martes, enero 25, 2011

Las cajas de Pandora

Ya les señalaba en mi columna (qué orgullo poder escribir algo así, qué feliz me hace :-)) del pasado Viernes que el patio financiero nacional estaba revuelto y que todos los medios anunciaban cosas en las autonomías y las cajas de ahorro. El fin de semana Rubalcaba, Presidente de facto, anunció que una nueva norma sobre las cajas estaba en estudio y se presentaría en breve. Y tanto. Ayer, en inesperada rueda de prensa, la ministra Salgado anunció el plan del gobierno para recapitalizar las, hasta hace un par de días, inmaculadas cajas.

El plan es sencillo pero de inmensas consecuencias. Obliga, sí, obliga a estas entidades a alcanzar un 8% de recursos propios sobre el capital, el llamado “core capital” según la normativa de Basilea III. En pocas y malas palabras, el dinero que las cajas tienen en lo más profundo de su corazón, su principal reserva. Aumentarlo las dota de seguridad ante imprevistos. Para ello deberán captar dinero en el mercado privado o podrán optar a que el gobierno se lo preste, con la condición de que las que demanden dinero público dejen de ser cajas y se conviertan en bancos, pudiendo así el gobierno tomar un control efectivo sobre las mismas. Las que en septiembre no se hayan recapitalizado, por una u otra vía, serán nacionalizadas. ¿Les suena esto a ustedes? ¿Sí? No me extraña, porque es lo mismo que se hizo en Holanda con ING o Alemania con Hypo Real State o Inglaterra con Lloyds o Royal Bank of Scotland, por poner unos pocos casos, todos ellos hace dos o tres años, cuando cayó Lehman Brothers. ¿Y por qué se hizo esto? Por lo mismo que se va a hacer ahora con las cajas, porque esas entidades eran insolventes. Sus balances estaban llenos de activos depreciados (pisos, suelos) y deudas incobrables (hipotecas) y como no podían captar recursos en el mercado financiero, al sospechar todo el mundo que estaban podridos, sus únicas alternativas eran la quiebra o la nacionalización, más o menos encubierta. En todos los casos se optó por la intervención pública, y de mientras en Europa se sufría de lo lindo en España todo el mundo se reía de ellos y pregonaba a quién quisiera oírlo que el sistema financiero español era solvente, sólido y seguro. ¿Qué ha pasado, entonces? Que como lleva siendo habitual desde hace algunos años, no dejamos de mentirnos al espejo y recibir bofetadas con retraso. Algunas cajas y bancos españoles están tan quebrados como los europeos antes citados, y otros americanos. Sí, quebrados. Son insolventes porque siguen acumulando pisos que valoran a precios infinitos y créditos de promotor que no van a cobrar, y se niegan a hacer realidad el valor de esos activos porque eso supondría su final. No todas, pero muchas cajas (y algunos bancos) han estado mal gestionados, con influencias políticas nefastas, ejerciendo el papel de banco de la autonomía correspondiente, financiando promociones imposibles, adosados en el desierto,
aeropuertos en medio de la nada y otras caras tonterías. Poco a poco se acerca el momento de ajustar las cuentas, porque al final siempre se ajustan, y va a resultar doloroso.

¿Funcionará el plan del gobierno? Lo dudo. Ofrece 20.000 millones de euros a las entidades, que es una cifra monstruosa (poco menos de lo que España se gasta en prestaciones por desempleo al año) pero que no da ni para la mitad de la deuda estimada. Sólo Bancaja quiere emitir deuda por 15.000 millones, lo que es un completo disparate. Sospecho que, como en otras cosas, llegamos tarde, y que el sector se enfrenta, más que a una dura reconversión, a un proceso de derribo y saldo, en el que los cascotes van a romper muchas crismas, y sino, al tiempo. Espero equivocarme.

2 comentarios:

Goio Borge dijo...

debería uno llevar sus ahorros a los bancos, entonces, o como que da igual?? Entiendo por lo que dices que las cajas no acabarán cayendo y en ese sentido los dineros rescatables del común de los mortales serían, en un momento u otro, rescatados...

siempre me pregunto, cuando se habla de las cajas y se ponen sus cifras y demás, por qué nunca aparecen algunas de ellas. ¿Por qué nunca aparecen por ejemplo en el país vasco otras cajas de implantación gorda como caja laboral, o más pequeña como iparkutxa, mientras que bbk, kutxa o vital sí parecen participar de la información y vaivenes del sector. ¿Es porque están asociadas a cooperativas o sectores determinados y tienen otra regulación?

David Azcárate dijo...

Todas las entidades financieras se rigen por la misma legislación en lo que hace a su negocio, pero es estatuto legal de la entidad es importante. Tanto que se obliga a las Cajas a hacerse Bancos para poder comprarlos, fusionarlos, integrarlos, trocearlos, sacarlos a bolsa o lo que sea, porque la figura “Caja” no permite nada de eso. Es como una empresa “normal”, no es lo mismo ser SA, SAL o cooperativa para depende que cosas, aunque todas quiebran si pierden dinero. En el caso concreto de Caja Laboral o Iparkutxa (las cajas rurales) son cooperativas privadas de crédito, con unos estatutos sociales diferentes. Estarán mejor o peor que el resto, pero se enfrentan a problemas similares y acabarán entrando en el baile de fusiones y/o compras. Saludos y gracias.