Ayer empezó el debate sobre el estado de la nación que hoy acaba, y que ya nunca será lo mismo desde que, hace ya demasiados años, no lo parodian con sarna y lucidez Luís Sánchez Pollack, Tip, y aquella gran tropa de humoristas de la radio encabezados por Luís del Olmo. Como hoy todos los periódicos y medios analizarán en profundidad los discursos de ZP y Rajoy, Rajoy y ZP, me fijaré en el anuncio sorpresa del debate, esos 2.500 euros por niño, nacido o adoptado, a partir de ayer. Ya lo siento a los nacidos el 2 de julio de 2007, ahora ellos, y sobre todo sus padres, ya saben lo que es el efecto frontera.
¿Me parece bien o mal la medida? Pues me gusta en la forma pero me disgusta en el fondo. Empecemos por el hecho de que el PP ya la prometía y que dice que aumentará la asignación a 3.000 euros, pero eso sólo logra igualar (también en esto) a los dos partidos. Está bien que haya políticas que incentiven la natalidad, sobre todo en un país como este, pendular en todos los extremos, que ha pasado de coleccionar estampas de familias numerosas a ser el reino del hijo único, o de la desbordante parejita, siendo tres un número de niños sospechoso, delatando a unos padres muy religiosos, o conceptualmente extraños. Tenemos junto a Italia la natalidad más baja del mundo, con un valor de 1,34 hijos por mujer, más o menos. En estos últimos años el valor ah subido, pero gracias a la llegada de los inmigrantes, y es curioso ver como el PP y el PSOE han practicado ante este asunto la misma política. Ninguna. Ahora ZP saca este conejo de la chistera, como anuncio de campaña electoral, que hay que recolectar votos en Marzo, y hace bien, ya que es su obligación ganar elecciones, pero lo de ayer no dejaba de parecer una idea iluminada, que se le ocurrió a algún asesor el Domingo por la noche, como muy temprano. Demagogia electoral, sí, pero que el quiten lo bailado, el dinero en este caso, a las familias que van a tener hijos, que les vendrá muy bien esa ayuda. También me preocupa que con el superavit presupuestario que tiene el gobierno se produzca una especie de cascada de regalos financieros de aquí a Marzo, pagando todo lo habido y por haber con tal de ganar esos caros votos. Me imagino a Solbes, siempre tan metódico con las cuentas, contemplando el asalto a la caja de los ministros impopulares. Y es que creo que el gobierno no está para repartir el dinero a la gente, sino, en todo caso para no quitárselo, que el saldo es el mismo pero el resultado no.
Pero la crítica más seria a la política natalicia de este gobierno, y de los pasados, y me temo que de los que vendrán, es que no se atreven a tocar lo que realmente impide que las familias tengan hijos. Es una vergüenza que las mujeres embarazadas sean despedidas cuando tengan guiños, motivo más que suficiente para que no se lancen a por él, o que los horarios de colegios, guarderías y empleos estén tan poco sincronizados que parecen hechos mal a propósito, o las ridículas desgravaciones por gastos educativos o de asistencia social. En fin, cosas más serias y profundas que nadie se atreve a tocar. Pero bueno, desde ayer las mañanas serán mas alegres, porque seguro que la gente practica el sexo con más frecuencia e intensidad, y eso de hacer más el amor y menos pensar en el jefe o en los dolores de cabeza siempre es bueno, verdad?
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