Hace frío, aún es de noche. El invierno astronómico llega la semana que vine, el meteorológico empezó el 1 de este mes de diciembre, pero el del frío de verdad lo hizo bastante antes, con nevadas ya previas al temporal Barra, que ha cubierto de blanco las montañas del norte y anegado a un montón de comarcas. El consumo eléctrico en invierno se dispara, entre otras cosas por la necesidad de calefacción y la vida que se hace en el interior de hogares y establecimientos, frente al verano, en el que el tiempo que estamos en la calle no necesitamos electricidad. Eso hacía que el máximo de consumo eléctrico de verano fuera bastante inferior respecto al de invierno, pero, ay, el disparo del aire acondicionado ha acercado mucho ambos picos.
Hoy es un día de pesadilla para el mercado eléctrico, para la producción y los consumidores. Tenemos un enorme anticiclón sito en Centroeuropa que abarca toda España, lo que originará, como ayer, cielos despejados, quietos y sosos durante toda la jornada, excepto donde se asienten las nieblas. No va a soplar apenas viento, por lo que la producción eléctrica eólica va a ser muy escasa. Las nieblas no serán tan extensas como las de ayer, pero donde se produzcan, las placas fotovoltaicas apenas generarán corriente y no aportarán al sistema. Todas las instalaciones fotovoltaicas, de hecho, están en sus peores días del año, porque con el solsticio de invierno de la semana que viene alcanzamos el mínimo de luz solar en nuestro hemisferio. Y sí, las placas solares no producen de noche, nada, cero. ¿De dónde tiramos para producir la electricidad de hoy, al que estamos consumiendo ahora mismo? Del ciclo combinado. Si acude usted a la web de Red Eléctrica y ve la composición de la producción, estos son datos de las ocho de la mañana de hoy, el ciclo combinado de gas supone el 36% de la producción en este instante, siendo la fuente principal, seguida por la nuclear e hidráulica, con un 15% cada una, y al eólica, con casi un 13%. ¿Cuál es el problema de esta composición? Si observan la curva de consumo estimada de hoy verán que ya estamos en la cuesta arriba de cada día, hemos superado el mínimo nocturno y nos encaminamos a el primer máximo local del día, que suele situarse en torno a las 11 de la mañana. Tras él el consumo estimado gotea a la baja y vuelve a subir al segundo máximo, en este caso el absoluto, que suele estar en el entorno de las 21 horas, más o menos. Es decir, desde este momento cada vez vamos a consumir más electricidad a lo largo del día, y ciertas fuentes, como la nuclear, son constantes, no van a dar más, y otras como la eólica hoy no tendrán un día muy elegante. La solar, como les comentaba, hoy rendirá poco, porque el Sol no estará mucho tiempo en el cielo, y desde luego su aportación será nula a la hora de la cena. Es por ello que será el ciclo combinado de gas el que vaya siendo, a medida que avance el día, la fuente que lidere, cada vez con mayor ventaja, el llamado mix productivo. Hubo algunos días de la semana pasada en los que, en plena borrasca Barra, algo más de la mitad de la producción eléctrica nacional era eólica, gracias a los vendavales del norte, pero eso no se va a dar ni hoy ni el resto de la semana. Estos días de anticiclón de invierno son de lo peor para el sistema generador renovable, y eso se traduce en el encendido, a lo largo del día, de cada vez más centrales de gas para abastecer la demanda. Y eso provoca que sea esa tecnología, la del combustible más caro, la que dicte el precio y domine la ponderación del mismo. Si se produce poco con gas, de precio alto, el precio final de la electricidad será alto, pero lo será mucho más cuanto mayor sea el porcentaje de producción representado por el gas. Y hoy el gas va a pesar mucho y, por ello, el precio va a ser enorme. Si acuden a la web donde se recoge la evolución del precio horario de hoy verán que la gráfica tiene la misma forma que la de la curva de demanda esperada, con sus dos máximos, y obviamente esto no es casualidad. A esta hora, ocho de la mañana, el precio marginal español es de 299 euros el megavatio hora, o 0,29 céntimos el kilovatio hora, que seguramente el contrato de usted en su casa, querido lector, se mida en esa unidad más pequeña. Eso determina que el precio final de la factura que se pague este mes tenga, en lo que hace a costes del kilovatio, un empujón muy serio en el día de hoy. Para el máximo nocturno, a las 21 horas, se alcanzarán los 317 euros megavatio hora, y el precio medio del día no superará los 300 pero se queda muy cerca, rompiendo otro máximo histórico.
El gas está caro por la demanda global, el consumo específico que de él se hace en invierno, el creciente coste de los derechos de emisión de CO2 del mercado europeo, que le afecta, menos que a otras fuentes contaminantes, pero, claro, infinitamente más que a las renovables, por el cierre de gaseoductos como el magrebí y el recurso al licuado, y por las tensiones en el este de Europa con Rusia, que hace que la cotización internacional del gas responda con subidones. Si hoy quiere pagar menos electricidad póngase dos jerseys en casa y no encienda muchas luces, y no cocine, pero pocas alternativas le quedan. Y desde luego no confíe para nada en los anuncios de este gobierno, ni de otros, que en nada aliviarán su factura.
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