En medio de la tormenta bursátil que estamos viviendo estos días, y que puede que hoy viva una tregua tras la decisión de la FED de bajar sus tipos de interés un cuarto de punto (atención, el euro a 1,4 dólares...qué hacemos aquí!! Vámonos a USA!!!) ayer se vivió un pequeño tornado local, que afectó a Sogecable, empresa del grupo Prisa poseedora de Audiovisual Sport, y por lo tanto, tenedora de algunos de los derechos de la liga de fútbol. El contencioso que mantiene con La Sexta por la retransmisiones le hizo llegar a caer hasta un 6%, que finalmente se quedó “sólo” entorno al 2%.
Esto es muy curioso. La Sexta, regada de millones por vaya usted a saber quién (Televisa con Carlos Slim, gran amigo de Felipe González??), se ha lanzado a comprar derechos de competiciones deportivas un poco a lo loco. Se hizo con el pasado mundial de fútbol y baloncesto, el eurobasket, posee derechos de numeroso clubes de fútbol e incluso ya posee la Fórmula 1 a partir de la temporada 2008 – 2009 (Lobato, el calvo de Telecinco, debe estar preparado para irse a currar allí, sino el paro caerá sobre él). ¿Quiénes son los dueños de la Sexta? Difícil pregunta, pero sí están involucradas un conjunto de productoras televisivas como El Terrat, propiedad de José Corbacho y Buenafuente, Globomedia, de Emilio Aragón o el Grupo Árbol, de Mikel Lejarza y José Miguel Contreras, éste último Consejero Delegado de la cadena y amigo personal de Zapatero. Los otros nombres poderosos son Jaume Rourés, propietario del grupo Mediapro, dueño titular de la Sexta y poseedor de enormes contactos en el PSC y Miguel Barroso, primer Secretario de Estado de Comunicación del gobierno de ZP. Por estos nombres la Sexta también ha sido llamada la tele de ZP, y digamos que estaba cantado que le iban a dar la licencia de televisión en abierto. Para compensar, PRISA, el imperio del ya fallecido Jesús de Polanco, dueña de Sogecable, Digital Plus y Canal Plus exigió poder emitir en abierto, y así nació Cuatro, el Plus en abierto, que no deja de ser otro canal convencional donde en vez de películas y documentales tenemos supermodelos a todas horas. Lo que seguramente PRISA no se esperaba es que la nueva cadena, sin cobertura, sin prestigio ni pasado, le empezase a hacer al competencia en un sector, el deportivo, donde mediante el pago por visión, mantenía un férreo monopolio del fútbol, la madre de todos los ingresos publicitarios de la televisión en España (hasta que apareció Fernando Alonso). Ahora encima el complejo Mediapro – La Sexta va a sacar un periódico, El Público, competencia a la izquierda de El País.
Y la verdad es que todo esto tendría mucha gracia. Resulta que tras años de intento por parte del PP de crear un grupo mediático afín, y las torpezas cometidas por Aznar usando Telefónica y a su compañero de pupitre Villalonga para hundir a PRISA, va una rama del PSOE con cuatro aventureros forrados de dinero y hacen tambalearse en poco menos de un año al mayor imperio mediático del país, y no es sólo un juego de palabras. A ver como acaba esta guerra, pero de momento se ha producido el milagro de que los editoriales de El País cargan contra ZP todos los días. Poderoso caballero es don dinero, que decía el sabio Quevedo. Pues eso.
Me cojo dos semanas de vacaciones, por lo que, salvo sorpresa, no habrá nuevas entradas hasta el Lunes 8 de Octubre. Ser felices.
miércoles, septiembre 19, 2007
martes, septiembre 18, 2007
Aeropuertos
Ayer estuve en Barajas esperando a un amigo mío que venía de disfrutar de unos días de vacaciones en París. Como era de esperar, le tocó un tiempo delicioso, tal y como decían los pronósticos, y un lógico retraso a la llegada de hora y media sobre el horario previsto, casi tan lógico y habitual que ya a nadie le extraña. Por ello tuve al ocasión de disfrutar de la espera algo más de lo previsto, y pude observar nuevamente que los aeropuertos son uno de los lugares más extraños, fascinantes y curiosos de nuestras ciudades, y nos enseñan mucho sobre nuestra forma de vida.
Empezando por el paradójico hecho, o eso al menos a mi me lo parece, de que a nadie de los que se encuentran en un aeropuerto le gustaría estar allí. Sí, plantéeselo la próxima vez, cuando vea terminales repletas, que todas esas personas lo único que quieren es abandonar ese lugar (quién lo diría) pero normalmente, gracias a las compañías aéreas, el gestor de los aeropuertos, el tiempo, Bin Laden o todo a la vez los planes de abandono sufren un retraso temporal muy acusado. Y entonces toca esperar. ¿Y qué hace uno mientras espera? Pues de todo. Hay gente que se pone nerviosa y empieza a dar apeos bruscos, con aire marcial, de un lado a otro, justo al lado del relajado, que opta por la siesta sin plazo final. Los hay que leen, hacen sudokus o se van a la cercana y habitualmente fría cafetería de turno y se toman algo, viendo pasar el paisaje desde sus mesas, mirando a la gente y a las chicas (es curioso cuantas y que guapas suelen ser las chicas que se mueven en los aeropuertos). En general dominan las caras de abulia, abatimiento y cierta sensación de engaño. Ayer, mientras esperaba, había grupos de personas que llevaban más de dos horas y media de retraso en un vuelo que provenía de Atenas, no se si cargado de políticos derrotados de las elecciones o de cenizas, y en esos casos empezaba a dominar más el cabreo que el puro hartazgo. Esperar en un aeropuerto se ha convertido en una profesión, un hábito que muchos practican más de l debido, y que destruye bastante la moral, porque una vez que estás allí, en uno de esos catedralicios edificios, las joyas de la arquitectura mundial, que incluso superan en tamaño y ambición a los centros comerciales, uno siente la sensación de que ha abandonado el mundo que conoce, y que se pone en manos de una serie de oscuros personajes, profesionales, técnicos y cuerpos que domina aquella miniciudad (a veces nada “mini”) e imponen su ley. Uno se resigna a los controles, chequeos, retrasos, esperas e incomodidades varias, y las asume de una manera extrañamente resignada, de tal forma que de producirse algo similar en la calle, en el mundo exterior, le provocarían un enojo y enfado monumental.
Y por cierto, un detalle práctico en medio de toda esta disertación. Para aquellos que vengan o se vayan de Madrid, ahora se debe pagar un suplemento de un euro tanto al entrar como al salir del metro en las terminales 1, 2, 3 y 4. Es obligatorio si se usa un billete sencillo o de diez viajes. Hay que coger un ticket de suplemento en las máquinas sitas antes de las canceladoras y, pese a que hay personal informando y explicando el procedimiento, es algo confuso llevarlo a cabo cuando desembarca una tropa de turistas con maletas que bloquean las máquinas expendedoras. A pesar del incremento, sigue siendo uno de los aeropuertos más baratos del mundo para acceder a él, pero ojo.
Empezando por el paradójico hecho, o eso al menos a mi me lo parece, de que a nadie de los que se encuentran en un aeropuerto le gustaría estar allí. Sí, plantéeselo la próxima vez, cuando vea terminales repletas, que todas esas personas lo único que quieren es abandonar ese lugar (quién lo diría) pero normalmente, gracias a las compañías aéreas, el gestor de los aeropuertos, el tiempo, Bin Laden o todo a la vez los planes de abandono sufren un retraso temporal muy acusado. Y entonces toca esperar. ¿Y qué hace uno mientras espera? Pues de todo. Hay gente que se pone nerviosa y empieza a dar apeos bruscos, con aire marcial, de un lado a otro, justo al lado del relajado, que opta por la siesta sin plazo final. Los hay que leen, hacen sudokus o se van a la cercana y habitualmente fría cafetería de turno y se toman algo, viendo pasar el paisaje desde sus mesas, mirando a la gente y a las chicas (es curioso cuantas y que guapas suelen ser las chicas que se mueven en los aeropuertos). En general dominan las caras de abulia, abatimiento y cierta sensación de engaño. Ayer, mientras esperaba, había grupos de personas que llevaban más de dos horas y media de retraso en un vuelo que provenía de Atenas, no se si cargado de políticos derrotados de las elecciones o de cenizas, y en esos casos empezaba a dominar más el cabreo que el puro hartazgo. Esperar en un aeropuerto se ha convertido en una profesión, un hábito que muchos practican más de l debido, y que destruye bastante la moral, porque una vez que estás allí, en uno de esos catedralicios edificios, las joyas de la arquitectura mundial, que incluso superan en tamaño y ambición a los centros comerciales, uno siente la sensación de que ha abandonado el mundo que conoce, y que se pone en manos de una serie de oscuros personajes, profesionales, técnicos y cuerpos que domina aquella miniciudad (a veces nada “mini”) e imponen su ley. Uno se resigna a los controles, chequeos, retrasos, esperas e incomodidades varias, y las asume de una manera extrañamente resignada, de tal forma que de producirse algo similar en la calle, en el mundo exterior, le provocarían un enojo y enfado monumental.
Y por cierto, un detalle práctico en medio de toda esta disertación. Para aquellos que vengan o se vayan de Madrid, ahora se debe pagar un suplemento de un euro tanto al entrar como al salir del metro en las terminales 1, 2, 3 y 4. Es obligatorio si se usa un billete sencillo o de diez viajes. Hay que coger un ticket de suplemento en las máquinas sitas antes de las canceladoras y, pese a que hay personal informando y explicando el procedimiento, es algo confuso llevarlo a cabo cuando desembarca una tropa de turistas con maletas que bloquean las máquinas expendedoras. A pesar del incremento, sigue siendo uno de los aeropuertos más baratos del mundo para acceder a él, pero ojo.
lunes, septiembre 17, 2007
El pianista
Ayer Televisión Española emitió por la 1 la película del pianista, emisión que seguramente cosechará buenas audiencias en su tramo final, pero que al principio sería seguido por muy poca gente, entre ellos yo, dado que toda la atención se centraba en el partido de baloncesto que perdió (qué pena) España. Aproveché los intermedios para ver el encuentro, pero seguí la película, porque es una de las que más me han emocionado estos últimos años, y a parte de recomendar su visionado a todo el mundo, es de esa que los colegios debieran hacer ver a sus alumnos, no se si en el tiempo de educación a al ciudadanía, pero educativa desde luego sí que es.
Hay muchas escenas de relumbrón que no voy a empezar a describir aquí de manera pormenorizada, pero en todas ellas Adrian Brody, actor al que yo no conocía hasta entonces, borda su papel del pianista Wlasdislaw Szpilman, adelgazando, destruyéndose a cada encuadre, representando fielmente al degeneración física de un cuerpo sometido a torturas inimaginables. Es imborrable el recuerdo, ya cercano al final, cuando el hombre toca el piano a petición de un sargento alemán, y los dedos y al nariz son prácticamente transparentes. Se diría que es su oda final, su despedida. Pero no, es su salvación. En el final se recoge uno de los pocos momentos humorísticos, cuando Brody, desvalido en una Varsovia destruida por completo, es confundido con un soldado alemán, debido al abrigo que le han dejado, y los rusos, que acaban de tomar la ciudad, empiezan a dispararle. Finalmente los rusos se dan cuenta de su error, y Szpilman es recibido como un héroe, reconocido y recuperado para la causa comunistas, que no contenta con la destrucción nazi causada en Polonia, se dedicó durante otro montón de años a aplastar y explotar al pobre y desdichado pueblo polaco, que en la película ya es mostrado como carne de cañón, y cuna de resistentes héroes. Quizá en este aspecto el régimen nazi sólo fue el prólogo de lo que le esperaba a Europa del Este durante el crudo siglo XX, pero la película ya no trata de eso. Describe el hundimiento de la sociedad ante la barbarie invasora, en un escenario occidental, europeo, en el que las muertes se enmarcan entre preludios de Chopin y sonatas para Violonchelo de Bach.
Sería muy interesante realizar una triple doble sesión doble de películas de la Segunda Guerra Mundial. Por una parte “El Pianista” y “La lista de Schlinder” podrían formar un díptico sobre el genocidio, mostrando la primera como se vivía en la ciudad, en los guetos, antes de los campos, y la segunda relatando la crudeza y desolación del exterminio en su grado más crudo. Seguidamente, la proyección de “Salvar al soldado Ryan” y “El Hundimiento” mostraría la reconquista de Europa y la caída en el abismo del régimen nazi. Y ya, para nota, degusten las dos películas (o joyas engarzadas) de Clint Eatswood sobre Iwo Jima, y puede que así obtengamos una visión real y descarnada de lo más atroz sucedido en el pasado siglo, y quizás en toda la historia.
Hay muchas escenas de relumbrón que no voy a empezar a describir aquí de manera pormenorizada, pero en todas ellas Adrian Brody, actor al que yo no conocía hasta entonces, borda su papel del pianista Wlasdislaw Szpilman, adelgazando, destruyéndose a cada encuadre, representando fielmente al degeneración física de un cuerpo sometido a torturas inimaginables. Es imborrable el recuerdo, ya cercano al final, cuando el hombre toca el piano a petición de un sargento alemán, y los dedos y al nariz son prácticamente transparentes. Se diría que es su oda final, su despedida. Pero no, es su salvación. En el final se recoge uno de los pocos momentos humorísticos, cuando Brody, desvalido en una Varsovia destruida por completo, es confundido con un soldado alemán, debido al abrigo que le han dejado, y los rusos, que acaban de tomar la ciudad, empiezan a dispararle. Finalmente los rusos se dan cuenta de su error, y Szpilman es recibido como un héroe, reconocido y recuperado para la causa comunistas, que no contenta con la destrucción nazi causada en Polonia, se dedicó durante otro montón de años a aplastar y explotar al pobre y desdichado pueblo polaco, que en la película ya es mostrado como carne de cañón, y cuna de resistentes héroes. Quizá en este aspecto el régimen nazi sólo fue el prólogo de lo que le esperaba a Europa del Este durante el crudo siglo XX, pero la película ya no trata de eso. Describe el hundimiento de la sociedad ante la barbarie invasora, en un escenario occidental, europeo, en el que las muertes se enmarcan entre preludios de Chopin y sonatas para Violonchelo de Bach.
Sería muy interesante realizar una triple doble sesión doble de películas de la Segunda Guerra Mundial. Por una parte “El Pianista” y “La lista de Schlinder” podrían formar un díptico sobre el genocidio, mostrando la primera como se vivía en la ciudad, en los guetos, antes de los campos, y la segunda relatando la crudeza y desolación del exterminio en su grado más crudo. Seguidamente, la proyección de “Salvar al soldado Ryan” y “El Hundimiento” mostraría la reconquista de Europa y la caída en el abismo del régimen nazi. Y ya, para nota, degusten las dos películas (o joyas engarzadas) de Clint Eatswood sobre Iwo Jima, y puede que así obtengamos una visión real y descarnada de lo más atroz sucedido en el pasado siglo, y quizás en toda la historia.
viernes, septiembre 14, 2007
El caso de la niña esa
La desaparición de la niña Madeleine McCann se ha convertido en la noticia del verano. El Algarbe portugués ha pasado de figurar en los folletos turísticos a ser la residencia de periodistas venidos de medio mundo a ver las andanzas de unos padres que han dado varias vueltas al globo proclamando su dolor, recaudando dinero, y que ahora e ven inmersos en acusaciones que les incriminan en la posible muerte de la niña. De dolientes a sospechosos, previo paso pro el vaticano y algunos bancos para recoger el dinero recaudado.
Y yo, quizás el más ingenuo del mundo, me pregunto, ¿Dónde está aquí la noticia? Ayer el telediario de las 21:00 de antena 3, con Matías Prats, el informativo de más audiencia de España, abría con las “nuevas y sorprendente revelaciones del caso Madeleine”, y le dedicaba espacio hasta las 21:08!!!!! Mi indignación alcanzó sus más altas cotas el 11 de Septiembre, el día más importante del año, en el que todas las televisiones empezaron sus informativos desde el Algarbe, no desde Manhattan. Para colmo de males, los ínclitos de Antena 3 no tuvieron otra ocurrencia que anunciar a bombo y platillo la emisión de una película que recrea los hechos del 11S... el 12 de Septiembre!!!!! Entonces, me preguntaba yo, qué van a poner la noche del 11S?? Debí habérmelo supuesto, Un programa de investigación (sic) sobre Madeleine, y TVE1 emitía otro programa igual justo cuando se acababa el de Antena 3. Y repito, ¿Dónde está la noticia? Si lo padres son los culpables, a la cárcel con ellos, y si no lo son, a encontrar al secuestrador y encerrar, pero fuera d eso me parece un asunto no más trascendente que otros, y que encima sucede de manera muy habitual, lamentablemente. Ayer, sin ir más lejos, se investigaba a un padre por la muerte de su hijo en Huelva y en las proximidades de Madrid una mujer arrojó a su hijo recién nacido al contenedlo de la basura, donde falleció. Trágico, horrible, espantoso, todo lo que ustedes quieran, pero no es noticia de portada, como de hecho no lo han sido estos dos sucesos, que eso es lo que son. Pero con la Madeleine de las narices no, todos los medios a todas horas con la niña, los padres, los vecinos, los abogados y el que pasaba por allí, con especiales y docudramas infinitos, que me vana a obligar a cambiar de canal cada vez que empiece a salir algo d este asunto por la tele.
Además, no se a que espera la policía para detener a los culpables, porque está clarísimo quién ha secuestrado a la niña y, probablemente, la ha matado. Basta con usar un razonamiento deductivo sobre quién ha sido el principal beneficiario. ¿Quién gana más con la desaparición y la muerte de la niña, su ausencia y su trágico final? ¿Quién tendría poderosos motivos para hacer algo así? ¿Qué rostro pondríamos al autor de semejante atrocidad y que sólo buscase un beneficio? Sí, creo que ustedes también lo han adivinado. Los culpables son las televisiones. El vídeo mató a la estrella de la radio, pero la televisión mató a Madeleine. Pobre niña, pobres nosotros.....
Y yo, quizás el más ingenuo del mundo, me pregunto, ¿Dónde está aquí la noticia? Ayer el telediario de las 21:00 de antena 3, con Matías Prats, el informativo de más audiencia de España, abría con las “nuevas y sorprendente revelaciones del caso Madeleine”, y le dedicaba espacio hasta las 21:08!!!!! Mi indignación alcanzó sus más altas cotas el 11 de Septiembre, el día más importante del año, en el que todas las televisiones empezaron sus informativos desde el Algarbe, no desde Manhattan. Para colmo de males, los ínclitos de Antena 3 no tuvieron otra ocurrencia que anunciar a bombo y platillo la emisión de una película que recrea los hechos del 11S... el 12 de Septiembre!!!!! Entonces, me preguntaba yo, qué van a poner la noche del 11S?? Debí habérmelo supuesto, Un programa de investigación (sic) sobre Madeleine, y TVE1 emitía otro programa igual justo cuando se acababa el de Antena 3. Y repito, ¿Dónde está la noticia? Si lo padres son los culpables, a la cárcel con ellos, y si no lo son, a encontrar al secuestrador y encerrar, pero fuera d eso me parece un asunto no más trascendente que otros, y que encima sucede de manera muy habitual, lamentablemente. Ayer, sin ir más lejos, se investigaba a un padre por la muerte de su hijo en Huelva y en las proximidades de Madrid una mujer arrojó a su hijo recién nacido al contenedlo de la basura, donde falleció. Trágico, horrible, espantoso, todo lo que ustedes quieran, pero no es noticia de portada, como de hecho no lo han sido estos dos sucesos, que eso es lo que son. Pero con la Madeleine de las narices no, todos los medios a todas horas con la niña, los padres, los vecinos, los abogados y el que pasaba por allí, con especiales y docudramas infinitos, que me vana a obligar a cambiar de canal cada vez que empiece a salir algo d este asunto por la tele.
Además, no se a que espera la policía para detener a los culpables, porque está clarísimo quién ha secuestrado a la niña y, probablemente, la ha matado. Basta con usar un razonamiento deductivo sobre quién ha sido el principal beneficiario. ¿Quién gana más con la desaparición y la muerte de la niña, su ausencia y su trágico final? ¿Quién tendría poderosos motivos para hacer algo así? ¿Qué rostro pondríamos al autor de semejante atrocidad y que sólo buscase un beneficio? Sí, creo que ustedes también lo han adivinado. Los culpables son las televisiones. El vídeo mató a la estrella de la radio, pero la televisión mató a Madeleine. Pobre niña, pobres nosotros.....
jueves, septiembre 13, 2007
Retirada!!! Retirada!!!!
Ayer hubo un fuerte terremoto en Indonesia, pero casi imperceptible frente a la sacudida producida en el PNV con el anuncio de la marcha de su actual presidente, José Jon Imaz. Y no sólo el PNV. Todos los partidos políticos estaban ayer entre asombrados y preocupados por la marcha de un dirigente moderado, en abierta pugna por el control del partido frente a un grupo más radical, encabezado por Joseba Egibar y el ínclito Ibarretexe, con el paraguas inevitable de Arzallus de fondo. Resulta deprimente que en esta batalla sean las huestes de Imaz las que toquen a retirada, pero se vuelve a cumplir eso de que en caso de revuelta simpre ganan los más radicales.
A mi al noticia me cogió de golpe y sorpresa total. No me la esperaba para nada, y menos que, ajunto con la retirada de su candidatura a la presidencia del PNV, Imaz anunciase su abandono completo de la política. Y al verdad es que visto lo visto me parece bastante coherente lo que ha hecho. Pese a que la historia viene de lejos, se puede decir que la batalla pública entre los sectores nacionalistas empezó el 15 de Julio, con la publicación del ya famoso artículo “No imponer, no impedir”. En el Imaz apoyaba la celebración de una consulta a los vascos y vascas (Ibarretxe dixit) pero teniendo muy claro que lo primero es acabar con ETA, destruir su entramado y conseguir que la libertad no esté sólo al alcance de unos pocos , como ahora. Era un paso firme en la senda de aparcar las reivindicaciones nacionalistas en aras de lograr la unidad frente al terror, no olvidemos que de origen nacionalista. Este artículo provocó un revuelo enorme en el País Vasco, y críticas de los sectores nacionalistas más duros, curiosamente no salidas en un principio del PNV, sino de Eusko Alkartasuna y de Ezker Batua (IU en el País Vasco), actuales socios de gobierno del PNV, auténticos vividores del presupuesto público y ejercitantes profesionales en el ejercicio de un papel de “aprovechao” de la coyuntura bastante cínico y deleznable. Ibarretexe, firme e iluminado promotor de su fantasiosa consulta, en ausencia de violencia en un principio, pero ahora con ella para así amedrentar a los contrarios, salió respondón, y mantuvo sus ideas soberanistas frente a la postura más pragmática de Imaz. Y luego habló el patriarca Arzalluz, en una entrevista en El País en la que mostraba su profunda discrepancia con la actual línea del PNV. En fin, que todo eran golpes contra la línea Imaz. El único que ha salido públicamente ha defender su postura ha sido Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao, pero que al parecer no cuenta con mucho peso en el partido. El resto, o se han callado o no han dicho nada relevante.
Y yo, ¿Qué opino de todo esto? Bueno, como atacante profesional del PNV y de, como mínimo, todo partido nacionalista, me da pena que se vaya alguien como Imaz, con el que mantengo diferencias ideológica de fondo, pero que posee un talante (sobada palabra, pero cierta en este caso) y un criterio de modernidad en el discurso y la estética poco habituales en la política no sólo vasca, sino en el conjunto de España. Curiosamente es uno de los pocos políticos a los que he elogiado desde esta improvisada tribuna, y en su marcha muestra un rasgo de coherencia frente a las fuerzas que se le oponen que le dignifica aún más. El péndulo patriótico del PNV apunta al radicalismo. Saldremos perdiendo con el cambio, no lo duden.
A mi al noticia me cogió de golpe y sorpresa total. No me la esperaba para nada, y menos que, ajunto con la retirada de su candidatura a la presidencia del PNV, Imaz anunciase su abandono completo de la política. Y al verdad es que visto lo visto me parece bastante coherente lo que ha hecho. Pese a que la historia viene de lejos, se puede decir que la batalla pública entre los sectores nacionalistas empezó el 15 de Julio, con la publicación del ya famoso artículo “No imponer, no impedir”. En el Imaz apoyaba la celebración de una consulta a los vascos y vascas (Ibarretxe dixit) pero teniendo muy claro que lo primero es acabar con ETA, destruir su entramado y conseguir que la libertad no esté sólo al alcance de unos pocos , como ahora. Era un paso firme en la senda de aparcar las reivindicaciones nacionalistas en aras de lograr la unidad frente al terror, no olvidemos que de origen nacionalista. Este artículo provocó un revuelo enorme en el País Vasco, y críticas de los sectores nacionalistas más duros, curiosamente no salidas en un principio del PNV, sino de Eusko Alkartasuna y de Ezker Batua (IU en el País Vasco), actuales socios de gobierno del PNV, auténticos vividores del presupuesto público y ejercitantes profesionales en el ejercicio de un papel de “aprovechao” de la coyuntura bastante cínico y deleznable. Ibarretexe, firme e iluminado promotor de su fantasiosa consulta, en ausencia de violencia en un principio, pero ahora con ella para así amedrentar a los contrarios, salió respondón, y mantuvo sus ideas soberanistas frente a la postura más pragmática de Imaz. Y luego habló el patriarca Arzalluz, en una entrevista en El País en la que mostraba su profunda discrepancia con la actual línea del PNV. En fin, que todo eran golpes contra la línea Imaz. El único que ha salido públicamente ha defender su postura ha sido Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao, pero que al parecer no cuenta con mucho peso en el partido. El resto, o se han callado o no han dicho nada relevante.
Y yo, ¿Qué opino de todo esto? Bueno, como atacante profesional del PNV y de, como mínimo, todo partido nacionalista, me da pena que se vaya alguien como Imaz, con el que mantengo diferencias ideológica de fondo, pero que posee un talante (sobada palabra, pero cierta en este caso) y un criterio de modernidad en el discurso y la estética poco habituales en la política no sólo vasca, sino en el conjunto de España. Curiosamente es uno de los pocos políticos a los que he elogiado desde esta improvisada tribuna, y en su marcha muestra un rasgo de coherencia frente a las fuerzas que se le oponen que le dignifica aún más. El péndulo patriótico del PNV apunta al radicalismo. Saldremos perdiendo con el cambio, no lo duden.
miércoles, septiembre 12, 2007
Tuberías
Pues resulta que ya desde hace varios mese vivía en mi casa, concretamente en el techo del cuarto de baño, una bella mancha y una ardorosa grieta que revoloteaban juntas, amándose y extendiéndose poco a poco sobre mi cabeza. Pese a su aspecto atemorizante no les hacía yo mucho caso, ya que es conocido por casi todo el mundo lo que me preocupo por asuntos poco importantes, o de otras personas, pero mantengo una profunda indolencia en lo que se refiere a mis propios problemas. Pensaba yo eso de “ya le avisaré al vecino, ya le avisaré”, y justo el Jueves pasado, al legar a casa, la grieta rompió aguas.
Hijos no tuvo, no, pero sí unas bellas y esféricas gotitas que, poco a poco, caían sobre mi baño. Pensé para mi que no podía ser. El Viernes siguiente me iba a Elorrio y el Jueves 22 me voy de vacaciones, no puede complicarse esto ahora, precisamente ahora. Pues sí, se complicó. Subí a donde el vecino, lo miramos, y quedó en avisar al seguro de su casa, y yo puse el clásico cubo en el suelo para recoger lo que cayera. Al llegar el Domingo no había mucho agua en el cubo, dos dedos escasos, pero suficientes para perturbar. El Lunes me llamó el vecino y me confirmo que esa misma tarde se pasaría el fontanero a echar un vistazo. Llegó (por cierto, curiosamente era español. Ambos esperábamos un rumano, ecuatoriano,... peo no) rompió parte de mi techo y descubrió que la avería era causada por el mal empalme de la tubería de bajante de la taza del baño del vecino. Puso unos cartones con esparadrapos en mi techo para cubrir el agujero y allí me quede yo para limpiar, sacando unos bellos pedazos de arena oscura, húmeda y maloliente. Ayer Martes, el 11 de Septiembre, vino el fontanero al piso de arriba, picó y picó con fuerza y arregló su avería, y por la tarde, estando yo ya en el trabajo, apareció el albañil del seguro y cubrió el agujero del cuarto piso, se supone que convenientemente. El problemas es que en mi baño sigue habiendo unos cartones y cinta aislante en el techo, algo combados, por cierto, y supongo que el albañil no se demorará en exceso para venir y taparme al agujero de una manera más o menos definitiva, porque esa chapuza de cartón, que por ahora ha soportado el peso y al obra mejor de lo que esperaba no es eterna, o no debiera serlo.....
Además, hace tiempo que pensaba yo en hacer obra en el baño, quitar la minibañera y poner un plato de ducha con mampara, y una cisterna de doble tirador, para carga completa y ahorro, y como tengo un baño enano romper una baldosa equivale a tirar media habitación, así que estaba en proceso de concienciación de al obra y, sobre todo, de su coste, pero ahora ya me veo abocado a pedir presupuesto, agarrarme a donde pueda, acordarme del euribor y de lo caro que es el tubo de bajante de PVC (algún fontanero dirá eso de “ya sabe, el biodiesel”) y prepararme para el pico, pala y escombro. Menos mal que será después de vacaciones.
Hijos no tuvo, no, pero sí unas bellas y esféricas gotitas que, poco a poco, caían sobre mi baño. Pensé para mi que no podía ser. El Viernes siguiente me iba a Elorrio y el Jueves 22 me voy de vacaciones, no puede complicarse esto ahora, precisamente ahora. Pues sí, se complicó. Subí a donde el vecino, lo miramos, y quedó en avisar al seguro de su casa, y yo puse el clásico cubo en el suelo para recoger lo que cayera. Al llegar el Domingo no había mucho agua en el cubo, dos dedos escasos, pero suficientes para perturbar. El Lunes me llamó el vecino y me confirmo que esa misma tarde se pasaría el fontanero a echar un vistazo. Llegó (por cierto, curiosamente era español. Ambos esperábamos un rumano, ecuatoriano,... peo no) rompió parte de mi techo y descubrió que la avería era causada por el mal empalme de la tubería de bajante de la taza del baño del vecino. Puso unos cartones con esparadrapos en mi techo para cubrir el agujero y allí me quede yo para limpiar, sacando unos bellos pedazos de arena oscura, húmeda y maloliente. Ayer Martes, el 11 de Septiembre, vino el fontanero al piso de arriba, picó y picó con fuerza y arregló su avería, y por la tarde, estando yo ya en el trabajo, apareció el albañil del seguro y cubrió el agujero del cuarto piso, se supone que convenientemente. El problemas es que en mi baño sigue habiendo unos cartones y cinta aislante en el techo, algo combados, por cierto, y supongo que el albañil no se demorará en exceso para venir y taparme al agujero de una manera más o menos definitiva, porque esa chapuza de cartón, que por ahora ha soportado el peso y al obra mejor de lo que esperaba no es eterna, o no debiera serlo.....
Además, hace tiempo que pensaba yo en hacer obra en el baño, quitar la minibañera y poner un plato de ducha con mampara, y una cisterna de doble tirador, para carga completa y ahorro, y como tengo un baño enano romper una baldosa equivale a tirar media habitación, así que estaba en proceso de concienciación de al obra y, sobre todo, de su coste, pero ahora ya me veo abocado a pedir presupuesto, agarrarme a donde pueda, acordarme del euribor y de lo caro que es el tubo de bajante de PVC (algún fontanero dirá eso de “ya sabe, el biodiesel”) y prepararme para el pico, pala y escombro. Menos mal que será después de vacaciones.
martes, septiembre 11, 2007
11 de septiembre
Aunque la gente se ría cuando lo digo, hoy para mi es el día más importante del año, quizás el primero, y llevo casi todo él “disfrutando” de la fontanería casera..... En fin, sólo un recuerdo de seis de los momentos que hoy conmemoramos que, querámoslo o no, han cambiado nuestras vidas para siempre:
08:45 de la mañana, 14:45 horas en España. El vuelo 11 de la compañía American Airlines, que realizaba el trayecto Boston-Los Ángeles, con 81 pasajeros y 11 miembros de la tripulación a bordo, se estrella contra la torre Norte del World Trade Center
09:03 de la mañana, 15:03 horas en España. El vuelo 175 de United Airlines, que viajaba de Boston a Los Ángeles con 56 pasajeros y 7 miembros de tripulación se estrella contra la torre Sur del World trade Center
09:43 de la mañana, 15:43 horas en España. El vuelo 77 de American Airlines, un Boeing 757 que realizaba el trayecto del aeropuerto Dulles en Washington a Los Ángeles, con 58 pasajeros a bordo y 6 tripulantes Un tercer avión se estrella contra el edificio del Pentágono, en Virginia
10:00 de la mañana, 16:00 horas en España. La Torre Sur del World Trade Center se desploma.
10:06 de la mañana, 16:06 horas en España). El vuelo 93 de United Airlines, que viajaba de Newark, New Jersey, a San Francisco se estrella en Sommerset, cerca de Pittsburg
10:29 de la mañana, 16:29 horas en España. Se desploma la Torre Norte del World Trade Center
08:45 de la mañana, 14:45 horas en España. El vuelo 11 de la compañía American Airlines, que realizaba el trayecto Boston-Los Ángeles, con 81 pasajeros y 11 miembros de la tripulación a bordo, se estrella contra la torre Norte del World Trade Center
09:03 de la mañana, 15:03 horas en España. El vuelo 175 de United Airlines, que viajaba de Boston a Los Ángeles con 56 pasajeros y 7 miembros de tripulación se estrella contra la torre Sur del World trade Center
09:43 de la mañana, 15:43 horas en España. El vuelo 77 de American Airlines, un Boeing 757 que realizaba el trayecto del aeropuerto Dulles en Washington a Los Ángeles, con 58 pasajeros a bordo y 6 tripulantes Un tercer avión se estrella contra el edificio del Pentágono, en Virginia
10:00 de la mañana, 16:00 horas en España. La Torre Sur del World Trade Center se desploma.
10:06 de la mañana, 16:06 horas en España). El vuelo 93 de United Airlines, que viajaba de Newark, New Jersey, a San Francisco se estrella en Sommerset, cerca de Pittsburg
10:29 de la mañana, 16:29 horas en España. Se desploma la Torre Norte del World Trade Center
lunes, septiembre 10, 2007
Cenas y encuentros
Este fin de semana que he pasado en Elorrio era el segundo y último de las fiestas locales, fiestas que me da la impresión cada vez congregan a menos gente. Recuerdo cuando era un crío y atravesar la calle del río era un odisea, y el hecho de perderte entre la multitud un temor referencial. Ahora los huecos proliferan por todas partes, y la edad media de los presentes es bajísima, llegando por momentos asentirse uno como en un jardín de infancia. Bueno, cierto es que ellos cada vez salen antes, y que yo sigo escalando peldaños en el árbol de la edad.
La cuestión es que había quedado este Sábado para cenar con un grupo de amigos y allí nos fuimos, al Guria, un local muy famoso en el pueblo. Éramos un total de trece personas, puestos en una mesa alargada con presidencia y dos filas de seis. Detrás nuestro había una mesa más larga con un grupo de señoras y señores de entorno a los cincuenta años, y un poco más allá una mesa circular con unas diez o doce chicas vestidas con cuernos en la cabeza y un atuendo de diablesa con tridente típico de despedida de soltera. Llevé la cámara de fotos y saqué unas cuantas a nuestra tropa, pero se ve que eso hizo cundir al envidia, porque al rato me vino uno de los señores de al mesa de al lado para que les sacara unas fotos a ellos. Yo le comenté que de acuerdo, pero que veía difícil dárselas en algún momento porque no les conocía de nada. Una señora, presta y rápida, se ofreció voluntaria y me dio su dirección de correo electrónico, y con ella en la mano les saqué algunas imágenes. Y no se si por celos o por envidia, pero el efecto imitación es poderoso, y casi al instante las chicas de la despedida empezaron a pedir que a ellas también les sacase algunas fotos, y vuelta nuevamente a pedir una dirección de correo, y a obtenerla, y a sacar más fotos, con lo que mi complejo de fotógrafo de bodas y postines empieza a ser no sólo creciente, sino también razonado. Finalmente, entre foto y foto, conseguí acabar la cena, y me vino nuevamente el señor del primer grupo a agradecerme que les hubiese fotografiado, y que si quería podía enviarme un muestrario de productos cárnicos, que al parecer en eso trabajaba el señor. Yo le dije que no era necesario, y que encima vivía algo lejos de Elorrio (400 kilómetros más o menos).
Nos pusimos a hablar un poco, lo típico para saber de que familia era yo y demás, y resulta que él, que no era de Elorrio, sí le conocía a un tío mío por la implicación que tuvo en la gestión del grupo ciclista local, lo que demuestra que los pueblos pequeños son un pañuelo, y que al final todo el mundo, sea por una causa o por otras, se conoce entre sí. Ya le comenté que sí quería darme algún obsequio se lo remitiera a él, que yo no necesitaba nada. Qué cosas le pueden pasar a uno ya, se ve que pese a no ser famoso siempre me acaba pasando algo, en este caso positivo.
La cuestión es que había quedado este Sábado para cenar con un grupo de amigos y allí nos fuimos, al Guria, un local muy famoso en el pueblo. Éramos un total de trece personas, puestos en una mesa alargada con presidencia y dos filas de seis. Detrás nuestro había una mesa más larga con un grupo de señoras y señores de entorno a los cincuenta años, y un poco más allá una mesa circular con unas diez o doce chicas vestidas con cuernos en la cabeza y un atuendo de diablesa con tridente típico de despedida de soltera. Llevé la cámara de fotos y saqué unas cuantas a nuestra tropa, pero se ve que eso hizo cundir al envidia, porque al rato me vino uno de los señores de al mesa de al lado para que les sacara unas fotos a ellos. Yo le comenté que de acuerdo, pero que veía difícil dárselas en algún momento porque no les conocía de nada. Una señora, presta y rápida, se ofreció voluntaria y me dio su dirección de correo electrónico, y con ella en la mano les saqué algunas imágenes. Y no se si por celos o por envidia, pero el efecto imitación es poderoso, y casi al instante las chicas de la despedida empezaron a pedir que a ellas también les sacase algunas fotos, y vuelta nuevamente a pedir una dirección de correo, y a obtenerla, y a sacar más fotos, con lo que mi complejo de fotógrafo de bodas y postines empieza a ser no sólo creciente, sino también razonado. Finalmente, entre foto y foto, conseguí acabar la cena, y me vino nuevamente el señor del primer grupo a agradecerme que les hubiese fotografiado, y que si quería podía enviarme un muestrario de productos cárnicos, que al parecer en eso trabajaba el señor. Yo le dije que no era necesario, y que encima vivía algo lejos de Elorrio (400 kilómetros más o menos).
Nos pusimos a hablar un poco, lo típico para saber de que familia era yo y demás, y resulta que él, que no era de Elorrio, sí le conocía a un tío mío por la implicación que tuvo en la gestión del grupo ciclista local, lo que demuestra que los pueblos pequeños son un pañuelo, y que al final todo el mundo, sea por una causa o por otras, se conoce entre sí. Ya le comenté que sí quería darme algún obsequio se lo remitiera a él, que yo no necesitaba nada. Qué cosas le pueden pasar a uno ya, se ve que pese a no ser famoso siempre me acaba pasando algo, en este caso positivo.
viernes, septiembre 07, 2007
Ladran, luego cabalgamos
La gran noticia política, en el arranque de este movido curso, ha sido el anuncio de Rosa Díez de que abandona el PSOE y se dispone a formar parte del proyecto político liderado por Basta ya, a través de su agrupación política encarnada actualmente en Plataforma Pro. Este anuncio ha sido recibido con ilusión por gran parte de la ciudadanía, que considera a Díez como un exponente de coherencia y valentía en estos tiempos de cobardes y melifluos. Pero no todo han sido espaldarazos, no. Ha habido muchas críticas destempladas y otras más calladas, pero igualmente rencorosas.
¿Y de donde ha venido tanta crítica? Pues que curioso, del propio PSOE (las ruidosas) y del PP (las silenciosas). Se han llegado a decir cosas como que estos experimentos políticos son nocivos, y que los votantes no necesitan nuevas fuerzas electorales. Claro está que esto lo dicen aquellos que viven a cuenta de los votantes, y que les revienta que alguien intente entrar en su monopolio. Porque, esto hay que repetirlo muchas veces, pero es tan obvio que no me entra en la cabeza que haya que hacerlo, los partidos políticos sin sus votantes no son NADA. Los votantes NO son de ningún partido. Los votantes son, somos, ciudadanos libres que elegimos entre las alternativas que se nos ofrecen (una de ellas no me gusta nada, pero es no elegir). Los votos no son del PSOE, el PP, IU o la combinación de letras que uno quiera usar, pero al parecer los regentes de la partitocracia en la que se ha convertido la democracia española no conciben que alguien pueda presentarse fuera de sus rediles, con ideas propias, frescas, sensatas y realmente atractivas, como es el caso de la plataforma que encabezan Rosa Díez y el insigne Fernando Savater, intelectual de los de verdad, no de los de pesebre subvencionado y militancia manifestera a golpe de chequera del Ministerio de Cultura. Ayer Rosa Molló, la corresponsal en Nueva York de TVE1, se mofaba del partido republicano norteamericano porque un actor, Fred Thompson, se quiere presentar como candidato a presidente el año que viene, y concita más popularidad que los otros SIETE candidatos, que en sus debates públicos no logran destacar entre ellos ni en el potencial electorado republicano. Siete, ocho con Thompson, ocho aspirantes republicanos que debaten en público entre ellos, y que serán elegidos por sus electores para saber quién es el candidato a presidente. Y los demócratas hacen lo mismo....... ¿Alguien se imagina aquí algo parecido? Eso es democracia de verdad.
Pero nosotros tranquilos, instalados en la república bananera. Díez denuncia la sumisión del PSOE al nacionalismo y su actuación falaz en el mal llamado proceso de paz y debe irse del partido, cuasi expulsada, y tachada de renegada y traidora. Y en el PP Alberto Ruíz Gallardón quiere ser presidente del gobierno (para eso está un político, no??) y el partido se divide entre los que le odian a muerte y los que le soportan. Y después, acto del PPSOE de autoafirmación, autobombo y proclama unánime de candidatos, que como pierdan serán acuchillados en público tras las elecciones. Ánimo Rosa, en vaya fango te metes...... pero eres fuerte y tienes razón. Resiste y muéstranos otro camino.
¿Y de donde ha venido tanta crítica? Pues que curioso, del propio PSOE (las ruidosas) y del PP (las silenciosas). Se han llegado a decir cosas como que estos experimentos políticos son nocivos, y que los votantes no necesitan nuevas fuerzas electorales. Claro está que esto lo dicen aquellos que viven a cuenta de los votantes, y que les revienta que alguien intente entrar en su monopolio. Porque, esto hay que repetirlo muchas veces, pero es tan obvio que no me entra en la cabeza que haya que hacerlo, los partidos políticos sin sus votantes no son NADA. Los votantes NO son de ningún partido. Los votantes son, somos, ciudadanos libres que elegimos entre las alternativas que se nos ofrecen (una de ellas no me gusta nada, pero es no elegir). Los votos no son del PSOE, el PP, IU o la combinación de letras que uno quiera usar, pero al parecer los regentes de la partitocracia en la que se ha convertido la democracia española no conciben que alguien pueda presentarse fuera de sus rediles, con ideas propias, frescas, sensatas y realmente atractivas, como es el caso de la plataforma que encabezan Rosa Díez y el insigne Fernando Savater, intelectual de los de verdad, no de los de pesebre subvencionado y militancia manifestera a golpe de chequera del Ministerio de Cultura. Ayer Rosa Molló, la corresponsal en Nueva York de TVE1, se mofaba del partido republicano norteamericano porque un actor, Fred Thompson, se quiere presentar como candidato a presidente el año que viene, y concita más popularidad que los otros SIETE candidatos, que en sus debates públicos no logran destacar entre ellos ni en el potencial electorado republicano. Siete, ocho con Thompson, ocho aspirantes republicanos que debaten en público entre ellos, y que serán elegidos por sus electores para saber quién es el candidato a presidente. Y los demócratas hacen lo mismo....... ¿Alguien se imagina aquí algo parecido? Eso es democracia de verdad.
Pero nosotros tranquilos, instalados en la república bananera. Díez denuncia la sumisión del PSOE al nacionalismo y su actuación falaz en el mal llamado proceso de paz y debe irse del partido, cuasi expulsada, y tachada de renegada y traidora. Y en el PP Alberto Ruíz Gallardón quiere ser presidente del gobierno (para eso está un político, no??) y el partido se divide entre los que le odian a muerte y los que le soportan. Y después, acto del PPSOE de autoafirmación, autobombo y proclama unánime de candidatos, que como pierdan serán acuchillados en público tras las elecciones. Ánimo Rosa, en vaya fango te metes...... pero eres fuerte y tienes razón. Resiste y muéstranos otro camino.
jueves, septiembre 06, 2007
Me equivoqué
Vaya, vaya, el BCE no ha subido los tipos, los ha dejado igual, por lo que me equivoqué en mi previsión de alza............. bien!!!!!!! :-))))))))
Tutto
A eso de las cinco de la mañana ha muerto Luciano Pavarotti (y yo estoy escribiendo esto tres horas después, y publicándolo en breve, fascinante... esto es Internet). Ya hace tres semanas corrieron rumores de que estaba enfermo de neumonía, y debilitado tras las operaciones efectuadas para librarle del cáncer, su cuerpo no estaba en condiciones de una lucha prolongada, pero al parecer salió de aquella, aunque no por mucho tiempo. Ese cáncer parece haber sido el culpable de llevárselo a la tumba y privarnos para siempre de su voz y de su presencia en directo.
No soy un experto en ópera, ni tengo cientos de discos sobre Luciano, por lo que musicalmente sólo puedo afirmar que me gustaba y que, según los entendidos, era un genio. Su personaje, una especie de encarnación física de Pantuflo Zapatillas, el padre de Zipi y Zape, era conocido en todo el mundo. La imagen del tenor con sus pañuelos, su frondas de pelo sudoroso y ese gesto tranquilo y bonachón encarnaban la imagen arquetípica del tenor italiano. Además Pavarotti fue uno de los principales impulsores de eso que se ha dado en llamar la fusión de estilos, o mezclas entre tipos de música en principio no muy afines, que habitualmente producen resultados calamitosos, pero otras, las menos, generan frutos apreciables. Si la unión de Bebo Valdés y el Cigala produjo aquel éxito llamado Lágrimas Negras, no es menos cierto que las canciones napolitanas, cantadas y difundidas por Pavarotti, han llegado a todo el mundo. El espectáculo de los tres tenores, en el que Pavarotti consiguió enrolar a José Carreras (quién diría que él iba a sobrevivir más que alguno de sus compañeros) y a Plácido Domingo cosechó un éxito absoluto, mundial, aunque es cierto que la crítica lo trató de una manera algo dura y a mi, gustándome, no era lo que más me llenaba. Pero sirvió para que mucha gente que tenía miedo a la ópera, o a un tenor, por verlo algo serio, lejano y distante, se atreviera a oírlo, y descubriera que la voz portentosa de un genio como Luciano es algo al alcance de unos pocos, sí, pero el disfrutar de ella es accesible para todo el mundo. Y sólo por eso Pavarotti se merecería una gran reseña musical, pero los entendidos ya le tienen en el pedestal que se merece.
En los últimos años, aquejado de esa grave enfermedad degenerativa llamada fama, fue más popular Pavarotti por sus matrimonios, divorcios y reuniones con famosos de alterne o música ligera que por su labor operística. Hace pocos años se retiró de los escenarios, ya enfermo, y al parecer preparaba un nuevo disco de estudio, quizás para así poder gritar alto y claro su desesperación, y mostrar su fuerza frente a la enfermedad que al final le ha podido. Probablemente hoy mi madre ponga el “Nessun Dorma” en casa y se entristezca al saber que Luciano se ha muerto. Una pena..... y que los ángeles lo disfruten.
No soy un experto en ópera, ni tengo cientos de discos sobre Luciano, por lo que musicalmente sólo puedo afirmar que me gustaba y que, según los entendidos, era un genio. Su personaje, una especie de encarnación física de Pantuflo Zapatillas, el padre de Zipi y Zape, era conocido en todo el mundo. La imagen del tenor con sus pañuelos, su frondas de pelo sudoroso y ese gesto tranquilo y bonachón encarnaban la imagen arquetípica del tenor italiano. Además Pavarotti fue uno de los principales impulsores de eso que se ha dado en llamar la fusión de estilos, o mezclas entre tipos de música en principio no muy afines, que habitualmente producen resultados calamitosos, pero otras, las menos, generan frutos apreciables. Si la unión de Bebo Valdés y el Cigala produjo aquel éxito llamado Lágrimas Negras, no es menos cierto que las canciones napolitanas, cantadas y difundidas por Pavarotti, han llegado a todo el mundo. El espectáculo de los tres tenores, en el que Pavarotti consiguió enrolar a José Carreras (quién diría que él iba a sobrevivir más que alguno de sus compañeros) y a Plácido Domingo cosechó un éxito absoluto, mundial, aunque es cierto que la crítica lo trató de una manera algo dura y a mi, gustándome, no era lo que más me llenaba. Pero sirvió para que mucha gente que tenía miedo a la ópera, o a un tenor, por verlo algo serio, lejano y distante, se atreviera a oírlo, y descubriera que la voz portentosa de un genio como Luciano es algo al alcance de unos pocos, sí, pero el disfrutar de ella es accesible para todo el mundo. Y sólo por eso Pavarotti se merecería una gran reseña musical, pero los entendidos ya le tienen en el pedestal que se merece.
En los últimos años, aquejado de esa grave enfermedad degenerativa llamada fama, fue más popular Pavarotti por sus matrimonios, divorcios y reuniones con famosos de alterne o música ligera que por su labor operística. Hace pocos años se retiró de los escenarios, ya enfermo, y al parecer preparaba un nuevo disco de estudio, quizás para así poder gritar alto y claro su desesperación, y mostrar su fuerza frente a la enfermedad que al final le ha podido. Probablemente hoy mi madre ponga el “Nessun Dorma” en casa y se entristezca al saber que Luciano se ha muerto. Una pena..... y que los ángeles lo disfruten.
miércoles, septiembre 05, 2007
Loterías
Ayer fue un mal día para la economía nacional. Las cifras de paro dieron un susto, con un repunte en Agosto bastante serio, Argelia fastidió un importante contrato a Repsol y Gas Natural por, creo yo, la posición política del gobierno español en el contencioso del Sahara (Marruecos y Argelia se llevan muy mal por este y otros asuntos) y el índice de confianza del consumidor, elaborado por el ICO, disminuyó notablemente, situándose en los 86,5 puntos. Es sabido que la economía funciona mucho a base de irracionales creencias y expectativas, y parece que empiezan a dibujarse nubes oscuras en el horizonte.
Y para rematar la semana, mañana, desde Frankfurt, tendremos una nueva edición del sorteo de los Euromillones negativos, en el que jugamos muchos ciudadanos. Se reúne el Banco Central Europeo (BCE) y allí, a orillas del Meno, Trichet y los suyos deben optar por una de las tres clásicas alternativas. Subir los tipos, dejarlos como están o bajarlos. Hagan lo que hagan el Euribor seguirá el mismo camino, aunque seguro que también los habrá que piensen que el Euribor subirá independientemente de lo que diga el BCE. Para las familias españolas una subida de los tipos puede ser muy dura, aumentando el volumen de deuda mensual y empujando a la insolvencia a un grupo mayor de personas, con lo que la famosa morosidad subiría, y mucho. Una bajada sería celebrada como si hubiesen caído las olimpiadas en cada capital de España. No se vería gente con champán por la calle, pero el sentimiento sería similar. Eliminaría opresión en el mercado y tranquilizaría los ánimos. No tocarlos sería una especie de esperar y ver, el BCE actuaría de menara prudente y dejaría abiertas las puertas para todo tipo de interpretaciones. Supondría un parón en al subida de tipos, pero probablemente sólo durante unos pocos mese. ¿Qué decisión se tomará? A saber. A favor de al subida de tipos juega que la inflación europea se esta disparando a cuenta de los cereales y el encarecimiento de los bienes de consumo básico, y que el petróleo no afloja. También serviría para dar un mensaje de firmeza a los mercados, mostrando que la independencia del BCE está a salvo de Sarkozy y de aquellos que pretenden convertirlo en instrumento de los gobiernos, cosa que no es.
Pero una subida también tendría efectos negativos, y no sólo en España. Encarecería aún más el euro, lo que dificultaría las exportaciones de economías muy abiertas como la alemana, ralentizaría el crecimiento en la Unión, ya de por sí débil, y sería contradictorio con las últimas inyecciones de capital suministradas con motivo de la crisis subprime. Como verán, argumentos de sobra para justificar cualquier movimiento visto a posteriori, pero inútiles para predecir con fiabilidad lo que vaya a suceder. La solución, mañana al mediodía. ¿Me mojo y hago un pronóstico? Trichet anunció hace semanas que los subiría, y no creo que se deje llevar por la presión. A ver si me equivoco, pero predigo una subida de 0,25 puntos. Espero fallar y quedar muy muy muy mal :-)......
Y para rematar la semana, mañana, desde Frankfurt, tendremos una nueva edición del sorteo de los Euromillones negativos, en el que jugamos muchos ciudadanos. Se reúne el Banco Central Europeo (BCE) y allí, a orillas del Meno, Trichet y los suyos deben optar por una de las tres clásicas alternativas. Subir los tipos, dejarlos como están o bajarlos. Hagan lo que hagan el Euribor seguirá el mismo camino, aunque seguro que también los habrá que piensen que el Euribor subirá independientemente de lo que diga el BCE. Para las familias españolas una subida de los tipos puede ser muy dura, aumentando el volumen de deuda mensual y empujando a la insolvencia a un grupo mayor de personas, con lo que la famosa morosidad subiría, y mucho. Una bajada sería celebrada como si hubiesen caído las olimpiadas en cada capital de España. No se vería gente con champán por la calle, pero el sentimiento sería similar. Eliminaría opresión en el mercado y tranquilizaría los ánimos. No tocarlos sería una especie de esperar y ver, el BCE actuaría de menara prudente y dejaría abiertas las puertas para todo tipo de interpretaciones. Supondría un parón en al subida de tipos, pero probablemente sólo durante unos pocos mese. ¿Qué decisión se tomará? A saber. A favor de al subida de tipos juega que la inflación europea se esta disparando a cuenta de los cereales y el encarecimiento de los bienes de consumo básico, y que el petróleo no afloja. También serviría para dar un mensaje de firmeza a los mercados, mostrando que la independencia del BCE está a salvo de Sarkozy y de aquellos que pretenden convertirlo en instrumento de los gobiernos, cosa que no es.
Pero una subida también tendría efectos negativos, y no sólo en España. Encarecería aún más el euro, lo que dificultaría las exportaciones de economías muy abiertas como la alemana, ralentizaría el crecimiento en la Unión, ya de por sí débil, y sería contradictorio con las últimas inyecciones de capital suministradas con motivo de la crisis subprime. Como verán, argumentos de sobra para justificar cualquier movimiento visto a posteriori, pero inútiles para predecir con fiabilidad lo que vaya a suceder. La solución, mañana al mediodía. ¿Me mojo y hago un pronóstico? Trichet anunció hace semanas que los subiría, y no creo que se deje llevar por la presión. A ver si me equivoco, pero predigo una subida de 0,25 puntos. Espero fallar y quedar muy muy muy mal :-)......
martes, septiembre 04, 2007
Aún no salgo de mi asombro
Me encanta leer la prensa. De ella se pueden extraer, todos los días, agudas reflexiones y juicios con criterio sobre numerosos temas, trascendentes o no. Sin embargo, a veces incluye un catálogo de soponcios o tonterías difícilmente imaginables en otro medio escrito sometido a una revisión más exhaustiva. Este pasado Domingo, el periódico El País incluía dos artículos que me han dejado alucinado, tanto por alguna de las estupideces que en ellos se mencionan, no achacables en este caso al periódico, como por el claro aire dictatorial que esconden esas citadas expresiones.
El primer artículo, no tanto por orden de gravedad sino de aparición, venía dedicado a la ya famosa asignatura de educación para la ciudadanía. En él se analizaba el contenido de algunos de los manuales editados por distintas empresas, y no voy a hablar aquí del tema del sexo y la familia, sino de algo aún más sencillo. El manual de la editorial octaedro señala, en su apartado de cine, que “ver una película europea responde a “una concepción plural y diversa" de la cultura, pero ver una película americana se engloba en su "concepción restrictiva y homogeneizadora”. Menuda sandez. Resulta que ahora tenemos que ir a ver las películas según su origen de procedencia, y si están hecha en X son buenas y si son de Y son malísimas. La verdad es que Barrio Sésamo tenía un nivel de razonamiento más elevado y coherente que esta editorial escolar. Hay películas decentes, comprometidas, divertidas en todos los países, y bodrios infumables, apestosos y lamentables de, igualmente, todas las nacionalidades, pero por favor, mirar las etiquetas del “Made in” parta catalogar una película es caer en un sectarismo absurdo. Desde luego yo no dejaría que mis hijos estudiasen eso. Les llevaría a ver buen cine, americano y europeo (y chino, coreano y de otros países muy interesantes) y que luego vean lo que les de la gana, que para eso son libres. En el otro artículo, en la entrevista de la contraportada a un dirigente de las juventudes socialistas, el chico de 25 años se luce con declaraciones como, según redacta Karmentxu Marin “le gustan los cantautores, como buen joven socialista". Vaya, otra sorpresa, porque pensaba yo, dentro de mi ingenuidad, que los gustos musicales de uno eran asunto de uno mismo, pero parece que en este caso es el PSOE (seguro que alguno del PP opina lo miso con otro estilo) el que impone las aficiones y cataloga como “buen joven socialista” a la gente, y da y quita carnes de validez moral a las personas. ¿Está un socialista obligado a disfrutar de los cantautores? Y si no le gustan ¿será condenado al ostracismo? ¿a un gulag moderno?. El chico no responde.
Y esto no lo dice un dictador bananero como Chávez, no, lo dice un joven español de 25 años, educado en democracia (???) y que no ve extraño el imponer corrientes, gustos y aficiones a sus seguidores. Creo que lo que sucede en el fondo es que esta editorial, y este chico (quién sabe qué textos habrá estudiado en la escuela) odian la libertad, no soportan que las personas escojan sus ideas, gustos, aficiones y apetencias según les venga en gana, y les encantaría vivir en una sociedad amordazada, aborregada y que solamente siguiera dictadores emanados por el poder, que detentarían ellos, claro está. Y lo peor es que entre nosotros, sin ir a países lejanos, hay mucha gente así, enemigos de la libertad individual y amantes del adoctrinamiento y del control. No me digan que no es triste.
El primer artículo, no tanto por orden de gravedad sino de aparición, venía dedicado a la ya famosa asignatura de educación para la ciudadanía. En él se analizaba el contenido de algunos de los manuales editados por distintas empresas, y no voy a hablar aquí del tema del sexo y la familia, sino de algo aún más sencillo. El manual de la editorial octaedro señala, en su apartado de cine, que “ver una película europea responde a “una concepción plural y diversa" de la cultura, pero ver una película americana se engloba en su "concepción restrictiva y homogeneizadora”. Menuda sandez. Resulta que ahora tenemos que ir a ver las películas según su origen de procedencia, y si están hecha en X son buenas y si son de Y son malísimas. La verdad es que Barrio Sésamo tenía un nivel de razonamiento más elevado y coherente que esta editorial escolar. Hay películas decentes, comprometidas, divertidas en todos los países, y bodrios infumables, apestosos y lamentables de, igualmente, todas las nacionalidades, pero por favor, mirar las etiquetas del “Made in” parta catalogar una película es caer en un sectarismo absurdo. Desde luego yo no dejaría que mis hijos estudiasen eso. Les llevaría a ver buen cine, americano y europeo (y chino, coreano y de otros países muy interesantes) y que luego vean lo que les de la gana, que para eso son libres. En el otro artículo, en la entrevista de la contraportada a un dirigente de las juventudes socialistas, el chico de 25 años se luce con declaraciones como, según redacta Karmentxu Marin “le gustan los cantautores, como buen joven socialista". Vaya, otra sorpresa, porque pensaba yo, dentro de mi ingenuidad, que los gustos musicales de uno eran asunto de uno mismo, pero parece que en este caso es el PSOE (seguro que alguno del PP opina lo miso con otro estilo) el que impone las aficiones y cataloga como “buen joven socialista” a la gente, y da y quita carnes de validez moral a las personas. ¿Está un socialista obligado a disfrutar de los cantautores? Y si no le gustan ¿será condenado al ostracismo? ¿a un gulag moderno?. El chico no responde.
Y esto no lo dice un dictador bananero como Chávez, no, lo dice un joven español de 25 años, educado en democracia (???) y que no ve extraño el imponer corrientes, gustos y aficiones a sus seguidores. Creo que lo que sucede en el fondo es que esta editorial, y este chico (quién sabe qué textos habrá estudiado en la escuela) odian la libertad, no soportan que las personas escojan sus ideas, gustos, aficiones y apetencias según les venga en gana, y les encantaría vivir en una sociedad amordazada, aborregada y que solamente siguiera dictadores emanados por el poder, que detentarían ellos, claro está. Y lo peor es que entre nosotros, sin ir a países lejanos, hay mucha gente así, enemigos de la libertad individual y amantes del adoctrinamiento y del control. No me digan que no es triste.
lunes, septiembre 03, 2007
Escenas nocturnas
Viernes noche, Glorieta de Bilbao. Una chica, preciosa, de poco más de veinte años, alta, con un vestido de noche, espera ansiosa en la boca del metro, móvil en mano, supongo yo que a su novio. Pasan los minutos, salen riadas de gente de la acera y la chica sigue esperando. Asombrado me quedo yo de que se le haga esperar a una belleza tal, pero ella se pone nerviosa, y empieza a mordisquear una esquina de su móvil, y a pasear compulsivamente junto a los escaparates de la plaza. Al cabo de otro cuarto de hora un grupo de chicas sale del metro y le llama, y se juntan todas, y la cara de angustia desaparece, pero no así el móvil de su mano, sobado y casi revenido de tanto ser tocado.
Viernes noche, calle Preciados. Un grupo de gente se arremolina en torno a un artista callejero que no es una estatua, motivo por el que ya me siento atraído. Allí, en el suelo, en medio de un montón de botes de spray que simulan un pequeño Manhattan, un dibujante trata de demostrar que el graffiti puede ser un arte. Ha puesto sobre una cartulina blanca un triángulo en la base y un bote en la parte alta del lienzo, y no deja de pasar botes con colores chillones y oscuros sobre la hoja. Poco a poco la pintura se apelmaza, y empieza a adquirir el tono de un cielo oscuro, nocturno, en el que el autor empieza a sembrar estrellas, cometas y astros rutilantes. En un momento dado, levanta el triángulo y el bote, y ante nosotros se muestra una luna enorme, plateada, y una pirámide egipcia amarillenta, recreando todo una escena más propia de la película de “Stargate” que un cuadro realista. El resultado del dibujo es realmente precioso, y todos nos ponemos a aplaudir sin duda alguna. El hombre saluda desde el suelo, lleno de polvo de pintura, y sui propio buzo, blanco en un principio semeja ser un mero cuadro abstracto, un remedo de lo que su mente quería plasmar en el lienzo. Poco a poco el corro se disipa, alguno se anima y compra algunos de los cuadros expuestos y el artista vuelve e empezar su labor, ante un nuevo público, ansioso por descubrir que es lo que sucede esta vez en al calle, que es lo que llama la atención.
Sábado noche. Plaza del Carmen. En una terraza concurrida, un músico callejero empieza a tocar su acordeón para así ganarse unos pocos euros. En esto que una pareja de veteranos se anima, y sale a bailar un especie de tango que se escapa de los fuelles y dedos del intérprete bohemio. La pareja toma una esquina de la plaza, y la convierte en su salón de baile, y la gente que se refresca en sus mesas no deja de mirarles y aplaudirles una vez que las notas se terminan. El hombre saluda a la concurrencia y da dinero al intérprete, y la pareja vuelve a su sitio.
Escenas de verano en cálido Madrid nocturno que se resiste a recibir al otoño.
Viernes noche, calle Preciados. Un grupo de gente se arremolina en torno a un artista callejero que no es una estatua, motivo por el que ya me siento atraído. Allí, en el suelo, en medio de un montón de botes de spray que simulan un pequeño Manhattan, un dibujante trata de demostrar que el graffiti puede ser un arte. Ha puesto sobre una cartulina blanca un triángulo en la base y un bote en la parte alta del lienzo, y no deja de pasar botes con colores chillones y oscuros sobre la hoja. Poco a poco la pintura se apelmaza, y empieza a adquirir el tono de un cielo oscuro, nocturno, en el que el autor empieza a sembrar estrellas, cometas y astros rutilantes. En un momento dado, levanta el triángulo y el bote, y ante nosotros se muestra una luna enorme, plateada, y una pirámide egipcia amarillenta, recreando todo una escena más propia de la película de “Stargate” que un cuadro realista. El resultado del dibujo es realmente precioso, y todos nos ponemos a aplaudir sin duda alguna. El hombre saluda desde el suelo, lleno de polvo de pintura, y sui propio buzo, blanco en un principio semeja ser un mero cuadro abstracto, un remedo de lo que su mente quería plasmar en el lienzo. Poco a poco el corro se disipa, alguno se anima y compra algunos de los cuadros expuestos y el artista vuelve e empezar su labor, ante un nuevo público, ansioso por descubrir que es lo que sucede esta vez en al calle, que es lo que llama la atención.
Sábado noche. Plaza del Carmen. En una terraza concurrida, un músico callejero empieza a tocar su acordeón para así ganarse unos pocos euros. En esto que una pareja de veteranos se anima, y sale a bailar un especie de tango que se escapa de los fuelles y dedos del intérprete bohemio. La pareja toma una esquina de la plaza, y la convierte en su salón de baile, y la gente que se refresca en sus mesas no deja de mirarles y aplaudirles una vez que las notas se terminan. El hombre saluda a la concurrencia y da dinero al intérprete, y la pareja vuelve a su sitio.
Escenas de verano en cálido Madrid nocturno que se resiste a recibir al otoño.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)