viernes, febrero 04, 2011

En ocasiones veo chinos

Ayer fue el primer día del nuevo año chino, el 4703 según comentaron en la tele. El llamado año del conejo (piensa mal y…..) que resulta ser la festividad más familiar de los chinos, provoca las mayores migraciones del mundo y hace que la audiencia del especial de “Nochevieja” se sitúe en torno a los setecientos millones de espectadores. Desde luego cualquier análisis de la realidad china se enfrenta al manejo de unas cifras monstruosas, inabordables, y a veces incomprensibles… ¿cuánta gente son setecientos millones de personas?

La cuestión es que con crecimientos entre el 8 y el 10% durante años, China se ha convertido en la estrella ascendente del firmamento económico. Ha superado a Japón y va camino de pillar a Estados Unidos, cosa que logrará en esta década si mantiene ese explosivo ritmo de crecimiento. Y la gran pregunta es, lo mantendrá? Hay visiones para todos los gustos. El crecimiento chino se basa en salarios muy bajos, mano de obra semiesclavizada y producción en masa de componentes y abalorios en complejos industriales gigantescos, dedicados a la exportación a occidente, la llamada “fábrica del mundo”. Sus precios son imbatibles y poco a poco conquistan mercados en todas partes. El crecimiento genera consumo interno que, pese a la reducida proporción que supone la clase media en el país, su inmenso volumen hace que el consumo crezca muchísimo. Las plantas alemanas de coches venden a China tanto o más que al resto de Europa, y de hecho la misma
General Motors cerró 2010 vendiendo más coches en China que en Estados Unidos. Impactante. El otro sector que se encuentra disparado en China es, vaya, vaya, el inmobiliario. La construcción crece como una posesa, desarrollando no ya complejos inmobiliarios, sino ciudades inmensas de la nada, para alojar a millones de personas que salen del campo camino a las fábricas y urbes en crecimiento. Hay decenas de ciudades chinas cuyo nombre no nos dice nada pero que dejaría a las capitales europeas convertidas en meros barrios anexos de ellas mismas. ¿Es sostenible este modelo y nivel de crecimiento? Cada vez son más los artículos que alertan de que en China se esté fraguando la madre de todas las burbujas inmobiliarias, y visto lo sucedido en España confiemos en que no suceda lo mismo. Es muy difícil saber cuando se esta inmerso en una burbuja, aunque resulta obvio tras observar las consecuencias de su pinchazo. Además, durante su desarrollo existen muchos, lógicos y respetables argumentos que se utilizan para justificar el crecimiento desaforado que, al caer, se convierten en grandes falacias. Hasta hace poco en España se hacían muchos cientos de miles de pisos al año, y la lógica decía que eran necesarios para los inmigrantes, para la media Europa que vendría a jubilarse, y cosas similares. Ahora esas urbanizaciones se pudren, y los soñados compradores se han esfumado.
Argumentos similares se pueden usar en China. Es necesario construir dado que antes no había nada, el éxodo de la población es un proceso histórico que absorberá cualquier stock de vivienda residencial, lo que sucede en China no es extrapolable a lo que pasa en las sociedades occidentales.... y otros tantos que, me temo, los he escuchado en burbujas anteriores. Desde
luego leyendo artículos tan soberbios como los que realiza Kike Vázquez, uno sospecha que algo de burbuja sí que hay. Sólo el tiempo nos dirá si estamos ante un proceso de este estilo. Disfruten del fin de semana y atentos a Egipto, hoy puede ser un día decisivo.

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