jueves, diciembre 23, 2010

Se acaba el año 2010

Pues sí, se acaba el año. Hoy me cojo vacaciones hasta el día de Reyes y salvo sorpresa, no habrá entradas nuevas en este querido rincón de Internet hasta el Viernes 7 de Enero. Mi plan de vacaciones es tan común y estable como el de muchos de los ciudadanos, Me iré a pasar unos días a casa de mis padres, donde a parte de pasear, leer y descansar no preveo hacer nada sorprendente. No esperen un relato de apasionadas y exóticas aventuras en lugares remotos a la vuelta de estas fiestas, no. Al menos este año no.

Es inevitable hacer un recuerdo del año justo cuando se acaba. Lo malo es que la memoria de todos es débil, y la mía aún más, así que cuando hacemos listas de lo más importante que ha sucedido, la mejor película que hemos visto o similares al final nos acordamos de lo que tenemos más fresco, y lo que pasó en Febrero o Marzo nos suena tan lejano como lo que sucedió hace ya varios años. Si hubiera que destacar una noticia muchos compartiríamos la idea de que ha sido la crisis, otra vez la maldita crisis, el centro de muchas de nuestras conversaciones, a veces de manera fortuita, otra porque nos ha pillado de cerca, o le afecta a conocidos. Esta será la tercera Navidad en crisis,
y en un curioso arranque de sinceridad (fruto de que ha decidido que se va??) ayer Zapatero auguró cinco años más de penurias. Si recuerdan empezamos el año deseando feliz 2011, porque dábamos por sentado que 2010 iba a ser malo pero que tras el vendría la recuperación. Pues nada de nada. Nos hemos quedado estancados en el fondo del pozo y no se esperan noticias buenas para el próximo ejercicio, al menos en lo que a España se refiere, porque Alemania funciona a pleno rendimiento y Estados Unidos, mal que bien, va saliendo. Para nosotros fue Mayo el mes decisivo, ese primer fin de semana en el que España se convirtió en sinónimo de problemas para Europa. A partir de ese momento las decisiones del gobierno y los comentarios de la oposición y demás agentes económicos no son independientes, soberanos. Están a merced de nuestros acreedores, los llamados mercados, y de la Unión Europea, que en el fondo se parece cada vez más a un grupo de señores endeudados mutuamente que se sujetan para evitar caerse entre ellos, no para sostener a otros. La crisis, que se complica cada día más a nivel internacional, ha puesto de manifiesto que las instituciones internacionales no funcionan. LA ONU no existe ni se le espera, el G20 se ha desinflado, y podía convertirse en un G2 entre EEUU y China con un coro de aplaudidores, cuando haya acuerdo. La relevancia exterior de la Unión Europea se ha conseguido a base de transformar a la Unión en un foco de la crisis, no en un grupo de trabajo generador de soluciones. Las guerras de divisas, estratagemas comerciales competitivas y declaraciones variadas nos muestran un mundo en el que la crisis está royendo poco a poco los lazos de integración creados pacientemente a lo largo de los últimos años. Se está instalando un egoísmo al que poco le queda para que alguien diga eso de que cada palo que aguante su vela. En el interior de los países crece la frustración social y el descontento, fruto de un paro creciente y de la asunción de que los gobernantes (y sus aparentes sucesores) son totalmente incapaces de afrontar la situación. No saben que hacer. España, afortunadamente aún con baja conflictividad en las calles, puede ser el retrato exacto de esta situación.

Sin embargo, este es un contexto en el que las historias personales de cada uno se desenvuelven con mejor o peor fortuna.
El parado, o el que lo va a ser, como los pobres trabajadores de CNN+ por citar algún caso concreto, tiene razones para verlo todo oscuro. Sin embargo, aquel que tenga un negocio que funcione, o que la suerte le haya sonreído con un trabajo estable y próspero (todo el que trabaje exportando a Alemania, por ejemplo) verás las cosas desde una óptica menos dramática. En fin, sea como fuere, ha sido un año complejo, difícil y apasionante. Disfruten de esta Navidad de la manera más alegre y en la mejor compañía, y con muchos dulces!!!!, y demos la bienvenida a un 2001 en el que tendremos enormes retos por delante. Trabajamos duro para superarlos.

No hay comentarios: