viernes, enero 28, 2011

Las pensiones del futuro

Empecé a trabajar legalmente, y por tanto a cotizar a finales de Junio de 2001, el día de San Pedro, con 29 años y tres meses. He tenido mucha suerte y, desde entonces he tenido trabajo de manera ininterrumpida hasta el día de hoy. Con el cambio de normativa sobre pensiones aprobado ayer, necesitando 37 años cotizados para poder optar a la jubilación completa, me podría retirar de la vida laboral al inicio del verano de 2038, con 66 años y tres meses, siempre que no me quedase nunca en paro y que la norma no volviera a cambiar dentro de x años, o meses.

El acuerdo sobre las pensiones alcanzado a última hora entre gobierno y sindicatos, y sólo entre ellos, es complejo como el sólo. De primeras no se conoce en su integridad, y de segundas hay decenas, cientos de casos particulares de cotizaciones “raras” que están por ver como se tratarán. Lo que más ha trascendido es el retraso medio en la edad de jubilación, derivado del aumento del número de años obligados a cotizar, y el incremento de la base de cálculo para estimar la cuantía que se percibe. Hasta ahora se utilizaban los últimos quince años y se pasa a computar los últimos veinticinco. Este es el grueso del acuerdo y la solución es que, en mayor o menor importe, las pensiones bajan. Cada caso particular puede ser más o menos complejo para calcular, pero al final se cobrará menos de lo que se cobraría aplicando la norma que está ahora en vigor. Era lo que se esperaba, y ya está aquí, y pocas alternativas había. En contra del sistema de reparto juega una natalidad menguante y una longevidad creciente, que hacer que la población envejezca más deprisa de lo previsto, y el coste de pensiones siga la misma senda. A favor del sistema juega la productividad y la innovación tecnológica, que hacen que el ingreso por hora trabajada aumente de manera constante, como lo ha hecho en los últimos años. Sin embargo han bastado tres de crisis demoledora para enfrentarnos a unas cifras de desempleo que hacen inviable sostener un sistema de reparto como el actual. La solución adoptada consiste en adelgazarlo. Seguirá habiendo pensiones públicas, pero más reducidas. Y no se lleven a engaño, todos los cambios que habrá en el futuro sobre este asunto llevarán la misma dirección. Creo que se tiende a una pensión de subsistencia, en la que el estado garantiza un ingreso mínimo para que toda la población pueda sobrevivir, pero que aquellos que quieran salir de ese estadio de vida lo hagan única y exclusivamente por sus propios medios, bien porque trabajen más años i porque a lo largo de su vida laboral hayan ahorrado o invertido con fortuna y se hayan fabricado su plan de pensiones alternativo. Quienes deben estar observando este debate sobre las pensiones con cara de asombro son los que están en la veintena. Abocados a vivir una frustrante sociedad que les exige gastar como locos para estar en la (estúpida) onda, pero que ven como el trabajo en España empieza a ser una especie en peligro de extinción, hacen algunas cuentas y ven como con al nueva norma no se van a jubilar en la vida. Y es que si no hay trabajo da igual la ley, no cobrarán ni los actuales perceptores ni los futuros.

¿Qué hacer entonces? El futuro no está escrito y en unos años pueden pasar muchas cosas, y sino vean todo lo que ha sucedido en los últimos tres. Mi consejo es único. Trabajen. Todo lo que puedan. Es la única manera de garantizarse rentas presentes y futuras. Tener inversiones, acciones, piso en propiedad y otros activos ayudan, mucho, pero si no tienen trabajo difícilmente accederán a esos productos. Y si no lo encuentran aquí, den un portazo al ingrato país que es España en ese aspecto y lárguense. El futuro de cada persona depende de sus propias acciones, y no se fíen de lo que el estado les promete, porque con la misma alegría se lo puede quitar.

2 comentarios:

Nenufar dijo...

Cuando estás en paro también cotizas ¿no? Luego aunque lo ideal es trabajar, estando en paro teóricamente no pierdes nada.

David Azcárate dijo...

Cierto, por eso, entre otras cosas, hasta ahora uno puede jubilarse con menos de 65 años pasando un tiempo por el paro y logrando así los años de cotización recurridos (por cierto, creo que eso cambia con la nueva ley) pero en el fondo se está consumiendo una bolsa (la prestación) que tiene un tiempo limitado y que se acaba. Es un periodo transitorio que no deja de tener un peligroso “tictac” de descuento asociado…. Saludos y gracias