Esta noche se ha celebrado la entrega de los Óscar de Hollywood. La lucha entre las dos favoritas se ha decantado por El discurso del Rey, que ha ganado el de mejor película, director, actor y guión original. El premio de la actriz, quinielas cumplidas, ha sido para Natalie Portman por Cisne Negro, y La Red Social, la favorita, mi favorita, se ha llevado tres premios, el de montaje, banda sonora original y, aleluya, el que más ilusión y expectativas me hacía de toda la noche, el de mejor guión adaptado, al maravilloso trabajo que, sobre un libro normalito, realiza un genio llamado Aaron Sorkin.
Y es que tengo que confesar que le debo una muy grande a Sorkin. Este sábado terminé de ver el último de los DVDs de la séptima y última temporada de El Ala Oeste de la Casa Blanca. Desde que empecé en agosto con los capítulos de la primera temporada, he pasado seis meses alucinando con una serie inmensa, que es fruto de la mente y el trabajo de Sorkin. Las cuatro primeras temporadas salieron de su puño y letra, con unos guiones y unas tramas que son incluso a veces más complejos de lo que lo puede ser la misma realidad. De tener tiempo Sorkin hubiese creado el desmadre que se está produciendo en el Magreb, y lo haría tan bien que nos parecería irreal!!! La serie cuenta el día a día de una administración demócrata, encabezada por Joshia Barlett, papel encarnado por Martin Sheen. Junto a él hay un grupo de papeles alucinante que son interpretados por maestros del teatro, la dicción y el carácter. Llevo meses siguiendo las desventuras del jefe de gabinete Leo McGArry y su ayudante Josh Lyman, tratando de elaborar un discurso político y viendo como el Senado, la Cámara de Representantes y decenas de intereses creados y lobistas se lo bloquean día a día, de cómo Toby Ziegler, el jefe de comunicaciones, se desespera para poder crear discursos y frases que sirvan al presidente para desarrollar su agenda y no se conviertan en sus enemigos, admiro con todo mi fervor a CJ Cregg, la portavoz de la administración Barlett, que sale al encuentro de las fieras de la prensa y, desde su podium, con su aparente seguridad, trata de que no se le note que está aterrada porque no saber casi nada de lo que le van a preguntar, y decenas de personajes que pululan por unos pasillos atestados de papeles, trabajo, responsabilidades, miedos y angustias. Hay escenas, capítulos enteros que, en mi modesta opinión, son obras maestras del teatro, en los que se dicen frases de una solemnidad y con un realismo que para sí quisiera la política de verdad. Hay pasajes shakesperianos, no me importa elevar a Sorkin a esa categoría de endiosamiento, porque esa es la sensación que me ha transmitido. Los que hayan visto La Red Social se habrán quedado no sólo con las imágenes y la historia, magníficamente contada, sino con unos diálogos acerados, rápidos, nerviosos, ametrallantes a veces, difíciles de seguir por su velocidad y complejidad, ya desde la primera escena en el bar (y en versión original ni se lo imaginan). Ese es el estilo Sorkin, esa es su grandeza, y deseaba que por encima de todo él ganase el premio…… y se lo han dado!!!!!
En una de las múltiples veces que John Spencer, intérprete del papel de Leo McGarry, jefe de gabinete, tuvo que recoger un premio por su papel en la serie, dijo que para los actores el guión lo es todo, y que él tenía la suerte de que, sin saber como, todas las semanas Sorkin le entregaba oro puro, arte escrito para poder ser interpretado, y que el mérito no era tanto del actor como del genio que creaba su pape. Spencer murió poco antes de finalizar la séptima y última temporada, y hoy no puede ver como Sorkin se corona en Hollywood, pero desde el cielo de los actores donde se encuentra, seguro que aplaude a rabiar.
lunes, febrero 28, 2011
viernes, febrero 25, 2011
Al Queda y lo que sucede en Libia
Hoy es viernes, día de rezo en el mundo musulmán. Un viernes de hace poco más de un mes acabó con el régimen tunecino de Ben Alí, un viernes de hace dos semanas expulsó a Mubarak de su trono egipcio, y está por ver si este viernes, repleto de odio y sangre, pueda destruir ala dictadura libia de Gaddafi. Parapetado en Trípoli, con cada vez más ciudades en poder de los rebeldes, y socorrido por mercenarios muy violentos, el coronel se hunde poco a poco en medio de un baño de sangre. Infame final para una vida no menos repugnante.
Sin embargo este sujeto aún es capaz de proporcionar momentos de gloria. Ayer, quizá cansado de lo que él se decía, llamó a un programa de televisión, sin recurrir a lo del teléfono de los aludidos porque los de la tele son empleados (siervos) suyos, y en su mejor estilo, empezó a soltar estupideces, comparando la duración de su mandato con el de la Reina de Inglaterra (sólo es comparable su vestuario) e incidiendo todo el tiempo en que es Al Queda quién ha provocado la revuelta, drogado a la juventud y levantado las armas contra su régimen. Al final soltó unas cuantas amenazas de rigor y colgó, quizás falto de crédito o de cobertura. No ha sido Al Queda quién ha provocado esto, sino la miseria contenida de un pueblo aplastado durante décadas y, sobre todo, el efecto contagio, porque si los de Egipto y Túnez pueden, porqué nosotros no. Sin embargo, antes de que el loco lo mencionase, pensaba yo ayer sobre cómo estará viendo Bin Laden todo esto. En el fondo de su cueva, tomándose agua sucia con raíces, equivalente al chocolate con churros local, tras haber planificado algunos atentados mañaneros, qué pensará este personaje sobre lo que sucede. Estará satisfecho o inquieto? Es conocido el odio que Al Queda profesa a todos los regímenes árabes, y que esos regímenes se han sustentado en los últimos años en vender el espantajo de la seguridad a occidente, haciendo frente a la red de Bin Laden. Así, la caía de los dictadores no es mala noticia para la red terrorista, porque desaparece un enemigo. Sin embargo, la posible llegada de la democracia modelo turco sería devastador para las esperanzas de Bin Laden. A corto plazo en procesos como el Egipcio Al Queda tiene las de perder desde un principio, pero en la guerra civil de Libia esos terroristas pueden pescar influencia, incluso zonas o ciudades que poder controlar. Pero no olvidemos que los regímenes que más odia Bin Laden son las monarquías del golfo, especialmente Arabia Saudita. Y tras ellos, occidente, nosotros, los infieles. ¿Existe la posibilidad de que Al Queda aproveche estos tumultos para sus planes a largo plazo? Es una hipótesis muy tentadora y peligrosa. El tablero se ha movido y todos los actores tienen que reposicionarse, no sólo la indolente Europa, o Israel, o los Estados Unidos. También Irán y Al Queda tiene que cambiar sus estrategias ante lo que está pasando. Pensando en esto ayer por la noche (la soledad, es lo que tiene) se me ocurrió que, si yo fuera un genio del mal como se supone que es Bin Laden, se me estaba ofreciendo una oportunidad histórica de dar un golpe cruel no a los saudíes, que también, sino a todo occidente.
Ayer el barril de Brent, referencia europea, acabó cerrando a 111 dólares tras alcanzar un pico de 120. Sólo Europa necesita cada día catorce millones de barriles, sí, catorce, para funcionar. Si en un contexto de nervios como el que vivimos Al Queda desata una ataque contar Arabia Saudita, o un gran atentado en una refinería del golfo, el barril podría subir hasta niveles inimaginables, y el daño que eso haría a la débil economía occidental sería devastador, mucho mayor que cualquier torre destruida. ¿Es una hipótesis sin sentido? ¿Pudiera ser que esta crisis llegara a ofrecer semejante oportunidad a Al Queda? Personalmente no quiero comprobarlo, pero sugerente, si eres un sujeto maligno, sí que es, verdad?.
Sin embargo este sujeto aún es capaz de proporcionar momentos de gloria. Ayer, quizá cansado de lo que él se decía, llamó a un programa de televisión, sin recurrir a lo del teléfono de los aludidos porque los de la tele son empleados (siervos) suyos, y en su mejor estilo, empezó a soltar estupideces, comparando la duración de su mandato con el de la Reina de Inglaterra (sólo es comparable su vestuario) e incidiendo todo el tiempo en que es Al Queda quién ha provocado la revuelta, drogado a la juventud y levantado las armas contra su régimen. Al final soltó unas cuantas amenazas de rigor y colgó, quizás falto de crédito o de cobertura. No ha sido Al Queda quién ha provocado esto, sino la miseria contenida de un pueblo aplastado durante décadas y, sobre todo, el efecto contagio, porque si los de Egipto y Túnez pueden, porqué nosotros no. Sin embargo, antes de que el loco lo mencionase, pensaba yo ayer sobre cómo estará viendo Bin Laden todo esto. En el fondo de su cueva, tomándose agua sucia con raíces, equivalente al chocolate con churros local, tras haber planificado algunos atentados mañaneros, qué pensará este personaje sobre lo que sucede. Estará satisfecho o inquieto? Es conocido el odio que Al Queda profesa a todos los regímenes árabes, y que esos regímenes se han sustentado en los últimos años en vender el espantajo de la seguridad a occidente, haciendo frente a la red de Bin Laden. Así, la caía de los dictadores no es mala noticia para la red terrorista, porque desaparece un enemigo. Sin embargo, la posible llegada de la democracia modelo turco sería devastador para las esperanzas de Bin Laden. A corto plazo en procesos como el Egipcio Al Queda tiene las de perder desde un principio, pero en la guerra civil de Libia esos terroristas pueden pescar influencia, incluso zonas o ciudades que poder controlar. Pero no olvidemos que los regímenes que más odia Bin Laden son las monarquías del golfo, especialmente Arabia Saudita. Y tras ellos, occidente, nosotros, los infieles. ¿Existe la posibilidad de que Al Queda aproveche estos tumultos para sus planes a largo plazo? Es una hipótesis muy tentadora y peligrosa. El tablero se ha movido y todos los actores tienen que reposicionarse, no sólo la indolente Europa, o Israel, o los Estados Unidos. También Irán y Al Queda tiene que cambiar sus estrategias ante lo que está pasando. Pensando en esto ayer por la noche (la soledad, es lo que tiene) se me ocurrió que, si yo fuera un genio del mal como se supone que es Bin Laden, se me estaba ofreciendo una oportunidad histórica de dar un golpe cruel no a los saudíes, que también, sino a todo occidente.
Ayer el barril de Brent, referencia europea, acabó cerrando a 111 dólares tras alcanzar un pico de 120. Sólo Europa necesita cada día catorce millones de barriles, sí, catorce, para funcionar. Si en un contexto de nervios como el que vivimos Al Queda desata una ataque contar Arabia Saudita, o un gran atentado en una refinería del golfo, el barril podría subir hasta niveles inimaginables, y el daño que eso haría a la débil economía occidental sería devastador, mucho mayor que cualquier torre destruida. ¿Es una hipótesis sin sentido? ¿Pudiera ser que esta crisis llegara a ofrecer semejante oportunidad a Al Queda? Personalmente no quiero comprobarlo, pero sugerente, si eres un sujeto maligno, sí que es, verdad?.
jueves, febrero 24, 2011
Guerra total en Libia
Con programas y debates especiales con motivo del aniversario del golpe del 23F, los canales de televisión y radio no prestaron ayer la importancia requerida a lo que estaba pasando, y continúa, en Libia. Es comprensible el ejercicio de un cierto onanismo histórico, pero la relevancia de lo que sucede en Libia es tal que no se puede no hablar de ello en una noche como la de ayer, sólo para señalar que los periódicos del día siguiente, hoy, lo llevan en portada. A ver si hoy se recupera el tiempo perdido y los medios vuelven a la carga.
Y, ¿qué es lo que pasa en Libia? Pues es realmente muy difícil asegurarlo. Tenía dudas sobre como titular hoy este escrito, si adjetivar a la guerra como civil o total, porque civil lo parece, pero posee un grado de desorden, y las informaciones que llegan son tan confusas, que es imposible asegurar si hay frentes, movimientos de tropas o cosas por el estilo. Una cosa que sí ha hecho bien Gaddafi es bloquear el acceso de los periodistas, con lo que vivimos en un apagón casi total. Si uno coge el googlearth y se da una vuelta por Libia descubrirá que es un país inmenso, desértico y casi vacío, en el que las ciudades se sitúan bordeando la costa y que poco, más bien nada, se puede decir del interior del país, por lo que faltan referencias claves para saber lo que sucede. Parece que en la parte este del país la revuelta ha triunfado, y ciudades como Bengasi y Tobruck ya no están bajo el control del dictador. Según estas noticias, el gobierno libio controlaría Trípoli, la capital, la parte oeste del país y la frontera con Túnez y Argelia. El que muchas personas huyan del país por la frontera egipcia y que en esos puntos no haya nadie del ejercito libio estableciendo controles refuerza esta idea de “liberación” (no me gusta esa palabra dado lo que sucede) en esa zona del país. Los rumores también afirman que el régimen ha pagado a mercenarios provenientes del sahel, las zonas desérticas del sur, para acabar con las revueltas, y que disparan sin contemplaciones, causando muchas bajas. ¿Es esto así? No lo sabemos. Ni siquiera el número de víctimas está claro. El gobierno libio reconoce trescientos muertos, lo cual puede hacernos suponer que la cifra real es mucho mayor. Ayer algunas fuentes hablaban incluso de diez mil fallecidos, cifras que de ser ciertas serían de una gravedad inmensa, y conste que los trescientos, o treinta, ya lo son. Sospecho que el balance de muertos estará más cerca de las cifras escandalosas que de las menores, y que el régimen v a morir matando todo lo que pueda. Los testimonios de españoles que han salido del país, algunos de ellos llegaron a ayer a Barajas, hablan de caos, hacinamiento y pánico en el mismo aeropuerto de Trípoli. Para mañana viernes, día de oración musulmana, se ha convocado una nueva jornada de protestas para emular lo sucedido en Egipto, pero Libia ha escapado del guión que se escribió en la plaza Tahir de El Cairo, se ha adentrado en una pesadilla, una orgía de violencia, venganza y crimen que no se sabe hasta cuando continuará, y que de no ser frenada desde el exterior, puede prolongarse mucho tiempo y con un balance aterrador.
Y el resto del mundo, ¿qué hace? Lo previsto, casi nada. La Unión Europea ha emitido un comunicado de condena, tiembla, Gaddafi, estudia sanciones económicas y pide que no se permita el acceso de los dirigentes libios al suelo de la Unión, cuando la verdad es que esos dirigentes están ahora entretenidos matando a su pueblo y no tienen tiempo de viajar a ninguna parte. Obama hizo un discurso ayer en el que reclama una voz internacional única para actuar, pero sabe que esa unidad no se va a dar en el brevísimo plazo requerido por la situación. Afirma que están estudiando todas las opciones posibles. ¿Incluye eso una intervención militar? ¿Sí o no? Aunque alguno me linche, ojala sea que sí, y ya. Por cada minuto que pasa al sangría aumenta. ¿Seguiremos mirando indiferentes hasta que todo reviente?
Y, ¿qué es lo que pasa en Libia? Pues es realmente muy difícil asegurarlo. Tenía dudas sobre como titular hoy este escrito, si adjetivar a la guerra como civil o total, porque civil lo parece, pero posee un grado de desorden, y las informaciones que llegan son tan confusas, que es imposible asegurar si hay frentes, movimientos de tropas o cosas por el estilo. Una cosa que sí ha hecho bien Gaddafi es bloquear el acceso de los periodistas, con lo que vivimos en un apagón casi total. Si uno coge el googlearth y se da una vuelta por Libia descubrirá que es un país inmenso, desértico y casi vacío, en el que las ciudades se sitúan bordeando la costa y que poco, más bien nada, se puede decir del interior del país, por lo que faltan referencias claves para saber lo que sucede. Parece que en la parte este del país la revuelta ha triunfado, y ciudades como Bengasi y Tobruck ya no están bajo el control del dictador. Según estas noticias, el gobierno libio controlaría Trípoli, la capital, la parte oeste del país y la frontera con Túnez y Argelia. El que muchas personas huyan del país por la frontera egipcia y que en esos puntos no haya nadie del ejercito libio estableciendo controles refuerza esta idea de “liberación” (no me gusta esa palabra dado lo que sucede) en esa zona del país. Los rumores también afirman que el régimen ha pagado a mercenarios provenientes del sahel, las zonas desérticas del sur, para acabar con las revueltas, y que disparan sin contemplaciones, causando muchas bajas. ¿Es esto así? No lo sabemos. Ni siquiera el número de víctimas está claro. El gobierno libio reconoce trescientos muertos, lo cual puede hacernos suponer que la cifra real es mucho mayor. Ayer algunas fuentes hablaban incluso de diez mil fallecidos, cifras que de ser ciertas serían de una gravedad inmensa, y conste que los trescientos, o treinta, ya lo son. Sospecho que el balance de muertos estará más cerca de las cifras escandalosas que de las menores, y que el régimen v a morir matando todo lo que pueda. Los testimonios de españoles que han salido del país, algunos de ellos llegaron a ayer a Barajas, hablan de caos, hacinamiento y pánico en el mismo aeropuerto de Trípoli. Para mañana viernes, día de oración musulmana, se ha convocado una nueva jornada de protestas para emular lo sucedido en Egipto, pero Libia ha escapado del guión que se escribió en la plaza Tahir de El Cairo, se ha adentrado en una pesadilla, una orgía de violencia, venganza y crimen que no se sabe hasta cuando continuará, y que de no ser frenada desde el exterior, puede prolongarse mucho tiempo y con un balance aterrador.
Y el resto del mundo, ¿qué hace? Lo previsto, casi nada. La Unión Europea ha emitido un comunicado de condena, tiembla, Gaddafi, estudia sanciones económicas y pide que no se permita el acceso de los dirigentes libios al suelo de la Unión, cuando la verdad es que esos dirigentes están ahora entretenidos matando a su pueblo y no tienen tiempo de viajar a ninguna parte. Obama hizo un discurso ayer en el que reclama una voz internacional única para actuar, pero sabe que esa unidad no se va a dar en el brevísimo plazo requerido por la situación. Afirma que están estudiando todas las opciones posibles. ¿Incluye eso una intervención militar? ¿Sí o no? Aunque alguno me linche, ojala sea que sí, y ya. Por cada minuto que pasa al sangría aumenta. ¿Seguiremos mirando indiferentes hasta que todo reviente?
miércoles, febrero 23, 2011
¿Acabará Gaddafi como Ceaucescu?
Hoy es 23 de febrero, día lleno de recuerdos de lo que sucedió hace treinta años, una eternidad. Pues bien, cuando fue el golpe de estado de Tejero Gaddafi ya llevaba más de once años en el poder. Fíjense el tiempo que ha pasado desde entonces y súmenle todo eso. Casi parece obvio que, modelado su cuerpo a la forma de la poltrona, le sea imposible al dictador huir y dejar en libertad a au pueblo. No. Lo único que le importa es él, su familia y sus posesiones, y si para defenderlas debe matar y exterminar, lo hará sin piedad, como lo ha hecho en todos estos años.
Pronuncio en la tarde de ayer el dictador libio un discurso esperpéntico, cruel y alucinante. Durante más de una hora el sátrapa, envuelto en telas amplias y con un aspecto de estar colocado, se dedico a pegar gritos, amenazas e insultos a todos aquellos que osen levantarse contra su régimen. Acusó a los manifestantes de ratas, de actuar borrachos y drogados. A los pocos medios de comunicación árabes que pueden emitir desde el país (el resto no pueden ni entrar) de estar en manos de los perros occidentales y Bin Laden (curiosa combinación) y en un estado de exaltación digno de las arengas que Hitler pronunciaba en Nuremberg animó a sus partidarios para que hoy se lanzasen a las calles, identificados con un brazalete verde, para ejecutar a los que se rebelan y protestas. Una incitación a la guerra civil, el exterminio la masacre, lo que ustedes prefieran, de libro. Visto con un poco de perspectiva, este es el discurso de un paranoico que se ve acorralado, y que empieza a tener la partida perdida. Me recordaba al Ceaucescu rumano, cuando su régimen cayó, y arengaba contra las revueltas, que finalmente le ejecutaron. Algunas fuentes apuntan a que Bengasi, la segunda ciudad del país, y en general, la parte derecha del mismo, colindante con Egipto, ya están fuera del control de las milicias de Gaddafi, pero es muy difícil asegurar nada en medio del bloqueo informativo del régimen. Lo que parece evidente es que continúan los disparos en las calles de trípoli y que el número de muertos, que oscila entre varios cientos, o incluso más de mil, será elevado en todo caso. Anoche en muchos debate se discutía sobre al necesidad de intervenir militarmente, y algunos periodistas confiaban en que la comunidad internacional acabaría mandando fuerzas militares para acabar con esta matanza, pero como algunos otros, pocos, señalaban, Libia es uno de los lugares donde más se ha practicado el cinismo por parte de los occidentales, y en este caso preferentemente los europeos. La decisión de ayer de Bruselas de romper el acuerdo marco de comercio preferente que tenía firmado con Trípoli es probable que haya causado pánico en el entorno de Gaddafi. Durante años todos los mandatarios europeos se han pegado por visitar ese país, o porque este sinvergüenza se pasease con su patética corte por las capitales europeas (en Madrid estuvo por última vez en 2007, con tabla flamenco incluido). Ahora, poco a poco, Europa tuerce el gesto, parece que a disgusto, y pide contención en medio de la sangre que ahoga a Trípoli. Como bien señala hoy el editorial de El País, es una ignominia.
Es duro ver que durante años, sólo hemos visto en Gaddafi, y en otros tantos dictadores, dos palabras. Petróleo y seguridad. El resto nos importa muy poco, por no decir nada. Se nos llena la boca de discursos vacíos, pero lo que de verdad ansiamos es que no haya bombas en el metro y que el depósito del coche esté lleno. Lo demás, nos da igual. Si quieren una explicación breve, concisa, descarnada y lúcida de todo esto, vean esta breve entrevista a Manuel Marín que ayer se hizo en el 24 horas de TVE. No se puede decir más claro, ni explicarlo más brevemente.
Pronuncio en la tarde de ayer el dictador libio un discurso esperpéntico, cruel y alucinante. Durante más de una hora el sátrapa, envuelto en telas amplias y con un aspecto de estar colocado, se dedico a pegar gritos, amenazas e insultos a todos aquellos que osen levantarse contra su régimen. Acusó a los manifestantes de ratas, de actuar borrachos y drogados. A los pocos medios de comunicación árabes que pueden emitir desde el país (el resto no pueden ni entrar) de estar en manos de los perros occidentales y Bin Laden (curiosa combinación) y en un estado de exaltación digno de las arengas que Hitler pronunciaba en Nuremberg animó a sus partidarios para que hoy se lanzasen a las calles, identificados con un brazalete verde, para ejecutar a los que se rebelan y protestas. Una incitación a la guerra civil, el exterminio la masacre, lo que ustedes prefieran, de libro. Visto con un poco de perspectiva, este es el discurso de un paranoico que se ve acorralado, y que empieza a tener la partida perdida. Me recordaba al Ceaucescu rumano, cuando su régimen cayó, y arengaba contra las revueltas, que finalmente le ejecutaron. Algunas fuentes apuntan a que Bengasi, la segunda ciudad del país, y en general, la parte derecha del mismo, colindante con Egipto, ya están fuera del control de las milicias de Gaddafi, pero es muy difícil asegurar nada en medio del bloqueo informativo del régimen. Lo que parece evidente es que continúan los disparos en las calles de trípoli y que el número de muertos, que oscila entre varios cientos, o incluso más de mil, será elevado en todo caso. Anoche en muchos debate se discutía sobre al necesidad de intervenir militarmente, y algunos periodistas confiaban en que la comunidad internacional acabaría mandando fuerzas militares para acabar con esta matanza, pero como algunos otros, pocos, señalaban, Libia es uno de los lugares donde más se ha practicado el cinismo por parte de los occidentales, y en este caso preferentemente los europeos. La decisión de ayer de Bruselas de romper el acuerdo marco de comercio preferente que tenía firmado con Trípoli es probable que haya causado pánico en el entorno de Gaddafi. Durante años todos los mandatarios europeos se han pegado por visitar ese país, o porque este sinvergüenza se pasease con su patética corte por las capitales europeas (en Madrid estuvo por última vez en 2007, con tabla flamenco incluido). Ahora, poco a poco, Europa tuerce el gesto, parece que a disgusto, y pide contención en medio de la sangre que ahoga a Trípoli. Como bien señala hoy el editorial de El País, es una ignominia.
Es duro ver que durante años, sólo hemos visto en Gaddafi, y en otros tantos dictadores, dos palabras. Petróleo y seguridad. El resto nos importa muy poco, por no decir nada. Se nos llena la boca de discursos vacíos, pero lo que de verdad ansiamos es que no haya bombas en el metro y que el depósito del coche esté lleno. Lo demás, nos da igual. Si quieren una explicación breve, concisa, descarnada y lúcida de todo esto, vean esta breve entrevista a Manuel Marín que ayer se hizo en el 24 horas de TVE. No se puede decir más claro, ni explicarlo más brevemente.
martes, febrero 22, 2011
Gaddafi muere matando
En la alucinante sucesión de revueltas que estamos contemplando en el mundo árabe, hemos llegado casi sin resuello a la tercera parada, Libia, un país grande en extensión, pequeño en población (apenas seis millones de habitantes) y que produce más de un millón de barriles de petróleo al día, causa de que en este país se de uno de los más hipócritas comportamientos de occidente con respecto a la dictadura cruel que somete a sus habitantes desde hace ya la friolera de cuarenta años. Y es en Libia en donde las revueltas están siendo no perseguidas, sino literalmente bombardeadas.
Libia va indisolublemente unido al nombre de Gaddafi, un payaso de lo más siniestro y repulsivo que lleva gobernando ese país desde 1969, sí, cuando el hombre llegó a la Luna, y Franco seguía vivo y gobernando. Imagínense lo asentado que está en el poder que su nombre es reconocido por el diccionario del Word y, con esa doble d, no se registra como falta de ortografía. Abanderado de la causa árabe, adorado por ingenuos progresistas que veían en él una especie de vía islámica al socialismo, Gaddafi ha ido cambiando de postura e ideario en función de donde soplaban los vientos, con el único objetivo de permanece en el poder. En los ochenta Libia era el paradigma del terrorismo internacional, y sino recuerden en Regreso al Futuro I la nacionalidad de quienes querían fabricar una bomba con plutonio, y que aparecen para perseguir a Doc, que se ofreció para fabricársela y les robó el material nuclear. El régimen estuvo detrás de graves atentados. Quizás el más famosos y salvaje fuera el de la voladura del 747 de la Pan Am en Lockerbie, que causo más de doscientos muertos. Tras acciones similares los americanos se hartaron, y en una operación que fue muy sonada, Reagan ordenó bombardear la residencia de Gaddafi, quién se salvó por los pelos, pero que desde entonces se acobardó y refugió en la intimidad de su país. Poco a poco Libia y el oscuro personaje fueron saliendo del foco de la atención mundial, y no fue hasta hace pocos años en los que, con el surgimiento de Al Queda y el terrorismo islamista, Gaddafi vio la oportunidad de “reconciliarse” con occidente, vendiéndose como su más fiel y útil aliado para enfrentarse a Bin Laden. Tras la entrega de algunos terroristas y el reconocimiento de acciones pasadas, como la del avión de la Pan Am, Gaddafi, alucinante, entró en el grupo de los dirigentes respetables. Mandatarios occidentales, especialmente europeos, viajaban a Libia a menudo, firmando suculentos contratos de explotación de recursos petrolíferos, y el propio Gaddafi pasó de ser un apestado a ser recibido en las capitales europeas, a las que se desplazaba en su Jaima, acompañado de vírgenes y un séquito de lo más cutre y zafio. Tanto Aznar como ZP le han recibido con los brazos abiertos, y Berlusconni ha confraternizado mucho con él, quizás por lo del harén, que al italiano eso parece que le va mucho… en fin, ver para creer.
Pues ahora, ese sujeto, que no ha dejado de ser dictador en toda su larga vida, masacra a la población de Libia, que demanda eso tan sagrado y básico que es la libertad, mientras el mundo mira de reojo y no sabe que hacer, y una Europa ensimismada, indolente y cobarde emite balbuceantes comunicados en los que demanda al régimen que no ataque a los manifestantes, y en los que se trasluce su pena por la caída de un dictador útil, caída que por supuesto no pedirán en público hasta que se haya producido de manera efectiva. Qué pena que los americanos no “regresen al futuro” y vuelvan a bombardear a Gaddafi y sus secuaces, qué pena de la gente que en Trípoli se juega su vida por la libertad, mientras que desde aquí nadie les apoya……
Libia va indisolublemente unido al nombre de Gaddafi, un payaso de lo más siniestro y repulsivo que lleva gobernando ese país desde 1969, sí, cuando el hombre llegó a la Luna, y Franco seguía vivo y gobernando. Imagínense lo asentado que está en el poder que su nombre es reconocido por el diccionario del Word y, con esa doble d, no se registra como falta de ortografía. Abanderado de la causa árabe, adorado por ingenuos progresistas que veían en él una especie de vía islámica al socialismo, Gaddafi ha ido cambiando de postura e ideario en función de donde soplaban los vientos, con el único objetivo de permanece en el poder. En los ochenta Libia era el paradigma del terrorismo internacional, y sino recuerden en Regreso al Futuro I la nacionalidad de quienes querían fabricar una bomba con plutonio, y que aparecen para perseguir a Doc, que se ofreció para fabricársela y les robó el material nuclear. El régimen estuvo detrás de graves atentados. Quizás el más famosos y salvaje fuera el de la voladura del 747 de la Pan Am en Lockerbie, que causo más de doscientos muertos. Tras acciones similares los americanos se hartaron, y en una operación que fue muy sonada, Reagan ordenó bombardear la residencia de Gaddafi, quién se salvó por los pelos, pero que desde entonces se acobardó y refugió en la intimidad de su país. Poco a poco Libia y el oscuro personaje fueron saliendo del foco de la atención mundial, y no fue hasta hace pocos años en los que, con el surgimiento de Al Queda y el terrorismo islamista, Gaddafi vio la oportunidad de “reconciliarse” con occidente, vendiéndose como su más fiel y útil aliado para enfrentarse a Bin Laden. Tras la entrega de algunos terroristas y el reconocimiento de acciones pasadas, como la del avión de la Pan Am, Gaddafi, alucinante, entró en el grupo de los dirigentes respetables. Mandatarios occidentales, especialmente europeos, viajaban a Libia a menudo, firmando suculentos contratos de explotación de recursos petrolíferos, y el propio Gaddafi pasó de ser un apestado a ser recibido en las capitales europeas, a las que se desplazaba en su Jaima, acompañado de vírgenes y un séquito de lo más cutre y zafio. Tanto Aznar como ZP le han recibido con los brazos abiertos, y Berlusconni ha confraternizado mucho con él, quizás por lo del harén, que al italiano eso parece que le va mucho… en fin, ver para creer.
Pues ahora, ese sujeto, que no ha dejado de ser dictador en toda su larga vida, masacra a la población de Libia, que demanda eso tan sagrado y básico que es la libertad, mientras el mundo mira de reojo y no sabe que hacer, y una Europa ensimismada, indolente y cobarde emite balbuceantes comunicados en los que demanda al régimen que no ataque a los manifestantes, y en los que se trasluce su pena por la caída de un dictador útil, caída que por supuesto no pedirán en público hasta que se haya producido de manera efectiva. Qué pena que los americanos no “regresen al futuro” y vuelvan a bombardear a Gaddafi y sus secuaces, qué pena de la gente que en Trípoli se juega su vida por la libertad, mientras que desde aquí nadie les apoya……
lunes, febrero 21, 2011
Little scarface
Según las teorías modernas, fueron diferencias infinitesimales en l campo gravitatorio las que determinaron que, tras el Big Bang, la materia se comenzase a agrupar y crear estructuras, que luego llegarían a ser planetas y galaxias. De esta manera, un conjunto uniforme de átomos se diferenció y empezaron a surgir entre la nube partículas algunas mayores, y otras menores, y con el tiempo no hicieron más que crecer y sobresalir unas respecto a otras, captando lo que les rodeaba y que no había sido atrapado por otras.
Algo así me sucedió a mi hace un tiempo. Hubo un día, hace años, en el que algunas partículas de mi cuerpo empezaron a agruparse y crearon una protuberancia, que lamentablemente no era una extensión del cerebro, o de algún músculo importante, sino una mera bola de grasa conocida vulgarmente como quiste, que tuvo la ocurrencia de situarse en primera línea del frente, quizás porque esas partículas que lo conformaban deseaban mirar al mundo de frente. Así, la bolita se situó al ras de la piel del papo izquierdo, a unos dos centímetros bajo el ojo, haciéndose tan visible como la nariz o cualquier otro elemento de la cara. Como no me hacía daño ni me molestaba, no me importaba, y como soy un dejado, especialmente para todo lo que tiene que ver conmigo mismo, me daba igual que allí siguiese o no. Pero el público y gente que me rodea no parecía opinar así. Las voces que señalaban que debía quitarme “eso” iban creciendo poco a poco hasta convertirse en una multitud de órdenes dirigidas a quitarlo de “una XXX vez” Junto al deseo surgía el ansia de tomar partido en la operación, y así muchos decían que con unas tijeras, bisturí, grapadora, cuchilla de afeitar, folio, capuchón de bolígrafo, y en general cualquier tipo de instrumento cortante, se animarían a abrirme la cara y quitarme el grano, aunque luego no decían nada de cómo cerrarla, claro. En fin, el tiempo iba pasando, mi dejadez aumentaba, el coro de insistentes crecía y las partículas, reconfortadas en sí mismas, parecía que no llamaban a más socias, pero habían alcanzado un tamaño respetable, casi de enana blanca. Al final no pude evitar la presión, y fui al médico en Elorrio que acabó poniéndome cita con el dermatólogo, cosa que tuve este pasado viernes 18 de febrero. Al verlo la doctora dijo que era un quiste sin consecuencias, salvo las estéticas, pero que sí, mejor extirparlo, aunque me advirtió de que a lo mejor me quedaba cicatriz. Yo le dije, literalmente, que eso me preocuparía si la naturaleza me hubiese dotado con el rostro de George Clooney, pero que evidentemente no era ese el caso. Ella se rió, supongo que de mi, y empecé a pensar que una cicatriz en la cara tampoco era tan mala idea. Quién sabe, sie el tajo era muy grande podía tatuarme un ancla al final del mismo, y adoptar un aspecto de malote, casi lo opuesto a lo que soy, interesante…..
… pero parece que al final no va a haber suficiente maroma para el ancla. Me pusieron la cita para operar para el jueves de la siguiente semana, el pasado 17, motivo de mi ausencia en este, su blog, y finalmente fueron tres, y no seis como me anunciaron, los puntos que me hicieron, y que me quitarán este jueves. Ahora el papo ni duele ni molesta, como antes, pero he sustituido el bulto por una tirita, sobre todo para tapar el hilo azul chillón con el que me han cosido. No, lo de malote habrá que dejarlo para otra vida.
Algo así me sucedió a mi hace un tiempo. Hubo un día, hace años, en el que algunas partículas de mi cuerpo empezaron a agruparse y crearon una protuberancia, que lamentablemente no era una extensión del cerebro, o de algún músculo importante, sino una mera bola de grasa conocida vulgarmente como quiste, que tuvo la ocurrencia de situarse en primera línea del frente, quizás porque esas partículas que lo conformaban deseaban mirar al mundo de frente. Así, la bolita se situó al ras de la piel del papo izquierdo, a unos dos centímetros bajo el ojo, haciéndose tan visible como la nariz o cualquier otro elemento de la cara. Como no me hacía daño ni me molestaba, no me importaba, y como soy un dejado, especialmente para todo lo que tiene que ver conmigo mismo, me daba igual que allí siguiese o no. Pero el público y gente que me rodea no parecía opinar así. Las voces que señalaban que debía quitarme “eso” iban creciendo poco a poco hasta convertirse en una multitud de órdenes dirigidas a quitarlo de “una XXX vez” Junto al deseo surgía el ansia de tomar partido en la operación, y así muchos decían que con unas tijeras, bisturí, grapadora, cuchilla de afeitar, folio, capuchón de bolígrafo, y en general cualquier tipo de instrumento cortante, se animarían a abrirme la cara y quitarme el grano, aunque luego no decían nada de cómo cerrarla, claro. En fin, el tiempo iba pasando, mi dejadez aumentaba, el coro de insistentes crecía y las partículas, reconfortadas en sí mismas, parecía que no llamaban a más socias, pero habían alcanzado un tamaño respetable, casi de enana blanca. Al final no pude evitar la presión, y fui al médico en Elorrio que acabó poniéndome cita con el dermatólogo, cosa que tuve este pasado viernes 18 de febrero. Al verlo la doctora dijo que era un quiste sin consecuencias, salvo las estéticas, pero que sí, mejor extirparlo, aunque me advirtió de que a lo mejor me quedaba cicatriz. Yo le dije, literalmente, que eso me preocuparía si la naturaleza me hubiese dotado con el rostro de George Clooney, pero que evidentemente no era ese el caso. Ella se rió, supongo que de mi, y empecé a pensar que una cicatriz en la cara tampoco era tan mala idea. Quién sabe, sie el tajo era muy grande podía tatuarme un ancla al final del mismo, y adoptar un aspecto de malote, casi lo opuesto a lo que soy, interesante…..
… pero parece que al final no va a haber suficiente maroma para el ancla. Me pusieron la cita para operar para el jueves de la siguiente semana, el pasado 17, motivo de mi ausencia en este, su blog, y finalmente fueron tres, y no seis como me anunciaron, los puntos que me hicieron, y que me quitarán este jueves. Ahora el papo ni duele ni molesta, como antes, pero he sustituido el bulto por una tirita, sobre todo para tapar el hilo azul chillón con el que me han cosido. No, lo de malote habrá que dejarlo para otra vida.
domingo, febrero 13, 2011
Nuevo retraso....
Este es el año de los imprevistos...... Sin tener muchas opciones para cambiarlo, este jueves 17 me operan para extirparme un quiste que tengo en el moflete izquierdo (tranquilos, es una operación estética sin consecuencias). Unido a los días de vacaciones pedidos previamente, no podré volver a escribir con normalidad hasta el Lunes 21 de febrero, dentro de una semana...... Saludos y disculpas
jueves, febrero 10, 2011
Dos billetes a la Luna, por favor
En vista de la mierda de aire que respiramos, no sólo en Madrid, pero sobre todo aquí, y de la capacidad de nuestros gestores para solucionar lo que sea, dan ganas de largarse lo más lejos posible. Cuando éramos unos críos veíamos el año 200X como el futuro, con coches voladores y ciudades en el espacio. Hoy, en al segunda década del siglo XXI, los coches se alimentan de lo mismo y se atascan como en los ochenta, y la carrera espacial permanece medio olvidada. Nadie ha vuelto a la Luna desde 1969, aunque eso puede cambiar en breve.
Me sonaba que había un proyecto de misión china para alunizar antes de 2020, pero no se en que estado se encuentra. Lo que he descubierto es que existe un premio, creado por Google, (Dios mío, esto tíos son la leche) dotado con 30 millones de euros, al primer equipo que sea capaz de colocar un robot en la Luna, hacer que se desplace un mínimo de quinientos metros por la superficie, envíe imágenes de video de lo que esté haciendo y seas capaz de volver a la tierra. Casi nada. ¿Qué les parece el reto? Complejo a más no poder, pero apasionante. Me da que los 30 millones dan para cubrir pocos costes de un proyecto semejante, pero es un aliciente, y desde luego una plataforma de promoción publicitaria impagable. “XXXX, la primera empresa de la Luna” o, con las imágenes del mar de la tranquilidad de fondo, un eslogan que diga ”cómprese ZZZ, el auténtico todoterreno”. Aquí los de Mitshubishi podían volver a rodar el anuncio del Montero, porque si son ellos los que alcanzan el éxito, desde luego pueden presumir de llegar hasta donde no lo ha hecho casi nadie. La cuestión es que parece que ya hay una empresa que ha anunciado la contratación de un cohete lanzador, un Falcon 9, para tratar de conseguir este reto en el año 2013. Eso es dentro de dos años solamente. Un instante. Está por ver si este anuncio es tan serio como parece o puede ser una treta publicitaria, pero si la cosa va en serio estaríamos ante la mayor empresa privada acometida en el espacio en la historia. Si se logra el viaje completo de ida y vuelta el éxito mundial está garantizado, y la repercusión en los medios del equipo que desarrolle la misión y realice su seguimiento puede ser inmensa. A la NASA le pueden salir competidores en su propio patio trasero, no sólo en China o Japón. El hecho de no tener que llevar tripulación abarata el proyecto y además, si fracasa, sólo hay riesgo de perder dinero y que todo se convierta en un montón de chatarra, sin que nadie salga herido. En fin, coste financiero y oportunidad de gloria. En esa balanza está claro por qué plato decantarse. Otra cuestión sería un nuevo viaje tripulado hasta allí. Los costes se dispararían y los riesgos también, y recordemos que si no se ha vuelto desde los setenta es porque es muy caro y no interesa comercialmente. Sirvió para ganar a los rusos, pero una vez logrado el triunfo, sólo se utilizó para exponerlo en las vitrinas.
Así que lo de los viajes espaciales creo que será para generaciones bastante posteriores, al paso que vamos. Desde pequeño he dicho que no quiero morirme sin ver llegar al hombre a Marte. Pasan los años, crezco (se supone que no sólo en edad, pero….) se me cae el pelo, y Marte sigue estando tan lejos para el ser humano como el día en el que nací. O mucho cambian las cosas o esto no se producirá hasta dentro de muchas décadas. Quizás misiones privadas como esta supongan logren ilusionar a la población y retomar el espíritu espacial, que sigue dormido en el interior de muchas personas. Ojala lo consigan, y lleguen a la Luna!!!!
Me cojo vacaciones desde mañana Viernes hasta el Miércoles 16 inclusive. Salvo sorpresas, nos vemos y leemos el Jueves 17.
Me sonaba que había un proyecto de misión china para alunizar antes de 2020, pero no se en que estado se encuentra. Lo que he descubierto es que existe un premio, creado por Google, (Dios mío, esto tíos son la leche) dotado con 30 millones de euros, al primer equipo que sea capaz de colocar un robot en la Luna, hacer que se desplace un mínimo de quinientos metros por la superficie, envíe imágenes de video de lo que esté haciendo y seas capaz de volver a la tierra. Casi nada. ¿Qué les parece el reto? Complejo a más no poder, pero apasionante. Me da que los 30 millones dan para cubrir pocos costes de un proyecto semejante, pero es un aliciente, y desde luego una plataforma de promoción publicitaria impagable. “XXXX, la primera empresa de la Luna” o, con las imágenes del mar de la tranquilidad de fondo, un eslogan que diga ”cómprese ZZZ, el auténtico todoterreno”. Aquí los de Mitshubishi podían volver a rodar el anuncio del Montero, porque si son ellos los que alcanzan el éxito, desde luego pueden presumir de llegar hasta donde no lo ha hecho casi nadie. La cuestión es que parece que ya hay una empresa que ha anunciado la contratación de un cohete lanzador, un Falcon 9, para tratar de conseguir este reto en el año 2013. Eso es dentro de dos años solamente. Un instante. Está por ver si este anuncio es tan serio como parece o puede ser una treta publicitaria, pero si la cosa va en serio estaríamos ante la mayor empresa privada acometida en el espacio en la historia. Si se logra el viaje completo de ida y vuelta el éxito mundial está garantizado, y la repercusión en los medios del equipo que desarrolle la misión y realice su seguimiento puede ser inmensa. A la NASA le pueden salir competidores en su propio patio trasero, no sólo en China o Japón. El hecho de no tener que llevar tripulación abarata el proyecto y además, si fracasa, sólo hay riesgo de perder dinero y que todo se convierta en un montón de chatarra, sin que nadie salga herido. En fin, coste financiero y oportunidad de gloria. En esa balanza está claro por qué plato decantarse. Otra cuestión sería un nuevo viaje tripulado hasta allí. Los costes se dispararían y los riesgos también, y recordemos que si no se ha vuelto desde los setenta es porque es muy caro y no interesa comercialmente. Sirvió para ganar a los rusos, pero una vez logrado el triunfo, sólo se utilizó para exponerlo en las vitrinas.
Así que lo de los viajes espaciales creo que será para generaciones bastante posteriores, al paso que vamos. Desde pequeño he dicho que no quiero morirme sin ver llegar al hombre a Marte. Pasan los años, crezco (se supone que no sólo en edad, pero….) se me cae el pelo, y Marte sigue estando tan lejos para el ser humano como el día en el que nací. O mucho cambian las cosas o esto no se producirá hasta dentro de muchas décadas. Quizás misiones privadas como esta supongan logren ilusionar a la población y retomar el espíritu espacial, que sigue dormido en el interior de muchas personas. Ojala lo consigan, y lleguen a la Luna!!!!
Me cojo vacaciones desde mañana Viernes hasta el Miércoles 16 inclusive. Salvo sorpresas, nos vemos y leemos el Jueves 17.
miércoles, febrero 09, 2011
Volvemos a hacer novillos
Qué frustrados tienen que estar los de Batasuna. Una noticia como la que han ofrecido estos días hubiese dado para decenas de programas especiales y llenaría portadas durante varios días, pero en la coyuntura que vivimos, les ha durado la gloria dos telediarios, literalmente los dos de ayer Martes, porque ya por la noche la noticia volvía a ser al deuda, la impagable deuda, y el nuevo cambio de rumbo del gobierno, permitiendo a todas las autonomías refinanciarse (reendeudarse) para evitar agravios tras el acuerdo suscrito en exclusiva con Artur Más.
Si se acuerdan, la semana pasada estábamos expectantes por la visita de Merkel. Habíamos hecho los deberes, y como alumnos modélicos, ofrecíamos contención salarial, acuerdo de recorte de las pensiones y promesas de límite al endeudamiento y déficit de las administraciones públicas. Todo precioso, rigorista y germánico a más no poder. Y claro, Merkel se fue satisfecha y nosotros brindamos con champán mientras subía las escalinatas del avión. Cuando hoy Merkel vea las noticias y oiga que, otra vez, ZP permite a las Comunidades Autónomas aumentar su deuda, seguro que piensa “perrro, este Zapataerren me ha engañufffen!!!!”o algo así. Ni techo de gasto, ni compromiso de austeridad ni gaitas. Cómo les dije a unos compañeros de trabajo (para una vez que acierto lo publicito) ZP no sería capaz de decirle NO a Cataluña, y le dejaría reendeudarse hasta donde quisiera. Lo que quizá no se esperaba era la ola de protestas que surgieron ayer de todas partes, incluyendo a muchas autonomías socialistas, que están hasta el cuello y no entendían porqué a Cataluña sí y a ellos no. Al final, de noche, el gobierno rectificó y abrió la veda otra vez. Grave decisión, errónea. Ni Cataluña ni ninguna otra Comunidad debieran poder endeudarse Nun solo euro más. Cero. Resulta que las autonomías, nacionalistas, del PSOE, del PP o mediopensionistas, piden nuevas emisiones de deuda para poder cubrir los vencimientos de la deuda que ya emitieron en el pasado. Es decir, están pidiendo un crédito no para comprar un piso, sino para pagar las cuotas del crédito que ya tienen. Se podrá vender esto como se quiera, engañar a quien no se entere y mentir al ciudadano, pero este comportamiento es el de un organismo en quiebra, que no posee liquidez para afrontar pagos y está asfixiado. Si de una empresa se tratase todas estas regiones habían solicitado ya el concurso de acreedores, nombre edulcorado que esconde el más feo de suspensión de pagos. Como yonquis enganchados a la deuda transitan por los mercados estos entes autonómicos, que parecen no enterarse de que la fiesta se acabó hace tiempo y, chantajeando a un gobierno central exhausto y sin recursos, tratan de aguantar lo posible, al menos hasta las elecciones de Mayo, y luego que pase lo que pase. Lo de ZP con Más fue bochornoso, y lo de ayer no fue otra cosa que la extensión de ese bochorno e irresponsabilidad a todo el país. Una lección de lo que NO se debe hacer. Otra más.
Y luego nos extrañaremos de que los mercados no confían en nosotros y nos penalizan, cuando nuestras decisiones no dejan de dar tumbos. Justo ayer, mientras el gobierno se desdecía, el Secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, en una visita en Alemania, juraba por lo más sagrado a su auditorio, nuestros acreedores, que íbamos a implantar techos de gasto y límites de deuda. ¿Le creyeron? No lo se, pero hoy, al leer todo esto, seguro que la fe en sus palabras se debilita notablemente. En fin, que si la profe no está encima nuestro no estudiamos…. En serio, ¿a quién pretendemos engañar?
Si se acuerdan, la semana pasada estábamos expectantes por la visita de Merkel. Habíamos hecho los deberes, y como alumnos modélicos, ofrecíamos contención salarial, acuerdo de recorte de las pensiones y promesas de límite al endeudamiento y déficit de las administraciones públicas. Todo precioso, rigorista y germánico a más no poder. Y claro, Merkel se fue satisfecha y nosotros brindamos con champán mientras subía las escalinatas del avión. Cuando hoy Merkel vea las noticias y oiga que, otra vez, ZP permite a las Comunidades Autónomas aumentar su deuda, seguro que piensa “perrro, este Zapataerren me ha engañufffen!!!!”o algo así. Ni techo de gasto, ni compromiso de austeridad ni gaitas. Cómo les dije a unos compañeros de trabajo (para una vez que acierto lo publicito) ZP no sería capaz de decirle NO a Cataluña, y le dejaría reendeudarse hasta donde quisiera. Lo que quizá no se esperaba era la ola de protestas que surgieron ayer de todas partes, incluyendo a muchas autonomías socialistas, que están hasta el cuello y no entendían porqué a Cataluña sí y a ellos no. Al final, de noche, el gobierno rectificó y abrió la veda otra vez. Grave decisión, errónea. Ni Cataluña ni ninguna otra Comunidad debieran poder endeudarse Nun solo euro más. Cero. Resulta que las autonomías, nacionalistas, del PSOE, del PP o mediopensionistas, piden nuevas emisiones de deuda para poder cubrir los vencimientos de la deuda que ya emitieron en el pasado. Es decir, están pidiendo un crédito no para comprar un piso, sino para pagar las cuotas del crédito que ya tienen. Se podrá vender esto como se quiera, engañar a quien no se entere y mentir al ciudadano, pero este comportamiento es el de un organismo en quiebra, que no posee liquidez para afrontar pagos y está asfixiado. Si de una empresa se tratase todas estas regiones habían solicitado ya el concurso de acreedores, nombre edulcorado que esconde el más feo de suspensión de pagos. Como yonquis enganchados a la deuda transitan por los mercados estos entes autonómicos, que parecen no enterarse de que la fiesta se acabó hace tiempo y, chantajeando a un gobierno central exhausto y sin recursos, tratan de aguantar lo posible, al menos hasta las elecciones de Mayo, y luego que pase lo que pase. Lo de ZP con Más fue bochornoso, y lo de ayer no fue otra cosa que la extensión de ese bochorno e irresponsabilidad a todo el país. Una lección de lo que NO se debe hacer. Otra más.
Y luego nos extrañaremos de que los mercados no confían en nosotros y nos penalizan, cuando nuestras decisiones no dejan de dar tumbos. Justo ayer, mientras el gobierno se desdecía, el Secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, en una visita en Alemania, juraba por lo más sagrado a su auditorio, nuestros acreedores, que íbamos a implantar techos de gasto y límites de deuda. ¿Le creyeron? No lo se, pero hoy, al leer todo esto, seguro que la fe en sus palabras se debilita notablemente. En fin, que si la profe no está encima nuestro no estudiamos…. En serio, ¿a quién pretendemos engañar?
martes, febrero 08, 2011
La nueva marca de Batasuna
Al menos no se les puede negar puntualidad. Tal y como estaba previsto, la cúpula de Batasuna presentó ayer en Bilbao las líneas maestras del estatuto de la nueva formación con la que quieren presentarse a las elecciones de Mayo. Un texto diseñado para pasar la ley de partidos, que contiene avances notables en lo que al lenguaje violento se refiere, con frecuentes rechazos de la violencia etarra, pero que ni hace condena expresa de la misma ni menciona palabra alguna sobre el sufrimiento causado por la banda de asesinos a la que siguen asociados. ¿Un avance? Sí, ¿el avance? Lo dudo mucho.
Todo esto me recuerda a la fábula de la rana y el escorpión. La rana se fía que el escorpión, deseoso de pasar el río montado sobre ella, no le mate porque supondría el fin de los dos. En medio de las aguas el escorpión pica a la rana y, mientras esta agoniza, le pregunta porqué lo ha hecho, y él responde que está en su naturaleza. Así, esta Batasuna nueva de ayer sigue teniendo el aguijón mortífero de una ETA en tregua, pero que no ha renunciado definitivamente a las armas, y que permanece vigilante en un segundo plano por si las cosas no van como desea. A esto debemos sumar la credibilidad de Batasuna. ¿Ustedes les creen? ¿Se fían de ellos? El argumento principal para la bajada de pantalones que presenciamos ayer es el de concurrir a las elecciones, su paso de río particular. No albergo duda alguna de que si no hubiese elecciones no veríamos todo lo que estamos viendo. Así, movidos por un interés táctico, Batasuna trata de presentarse a unos comicios que son su última oportunidad real de salvación. Es obvio que ese mundo está en crisis, desmotivado, debilitado y sin referentes. Con una ETA débil, que es detenida a pares, una presencia social muy disminuida, entre otras cosas por la ausencia del brazo político en las instituciones y, fundamental, sin recursos económicos que “alimenten” la causa, el entramado etarra se acerca a la ruina. Nunca han estado peor que ahora, ye so en sí mismo es bueno. Nunca se han visto tan necesitados de acudir a unas elecciones como las de Mayo, porque si pierden esta oportunidad abandonarán los ayuntamientos, y con ello el último resquicio de poder y presupuesto público que les queda. La representación de ayer, sea sincera o fingida, es para el grupo de mafiosos que allí se reunía, la constatación de su fracaso, aunque obviamente no lo quieran reconocer, y una muestra del éxito de la política antiterrorista llevada a cabo en los últimos años. Su aislamiento, persecución y menosprecio social ha sido constante, y eso les ah dejado en la posición de implorar para poder presentarse. Me atrevo a pensar que si, finalmente, no acceden a las elecciones, ese mundo se derrumbará en breve. Asfixiados del todo, sin relevancia y sin dinero no pueden existir, y las grietas y fugas que ya se ven en su mundo (presos especialmente) crecerán sin fin. Es una oportunidad de oro.
Así, ¿qué se debe hacer? La fiscalía y los jueces dictarán sentencia, pero me parece obvio que, usando el mismo lenguaje que utiliza ETA, es necesario “verificar” hasta que punto la voluntad expresada ayer es sincera o sólo es una treta más. Con tantos antecedentes, firmar un papel no le basta a ese mundo para ser creíble. Batasuna, Sortu, su nueva marca, no debe estar presente en las elecciones de Mayo, como test para verificar su voluntad de rechazo a las armas. Si esa postura se mantiene, y ETA no actúa, tendrá el camino libre para las generales de 2012 y la autonómicas de 2013, y habremos empezado a terminar, por fin, con el terrorismo en el País Vasco. De ellos depende.
Todo esto me recuerda a la fábula de la rana y el escorpión. La rana se fía que el escorpión, deseoso de pasar el río montado sobre ella, no le mate porque supondría el fin de los dos. En medio de las aguas el escorpión pica a la rana y, mientras esta agoniza, le pregunta porqué lo ha hecho, y él responde que está en su naturaleza. Así, esta Batasuna nueva de ayer sigue teniendo el aguijón mortífero de una ETA en tregua, pero que no ha renunciado definitivamente a las armas, y que permanece vigilante en un segundo plano por si las cosas no van como desea. A esto debemos sumar la credibilidad de Batasuna. ¿Ustedes les creen? ¿Se fían de ellos? El argumento principal para la bajada de pantalones que presenciamos ayer es el de concurrir a las elecciones, su paso de río particular. No albergo duda alguna de que si no hubiese elecciones no veríamos todo lo que estamos viendo. Así, movidos por un interés táctico, Batasuna trata de presentarse a unos comicios que son su última oportunidad real de salvación. Es obvio que ese mundo está en crisis, desmotivado, debilitado y sin referentes. Con una ETA débil, que es detenida a pares, una presencia social muy disminuida, entre otras cosas por la ausencia del brazo político en las instituciones y, fundamental, sin recursos económicos que “alimenten” la causa, el entramado etarra se acerca a la ruina. Nunca han estado peor que ahora, ye so en sí mismo es bueno. Nunca se han visto tan necesitados de acudir a unas elecciones como las de Mayo, porque si pierden esta oportunidad abandonarán los ayuntamientos, y con ello el último resquicio de poder y presupuesto público que les queda. La representación de ayer, sea sincera o fingida, es para el grupo de mafiosos que allí se reunía, la constatación de su fracaso, aunque obviamente no lo quieran reconocer, y una muestra del éxito de la política antiterrorista llevada a cabo en los últimos años. Su aislamiento, persecución y menosprecio social ha sido constante, y eso les ah dejado en la posición de implorar para poder presentarse. Me atrevo a pensar que si, finalmente, no acceden a las elecciones, ese mundo se derrumbará en breve. Asfixiados del todo, sin relevancia y sin dinero no pueden existir, y las grietas y fugas que ya se ven en su mundo (presos especialmente) crecerán sin fin. Es una oportunidad de oro.
Así, ¿qué se debe hacer? La fiscalía y los jueces dictarán sentencia, pero me parece obvio que, usando el mismo lenguaje que utiliza ETA, es necesario “verificar” hasta que punto la voluntad expresada ayer es sincera o sólo es una treta más. Con tantos antecedentes, firmar un papel no le basta a ese mundo para ser creíble. Batasuna, Sortu, su nueva marca, no debe estar presente en las elecciones de Mayo, como test para verificar su voluntad de rechazo a las armas. Si esa postura se mantiene, y ETA no actúa, tendrá el camino libre para las generales de 2012 y la autonómicas de 2013, y habremos empezado a terminar, por fin, con el terrorismo en el País Vasco. De ellos depende.
lunes, febrero 07, 2011
Contamíname, Madrid
Ha sido este un fin de semana soleado y radiante, de frías noches pero agradables días, casi cálidos para estar aún a principios de Febrero. Cuando en Madrid reina el anticiclón se instala una calma absoluta, silenciosa, difícil de definir para un habituado al clima inestable y siempre cambiante, como es mi caso. No se mueve una hoja, no hay ningún ruido. Simplemente el aire está quieto, inmóvil, como el de una habitación cerrada, que se sabe que existir porque se respira, pero no porque se sienta. Y como el de esa habitación clausurada, que se degenera, así también el aire de Madrid se estropea a medida que pasan los días.
A lo largo de la pasada semana estoy seguro que todos los días superamos en esta ciudad los umbrales de contaminación atmosférica. La boina, nombre cariñoso que se le otorga a la perenne capa de mierda que se instala sobre nosotros, ha estado ahí desde que la luz del sol permitía distinguirla hasta que el sol se oculta. Crece a lo largo de la mañana a medida que millones, literalmente, de coches, acceden a la ciudad o se mueven dentro de Madrid o camino a otras poblaciones. Uno supone que, pese a que es difícil evitar este problema, existe una conciencia del mismo y al menos se mide, o se avisa a la población de que hay riesgo, pero no. Existen estaciones de seguimiento y medición de la calidad del aire, pero como de un tiempo a esta parte no dejan de ofrecer unas mediciones cada vez más elevadas (e ilegales) las autoridades, en este caso el Ayuntamiento, han optado por la vieja táctica de esconder la mugre debajo de la alfombra, literalmente. Así, han trasladado algunas de las estaciones sitas en las zonas más expuestas al tráfico urbano, donde residen y trabajan muchas personas a parte de los coches que las “visitan” a zonas más verdes y tranquilas, con el objeto de que las mediciones reflejen valores inferiores. Gregorio Marañón, Manuel Becerra y otros lugares similares han perdido sus estaciones, y supongo que Dehesa de la Villa, el retiro o Ciudad Universitaria deben tener una cada quince metros, en medio de verdes pinares. Cuando llegue el verano y superemos los cuarenta grados también se pueden hacer cosas similares para evitar “alarmar” a la población. ¿Qué hace calor? No hay problema, meto un rato el termómetro en el frigorífico y te cuento que realmente el ambiente es fresquito. Todo el mundo consideraría esto como una estafa, una trampa o algo peor, verdad??? Pues me parece asombroso que no exista esa misma percepción ante un problema más grave como es el de la contaminación. Sí, porque esa capa de humo que nos acoge mata mucha más gente que el frío o el calor, y sin embargo es evidente que a poca gente le preocupa, y a los que menos a las autoridades municipales, que quizás debieran ser los más interesados. Entramos en campaña electoral para los ayuntamientos y serán muchas las quejas de los partidos de la oposición a los que rigen las ciudades para que hagan algo ante este problema, pero como soy un descreído ni las miraré, porque hay ciudades en España gobernadas por cualquier signo político y en todas se “pasa” de este problema, aunque es cierto que en pocas de manera tan obscena y flagrante como en Madrid.
Se que es un problema muy complejo, y de difícil y lenta solución de mientras los coches de gasolina y gasoil sean nuestro modo universal de desplazamiento. Se puede mejorar el transporte público, que es muy bueno en Madrid, pero eso no basta. Hay que sustituir esa flota de autobuses urbanos que contaminan como viejos camiones por algo, lo que sea, pero que no eche semejante mierda, restringir el acceso de vehículos al casco urbano, tomar medidas serias, pero desde luego, y en primer lugar, informar verazmente. Dar los datos reales de contaminación, alertar cuando son elevados y afrontar el problema de frente. Si lo escondemos no servirá de nada, sólo se agravará.
A lo largo de la pasada semana estoy seguro que todos los días superamos en esta ciudad los umbrales de contaminación atmosférica. La boina, nombre cariñoso que se le otorga a la perenne capa de mierda que se instala sobre nosotros, ha estado ahí desde que la luz del sol permitía distinguirla hasta que el sol se oculta. Crece a lo largo de la mañana a medida que millones, literalmente, de coches, acceden a la ciudad o se mueven dentro de Madrid o camino a otras poblaciones. Uno supone que, pese a que es difícil evitar este problema, existe una conciencia del mismo y al menos se mide, o se avisa a la población de que hay riesgo, pero no. Existen estaciones de seguimiento y medición de la calidad del aire, pero como de un tiempo a esta parte no dejan de ofrecer unas mediciones cada vez más elevadas (e ilegales) las autoridades, en este caso el Ayuntamiento, han optado por la vieja táctica de esconder la mugre debajo de la alfombra, literalmente. Así, han trasladado algunas de las estaciones sitas en las zonas más expuestas al tráfico urbano, donde residen y trabajan muchas personas a parte de los coches que las “visitan” a zonas más verdes y tranquilas, con el objeto de que las mediciones reflejen valores inferiores. Gregorio Marañón, Manuel Becerra y otros lugares similares han perdido sus estaciones, y supongo que Dehesa de la Villa, el retiro o Ciudad Universitaria deben tener una cada quince metros, en medio de verdes pinares. Cuando llegue el verano y superemos los cuarenta grados también se pueden hacer cosas similares para evitar “alarmar” a la población. ¿Qué hace calor? No hay problema, meto un rato el termómetro en el frigorífico y te cuento que realmente el ambiente es fresquito. Todo el mundo consideraría esto como una estafa, una trampa o algo peor, verdad??? Pues me parece asombroso que no exista esa misma percepción ante un problema más grave como es el de la contaminación. Sí, porque esa capa de humo que nos acoge mata mucha más gente que el frío o el calor, y sin embargo es evidente que a poca gente le preocupa, y a los que menos a las autoridades municipales, que quizás debieran ser los más interesados. Entramos en campaña electoral para los ayuntamientos y serán muchas las quejas de los partidos de la oposición a los que rigen las ciudades para que hagan algo ante este problema, pero como soy un descreído ni las miraré, porque hay ciudades en España gobernadas por cualquier signo político y en todas se “pasa” de este problema, aunque es cierto que en pocas de manera tan obscena y flagrante como en Madrid.
Se que es un problema muy complejo, y de difícil y lenta solución de mientras los coches de gasolina y gasoil sean nuestro modo universal de desplazamiento. Se puede mejorar el transporte público, que es muy bueno en Madrid, pero eso no basta. Hay que sustituir esa flota de autobuses urbanos que contaminan como viejos camiones por algo, lo que sea, pero que no eche semejante mierda, restringir el acceso de vehículos al casco urbano, tomar medidas serias, pero desde luego, y en primer lugar, informar verazmente. Dar los datos reales de contaminación, alertar cuando son elevados y afrontar el problema de frente. Si lo escondemos no servirá de nada, sólo se agravará.
viernes, febrero 04, 2011
En ocasiones veo chinos
Ayer fue el primer día del nuevo año chino, el 4703 según comentaron en la tele. El llamado año del conejo (piensa mal y…..) que resulta ser la festividad más familiar de los chinos, provoca las mayores migraciones del mundo y hace que la audiencia del especial de “Nochevieja” se sitúe en torno a los setecientos millones de espectadores. Desde luego cualquier análisis de la realidad china se enfrenta al manejo de unas cifras monstruosas, inabordables, y a veces incomprensibles… ¿cuánta gente son setecientos millones de personas?
La cuestión es que con crecimientos entre el 8 y el 10% durante años, China se ha convertido en la estrella ascendente del firmamento económico. Ha superado a Japón y va camino de pillar a Estados Unidos, cosa que logrará en esta década si mantiene ese explosivo ritmo de crecimiento. Y la gran pregunta es, lo mantendrá? Hay visiones para todos los gustos. El crecimiento chino se basa en salarios muy bajos, mano de obra semiesclavizada y producción en masa de componentes y abalorios en complejos industriales gigantescos, dedicados a la exportación a occidente, la llamada “fábrica del mundo”. Sus precios son imbatibles y poco a poco conquistan mercados en todas partes. El crecimiento genera consumo interno que, pese a la reducida proporción que supone la clase media en el país, su inmenso volumen hace que el consumo crezca muchísimo. Las plantas alemanas de coches venden a China tanto o más que al resto de Europa, y de hecho la misma General Motors cerró 2010 vendiendo más coches en China que en Estados Unidos. Impactante. El otro sector que se encuentra disparado en China es, vaya, vaya, el inmobiliario. La construcción crece como una posesa, desarrollando no ya complejos inmobiliarios, sino ciudades inmensas de la nada, para alojar a millones de personas que salen del campo camino a las fábricas y urbes en crecimiento. Hay decenas de ciudades chinas cuyo nombre no nos dice nada pero que dejaría a las capitales europeas convertidas en meros barrios anexos de ellas mismas. ¿Es sostenible este modelo y nivel de crecimiento? Cada vez son más los artículos que alertan de que en China se esté fraguando la madre de todas las burbujas inmobiliarias, y visto lo sucedido en España confiemos en que no suceda lo mismo. Es muy difícil saber cuando se esta inmerso en una burbuja, aunque resulta obvio tras observar las consecuencias de su pinchazo. Además, durante su desarrollo existen muchos, lógicos y respetables argumentos que se utilizan para justificar el crecimiento desaforado que, al caer, se convierten en grandes falacias. Hasta hace poco en España se hacían muchos cientos de miles de pisos al año, y la lógica decía que eran necesarios para los inmigrantes, para la media Europa que vendría a jubilarse, y cosas similares. Ahora esas urbanizaciones se pudren, y los soñados compradores se han esfumado.
Argumentos similares se pueden usar en China. Es necesario construir dado que antes no había nada, el éxodo de la población es un proceso histórico que absorberá cualquier stock de vivienda residencial, lo que sucede en China no es extrapolable a lo que pasa en las sociedades occidentales.... y otros tantos que, me temo, los he escuchado en burbujas anteriores. Desde luego leyendo artículos tan soberbios como los que realiza Kike Vázquez, uno sospecha que algo de burbuja sí que hay. Sólo el tiempo nos dirá si estamos ante un proceso de este estilo. Disfruten del fin de semana y atentos a Egipto, hoy puede ser un día decisivo.
La cuestión es que con crecimientos entre el 8 y el 10% durante años, China se ha convertido en la estrella ascendente del firmamento económico. Ha superado a Japón y va camino de pillar a Estados Unidos, cosa que logrará en esta década si mantiene ese explosivo ritmo de crecimiento. Y la gran pregunta es, lo mantendrá? Hay visiones para todos los gustos. El crecimiento chino se basa en salarios muy bajos, mano de obra semiesclavizada y producción en masa de componentes y abalorios en complejos industriales gigantescos, dedicados a la exportación a occidente, la llamada “fábrica del mundo”. Sus precios son imbatibles y poco a poco conquistan mercados en todas partes. El crecimiento genera consumo interno que, pese a la reducida proporción que supone la clase media en el país, su inmenso volumen hace que el consumo crezca muchísimo. Las plantas alemanas de coches venden a China tanto o más que al resto de Europa, y de hecho la misma General Motors cerró 2010 vendiendo más coches en China que en Estados Unidos. Impactante. El otro sector que se encuentra disparado en China es, vaya, vaya, el inmobiliario. La construcción crece como una posesa, desarrollando no ya complejos inmobiliarios, sino ciudades inmensas de la nada, para alojar a millones de personas que salen del campo camino a las fábricas y urbes en crecimiento. Hay decenas de ciudades chinas cuyo nombre no nos dice nada pero que dejaría a las capitales europeas convertidas en meros barrios anexos de ellas mismas. ¿Es sostenible este modelo y nivel de crecimiento? Cada vez son más los artículos que alertan de que en China se esté fraguando la madre de todas las burbujas inmobiliarias, y visto lo sucedido en España confiemos en que no suceda lo mismo. Es muy difícil saber cuando se esta inmerso en una burbuja, aunque resulta obvio tras observar las consecuencias de su pinchazo. Además, durante su desarrollo existen muchos, lógicos y respetables argumentos que se utilizan para justificar el crecimiento desaforado que, al caer, se convierten en grandes falacias. Hasta hace poco en España se hacían muchos cientos de miles de pisos al año, y la lógica decía que eran necesarios para los inmigrantes, para la media Europa que vendría a jubilarse, y cosas similares. Ahora esas urbanizaciones se pudren, y los soñados compradores se han esfumado.
Argumentos similares se pueden usar en China. Es necesario construir dado que antes no había nada, el éxodo de la población es un proceso histórico que absorberá cualquier stock de vivienda residencial, lo que sucede en China no es extrapolable a lo que pasa en las sociedades occidentales.... y otros tantos que, me temo, los he escuchado en burbujas anteriores. Desde luego leyendo artículos tan soberbios como los que realiza Kike Vázquez, uno sospecha que algo de burbuja sí que hay. Sólo el tiempo nos dirá si estamos ante un proceso de este estilo. Disfruten del fin de semana y atentos a Egipto, hoy puede ser un día decisivo.
jueves, febrero 03, 2011
Frau Merkel viene a pasar lista
Como si se tratase de un alumno de oposición, Zapatero lleva meses encerrado en casa estudiando, y preparándose para el examen que le toca hoy. Por los pelos logró ayer la foto de la firma del Acuerdo Social, que no tiene demasiado contenido pero que es mejor que nada, y con la promesa de que las pensiones se recortan, los derechos laborales se reducen y que los españoles estamos dispuestos a flagelarnos lo que sea, recibe hoy en Moncloa a Ángela Merkel, a la que en un momento dado llamó fracasada y hoy suplica ayuda y muestra pleitesía….. si es que ya lo dice el clásico, los conversos son los peores.
Hay mucho revuelo en España con esta breve visita de la Merkel y sospecho que algo menos en la propia Alemania. A la reunión acuden seis ministros germanos, y desde la parte española se va con una mezcla de orgullo (no somos tan malos como los mercados creen) y lástima (por favor, darnos dinero y empleo). Desde hace unas semanas se habla por todas partes de que Alemania necesita miles de trabajadores especializados en carreras técnicas y en otras especialidades, y se está animando a la gente a que se vaya para allí. En mi opinión eso es la asunción de un fracaso como sociedad, fracaso nuestro, por supuesto. Formamos a miles de estudiantes en duras carreras, que cuestan un dineral al erario público, y luego les mandamos fuera porque aquí no tienen nada que hacer. Es lamentable. Pero comprensible. Sólo mirando las horrorosas cifras de desempleo de ayer a uno le da por huir lo más lejos posible. En este contexto Merkel se ha convertido en al tutela del gobierno español, y en la garantía de que el manirroto ZP meta en vereda su política, tras los años del despilfarro. Seguramente en público alabará los esfuerzos que está haciendo España en materia de austeridad y reformas, pero en privado volverá a caernos alguna bronca y pondrá sobre la mesa una nueva lista de objetivos, deberes como los llaman ahora, pidiendo concreción y plazos, y desde luego resultados en la ejecución de las reformas ya emprendidas. No se si se reunirá con los responsables del PP, pero de hacerlo seguro que les echa otra bronca y les advierte de que si ganan volverán a verse, y en la misma posición de sumisión en la que ahora se encuentra ZP respecto a ella. Las cifras cantan, Alemania va como un tiro. En un mundo en el que China consume como una loca la industria alemana vende en Pekín lo que sea. Las marcas de coches, siderurgia, bienes de equipo y demás industria pesada germana están batiendo récords de ventas, y eso con un mercado natural, el europeo, que está renqueante por la crisis. Los proveedores españoles de fábricas alemanas no dan abasto, mientras que el resto se cruzan de brazos sin saber que hacer. Ese es el poder que tiene Merkel, esa es su fuerza, y en contraste qué grande es nuestra debilidad.
Podría preguntarse uno, dada esta diferencia tan inmensa, porqué le preocupamos a Alemania, y al respuesta es que nosotros somos el futuro del euro. Si España cae, sea porque los balances bancarios nacionales se hunden, las autonomías se van a al quiebra o cosas por el estilo, deberemos ser rescatados, y somos demasiado grandes como para eso. Los bancos alemanes, tan podridos como los españoles, tienen mucha deuda pública y privada española. Ese es su riesgo con nosotros, pero no nos confundamos. En esta historia está claro quién manda y, como dice el aforismo ese que se usa con el fútbol, la economía europea es un juego entre varios países en el que siempre gana Alemania.
Hay mucho revuelo en España con esta breve visita de la Merkel y sospecho que algo menos en la propia Alemania. A la reunión acuden seis ministros germanos, y desde la parte española se va con una mezcla de orgullo (no somos tan malos como los mercados creen) y lástima (por favor, darnos dinero y empleo). Desde hace unas semanas se habla por todas partes de que Alemania necesita miles de trabajadores especializados en carreras técnicas y en otras especialidades, y se está animando a la gente a que se vaya para allí. En mi opinión eso es la asunción de un fracaso como sociedad, fracaso nuestro, por supuesto. Formamos a miles de estudiantes en duras carreras, que cuestan un dineral al erario público, y luego les mandamos fuera porque aquí no tienen nada que hacer. Es lamentable. Pero comprensible. Sólo mirando las horrorosas cifras de desempleo de ayer a uno le da por huir lo más lejos posible. En este contexto Merkel se ha convertido en al tutela del gobierno español, y en la garantía de que el manirroto ZP meta en vereda su política, tras los años del despilfarro. Seguramente en público alabará los esfuerzos que está haciendo España en materia de austeridad y reformas, pero en privado volverá a caernos alguna bronca y pondrá sobre la mesa una nueva lista de objetivos, deberes como los llaman ahora, pidiendo concreción y plazos, y desde luego resultados en la ejecución de las reformas ya emprendidas. No se si se reunirá con los responsables del PP, pero de hacerlo seguro que les echa otra bronca y les advierte de que si ganan volverán a verse, y en la misma posición de sumisión en la que ahora se encuentra ZP respecto a ella. Las cifras cantan, Alemania va como un tiro. En un mundo en el que China consume como una loca la industria alemana vende en Pekín lo que sea. Las marcas de coches, siderurgia, bienes de equipo y demás industria pesada germana están batiendo récords de ventas, y eso con un mercado natural, el europeo, que está renqueante por la crisis. Los proveedores españoles de fábricas alemanas no dan abasto, mientras que el resto se cruzan de brazos sin saber que hacer. Ese es el poder que tiene Merkel, esa es su fuerza, y en contraste qué grande es nuestra debilidad.
Podría preguntarse uno, dada esta diferencia tan inmensa, porqué le preocupamos a Alemania, y al respuesta es que nosotros somos el futuro del euro. Si España cae, sea porque los balances bancarios nacionales se hunden, las autonomías se van a al quiebra o cosas por el estilo, deberemos ser rescatados, y somos demasiado grandes como para eso. Los bancos alemanes, tan podridos como los españoles, tienen mucha deuda pública y privada española. Ese es su riesgo con nosotros, pero no nos confundamos. En esta historia está claro quién manda y, como dice el aforismo ese que se usa con el fútbol, la economía europea es un juego entre varios países en el que siempre gana Alemania.
miércoles, febrero 02, 2011
El incierto futuro de Egipto
Las manifestaciones, masivas, pero no de millones de personas, que ayer se registraron en El Cairo tenían como fin presionar la presidente Hosni Mubarak para que renunciase al poder. A lo largo del día la presión iba creciendo sobre el gobernante, y a eso de las 22:00 horas de España hizo una declaración en la televisión egipcia, parece que pactada, o al menos anteriormente comunicada a la Casa Blanca, en la que Mubarak se reafirmaba en no dejar el poder ahora, anunciaba que no se presentaría a las elecciones, previstas para otoño, y que la historia, y no una revuelta popular, le juzgaría.
Usando una expresión que se ha puesto de moda con las crisis de deuda europea, Egipto no es Túnez. Si la revuelta tunecina se vio con interés pero un cierto pasotismo por parte de muchas cancillerías occidentales, lo de Egipto se contempla con auténtico temor. Un país de ochenta millones de habitantes, fronterizo con Israel, con quien mantiene relaciones diplomáticas, que detenta el control del canal de Suez y que es el gran aliado de occidente en la zona no es cualquier cosa. No. Hay una mezcla contradictoria, porque es bueno que los regímenes dictatoriales del Magreb caigan, porque no han hecho otra cosa tras décadas de opresión que sumir a sus poblaciones en la pobreza e incultura. Sin embargo, la posibilidad de que Egipto se hunda en el marasmo, o aún pero, que los Hermanos Musulmanes, el grupo islámico más potente y organizado del país, acaben controlando el poder y llevan a Egipto a una abierta colaboración con el Gaza de Hamás o irán suscita todas las pesadillas posibles. ¿Qué hacer? Europa no tiene ni idea, como siempre, y parece que tampoco le importa. Estados Unidos, el principal valedor hasta ahora de Mubarak, ve como el apoyo a su socio se desvanece por momentos y poco apoco aumenta su presión sobre él para que se aparte y evite un descontrol de las protestas. Diríase que en Washington empieza a verse como inevitable la caída del régimen y el efecto contagio a otros países, y puede ser hora de aprovechar el movimiento. Sumémonos a él, o al menos no nos opongamos, parecen pensar los estrategas de Obama. Por primera vez en muchos años las revueltas de un país árabe no lucen banderas norteamericanas incendiadas, y esta puede ser una oportunidad para la Casa Blanca de aparecer no como el tradicional usurpador colonialista, sino como un garante, alguien que respalda el movimiento por la libertad del pueblo. Los norteamericanos verían con buenos ojos un relevo en el que otro militar, o incluso un melifluo y poco El Baradei, más conocido en occidente que en su propio país, llegasen al poder. Pero las crisis tienen un grado de imprevisibilidad muy elevado, y no es nada sencillo saber como van a discurrir los acontecimientos. El hecho de que Mubarak no se vaya puede hacer que la violencia, que afortunadamente sigue muy contenida, salte por alguna parte, y los enfrentamientos entre partidarios y detractores del régimen crezcan. Será entonces el ejército el que deba decidir qué hacer, de parte de quién ponerse y cómo actuar.
Lo que es innegable es que toda esta crisis en el norte de África ha pillado a todo el mundo por sorpresa. Y las condiciones de miseria, pobreza y hartazgo estaban allí desde hace mucho tiempo. ¿Por qué estas revueltas ahora, y no hace un año? ¿O dentro de algunos meses? Ni idea. En los escenarios de los analistas no figuraba para nada acontecimientos similares en este 2011, y mucho menos al principio. Una nueva muestra de que hay que estar atentos día a día a lo que pasa, y aún así las sorpresas a las que nos enfrentemos serán continuas. De momento veremos a ver como se desarrolla la jornada de hoy en El Cairo.
Usando una expresión que se ha puesto de moda con las crisis de deuda europea, Egipto no es Túnez. Si la revuelta tunecina se vio con interés pero un cierto pasotismo por parte de muchas cancillerías occidentales, lo de Egipto se contempla con auténtico temor. Un país de ochenta millones de habitantes, fronterizo con Israel, con quien mantiene relaciones diplomáticas, que detenta el control del canal de Suez y que es el gran aliado de occidente en la zona no es cualquier cosa. No. Hay una mezcla contradictoria, porque es bueno que los regímenes dictatoriales del Magreb caigan, porque no han hecho otra cosa tras décadas de opresión que sumir a sus poblaciones en la pobreza e incultura. Sin embargo, la posibilidad de que Egipto se hunda en el marasmo, o aún pero, que los Hermanos Musulmanes, el grupo islámico más potente y organizado del país, acaben controlando el poder y llevan a Egipto a una abierta colaboración con el Gaza de Hamás o irán suscita todas las pesadillas posibles. ¿Qué hacer? Europa no tiene ni idea, como siempre, y parece que tampoco le importa. Estados Unidos, el principal valedor hasta ahora de Mubarak, ve como el apoyo a su socio se desvanece por momentos y poco apoco aumenta su presión sobre él para que se aparte y evite un descontrol de las protestas. Diríase que en Washington empieza a verse como inevitable la caída del régimen y el efecto contagio a otros países, y puede ser hora de aprovechar el movimiento. Sumémonos a él, o al menos no nos opongamos, parecen pensar los estrategas de Obama. Por primera vez en muchos años las revueltas de un país árabe no lucen banderas norteamericanas incendiadas, y esta puede ser una oportunidad para la Casa Blanca de aparecer no como el tradicional usurpador colonialista, sino como un garante, alguien que respalda el movimiento por la libertad del pueblo. Los norteamericanos verían con buenos ojos un relevo en el que otro militar, o incluso un melifluo y poco El Baradei, más conocido en occidente que en su propio país, llegasen al poder. Pero las crisis tienen un grado de imprevisibilidad muy elevado, y no es nada sencillo saber como van a discurrir los acontecimientos. El hecho de que Mubarak no se vaya puede hacer que la violencia, que afortunadamente sigue muy contenida, salte por alguna parte, y los enfrentamientos entre partidarios y detractores del régimen crezcan. Será entonces el ejército el que deba decidir qué hacer, de parte de quién ponerse y cómo actuar.
Lo que es innegable es que toda esta crisis en el norte de África ha pillado a todo el mundo por sorpresa. Y las condiciones de miseria, pobreza y hartazgo estaban allí desde hace mucho tiempo. ¿Por qué estas revueltas ahora, y no hace un año? ¿O dentro de algunos meses? Ni idea. En los escenarios de los analistas no figuraba para nada acontecimientos similares en este 2011, y mucho menos al principio. Una nueva muestra de que hay que estar atentos día a día a lo que pasa, y aún así las sorpresas a las que nos enfrentemos serán continuas. De momento veremos a ver como se desarrolla la jornada de hoy en El Cairo.
martes, febrero 01, 2011
La música de John Barry llena nuestra vida
Lo de Egipto se complica cada vez más, y es probable que hoy asistamos a un desenlace tras la huelga general convocada en el país, pero permítanme que hoy huya un poco de esa actualidad y les hable de la muerte de John Barry. Su cara no les sonará a muchos, a mi de nada, su apellido quizás, pero si les cuento, como hace hoy la prensa, que era el autor de las bandas sonoras de 007, Enigma, Bailando con Lobos o Memorias de África la cosa cambia, verdad? Ahora seguro que sienten que Barry es parte de ustedes y lamentan su muerte como propia.
John Williams, Danny Elffman, Howard Shore, Jerry Goldsmith, John Barry, y otros muchos, son famosísimos compositores de bandas sonoras, y autores de las que sin duda son las melodías sinfónicas más aclamadas del siglo XX. En el caso de Barry hay una película, Memorias de África, que marcó un antes y un después en su carrera, y me atrevo a decir que en parte también en la vida de todos los que la vimos. Dirigida por Sidney Pollack, con Robert Redfordy Meryl Streep en estado de gracia, esa película lo tiene todo. Interpretaciones, diálogo, emoción, sensibilidad, belleza visual a raudales, y una música que es maravillosa. No creo que haya nadie que se haya quedado indiferente cuando, al poco de empezar la película, Isak Dinesen, la escritora que interpreta Streep, dice de fondo esas palabras de “Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong” y el plano nos transporta desde la gélida Dinamarca a la sabana Africana, con un tren de vapor que parte el paisaje, o lo cierra como si de una cremallera se tratase, y empiezan a sonar las notas que Barry compuso para el adagio que hace de tema principal de la escena, y toda la película. Durante varios minutos nadie dice nada, y es que nada se puede decir. Las imágenes, de una bastedad inmensa, lo llenan todo, y esa música, maravillosa, se eleva por encima del tren, el paisaje, los personajes, y alcanza un grado de pura belleza difícil de describir. Uno ya sabe que lo que va a ver no es una película normal, porque lo que acaba de presenciar, oír y sentir, tampoco lo es. A partir de ahí las escenas se suceden, y Barry extrae lo mejor de sí mismo para que ese clímax inicial no sea un hecho aislado. Se atreve incluso a competir con Mozart cuyo adagio del concierto de clarinete KV 622 es uno de los protagonistas de la función, sonando en una vieja gramola, que extrae del disco de vinilo que Robert Redford lleva consigo unos sonidos que no acaban de pegar con el contexto africano, pero sí con la inmensidad de su paisaje, de su rotundo esplendor…. Parece que me gusta la película, verdad??? No se si hoy tendría éxito una historia así, tan falta de explosiones, gritos, tacos, insultos, violencia y despilfarro de dinero, pero en su momento triunfo plenamente, y fue una de esas ocasiones en las que crítica y público se pusieron de acuerdo, porque era magnífica, y nada se le podía reprochar. Sus protagonistas se hicieron un chalet en el cielo artístico en el que ya vivían y Barry alcanzó fama universal, que ya no le abandonaría nunca. Hasta ayer, en que falleció a los 77 años, sólo 77 años…….
Su otro gran triunfo como compositor fue Bailando con Lobos, pero si quieren que les cuente un secreto, yo no me enamoré de la música de esa película en el momento de verla, sino posteriormente, en un anuncio de Repsol… sí, sí. No se si se acuerdan, era un mar tormentoso, y de el surgían los cuatro postes sobre los que se erigía una plataforma petrolífera que se construía en medio de la lluvia y los rayos, poderosa, fuerte, inmensa… Creo que fue en los años de la privatización, finales de los noventa, y en aquellos días iba saltando de cadena en cadena, buscando la publicidad, la plataforma de Repsol….. y la música del genial Barry.
John Williams, Danny Elffman, Howard Shore, Jerry Goldsmith, John Barry, y otros muchos, son famosísimos compositores de bandas sonoras, y autores de las que sin duda son las melodías sinfónicas más aclamadas del siglo XX. En el caso de Barry hay una película, Memorias de África, que marcó un antes y un después en su carrera, y me atrevo a decir que en parte también en la vida de todos los que la vimos. Dirigida por Sidney Pollack, con Robert Redfordy Meryl Streep en estado de gracia, esa película lo tiene todo. Interpretaciones, diálogo, emoción, sensibilidad, belleza visual a raudales, y una música que es maravillosa. No creo que haya nadie que se haya quedado indiferente cuando, al poco de empezar la película, Isak Dinesen, la escritora que interpreta Streep, dice de fondo esas palabras de “Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong” y el plano nos transporta desde la gélida Dinamarca a la sabana Africana, con un tren de vapor que parte el paisaje, o lo cierra como si de una cremallera se tratase, y empiezan a sonar las notas que Barry compuso para el adagio que hace de tema principal de la escena, y toda la película. Durante varios minutos nadie dice nada, y es que nada se puede decir. Las imágenes, de una bastedad inmensa, lo llenan todo, y esa música, maravillosa, se eleva por encima del tren, el paisaje, los personajes, y alcanza un grado de pura belleza difícil de describir. Uno ya sabe que lo que va a ver no es una película normal, porque lo que acaba de presenciar, oír y sentir, tampoco lo es. A partir de ahí las escenas se suceden, y Barry extrae lo mejor de sí mismo para que ese clímax inicial no sea un hecho aislado. Se atreve incluso a competir con Mozart cuyo adagio del concierto de clarinete KV 622 es uno de los protagonistas de la función, sonando en una vieja gramola, que extrae del disco de vinilo que Robert Redford lleva consigo unos sonidos que no acaban de pegar con el contexto africano, pero sí con la inmensidad de su paisaje, de su rotundo esplendor…. Parece que me gusta la película, verdad??? No se si hoy tendría éxito una historia así, tan falta de explosiones, gritos, tacos, insultos, violencia y despilfarro de dinero, pero en su momento triunfo plenamente, y fue una de esas ocasiones en las que crítica y público se pusieron de acuerdo, porque era magnífica, y nada se le podía reprochar. Sus protagonistas se hicieron un chalet en el cielo artístico en el que ya vivían y Barry alcanzó fama universal, que ya no le abandonaría nunca. Hasta ayer, en que falleció a los 77 años, sólo 77 años…….
Su otro gran triunfo como compositor fue Bailando con Lobos, pero si quieren que les cuente un secreto, yo no me enamoré de la música de esa película en el momento de verla, sino posteriormente, en un anuncio de Repsol… sí, sí. No se si se acuerdan, era un mar tormentoso, y de el surgían los cuatro postes sobre los que se erigía una plataforma petrolífera que se construía en medio de la lluvia y los rayos, poderosa, fuerte, inmensa… Creo que fue en los años de la privatización, finales de los noventa, y en aquellos días iba saltando de cadena en cadena, buscando la publicidad, la plataforma de Repsol….. y la música del genial Barry.
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