Fue Alfonso Guerra el que inmortalizó esa frase en la política española, hace ya bastantes años, y los tiempos desde entonces han cambiado mucho, pero las rencillas políticas y las ganas de meter el dedo en el ojo al adversario siguen intactas. Quizás lo novedoso es que no es necesario que los personajes se muevan para que no salgan en las fotos. Quietos, sentaditos, pueden ser perfectamente eliminados, y sin recurrir al photoshop ni a grandes tecnologías. Las tijeras y algo de mala leche son más que suficientes.
Vean este precioso ejemplo de esta semana. El Lunes tuvo lugar en Nueva York un encuentro de progresistas internacionales, aunque sería mejor llamarlos socialdemócratas, para discutir sobre el laberinto en el que se encuentran inmersos. En una de las charlas estuvieron presentes Carmen Chacón, Bill Clinton, Tony Blair y Felipe González. En el artículo de El País del Martes 14, pinchen el enlace, se muestra esa escena con esos personajes y ese orden, de izquierda a derecha. Sin embargo, alguien debió decidir que algo sobraba en la foto, y en la referencia del mismo periódico al día siguiente la imagen ha sido recortada, eliminando de la misma a Carmen Chacón. Se aprecia un trocito del hombro izquierdo de la Ministra de defensa, pero el protagonista indiscutible de la foto, pie incluido, es Felipe González y los dos líderes, Blair y Clinton. Pero la cosa no acaba aquí, no. Si nos vamos a Público vemos que en su artículo del día 15, referido al mismo acto, se adereza con una foto en la que sólo aparecen Carme Chacón y Bill Clinton. En este caso han sido obviados, eliminados mejor dicho, Tony Blair y Felipe González. Se les menciona en el texto sí, pero de mientras los comentarios de Felipe González se escriben en tipología normal, los de Chacón se resaltan en negrita. Un mismo acto y dos posturas ideológicas (y personales completamente distintas) ¿Por qué? En este caso asistimos a una nueva batalla entre dos familias del socialismo español. Por un lado está la vieja guardia de PRISA, editora de El País, que siempre ha sido de Felipe González y ha visto mal a ZP y sus amigos. Por otro tenemos a Público, periódico del grupo Mediapró, uno de cuyos dirigentes es Miguel Barroso, marido de….. Carmen Chacón. Mediapro es la niña mediática de ZP y durante estos años ha recibido un apoyo financiero por parte de la Moncloa que le ha permitido hacerse con derechos televisivos, que ha sustraído a PRISA, y ha tratado de elaborar un discurso de izquierda más duro que el que se elaboraba desde el grupo de la Gran Vía de Madrid. Así, durante los últimos años, sobre todo a cuenta de los derechos del fútbol, pero aprovechando cualquier asunto, Púbico-Mediapro-La Sexta por un lado y PRISA-Cuatro-Digital PLUS-El País por otro se han lanzado amenazas, insultos, acusaciones, demandas y lindezas varias. El asunto este de la foto de los progresistas es, si quieren, algo menor, pero refleja hasta que punto la relación entre ambas “familias” se encuentra avinagrada. El declive en el que se encuentra sumido el zapaterismo y el ascenso de Rubalcaba, defensor de PRISA sobre todas las cosas, ha dado fuerzas a estos últimos y empieza a poner en apuros financieros a los de Mediapro, pero aún queda mucho para saber como acabará esta batalla.
Algo más profundo que se puede extraer de este asunto es el hecho de que la objetividad, si alguna vez existió y fue posible, hace tiempo que pasó a la historia. Vean semejantes manipulaciones en una noticia que cae bien a ambos medios. ¿Qué no harán ante noticias de las que no sean partidarias? Y lo mismo exactamente para el resto de periódicos y medios de comunicación. La única opción valida es consultar varios, contrastar y hacer por parte del lector / espectador un juicio crítico, pero en esta vida de prisas y agobios, ¿tenemos tiempo para eso? ¿Interés?, ¿ganas? ¿Conocen los medios la debilidad del receptor, nosotros, y cada vez la explotan más? Háganse estas preguntas y no recorten sus respuestas.
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