Ayer Berlusconi se salvó por los pelos que no posee de la moción de censura que pretendía relevarle al frente del gobierno italiano. En medio de una sesión tumultuosa, al borde de la bronca, tres votos, comprados se supone, de partidos de la oposición, salvaron al magnate italiano de la derrota. Luego, tras saberse la noticia, se armó la de San Quintín en Roma, y miles de manifestantes furiosos se enfrentaron a las fuerzas del orden, a las que vencieron, visto el desorden provocado. Ayer fue un mal día para Italia, quién sabe si preludio de los que vendrán en otros países europeos.
Muchos se preguntan como puede ganar Berlusconi unas elecciones y que en España eso sería imposible. Puede que fuera cierto hace unos años, pero sospecho que ya no. De hecho Berlusconi ya ha ganado en España, al menos en lo que hace al mundo de la televisión. La cadena privada líder de audiencia en España es Tele5, un compendio de la mayor cantidad de mierda posible en la que, día tras día, personajes nauseabundos, reclusos, convictos, fugados, proxenetas, estafadores y demás delincuentes afloran para contar sus últimas experiencias sexuales, las últimas violaciones que han sufrido (o ejercitado) o qué bien se lo pasaron mientras robaban en ayuntamientos, u otras partes. Quizás lo único positivo de toda esa ristra de sujetos es que demuestran de manera empírica que descendemos del mono, aunque visto lo visto algunos aún no han descendido todo lo debido. Pues bien, esa porquería de cadena, que como es la más vista es la más saneada económicamente, ha comprado a Cuatro, la cadena en abierto del grupo PRISA heredera del antiguo Canal Plus que antes se emitía con rayas. De hecho se ha quedado con el control de todo el negocio audiovisual de PRISA, a excepción de los derechos deportivos y las emisiones deportivas de Digital Plus, que las comparte con Telefónica. Y como era de esperar, la fusión a iguales que se vendía entre dos empresas, una saneada (la de Berlusconi) y otra al borde de la quiebra (el antiguo imperio Polanco) se está convirtiendo en un paseo militar por parte de los italianos que están dejando las cadenas de PRISA en las raspas. Poco me preocupa Cuatro, otro canal comercial que no aportaba demasiado, pero sí era importante el que mostraba un espectro ideológico proPSOE que ahora desaparece, y eso, esté uno de acuerdo con esa ideología o no, es una reducción de la libertad que le es ofrecida al espectador a través de la televisión. Pero lo que me ha cabreado mucho este fin de semana es la noticia de que Tele5 ha decidido, dado que posee el control de todos los canales de la TDT de PRISA, cerrar CNN+, la emisora de noticias en formato 24 horas que explotaba PRISA como franquicia de la CNN norteamericana. Creo que los tres canales de televisión que veo en casa son TVE1, 24horas de TVE y CNN+, y ahora me van a quitar uno de ellos. Es probable que en su lugar emitan las reposiciones de la Teletienda o intensas sesiones de “edredoning” por parte de los residentes en la casa de Gran Marrano 45, contenidos todos ellos estimulantes para la mente, especialmente de los oligofrénicos. Así que vean, Berlusconi se salvó ayer en Italia pero en España gobierna sin oposición alguna.
Con el cierre de CNN+ muchos trabajadores de la empresa se irán al paro, y rostros conocidos y de gran prestigio deberán buscar acomodo en un panorama en el que no hay cadena que no rellene su programación con basura rosa. Profesionales como Leticia Iglesias, José María Calleja, Antonio San José (en mi opinión, y por mucho, el mejor de la cadena) o Iñaki Gabilondo deberán irse con sus bártulos a otra parte. No me extraña que Gabilondo esté triste y confuso, y más cuando esto le pasa en medio de un gobierno al que defiende con ahínco. No hay nada peor que sentirse traicionado y que los tuyos no muevan un dedo por defenderte. Una pena.
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