Como si se tratase de un alumno de oposición, Zapatero lleva meses encerrado en casa estudiando, y preparándose para el examen que le toca hoy. Por los pelos logró ayer la foto de la firma del Acuerdo Social, que no tiene demasiado contenido pero que es mejor que nada, y con la promesa de que las pensiones se recortan, los derechos laborales se reducen y que los españoles estamos dispuestos a flagelarnos lo que sea, recibe hoy en Moncloa a Ángela Merkel, a la que en un momento dado llamó fracasada y hoy suplica ayuda y muestra pleitesía….. si es que ya lo dice el clásico, los conversos son los peores.
Hay mucho revuelo en España con esta breve visita de la Merkel y sospecho que algo menos en la propia Alemania. A la reunión acuden seis ministros germanos, y desde la parte española se va con una mezcla de orgullo (no somos tan malos como los mercados creen) y lástima (por favor, darnos dinero y empleo). Desde hace unas semanas se habla por todas partes de que Alemania necesita miles de trabajadores especializados en carreras técnicas y en otras especialidades, y se está animando a la gente a que se vaya para allí. En mi opinión eso es la asunción de un fracaso como sociedad, fracaso nuestro, por supuesto. Formamos a miles de estudiantes en duras carreras, que cuestan un dineral al erario público, y luego les mandamos fuera porque aquí no tienen nada que hacer. Es lamentable. Pero comprensible. Sólo mirando las horrorosas cifras de desempleo de ayer a uno le da por huir lo más lejos posible. En este contexto Merkel se ha convertido en al tutela del gobierno español, y en la garantía de que el manirroto ZP meta en vereda su política, tras los años del despilfarro. Seguramente en público alabará los esfuerzos que está haciendo España en materia de austeridad y reformas, pero en privado volverá a caernos alguna bronca y pondrá sobre la mesa una nueva lista de objetivos, deberes como los llaman ahora, pidiendo concreción y plazos, y desde luego resultados en la ejecución de las reformas ya emprendidas. No se si se reunirá con los responsables del PP, pero de hacerlo seguro que les echa otra bronca y les advierte de que si ganan volverán a verse, y en la misma posición de sumisión en la que ahora se encuentra ZP respecto a ella. Las cifras cantan, Alemania va como un tiro. En un mundo en el que China consume como una loca la industria alemana vende en Pekín lo que sea. Las marcas de coches, siderurgia, bienes de equipo y demás industria pesada germana están batiendo récords de ventas, y eso con un mercado natural, el europeo, que está renqueante por la crisis. Los proveedores españoles de fábricas alemanas no dan abasto, mientras que el resto se cruzan de brazos sin saber que hacer. Ese es el poder que tiene Merkel, esa es su fuerza, y en contraste qué grande es nuestra debilidad.
Podría preguntarse uno, dada esta diferencia tan inmensa, porqué le preocupamos a Alemania, y al respuesta es que nosotros somos el futuro del euro. Si España cae, sea porque los balances bancarios nacionales se hunden, las autonomías se van a al quiebra o cosas por el estilo, deberemos ser rescatados, y somos demasiado grandes como para eso. Los bancos alemanes, tan podridos como los españoles, tienen mucha deuda pública y privada española. Ese es su riesgo con nosotros, pero no nos confundamos. En esta historia está claro quién manda y, como dice el aforismo ese que se usa con el fútbol, la economía europea es un juego entre varios países en el que siempre gana Alemania.
1 comentario:
Estando Frau Merkel en Hispania, estaba un servidor en Germania. ¿Ironías de la vida?
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