Sigue vomitando papeles y noticias la filtración de wikileaks, a un ritmo imposible de seguir. Es desbordante. Tanta noticia gorda tan seguida no genera efecto alguno, es como la lluvia de tormenta, que de lo fuerte que cae resbala sobre el terreno y no lo empapa. El atracón es indigerible por los medios, y ni les cuento por mi, ciudadano medio, que me dedico a esto por mera afición. Sin embargo hay dos líneas de noticias que empiezan a coger fuerza, las nacionales de cada país, que las recalca el medio de turno, en este caso las que afectan directamente a España, y las internacionales referidas a riesgos y amenazas globales. Y ambas son sustanciosas.
De entre las primeras está empezando a causar mucho revuelo la constatación de las presiones que hizo la embajada de Estados Unidos en Madrid para evitar que se celebrasen juicios contra militares norteamericanos y, en general, detener iniciativas judiciales que fuesen contra sus intereses. Quizás el caso más famoso entre todos ellos sea el de José Couso, el cámara de Telecinco que falleció en el asalto militar a Bagdad en 2003. Su caso fue enarbolado como bandera por los contrarios a la guerra de Irak y por el PSOE y otros partidos en su labor de oposición a la guerra y al gobierno de Aznar. Tras las elecciones y el cambio de gobierno el proceso judicial de Couso sigue su ritmo y acaba en nada en al Audiencia Nacional. Ahora parece que ese final fue impulsado por los norteamericanos y facilitado por la fiscalía, el Ministerio de Justicia y otros políticos del gobierno socialista, en lo que parece ser un nuevo y a la vez clásico ejercicio de “real politik”, en el que la idea de “me interesas de mientras me seas útil” se aplicó a la familia de Couso y a su movimiento de apoyo. Obviamente estas revelaciones no le han sentado muy bien a los familiares del fallecido, que se muestran indignados por el hecho de que el gobierno cediera ante las presiones americanas, pero me da que lo que realmente les duele es ese sentimiento de haber sido utilizados por el gobierno como un estandarte y luego, de espaldas, haber sido traicionados, abandonados. Los Couso nunca esperarían nada del PP, pero seguro que jamás esperaban esto del PSOE. Ayer las caras de los portavoces del gobierno ante estas revelaciones eran como las del Lunes ante los resultados catalanes, desoladas, y usando largas y vacuas frases que les evitasen pronunciar la palabra mierda en vivo y en directo. Como todavía queda mucho por saber es pronto para acusar a miembros del gobierno o de la judicatura de haber cometido delitos de prevaricación o similares, pero las acusaciones están ahí, y son graves. En el fondo no debiera extrañarnos nada de esto. Creer que la vida es de color de rosa y tal como se nos muestra no es más que un ejercicio de pueril ingenuidad. A nuestra espalda se nos miente y manipula, mucho, muchísimo. De hecho la libertad de prensa es una de las armas que poseemos para controlar ese engaño al que se nos somete. Dicen los caústicos que dictaduras y democracias están totalmente corrompidas, con la diferencia de que en democracia se conoce y en las dictaduras sólo se sabe tras la muerte del dictador. En todo caso esto no hace más que sumar descrédito al gobierno vigente, ya que es una puñalada en su estrategia de marketing, la única que ha desarrollado con eficacia a lo largo de estos años. Pero por extensión se refuerza la idea de que la clase política, POSE, PP y todos los demás, es un conjunto de personas de las que uno no se puede fiar. En estos tiempos de crisis es un mensaje muy grave y peligroso.
Y por cierto, como ayer comentaba, crece en mi cabeza la idea de que esta estrategia difusora de wikileaks a través de la prensa es una manera de evitar que toda la responsabilidad y el riesgo de la filtración caigan sobre esa web y su fundador. Debido a unas acusaciones de acoso sexual que sobre el recaían en Suecia, se ha dictado orden de detención sobre su fundador y director, Julian, Assange. Dado el nerviosismo que las filtraciones generan es coherente preguntarse si esas acusaciones sexuales son ciertas o no, si son una respuestas de los ofendidos a las filtraciones, si es otra jugarreta bajo la mesa, sino estamos asistiendo a une película de espías en directo a través de los medios…..
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