La gran noticia política, en el arranque de este movido curso, ha sido el anuncio de Rosa Díez de que abandona el PSOE y se dispone a formar parte del proyecto político liderado por Basta ya, a través de su agrupación política encarnada actualmente en Plataforma Pro. Este anuncio ha sido recibido con ilusión por gran parte de la ciudadanía, que considera a Díez como un exponente de coherencia y valentía en estos tiempos de cobardes y melifluos. Pero no todo han sido espaldarazos, no. Ha habido muchas críticas destempladas y otras más calladas, pero igualmente rencorosas.
¿Y de donde ha venido tanta crítica? Pues que curioso, del propio PSOE (las ruidosas) y del PP (las silenciosas). Se han llegado a decir cosas como que estos experimentos políticos son nocivos, y que los votantes no necesitan nuevas fuerzas electorales. Claro está que esto lo dicen aquellos que viven a cuenta de los votantes, y que les revienta que alguien intente entrar en su monopolio. Porque, esto hay que repetirlo muchas veces, pero es tan obvio que no me entra en la cabeza que haya que hacerlo, los partidos políticos sin sus votantes no son NADA. Los votantes NO son de ningún partido. Los votantes son, somos, ciudadanos libres que elegimos entre las alternativas que se nos ofrecen (una de ellas no me gusta nada, pero es no elegir). Los votos no son del PSOE, el PP, IU o la combinación de letras que uno quiera usar, pero al parecer los regentes de la partitocracia en la que se ha convertido la democracia española no conciben que alguien pueda presentarse fuera de sus rediles, con ideas propias, frescas, sensatas y realmente atractivas, como es el caso de la plataforma que encabezan Rosa Díez y el insigne Fernando Savater, intelectual de los de verdad, no de los de pesebre subvencionado y militancia manifestera a golpe de chequera del Ministerio de Cultura. Ayer Rosa Molló, la corresponsal en Nueva York de TVE1, se mofaba del partido republicano norteamericano porque un actor, Fred Thompson, se quiere presentar como candidato a presidente el año que viene, y concita más popularidad que los otros SIETE candidatos, que en sus debates públicos no logran destacar entre ellos ni en el potencial electorado republicano. Siete, ocho con Thompson, ocho aspirantes republicanos que debaten en público entre ellos, y que serán elegidos por sus electores para saber quién es el candidato a presidente. Y los demócratas hacen lo mismo....... ¿Alguien se imagina aquí algo parecido? Eso es democracia de verdad.
Pero nosotros tranquilos, instalados en la república bananera. Díez denuncia la sumisión del PSOE al nacionalismo y su actuación falaz en el mal llamado proceso de paz y debe irse del partido, cuasi expulsada, y tachada de renegada y traidora. Y en el PP Alberto Ruíz Gallardón quiere ser presidente del gobierno (para eso está un político, no??) y el partido se divide entre los que le odian a muerte y los que le soportan. Y después, acto del PPSOE de autoafirmación, autobombo y proclama unánime de candidatos, que como pierdan serán acuchillados en público tras las elecciones. Ánimo Rosa, en vaya fango te metes...... pero eres fuerte y tienes razón. Resiste y muéstranos otro camino.
2 comentarios:
Hola David,
Totalmente de acuerdo contigo en que esta democracia es de republica bananera. Al igual que sucede en la mayor parte de los paises de Europa, por cierto. Los USA, con todos sus defectos, son un ejemplo en cuanto a libertad política y democracia, y posiblemente el unico país que les supera es Suiza con su democracia directa: qué pena que aquí no se hable nada o casi nada de los beneficios de este sistema que realmente estimula el sentimiento de ciudadanía y no el de rebaño que tenemos aquí.
En lo que no estoy de acuerdo contigo es en el alto concepto que tienes de Rosa Díez: esta señora ya apuntaba maneras cuando era la secretaria de uno de los prebostes de Iberdrola (jugosas anécdotas se cuentan de ella dentro de la extinta corporación IBV). Tampoco le hizo ascos a los nacionalistas cuando era consejera de Turismo y parió aquellas odiosas campañas del "Ven y Cuéntalo" y que le permitieron acceder a su verdadera vocación: Estilismo y Moda. En efecto, antes de que surgieran las ministras Vogue ya estaba R. Díez con su estilo "Consejera Super-Guay" y que después evolucionó al de "Euro-Diputada Cosmopolitan".
Mira, en mi humilde opinión, si se va es porque cada vez que ha intentando tomar más poder en su partido éstos le han rechazado con cajas destempladas: lo hicieron en el PSE cuando compitió con Redondo Terreros y lo hicieron después cuando lo hizo contra el propio Zapatero. Tal vez el problema sea su ambición desmedida.
En fín, buen fín de semana.
A mi me parece una iniciativa loable: Que gente presuntamente valida y desinteresada haga que nuestro sistema politico sea menos cirquero y mas autentico, pero me queda la duda de si no es mas que una forma alternativa de medrar, como bien apunta "abducido".
Por citar al clasico "O tempora, o mores!".
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