Mucha gente me pregunta mi opinión sobre la crisis que vivimos, y quiere saber dónde nos encontramos. ¿Ha pasado lo peor? ¿Hemos mejorado estos meses pasados? ¿Creceremos el año que viene? ¿Cuándo se acabará todo esto? Se imaginarán ustedes que estas preguntas son de las más complicadas que uno puede plantearse en estos días. Suelo responderlas desde mi visión particular, sesgada al pesimismo, como muchos dicen, pero es que hay días en los que lo mejor es mirar para otro lado, porque sino…..
Ayer fue uno de esos. Las noticias económicas que salieron a lo largo del día iban de mal en peor. Empezando por la presentación de unos presupuestos irreales y que no van a servir para salir del agujero, pese a que contienen reformas y recortes de gasto público. Pero es que más allá de eso el rosario de desgracias fue creciendo a lo largo de la mañana. Se publicaron previsiones de desempleo futuro para España que son desastrosas, y lo serían igualmente de no subir respecto al nivel insoportable que ya tenemos, el Banco de España alertó de que el crecimiento leve vivido en el primer semestre del año se está ralentizando, y hay riesgo de volver a caer en esta segunda parte del año, y en el plano internacional España quedaba bien parada, porque tanto Portugal como Grecia se asomaban al abismo con toda la decisión y firmeza de un suicida. Portugal volvió a subir el IVA, hasta el 23%, cinco puntos más que en España, y anunció nuevos recortes de gastos. E Irlanda. Ayer Irlanda presento la previsión de un dato económico que tuve que leer varias veces para creérmelo. La banca de la isla sigue estando quebrada, pese a que no se reconozca como tal, y para evitar su colapso el gobierno sigue inyectando dinero público en esas entidades. Pues bien, a resultar de ese gasto financiero, se estima que el déficit público de Irlanda al final de este año 2010 se situará en el estratosférico nivel del 32%. Déficit, no deuda. Esa magnitud que en España nos alarma, y con razón, porque el año pasado casi llega al 10% en Irlanda va estar en cifras del 30%. Aterrador. Lógicamente los irlandeses empiezan a tener miedo de que, como sucedió en Islandia y amenazó con pasar en Grecia, ellos se conviertan ene el primer país de la Unión Europea que declare default, suspensión de pagos. Son pocos, algo más de cuatro millones de habitantes, y su caída, desastrosa para el país, pudiera ser asumible por la Unión. Gran error, afirmo. Si cae Irlanda será el principio del fin del tinglado europeo, y la presión no cesa. Como verán este asunto de la crisis no deja de engordar, y puede deparar enromes sorpresas cada momento, sorpresas que no serán otra cosa que el violento resultado de las fuerzas que día a día se enfrentan en el mundo de la economía, real o financiera, que, como placas tectónicas, se presionan y empujan, hasta que una vence a la otra y provoca un terremoto. Ahora es el mundo de las divisas el que empieza el baile, y se anuncian devaluaciones masivas para ganar competitividad, a costa de perjudicar al vecino. En definitiva, que cada minuto esto cambia y las preguntas del principio no tienen respuesta por mi parte. Sólo soy capaz de formular nuevas preguntas, pero cada vez me preocupa más el que no vea salida alguna.
Si quieren alguna respuesta, o por lo menos algo de sinceridad, lo mejor que pueden hacer es leer “Como salimos de esta” el magnífico libro escrito por Nouriel Roubini y Stephen Mihm, que les va a contar un montón de cosas sobre esta crisis, cómo se ha generado, algo de lo que debiera hacerse para salir de ella y lo que sucederá de no actuar, y que en ningún caso les va a contar cuentos chinos ni vender sueños imposibles. Es un manual apasionante de cómo generar un desastre que se viene produciendo desde hace siglos, pero con la tecnología moderna. Imprescindible.
Me cojo vacaciones hasta el 12 de octubre incluido. Puede pasar cualquier cosa estos días, empezando por unas primarias en el PSOE de Madrid el Domingo. ¿Me la juego?.... venga… ganará Tomás Gómez.
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