Siempre que se produce una tragedia internacional, y más en el caso que nos toca de Haití, se crea una ola de eso que se hace llamar solidaridad y las televisiones y webs se inundan de campañas para colaborar económicamente con ONGs y otro tipo de instituciones mediante donativos privados. Esto esta bien, pero como mínimo es una muestra más de que no tenemos preparado nada serio y consistente, dotado de medios y recursos financieros, para actuar en estas desgraciadas ocasiones. Vivimos de la beneficencia privada ante los desastres.
Pero un particular, por ejemplo yo mismo, que está cómodamente en su casa, a miles de kilómetros de donde se produce el desastre, que no dispone de medios para actuar y que no sabe nada de lo que sería necesario para ayudar a la población si le desembarcasen en Haití puede pensar que sea mediante esos donativos como más útil puede ser su pensamiento de ayuda hacia los desgraciados que parecen en la televisión. Eso pensé el fin de semana, y he hecho algunos donativos, repartidos a varias instituciones, a sabiendas de que parte del dinero se perderá en el camino, intermediarios o simplemente se malgastará, pero algo llegará, aunque sea poco, y eso allí es más necesario que mucho dinero aquí. Pero, en relación con el título de la entrada de hoy, lo he hecho al sistema “antiguo”. Es decir, me he ido a Internet a buscar las cuentas corrientes de los organismos a los que iba a donar y las he apuntado. Luego he ido a un cajero de mi red y he sacado el dinero físico que iba a donar y luego me he ido a las sucursales de las entidades donde están las cuentas de los organismos para hacer allí el ingreso, cola mediante y con abonaré escrito clásico, que pese a estar escrito en mi letra ha sido válido. ¿Por qué toda esta vuelta? Porque como me suponía, los bancos y cajas cobran comisiones por todo tipo de transferencia, y esta ocasión no iba a ser muy distinta, y recuerden que mi idea no era hacer un donativo a Haití y a os bancos, solamente a los primeros. La única manera que conozco de eludir ese engorro es coger un poco de paciencia y molestarse en perder tiempo, esfuerzos y paseos para hacer todas las imposiciones necesarias. Algunos ciudadanos están descubriendo estos días las comisiones que les han cobrado sus entidades, sean cuales sean, al hacer estas transferencias y la indignación es creciente. Se ha dicho desde ciertas plataformas de consumo que se puede reclamar a los bancos para recuperarlas, pero veo ese proceso como algo difícil y lento. La AEB, Asociación Española de la Banca, ha dicho que el cobro es un error y que están en vías de corrección, y ante esas declaraciones, curiosamente, nadie se ah carcajeado ni exigido explicaciones. ¿acaso conoce usted a un banco que se equivoque en su contra propia y a favor del cliente? Si es así, háganlo público, por favor!!!!!
La banca lo tiene fácil para arreglar este nuevo agujero a su imagen pública, aunque dudo mucho que le importe. No es necesario que elimine las comisiones porque sus sistemas siempre las cobrarán por defecto. Sólo deben calcular cual es el importe de las mismas generado por transferencias a las instituciones benéficas que poseen cuentas en sus sistemas y donar esa cuantía a un organismo público que actúe en la zona (ONU, Cáritas, Cruz Roja, etc). ¿Nos apostamos algo a que no lo harán? Espero equivocarme, como en tantas otras cosas en la vida, pero esta vez lo dudo mucho.
1 comentario:
¡¡¡Una estacaaaaaa!!!
Y digo Yo...¿Por qué a estos chupópteros de lo bancos no les cobran impuestos por afán de lucro, estafa a cuenta armada, tenencia ilícita de capitales, insolidaridad (incumpliendo órdenes del gobierno), robo descarado y falseo de cuentas?
Una estaca es lo que hace falta para....clav....cul..q...jod!!
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