jueves, abril 19, 2007

¿Empieza la cuesta abajo?

Ayer, en una sola jornada, la inmobiliaria Astroc cayó un 43% en bolsa, debido a rumores sobre la solidez de sus cuentas y la posible ilegalidad de algunos de sus futuros proyectos en la Comunidad Valenciana. En estos dos últimos meses ha perdido un 65% de su valor, arruinando una meteórica carrera de subidas imparables desde que, en mayo de 2006, empezó a cotizar. Quizás sea un caso aislado, pero puede que no, que sea la primera gran señal de parón en el desenfreno inmobiliario de los últimos años, y eso si que sería una noticia interesante, no tanto para los que venden piso, pero sí para los muchos que necesitan comprarlo.

Gracias a Astroc y empresas similares, personajes como Enrique Bañuelos, Luís del Rivero, o los nuevos miembros de familias como las Sanhauja o Entrecanales se han forrado, han hecho de oro a sus empresas y han saltado al ruedo mediático y social. Algo parecido sucedió con el boom de Internet de hace unos años. Y como en casi todos estos procesos de inflación y disparo, cuando se alcanza la notoriedad es cuando más cerca se está del final. En la memoria de todos está ese circo organizado desde finales de los noventa con algo llamado Terra, un chiringuito informático vendido y revendido en subasta privada, que salió a bolsa y llegó a valer tanto como Endesa (si lo hubiera comprado entonces Enel...) Miles, millones de ahorradores se lanzaron ávidos de ganancias a lo que se prometía un festín infinito, y luego vino la caída, desplome, derrumbe desde los más de 130 euros por acción que llegó a costar a los creo que 11 que ofreció Telefónica en la OPA de exclusión de la bolsa. ¿Va a pasar ahora lo mismo? Espero que no, pero habrá casos sangrantes, y creo que este de Astroc es el primero de ellos. En el plano real, por así decirlo, parece que los precios de las viviendas se moderan, y que incluso empiezan a caer muy suavemente en algunas provincias. Era de esperar, porque subidas como las habidas estos últimos años no podían mantenerse, pero no voy a presumir aquí de adivino, no, porque yo me compré piso hace tres años, en medio del disparo de precios. Decía entonces que no podía subir mucho más, y vaya que si ha subido, por lo tanto, y dado que fallé conmigo mismo, dudo que pueda aconsejar nada a nadie. Sólo me parece un mal momento para comprar o vender, porque si es cierto que se inicia el ciclo descendente, los precios de compra bajarán, y lo obtenido por la venta también, y el mal negocios será redondo.

Y como muestra clara de que sí puede ser este el año de la moderación inmobiliaria, una señal externa. En mi barrio, modesto, y con pocas tiendas, junto a la parada de metro había tres inmobiliarias. Alfa Inmobiliaria, Tecnocasa y Tecnicasa. Pues bien, desde hace dos semanas el local de Tecnocasa se alquila. Puede ser que el barrio, independientemente de la coyuntura, no diera para sostener a tanta inmobiliaria, pero en un momento hubo tres en marcha y ahora hay dos. ¿Se ralentiza? Pues sí parece, y ahora sólo queda desear que lo haga de manera suave y ordenada, goteando a la baja, sin estridencias, porque se destrozaría mucho la coyuntura económica si el todopoderoso ladrillo se resquebraja, agrieta y se desploma.

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