nefasta gestión en las empresas que dirigía, que van desde proveedores, clientes, subcontratas y, por supuesto, miles de empleados. Ahora la cosa se aclara un poco, y a la vez se oscurece. Se aclara porque resulta evidente que Ferrán no es insolvente bajo ningún punto de vista, lo que dará alguna esperanza de cobro a los demandantes, pero se oscurece porque con él también ha sido detenido Ángel Cabo, empresario valenciano apodado “el liquidador” que compraba empresas arruinadas a precio de saldo para luego revenderlas y descapitalizarlas, sin que nadie viera nada extraño en todo eso. Parece que Cabo actuaba como testaferro, hombre de paja, de Ferrán, y puede ser la pista que conduzca a numerosas propiedades y cuentas opacas que el genio tenía en Suiza, con millones de euros escondidos, fruto muy probablemente de su desfalco en sus propias empresas. El tal Cabo también compró otras empresas para hacer lo mismo, entre ellas, atención, la nueva Rumasa de los Ruiz Mateos, por lo que esta historia de detenciones que empezó ayer puede ser mucho más jugosa. Algunas malas lenguas comentaban ayer que era muy casual que nada más acabarse el plazo para acogerse a la amnistía fiscal se produzca una operación de este tipo contra presuntos defraudadores, como un aviso a los (muchos) navegantes que no han pasado por el redil de Hacienda, pero me da que las cosas son más sencillas y que los jueces no actúan a la llamada de un Ministerio al que no le hace ni caso ni siquiera los dirigentes del partido que lo rige. No, en este caso el juez ha ido desenredando la madeja y al final se ha encontrado con un pájaro de cuidado, que durante años fue un “agente social” que, entre otras cosas, gestionaba las subvenciones que le caían, y que salía día sí y día también en la tele dando consejos sobre como salir de una crisis que, en buena medida, ha venido propiciada por muchos como él. Cada uno a su nivel, y el de Ferrán es muy muy alto, la incompetencia, desidia, avaricia y mala fe nos han llevado hasta donde estamos, y este es otro caso de total falta de escrúpulos, arrepentimiento y enmienda.

Y todo por llevarse unos miles, millones de euros… dirán que soy estúpido, y quizás lo sea, y por supuesto que lo entiendo, pero en el fondo me parece profundamente incomprensible, por no usar una palabra más gruesa, defraudar, mentir, engañar, robar, falsear y hundir la vida de personas para acabar acumulando un kilo de oro en casa. Imagino a Díaz Ferrán como a Gollúm, adorando su pedrusco y diciendo eso de “mi tessssoro” mientras el mundo se derrumbaba a su alrededor, y la imagen de miseria y destrucción de un Góllum arrasado por la codicia me nubla el pensamiento. ¿Destruir la vida de uno y la de los demás por ese “tesssoro”? Patético.

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