El próximo año 2008 no sólo tenemos elecciones en España, no. También Estados Unidos vivirá una apasionantes elecciones presidenciales el primer martes después el primer Lunes de noviembre, en lo que será la elección del sustituto de George Bush, un presidente que seguramente pasará a la historia como uno de los más incompetentes y menos dotados para el cargo, pero que será añorado especialmente por los antiamericanos, que seguramente pensarán a su marcha eso de que contra Bush se vivía mejor. Pero es lo que tienen las democracias. Tanto los buenos presidentes como los malos, todos se van por las urnas.
Y la del año que viene va a ser una campaña muy especial. Con los republicanos desfondándose con el asunto de Irak y la pérdida de seguridad interior, tras la arrolladora victoria de 2004, y con unos demócratas en auge, tras su triunfo en las elecciones parciales de 2006, la victoria parece estar muy en el aire, y mucho dependerá de los candidatos que se presenten, y es por ahora en las filas demócratas donde más emoción e interés se está poniendo en juego. Junto a nombres tradicionales como John Edwars, candidato a vicepresidente con el fracasado John Kerry, hay dos candidatos que levantan pasiones. Uno es Barak Obama, joven, negro, figura ascendente y con aires presidenciables. La otra es Hillary Clinton, que ya ha dejado de ser la mujer de Clinton. En cualquier caso sería apasionante que uno de estos dos llegase a luchar la presidencia, porque no me niegue nadie que sería un puntazo que una mujer o un negro gobernasen Estado Unidos, sobre todo visto desde la aparentemente progresista y avanzada, pero realmente mucho más reaccionaria y retrograda España (se imagina aquí alguien a algún gitano, o ecuatoriano, o mujer, de candidato a presidente de gobierno?). Y no olvidemos que si logra presentarse como candidato será porque lso votantes demócratas así lo elijen, porque cada año electoral los EE.UU. nos dan, en mi opinión, una lección de democracia al resto de países, que podemos asistir entre atónitos y envidiosos a cómo en los dos partidos luchan los candidatos para conseguir el voto en las primarias, o caucus, como allí las llaman. Mientras tanto aquí vivimos dependiente del dedo de Dios, que vive en Ferraz o en Génova, y escoge a los candidatos a presidente o al concejal de barrio con oscuridad, secretismo y muchas trampas, pero eso sí, con un gran “espíritu democrático”.
¿Quién ganará la carrera? No lo se, pero por ahora Obama y Hillary ya tienen admiradores públicos en forma de cantantes femeninas que les declaran su amor en Internet. El vídeo en el que una chica se apasiona por Hillary no me ha parecido muy afortunado, pero la cantante amante de Obama es impresionante. Guapísima, espectacular y con una voz muy buena, el vídeo eleva los votos del candidato y su cotización en todas las casas de apuestas, aunque el mérito se debe más a la señorita que luce cuerpo y estilo en al imagen que a las virtudes políticas de Barak. Y es que en esto de la política (como en todo lo relacionado con el espectáculo) los americanos son unos genios, porque, la verdad, entre la Bardem o Norma Duval, como muestra patria, y la chica de vídeo es que no hay que color...
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