jueves, diciembre 21, 2006

La tele

Hoy hay decenas de cosas de las que podría hablar largo y tendido, empezando por la ausencia de noticias relevantes que ayer mencionó Rubalcaba para desmentir unas relevantes noticias que, por su relevancia, necesitaban ser desmentidas. Pero comentaré algo más prosaico. Ayer me quedé hasta las tantas viendo el programa del 50 aniversario de Televisión Española en la que, entre toneladas de publicidad, un Jesús Hermida aún más histriónico de lo habitual glosaba las 50 mejores imágenes de la historia de la televisión, según al votación de los espectadores, acompañado de un público que hacía labores de coro parroquial, repleto de caras famosos de ente de al actualidad y del pasado.

Acerté tres de las cinco primeras imágenes, pero no su orden. La quinta era la destrucción de las Torres Gemelas del WTC el maldito 11 de Septiembre de 2001, la cuarta era la agonía en directo de Omaira Sánchez, la niña que, atrapada bajo los restos de la erupción del volcán colombiano Nevado del Ruiz en 1985 murió en directo ante la mirada impasible de millones de espectadores. La tercera fue el atentado del 11 de Marzo en Madrid, los trenes de cercanías, sus techos despanzurrados, las manifestaciones de condena y el recuerdo de unos días para olvidar. Quedó segunda, sorpresa enorme para mi, la imagen en blanco y negro de ese dibujo animado con la pegadiza canción de “Vamos a la cama que hay que descansar, para que mañana podamos madrugar”, una muestra del poder de la nostalgia. La ganadora, al más votada fue la de los cuatro días de Julio de 1997 en los que Miguel Ángel Blanco fue sentenciado a muerte y ejecutado por ETA ante la revolución e ira de una sociedad que despertó, aunque fuese sólo un espejismo. No esperaba yo que ganase ese fragmento, y esa noticia, y quizás en estos momentos de ausencia de noticias relevantes sobre el proceso, en una expresión tan fina como taimada de ese mago del oscurantismo que es Rubalcaba, convendría que los políticos tuvieran presente el peso del recuerdo de esa frustración, de esa congoja y ese hartazgo en la sociedad española, y de lo difícil que sería aceptar una claudicación o similar. Pero eso es un mundo que ahora mismo se me revela oscuro y es difícil opinar con conocimiento de la realidad.

¿Cuál hubiese escogido yo como la mas impactante de los últimos 50 años? Los que me conocen saben la respuesta. A mi modo de ver nada supera en horror, indignidad, impacto y fuerza a lo que sucedió entre las 8:46: y las 10:28 de la mañana del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, desde que un avión, símbolo de la proeza y técnica humana se estrelló contra una de las torres gemelas hasta que el complejo se derrumbó, víctima de otro avión y de la irracionalidad y maldad humana, en unos de los más retorcidos y espectaculares planes que nuestros ojos hayan podido ver. Ese día cambió el mundo, y esas imágenes nos han cambiado, querámoslo o no.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo aún creía que seguías sin tener tele en casa :-P

¿qué hay de las imágenes del hombre en la luna? ¿Qué hay de las imágenes de la propia televisión en color? ..nuse..ahora mismo me cuesta mucho pensar en una imagen ganadora...

Saludos

David Azcárate dijo...

¿Recordamos sólo las imágenes negativas? Quizás se deba al concepto que tenemos de noticia como hecho que se sale de lo normal. Los periódicos están llenos de ellas, y casi siempre son negativas, porque lo positivo, que sucede a diario, no sale. A largo plazo nos queda el poso de lo bueno más firmemente asentado, porque de lo contraria la vida se nos haría muy triste. Si eché en falta entre las cinco primeras la llegada a la Luna, una magnífica noticia, nada luctuosa, y yo la esperaba como número 2, pero bueno, la vida es injusta para Armstrong. Habrán sido los del Tour......