lunes, diciembre 10, 2007

Puentes

¿Quién decidió que el referéndum de la Constitución cayera el 6 de Diciembre de 1978? No se si era consciente, intuyo que sí, de que esa fecha iba a crear uno de los puentes más grandes del mundo, que deja al Alamillo o al Golden Gate hundidos en la miseria. Desconozco si en otros países existen tradiciones como esta, de alargar los festivos de la manera más oportunista posible, pero aquí desde luego que hemos creado una escuela de ingenieros de puentes espectacular, y en Diciembre tienen su master y doctorado.

Y eso que el de este año no era muy bueno, porque al final han sido cuatro días, al caer la Inmaculada en Sábado. He estado en Elorrio sin hacer demasiada cosa, disfrutando de un tiempo algo mejor de lo previsto (ni rastro del temido y ansiado temporal) aunque el Viernes hizo un día lluvioso y desagradable. He tenido la curiosa experiencia de asistir, por primera vez, a una boda en condición de semiinvitado. Me explico. El Sábado se casó una hermana de un buen amigo mío, y con tal motivo compuso un poema laudatorio para ella y su futuro matrimonio. Lo leí en la ceremonia y ella me invitó a que me pasase a los postres por el restaurante, motivo por el que tuve ceremonia y la juerga del final, pero no la comida y el trámite intermedio. Creo que se puede considerar media boda, lo que sumado al bautizo de febrero, (otra media, o casi tres cuartos) y a la boda de Lerma este año he tenido unas 2,3 bodas, un número decreciente respecto al anterior. Se pasa la época de casarse para mis amigos, principalmente porque muchos de ellos ya están casados, pero como soy tan afortunado de poseer amigos más jóvenes aún me esperan algunas alegrías para los años siguientes. La experiencia de leer en misa resultó agradable. Siempre se pone uno un poco nervioso, y el corazón empieza a bombear y hacer ruido con fuerza cuando espera, junto al ambón, a que te toque el turno, y puedes ver a toda la gente, que en este caso era mucha, expectante ante lo que se vaya a decir. Leí un poco más rápido de lo previsto, porque la ceremonia se había alargado bastante y era ya una hora muy avanzada, pero creo que logré transmitir el mensaje de emoción, alegría y, porque no, ligero cachondeo, que tenía el texto, de factura propia. Y al final la gente aplaudió. Fue curioso porque a la salida había un grupo de parejas que, según pude oír, opinaban que “lo mejor de la boda había sido la poesía esa del final”, y aunque es cierto que “actuar” el último hace que el recuerdo del público sea mayor, me sentía aliviado y, que narices, orgulloso.

Respecto a la juerga posterior, la verdad es que estuvo muy bien. En contraposición a otras bodas más recientes, en esta había mucha gente joven, por lo que el ambiente era muy distendido y alegre. Había muchas chicas, la mayoría de ellas emparejadas (en la iglesia en la fila detrás mía estaban cinco parejas seguidas, de menos de treinta años según me pareció) pero nos divertimos mucho. Ha sido lo más interesante y esperado del puente. Mañana los novios se van de viaje hacia lugares más cálidos y relajantes, pero para los que nos quedamos aquí nos queda la ilusión de que, en dos semanas.... llegan los puentes navideños!!!!

No hay comentarios: