Existen lugares que podríamos denominar como sagrados para cada uno de nosotros, sitios en los que hemos vivido algún acontecimiento especial, nos vimos por primera vez con la mujer, o donde concebimos a los hijos, o el estanco en el que relleno alguno ese boleto de la primitiva que le ah convertido en un remedo humano del perrito Pancho. Cada uno posee rincones especiales asociados a momentos igualmente especiales de su vida, y pertenece a su espacio privado, a su más secreta y profunda intimidad. Sólo uno los conoce, o aquellos muy allegados a los que se les revelan los secretos más íntimos.
También existen lugares sagrados públicos. Sitios o instituciones en las que muchas personas se sienten representadas, las notan como propias y creen que deben ser defendidas. A parte de los templos religiosos, donde esa sacralidad se lleva hasta el sentido último del término, instituciones, museos y demás entran en ese catálogo teórico de espacios comunes de respecto. Para mi la Universidad también lo es. Quizás en España no lo sea para mucha gente, dado que es una institución acomplejada, a la que la sociedad no presta el valor, importancia y dinero necesario, y que es vista más como una fábrica de parados, o un repositorio donde almacenarlos antes de que se apunten a las listas de empleo, que un lugar de enseñanza, convivencia y vida. También es cierto que el funcionamiento de la Universidad en España deja mucho que desear, con profesores desmotivados y alguno de ellos incompetente, falta de medios crónica, corporativismo rampante y un espíritu investigador que brilla pro su ausencia. Pero pese a ello amo mucho a la Universidad, quizás porque en los años que pasé en ella disfrute mucho, sigo pensando que fueron los mejores años que llevo de vida, y en ella conocía personas maravillosas con las que, afortunadamente, sigo manteniendo un contacto, aunque siempre menos frecuente y estrecho de lo que debiera. La Universidad no sólo es estudiar, aunque lo debe ser por encima de lo demás, creo, sino también una forma de convivir, una vía para conocer gente, opiniones divergentes a la de uno y poder contrastarlas. Si encima estamos hablando de un campus, a parte de la imagen norteamericana clásica de las borracheras y las juergas, podíamos pensar por un instante en la no menos clásica imagen estadounidense de los grupos de discusión y de trabajo, las clases participativas, el reunirse con unos amigos para hacer un trabajo, disfrutar con ello y luego irse por ahí de juerga. Es u momento de la vida que me parece no sólo irrepetible, sino obligatorio, porque puede llegar a enseñar más de la vida y de los demás que muchos otros lugares, y aquí pienso en el entorno de trabajo, del que como sabrán algunos de mis conocidos tengo una mala impresión. La breve experiencia que me dan mis años de trabajador me hace añorar cada vez más la época universitaria y al cierta nobleza que allí encontré, que tan escasa se está volviendo con el tiempo, y la presión propia de eso que llamamos trabajo.
Por todo eso, cuando ayer ví las imágenes del atentado etarra contra el campus de la Universidad de Navarra me sentí especialmente herido. Un grupo de desalmados, más que probablemente de edad universitaria, decidieron causar una matanza en un recinto destinado al conocimiento, silenciar la voluntad y la opinión, amordazar a la sociedad poniendo la venda en una de sus principales focos de expresión. Quiso al fortuna de que hoy sólo estemos hablando de unas pocas decenas de heridos, y no de un desastre con varios muertos, pero la maldad y la repugnancia que ofreció ayer ETA, con ser típica de su estilo, no deja de parecerme aún más cruel. Una profanación es lo que se produjo ayer. Algo habrá que hacer para que el recinto sagrado vuelva a estar “limpio”.
viernes, octubre 31, 2008
jueves, octubre 30, 2008
La Casa Blanca se acerca
Una de las noticias río que lleva marcando este año 2008, quizás iba a ser la relevante, pero se ha quedado en segundo plano por la crisis económica, es la campaña de las elecciones norteamericanas. Desde el inicio del proceso de primarias, al poco de empezar el año, estamos viendo continuamente como los candidatos se enfrentan, realizan propuestas, lanzan ataques y, en general, llevan subidos a un estrado todo el año. Todo ese esfuerzo se acabará el Martes que viene, 4 de Noviembre, el día de las elecciones, y dos son los candidatos a llevarse el gato al agua.
Por el bando demócrata Barac Obama, y por el republicano, John McCain. Si alguien nos dice a principios del año que esa iba a ser la pareja de aspirantes muchos hubiéramos dudado que eso fuese posible. McCain empezó las primarias casi derrotado, sin fuerza y con poco dinero, mientras que en el bando demócrata, pese a la emergencia de un negro llamado Obama, era Hillary Clinton la que tenía todo a su favor para lograr la nominación a presidente. Bien, pues ni ella lo logró ni los otros candidatos republicanos fueron capaces de vencer al veterano veterano de guerra. Si hacemos caso a las encuestas, que siempre se deben tomar con cuidado, Obama va a ganar con claridad, y de hecho su campaña está llena de gestos audaces, respaldados por la enorme cantidad de dinero que ha logrado recaudar, como la intervención simultanea en las más importantes cadenas de televisión realizó ayer. En una época en la que los ingresos publicitarios de los medios caen como la bolsa los Lunes y los Viernes, una propuesta como la de Obama sin duda fue muy bien recibida pro los ejecutivos de las cadenas. A los méritos propios de la campaña demócrata debemos sumar los deméritos de la republicana. Uno de ellos, y no el menor, es la figura de Sarah Palin, que ya solamente parece ser útil para dar carnaza a imitadores y bromas variadas. Vacía de contenido, y sin estar mínimamente capacitada para afrontar un puesto como el que ocupa, Palin se hunde, y arrastra en su caída a McCain, quien por su parte no ha sido capaz de articular un discurso coherente, que no se vea sometido a los vaivenes del viento económico o social. Sin embargo es un candidato íntegro, serio y responsable. Me quedo con la escena de un mitin en el que, frente a las acusaciones injuriosas de una espectadora sobre la relación con terroristas de Obama, McCain arrebata el micrófono a la exaltada seguidora, y rápidamente corrige esa falsa idea, defendiendo el patriotismo de Obama, y señalando que esas acusaciones son falsas, y malas para todos los americanos. Se imaginan ustedes una situación similar en España, en la que bien Zapatero, o en su caso Rajoy, salgan a defender a su oponente ante insidiosas acusaciones que sean lanzadas por alborotadores de un mitin?? No, yo al menos no me lo imagino, más que nada porque vemos escenas de acusaciones de esas todos los días desde las tribunas de los hooligans de cada partido y las direcciones de los mismos se dedican a jalearlos continuamente, siendo en eso tan hipócritas como las directivas de los equipos de fútbol, que en el fondo pagan, disfrutan y alientan a los vándalos que gritan por sus colores, pase lo que pase.
Pero a McCain no le basta con ser un caballero para ganar. Los ocho años de la administración Bush le pesan como una losa, tanto en la política internacional como en la gestión económica previa y de la presente crisis. Quizá fuese suficiente su carisma y ansia de cambio frente a un candidato “normal”, pero McCain no se enfrenta a un aspirante por el bando demócrata, no, se enfrenta a un fenómeno, un acontecimiento que promete (y ya se sabe que de grandes promesas pueden surgir grandes decepciones) revolucionar la imagen y la gestión política norteamericana. Se enfrenta a una de las mayores encarnaciones que yo haya visto nunca de eso que se llama el sueño americano. Esa es la sensación que produce Barac Obama.
Por el bando demócrata Barac Obama, y por el republicano, John McCain. Si alguien nos dice a principios del año que esa iba a ser la pareja de aspirantes muchos hubiéramos dudado que eso fuese posible. McCain empezó las primarias casi derrotado, sin fuerza y con poco dinero, mientras que en el bando demócrata, pese a la emergencia de un negro llamado Obama, era Hillary Clinton la que tenía todo a su favor para lograr la nominación a presidente. Bien, pues ni ella lo logró ni los otros candidatos republicanos fueron capaces de vencer al veterano veterano de guerra. Si hacemos caso a las encuestas, que siempre se deben tomar con cuidado, Obama va a ganar con claridad, y de hecho su campaña está llena de gestos audaces, respaldados por la enorme cantidad de dinero que ha logrado recaudar, como la intervención simultanea en las más importantes cadenas de televisión realizó ayer. En una época en la que los ingresos publicitarios de los medios caen como la bolsa los Lunes y los Viernes, una propuesta como la de Obama sin duda fue muy bien recibida pro los ejecutivos de las cadenas. A los méritos propios de la campaña demócrata debemos sumar los deméritos de la republicana. Uno de ellos, y no el menor, es la figura de Sarah Palin, que ya solamente parece ser útil para dar carnaza a imitadores y bromas variadas. Vacía de contenido, y sin estar mínimamente capacitada para afrontar un puesto como el que ocupa, Palin se hunde, y arrastra en su caída a McCain, quien por su parte no ha sido capaz de articular un discurso coherente, que no se vea sometido a los vaivenes del viento económico o social. Sin embargo es un candidato íntegro, serio y responsable. Me quedo con la escena de un mitin en el que, frente a las acusaciones injuriosas de una espectadora sobre la relación con terroristas de Obama, McCain arrebata el micrófono a la exaltada seguidora, y rápidamente corrige esa falsa idea, defendiendo el patriotismo de Obama, y señalando que esas acusaciones son falsas, y malas para todos los americanos. Se imaginan ustedes una situación similar en España, en la que bien Zapatero, o en su caso Rajoy, salgan a defender a su oponente ante insidiosas acusaciones que sean lanzadas por alborotadores de un mitin?? No, yo al menos no me lo imagino, más que nada porque vemos escenas de acusaciones de esas todos los días desde las tribunas de los hooligans de cada partido y las direcciones de los mismos se dedican a jalearlos continuamente, siendo en eso tan hipócritas como las directivas de los equipos de fútbol, que en el fondo pagan, disfrutan y alientan a los vándalos que gritan por sus colores, pase lo que pase.
Pero a McCain no le basta con ser un caballero para ganar. Los ocho años de la administración Bush le pesan como una losa, tanto en la política internacional como en la gestión económica previa y de la presente crisis. Quizá fuese suficiente su carisma y ansia de cambio frente a un candidato “normal”, pero McCain no se enfrenta a un aspirante por el bando demócrata, no, se enfrenta a un fenómeno, un acontecimiento que promete (y ya se sabe que de grandes promesas pueden surgir grandes decepciones) revolucionar la imagen y la gestión política norteamericana. Se enfrenta a una de las mayores encarnaciones que yo haya visto nunca de eso que se llama el sueño americano. Esa es la sensación que produce Barac Obama.
miércoles, octubre 29, 2008
Quiero ir, quiero ir!!!
Pensará alguno que las vacaciones me han trastornado, porque llevo dos días sin hablar de la crisis, pero no. Lo siento, pero es que, parafraseando a Monterroso, cunado volví del ocio el dinosaurio aún seguía allí. Y aquí sigue, destruyendo nuestras esperanzas futuras al par que las cuentas corrientes y de valores. Pese a ello voy a tratar un tema algo colateral, que esta semana pasada nos ha tenido a todo el país discutiendo al respecto, y no es otro que la asistencia (o no) de España a la cumbre del 15 de Noviembre en Washington.
Como es sabido España no está invitada por el anfitrión, EEUU y su presidente oficial hasta el martes, George Bush. ZP lleva dos semanas haciendo esfuerzos que rayan el patetismo tratando de estar allí, y que España cuente con voz propia, y no esté meramente amparada bajo un paraguas de la Unión Europea que sólo va a servir para que el ínclito Sarkozy haga de las suyas. Primero habría que preguntarse para que va a servir esa cumbre, que se va a tratar en ella, si se van a adoptar medidas internacionales coordinadas o sólo va a ser una reunión de gestos, palabrería y fotos. En este segundo caso tampoco serviría mucho que estuviéramos. Se habla de exclusión, expulsión de los círculos internacionales y cosas así, cuando la verdad es que nunca hemos pertenecido a clubes como el G7, G8, G20 o el que ustedes prefieran, y por lo tanto no te pueden echar de un lugar en el que no estás. La pregunta interesante sería, si es que creemos que debiéramos estar, el porqué no estamos desde hace ya algunos años en uno de esos G. Creo que se debe a incompetencias nuestras y a deseos de otros países. En el lado de las incompetencias hay que poner a nuestra política exterior, que durante los últimos años se ha dedicado a discutir sobre el sexo de los ángeles, o la alianza de civilizaciones, y no ha hecho el trabajo necesario para fortalecer el papel de España en el mundo, o al menos dotarle de un estatus equivalente a su peso económico y financiero. Además, y uniendo aquí el segundo aspecto, se han metido los dedos en demasiados ojos poderosos, y luego te devuelven los favores, y aquí no pienso sólo en Bush. Me apuesto lo que quieran a que Sarkozy o Berlusconi están encantados de que España NO acuda a esa cumbre. Y pese a todo, y aunque la crisis va a ser más fuerte aún aquí que en otras naciones, creo que España SÍ debe estar en esa reunión. Se me ocurren varios argumentos, pero sólo citaré dos. Uno es el peso de las inversiones españolas en Latinoamérica, el peso que tenemos allí, y que resulta incongruente que Brasil o Argentina (??) acudan a esa reunión y no lo haga su principal inversor extranjero y socio comercial. En este caso si se nota una cicatería por parte de los países anglosajones, que siempre parecen mirar por encima del hombro a esos latinos caóticos y algo atrasados. El uso del acrónimo PIGS (Portugal, Ireland, Greece and Spain) por parte del Financial Times hace unas semanas y la polémica creada demuestran un poco lo que digo.
El otro argumento es más prosaico, pero incluso más poderoso. Ayer el Banco Santander presentó sus beneficios hasta el tercer trimestre del año. Botín y compañía se han embolsado casi 7.000 millones de euros en 9 meses, y mantienen el objetivo de llegar a los 10.000 en todo el año. Bárbaro, y más en una coyuntura en la que hay Cajas de Ahorro al borde de la quiebra y en al que las rutilantes estrellas de las finanzas norteamericanas e inglesas explotan como gigantes rojas henchidas de orgullo y vacío. ZP debe estar en la cumbre de Noviembre, pero seguro que le abren las puertas y le dejan el sillón de la presidencia si dice que lleva a Emilio Botín de su mano, porque el dinero es el poder, y de eso saben mucho..... en el Santander.
Como es sabido España no está invitada por el anfitrión, EEUU y su presidente oficial hasta el martes, George Bush. ZP lleva dos semanas haciendo esfuerzos que rayan el patetismo tratando de estar allí, y que España cuente con voz propia, y no esté meramente amparada bajo un paraguas de la Unión Europea que sólo va a servir para que el ínclito Sarkozy haga de las suyas. Primero habría que preguntarse para que va a servir esa cumbre, que se va a tratar en ella, si se van a adoptar medidas internacionales coordinadas o sólo va a ser una reunión de gestos, palabrería y fotos. En este segundo caso tampoco serviría mucho que estuviéramos. Se habla de exclusión, expulsión de los círculos internacionales y cosas así, cuando la verdad es que nunca hemos pertenecido a clubes como el G7, G8, G20 o el que ustedes prefieran, y por lo tanto no te pueden echar de un lugar en el que no estás. La pregunta interesante sería, si es que creemos que debiéramos estar, el porqué no estamos desde hace ya algunos años en uno de esos G. Creo que se debe a incompetencias nuestras y a deseos de otros países. En el lado de las incompetencias hay que poner a nuestra política exterior, que durante los últimos años se ha dedicado a discutir sobre el sexo de los ángeles, o la alianza de civilizaciones, y no ha hecho el trabajo necesario para fortalecer el papel de España en el mundo, o al menos dotarle de un estatus equivalente a su peso económico y financiero. Además, y uniendo aquí el segundo aspecto, se han metido los dedos en demasiados ojos poderosos, y luego te devuelven los favores, y aquí no pienso sólo en Bush. Me apuesto lo que quieran a que Sarkozy o Berlusconi están encantados de que España NO acuda a esa cumbre. Y pese a todo, y aunque la crisis va a ser más fuerte aún aquí que en otras naciones, creo que España SÍ debe estar en esa reunión. Se me ocurren varios argumentos, pero sólo citaré dos. Uno es el peso de las inversiones españolas en Latinoamérica, el peso que tenemos allí, y que resulta incongruente que Brasil o Argentina (??) acudan a esa reunión y no lo haga su principal inversor extranjero y socio comercial. En este caso si se nota una cicatería por parte de los países anglosajones, que siempre parecen mirar por encima del hombro a esos latinos caóticos y algo atrasados. El uso del acrónimo PIGS (Portugal, Ireland, Greece and Spain) por parte del Financial Times hace unas semanas y la polémica creada demuestran un poco lo que digo.
El otro argumento es más prosaico, pero incluso más poderoso. Ayer el Banco Santander presentó sus beneficios hasta el tercer trimestre del año. Botín y compañía se han embolsado casi 7.000 millones de euros en 9 meses, y mantienen el objetivo de llegar a los 10.000 en todo el año. Bárbaro, y más en una coyuntura en la que hay Cajas de Ahorro al borde de la quiebra y en al que las rutilantes estrellas de las finanzas norteamericanas e inglesas explotan como gigantes rojas henchidas de orgullo y vacío. ZP debe estar en la cumbre de Noviembre, pero seguro que le abren las puertas y le dejan el sillón de la presidencia si dice que lleva a Emilio Botín de su mano, porque el dinero es el poder, y de eso saben mucho..... en el Santander.
martes, octubre 28, 2008
Llega el invierno
Parece que este año se va a cumplir el refrán ese que dice “todos los santos, nieve en los altos” e incluso en los bajos, dado el virulento temporal que se nos ha echado encima. Es curios, pero pensaba yo hace unos días, viendo los índices bursátiles y las periódicas inundaciones que este año atacan sin piedad el levante y el sur de Andalucía en que, casualmente, el 2008 está siendo un año turbulento a más no poder en dos ramas, la meteorología y la economía, que se caracterizan por su impredecibilidad, caos y falta de asunción de responsabilidades por las autoridades cuando algo se pone feo.
Cuando he salido esta mañana de casa llovías, sí, pero no demasiado, al contrario que durante la noche, en al que ha habido momentos de lluvias intensas. A medida que avanzaba por la acera camino al paso de cebra que me separa de una de las bocas de metro de m barrio ha empezado a caer cada vez con más fuerza. Llegados al semáforo, puesto en rojo para peatones al alcanzar su linde, la lluvia se ha convertido en una furiosa e impenetrable cortina de agua. Me he echado para atrás y me he refugiado bajo un pequeño toldo que apenas cubría la mitad de mi paraguas, esperando a que el semáforo me dejase pasar nuevamente. ¿y qué hace en estos casos la gente que suele estar en las esquinas, esperando habitualmente al descubierto? Cuando yo accedo al metro suele salir una chica de gafas y rizos que llega hasta el paso de cebra y espera a que un compañero de trabajo, que viene en coche de avenida arriba, llegue hasta ese punto, le recoja y se vaya. Para cuando yo llegaba al paso ella lo hacía justo en frente, pero mientras yo he corrido a refugiarme, ella ha intentado cruzar la calle, teniendo que quedarse en la isleta del medio de la avenida cuando se ha abierto la luz para los coches. Sin paraguas, con apenas un pequeño impermeable, la tromba le ha pillado lo más desguarecida posible. Intuyo que se ha empapado por completo, porque cuando se podía volver a cruzar la calle lo ha hecho con una parsimonia y tranquilidad típica del que ya no se va a mojar más, porque es imposible. En este caso la previsión ha acertado, y el mal tiempo está aquí, pero resulta triste ver como una persona se moja, a pocos metros de ti, y no poder hacer nada, porque los coches no paran, la lluvia no cesa y desde mi improvisado refugio, para que negarlo, me sentía guarecido. Me apuesto lo que sea a que esa chica estará bastante constipada ya para el mediodía, y esta noche tendrá toses y dolores de cabeza, agudizados pro el frío que viene, y que aún no es muy intenso. Si durante el resto de la semana no le veo en el paso de cebra no me quedará más remedio que suponer que esta enferma en casa, víctima de la lluvia y de un semáforo que la vió, y decidió amargarle la mañana.
Y es que los días de lluvia en una ciudad son molestos e incómodos, y no sólo para los que conducen (para ellos todos los días son iguales de malos, me temo) Andar por las aceras con los paraguas abiertos es una versión moderna de los torneos medievales de lanceros, siempre en pos de ensartar una varilla en el ojo de alguien. Acceder al metro bajo la lluvia hace sustituir los ríos de las alcantarillas por riadas de personas en las escaleras. Y pese a que nos quejamos malhumorados por las salpicaduras y las goteras, la verdad es que hace tanta falta que llueva que debiéramos alegrarnos, aunque cuéntele usted lo de la sequía a mi “vecina” de paso de cebra.
Cuando he salido esta mañana de casa llovías, sí, pero no demasiado, al contrario que durante la noche, en al que ha habido momentos de lluvias intensas. A medida que avanzaba por la acera camino al paso de cebra que me separa de una de las bocas de metro de m barrio ha empezado a caer cada vez con más fuerza. Llegados al semáforo, puesto en rojo para peatones al alcanzar su linde, la lluvia se ha convertido en una furiosa e impenetrable cortina de agua. Me he echado para atrás y me he refugiado bajo un pequeño toldo que apenas cubría la mitad de mi paraguas, esperando a que el semáforo me dejase pasar nuevamente. ¿y qué hace en estos casos la gente que suele estar en las esquinas, esperando habitualmente al descubierto? Cuando yo accedo al metro suele salir una chica de gafas y rizos que llega hasta el paso de cebra y espera a que un compañero de trabajo, que viene en coche de avenida arriba, llegue hasta ese punto, le recoja y se vaya. Para cuando yo llegaba al paso ella lo hacía justo en frente, pero mientras yo he corrido a refugiarme, ella ha intentado cruzar la calle, teniendo que quedarse en la isleta del medio de la avenida cuando se ha abierto la luz para los coches. Sin paraguas, con apenas un pequeño impermeable, la tromba le ha pillado lo más desguarecida posible. Intuyo que se ha empapado por completo, porque cuando se podía volver a cruzar la calle lo ha hecho con una parsimonia y tranquilidad típica del que ya no se va a mojar más, porque es imposible. En este caso la previsión ha acertado, y el mal tiempo está aquí, pero resulta triste ver como una persona se moja, a pocos metros de ti, y no poder hacer nada, porque los coches no paran, la lluvia no cesa y desde mi improvisado refugio, para que negarlo, me sentía guarecido. Me apuesto lo que sea a que esa chica estará bastante constipada ya para el mediodía, y esta noche tendrá toses y dolores de cabeza, agudizados pro el frío que viene, y que aún no es muy intenso. Si durante el resto de la semana no le veo en el paso de cebra no me quedará más remedio que suponer que esta enferma en casa, víctima de la lluvia y de un semáforo que la vió, y decidió amargarle la mañana.
Y es que los días de lluvia en una ciudad son molestos e incómodos, y no sólo para los que conducen (para ellos todos los días son iguales de malos, me temo) Andar por las aceras con los paraguas abiertos es una versión moderna de los torneos medievales de lanceros, siempre en pos de ensartar una varilla en el ojo de alguien. Acceder al metro bajo la lluvia hace sustituir los ríos de las alcantarillas por riadas de personas en las escaleras. Y pese a que nos quejamos malhumorados por las salpicaduras y las goteras, la verdad es que hace tanta falta que llueva que debiéramos alegrarnos, aunque cuéntele usted lo de la sequía a mi “vecina” de paso de cebra.
lunes, octubre 27, 2008
Colores de otoño
Pues mira, ya es Lunes 27, se acabó la semana de vacaciones. Y como los pronósticos anuncian que a partir de mañana tenemos un simulacro de invierno, quizás para que la meteorología se ponga a tono con la gélida temperatura económica que nos rodea, puedo decir que he pasado en Elorrio una semana otoñal típica, de sol, lluvia, frío y viento sur. Vamos, de todo un poco. Ante el panorama, opté por buscar escenas e imágenes otoñales, que son muy bonitas, y a eso he dedicado la mayor parte de las vacaciones.
El Lunes 20, en compañía de JIA, taciturno y complejo a la par que buen amigo, fui de excursión montañera por los alrededores, con la intención de atravesar un hayedo y sacar fotos de otoño. El paseo, mejor dicho, caminata de varias horas con dureza y posteriores dolores, fue fructífero y divertido, pero menos “otoñal” de lo previsto, porque si bien el hayedo tenía el suelo alfombrado de hojas, y poseía así el encanto de esos bosques cerrados y frondosos, que inevitablemente asociamos a los cuentos de nuestra infancia, los árboles en sí poseían aún la mayor parte de sus hojas en un verde, débil y ya ajado, pero verde. Así, a falta de ver los resultados, lo más interesante y prometedor eran algunos troncos y mojones caídos en el camino, llenos de musgos, líquenes y otros seres vegetales, que tenían un aspecto memorial y antiguo, lleno de belleza y misterio. Todo ello en un día que fue radiante, de toques de viento sur y temperaturas ligeramente por encima de los 20 grados, aunque eso no se nota demasiado cuando uno empieza a ganar altura en el circo de montañas que rodea a Elorrio. E hicimos bien en ir ese día, porque el martes empezó a llover, se tiró así hasta el Miércoles, y en esos días los únicos colores eran los de las luces de los coches, porque la oscuridad era total, y a eso de las 17:00 parecía que ya estaba la noche, allí, y sin el cambio de hora. A partir de ahí el tiempo ha mejorado notablemente, pero se ha quedado frío. Los árboles han perdido más hojas en tres días que en las dos semanas anteriores, y me dedicaba tarde sí y tarde también, a experimentar en el camino de San Agustín para ver que tal quedaba la torre de al iglesia enmarcada en hojas violetas y rojizas. Había gente que me veía cuando hacía el paseo que, seguramente, se preguntaban que diablos estará haciendo este tío, pero yo fui bueno y ni les di mis motivos ni les comenté que estaba ocioso esa semana, que no es bueno dar mucha envidia. Seguramente con el anunciado temporal de esta semana los pequeños árboles sitos junto al paseo, en frente a la iglesia, perderán sus pocas hojas y la estampa será ya irrepetible hasta el año que viene. Si pueden pasar por allí aprovechen y dense un pequeño placer visual.
También hay colores “artificiales” que merecen verse, y en este caso no tan otoñales. El Viernes 24, disfrutando de la inmejorable compañía de mi amiga JCJ, vi la exposición de Sorolla que organiza el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Unos cuadros enormes, preciosos, luminosos, y que como le comenté a ella, seguramente seguirán brillando de noche, cuando se apaguen las luces y las salas se queden vacías. En este caso ni el temporal ni al crisis van a impedir poder gozar de su belleza, ya que están en Bilbao hasta principios de Enero. Aprovechen para verlos, y de paso deleitarse con una ciudad pequeña, adorable y bellísima como es Bilbao.
El Lunes 20, en compañía de JIA, taciturno y complejo a la par que buen amigo, fui de excursión montañera por los alrededores, con la intención de atravesar un hayedo y sacar fotos de otoño. El paseo, mejor dicho, caminata de varias horas con dureza y posteriores dolores, fue fructífero y divertido, pero menos “otoñal” de lo previsto, porque si bien el hayedo tenía el suelo alfombrado de hojas, y poseía así el encanto de esos bosques cerrados y frondosos, que inevitablemente asociamos a los cuentos de nuestra infancia, los árboles en sí poseían aún la mayor parte de sus hojas en un verde, débil y ya ajado, pero verde. Así, a falta de ver los resultados, lo más interesante y prometedor eran algunos troncos y mojones caídos en el camino, llenos de musgos, líquenes y otros seres vegetales, que tenían un aspecto memorial y antiguo, lleno de belleza y misterio. Todo ello en un día que fue radiante, de toques de viento sur y temperaturas ligeramente por encima de los 20 grados, aunque eso no se nota demasiado cuando uno empieza a ganar altura en el circo de montañas que rodea a Elorrio. E hicimos bien en ir ese día, porque el martes empezó a llover, se tiró así hasta el Miércoles, y en esos días los únicos colores eran los de las luces de los coches, porque la oscuridad era total, y a eso de las 17:00 parecía que ya estaba la noche, allí, y sin el cambio de hora. A partir de ahí el tiempo ha mejorado notablemente, pero se ha quedado frío. Los árboles han perdido más hojas en tres días que en las dos semanas anteriores, y me dedicaba tarde sí y tarde también, a experimentar en el camino de San Agustín para ver que tal quedaba la torre de al iglesia enmarcada en hojas violetas y rojizas. Había gente que me veía cuando hacía el paseo que, seguramente, se preguntaban que diablos estará haciendo este tío, pero yo fui bueno y ni les di mis motivos ni les comenté que estaba ocioso esa semana, que no es bueno dar mucha envidia. Seguramente con el anunciado temporal de esta semana los pequeños árboles sitos junto al paseo, en frente a la iglesia, perderán sus pocas hojas y la estampa será ya irrepetible hasta el año que viene. Si pueden pasar por allí aprovechen y dense un pequeño placer visual.
También hay colores “artificiales” que merecen verse, y en este caso no tan otoñales. El Viernes 24, disfrutando de la inmejorable compañía de mi amiga JCJ, vi la exposición de Sorolla que organiza el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Unos cuadros enormes, preciosos, luminosos, y que como le comenté a ella, seguramente seguirán brillando de noche, cuando se apaguen las luces y las salas se queden vacías. En este caso ni el temporal ni al crisis van a impedir poder gozar de su belleza, ya que están en Bilbao hasta principios de Enero. Aprovechen para verlos, y de paso deleitarse con una ciudad pequeña, adorable y bellísima como es Bilbao.
sábado, octubre 18, 2008
Erratas
No se en que estoy pensando a veces cuando escribo...... Vuelvo de vacaciones el Lunes 27 de octuber, no el 3 de noviembre (no me vendría mal cogerme dos semanas, no) pero sólo pillo una, por lo que las entradas se inicairán con normalidad ese Lunes 27, no el anunciado 3.
Y gracias a DAG por dejarme usar su ordenador, su casa y su red para corregirlo.
Y gracias a DAG por dejarme usar su ordenador, su casa y su red para corregirlo.
viernes, octubre 17, 2008
Como en los libros de historia
Cuando era pequeño y estudiábamos historia de España, cosa que no se si se hará hoy en día, me refiero a lo de estudiar, historia y España, no lo de ser pequeño, pasábamos siempre por la época de la decadencia del imperio de los Austrias. A partir de Felipe III el panorama empieza a ser desastroso. Derrotas, caídas pérdidas y quiebras. Sí, el país, endeudado hasta las cejas, se declaraba en quiebra (bueno, más exactamente la monarquía, que era la detente de los derechos y obligaciones) y llegaban los banqueros alemanes y suizos y se lo llevaban todo. Se me hacía extraño, y pensaba entonces, y lo mismo hasta hace pocos días, que eso eran cosas del pasado.
Pues resulta que no. Islandia está técnicamente en quiebra. Un país curioso Islandia, que surge geológicamente en medio del Atlántico norte, como cima de la línea de plegamiento que está ensanchando el Océano Atlántico. Volcánico, lleno de fuentes termales y géiseres, quizá sea más conocido por ser el lugar en el que Julio Verne situó la puerta de su viaje al centro de al tierra, en la cima del volcán Snefels, concretamente. Pues bien, con una población de 300.000 habitantes, poco más o menos Bilbao ciudad, Islandia ha vivido su particular boom financiero los últimos años. Impuestos atractivos y rentabilidades exageradas llevaron allí capitales de otros países, especialmente nórdicos e ingleses, y el negocio crecía sin parar. De hecho hace poco más de un año leí un reportaje en prensa donde calificaban a este país de modelo de sociedad, dado los enormes ingresos que obtenía su pequeño y eficiente estado, y como el nivel de renta de la población era exageradamente alto. El milagro islandés, citaba varias veces. Pues resulta que el milagro ha revertido, y lo que antes era revivir ahora es estar al borde de la muerte. Los principales bancos islandeses están en quiebra, y el estado ha declarado que se ve incapaz., con los pocos recursos que posee, de hacer frente a los depósitos y valores adeudados en entidades locales a particulares de medio mundo. Como los reyes españoles del siglo de oro. Al oír todo esto me quedé el otro día un poco asombrado, y aliviado de no ser islandés, claro, porque el panorama era casi tan oscuro como los cráteres humeantes que salpican su torturada geografía. Va a ser complicado arreglar esto, pero a alguno se le ocurrirá una solución ingeniosa, pensé, y mira por done puede que así haya sido, aunque no se muy bien hasta que punto esto es una broma o una posibilidad real. Algún gracioso puso Islandia a subasta en Ebay, pero resulta que muchos chinos se lo han tomado en serio, y muchos se han apuntado a una lista para adquirir cuotas de entorno a 10.000 euros con el objeto de acabar comprando el país. Evidentemente esto no tiene mucho recorrido, y no me imagino a los chinos incluyendo esa pequeña isla en sus mapas como una especie de “territorio de ultramar” pero no me negarán que el asunto tiene su cierta gracia, dentro de lo preocupante que es todo esto, sobre todo para los ciudadanos islandeses, que seguramente jamás pensaron que su país saldría en los medios de comunicación como exponente de una crisis que se ceba en todas partes y, mira tú por donde, también en un lugar tan recóndito como ese.
Y como para relajarse de una crisis como esta lo mejor es evadirse un poco, me cojo una semana de vacaciones para estar en Elorrio centro y alrededores, aunque me conozco y estaré tan ansioso por seguir las noticias de la crisis, y de todo lo que suceda, como si estuviera aquí. Soy incorregible en ese aspecto. Sustituiré los periódicos virtuales por los reales y nuevamente, como en un bucle, oiré las comprensivas palabras de mis padres al ver como mi cuarto, pulcro, ordenado y vacío, se llena progresivamente de hojas y papeles, síntoma de vitalidad, sí, pero de ese desorden que tanto intranquiliza a las madres, sin que sepa muy bien a que se debe esa reacción tan universal.
Salvo sorpresa, no habrá nuevas entradas hasta el Lunes 3 de noviembre. Ser felices.
Pues resulta que no. Islandia está técnicamente en quiebra. Un país curioso Islandia, que surge geológicamente en medio del Atlántico norte, como cima de la línea de plegamiento que está ensanchando el Océano Atlántico. Volcánico, lleno de fuentes termales y géiseres, quizá sea más conocido por ser el lugar en el que Julio Verne situó la puerta de su viaje al centro de al tierra, en la cima del volcán Snefels, concretamente. Pues bien, con una población de 300.000 habitantes, poco más o menos Bilbao ciudad, Islandia ha vivido su particular boom financiero los últimos años. Impuestos atractivos y rentabilidades exageradas llevaron allí capitales de otros países, especialmente nórdicos e ingleses, y el negocio crecía sin parar. De hecho hace poco más de un año leí un reportaje en prensa donde calificaban a este país de modelo de sociedad, dado los enormes ingresos que obtenía su pequeño y eficiente estado, y como el nivel de renta de la población era exageradamente alto. El milagro islandés, citaba varias veces. Pues resulta que el milagro ha revertido, y lo que antes era revivir ahora es estar al borde de la muerte. Los principales bancos islandeses están en quiebra, y el estado ha declarado que se ve incapaz., con los pocos recursos que posee, de hacer frente a los depósitos y valores adeudados en entidades locales a particulares de medio mundo. Como los reyes españoles del siglo de oro. Al oír todo esto me quedé el otro día un poco asombrado, y aliviado de no ser islandés, claro, porque el panorama era casi tan oscuro como los cráteres humeantes que salpican su torturada geografía. Va a ser complicado arreglar esto, pero a alguno se le ocurrirá una solución ingeniosa, pensé, y mira por done puede que así haya sido, aunque no se muy bien hasta que punto esto es una broma o una posibilidad real. Algún gracioso puso Islandia a subasta en Ebay, pero resulta que muchos chinos se lo han tomado en serio, y muchos se han apuntado a una lista para adquirir cuotas de entorno a 10.000 euros con el objeto de acabar comprando el país. Evidentemente esto no tiene mucho recorrido, y no me imagino a los chinos incluyendo esa pequeña isla en sus mapas como una especie de “territorio de ultramar” pero no me negarán que el asunto tiene su cierta gracia, dentro de lo preocupante que es todo esto, sobre todo para los ciudadanos islandeses, que seguramente jamás pensaron que su país saldría en los medios de comunicación como exponente de una crisis que se ceba en todas partes y, mira tú por donde, también en un lugar tan recóndito como ese.
Y como para relajarse de una crisis como esta lo mejor es evadirse un poco, me cojo una semana de vacaciones para estar en Elorrio centro y alrededores, aunque me conozco y estaré tan ansioso por seguir las noticias de la crisis, y de todo lo que suceda, como si estuviera aquí. Soy incorregible en ese aspecto. Sustituiré los periódicos virtuales por los reales y nuevamente, como en un bucle, oiré las comprensivas palabras de mis padres al ver como mi cuarto, pulcro, ordenado y vacío, se llena progresivamente de hojas y papeles, síntoma de vitalidad, sí, pero de ese desorden que tanto intranquiliza a las madres, sin que sepa muy bien a que se debe esa reacción tan universal.
Salvo sorpresa, no habrá nuevas entradas hasta el Lunes 3 de noviembre. Ser felices.
jueves, octubre 16, 2008
Premios sin sorpresa
Comentaba la semana pasada la sorpresa que ha supuesto en todas partes (ahora algunos medios lo negarán, calo) la concesión del premio Nóbel al escritor francés Jean-Marie Gustave Le Clézio. Pese a que se ha sabido que hubo filtraciones del jurado que desbarataron las apuestas de algunas casas de juego, se puede afirmar que acertar con el Nóbel de literatura es casi tan difícil como ganar en al bolsa en este año. Quizás esa sea una de las causas que dan tanto prestigio al galardón, a saber su imparcialidad, y el no estar sometido a los designios del mercado, sino que más bien contribuye a crearlo, opinión que seguro comparten los hasta ahora mustios editores de Le Clézio.
Justo en frente de esta postura están los premiso cantados, o aquellos en los que casi es imposible fallar, y como ejemplo paradigmático está el premio Planeta. Ayer tuvo lugar la tradicional cena de concesión del coitado premio, donde se reúne lo más selecto de la burguesía catalana en la noche del día de Santa Teresa, en homenaje a la difunta esposa del ya fallecido editor Lara, fundador de la casa Planeta y creador del premio. Pese a los seudónimos y otras argucia, el rumor que corría ayer por la tarde daba como ganador a Fernando Savater, y como finalista a la escritora y columnista Ángela Vallvey, como así fue finalmente. Oyendo ayer por la noche la concesión del premio en directo en Onda Cero, comentaba José María Calleja que a las 23:30, media hora antes de saberse el fallo, las ediciones digitales de La Vanguardia y El País ya anunciaban a todo trapo los dos ganadores, y huelga decir que no se equivocaron. En esto la tradición manda, y el galardón se otorga por parte de la editorial a quien esta determine que deba ser cada año, en función de sus intereses promocionales. Sabida es la historia, nunca confirmada pero siempre mantenida, de que Miguel Delibes se negó a recibir el premio. Lara padre, el fundador, le vino a decir que con presentarse al concurso con la última edición de las páginas amarillas de Valladolid se lo llevaba de calle, pero Delibes, hombre sereno, cabal, recto y, por encima de todo, honesto, se negó. Opinaba el maestro que los premios hay que merecérselos, y que no son las editoriales quienes deben organizar un sarao de este tipo para autoafirmarse y generar un negocio algo tramposos con la colaboración de los escritores que a ello se presten. Así, Delibes no se presentó, y no ganó el Planeta, y lo que es peor, aún no le han dado el Nóbel que sí se lo merece. Quizás el colmo del surrealismo se dio el año pasado, cuando el premio se le llevó Juan José Millás con una novela autobiográfica titulada El Mundo. Un escritor de El País se lleva el Planeta con El Mundo. Una combinación tan difícil de lograr que sólo Lara hijo, con todo su impreso por detrás, demostró estar en condiciones de llevar a buen término sin que degenerase en una abierta guerra de las galaxias. Recientemente se le ha concedido a Millás el Premio Nacional de Narrativa con esa novela mundial, y dado que este premio tiene algo más de empaque literario que el de “Casa Lara” puede indicar que la novela de Millás, que no he leído, sea algo más que un envoltorio de marketing promocional. Y como Savater, ganador de este año, escribe bien, y sabe contar historias, quién no me asegura que Lara hijo está premiando incluso buenas novelas. Confiemos en que sea así, porque dicen que el ganador del Planeta es la novela más comprada y menos leída del año, y de ser buena eso sería triste.
Ahora bien, tanto Savater como Vallvey como el Nóbel Le Clézio van a ver su destino unido, dado que sospecho que, como le pasó al francés, el día de gloria de los planetas nacionales se va a ver ensombrecido por otro desastre bursátil de dimensiones planetarias, esta vez con todo el sentido del término, dado el castañazo que se volvió a pegar ayer el Dow Jones, cosa que empieza a no ser noticia, porque cuando a un boxeador le pegan un derechazo y salta un diente los flashes se dispara, pero cuando está grogui en el suelo y recibe una tunda pocos se fijan ya en él. A ver si Fernando y Ángela son capaces de hacerse un hueco entre las gráficas y los rojos porcentajes, que hoy coparán las portadas electrónicas de los diarios. Suerte....
Justo en frente de esta postura están los premiso cantados, o aquellos en los que casi es imposible fallar, y como ejemplo paradigmático está el premio Planeta. Ayer tuvo lugar la tradicional cena de concesión del coitado premio, donde se reúne lo más selecto de la burguesía catalana en la noche del día de Santa Teresa, en homenaje a la difunta esposa del ya fallecido editor Lara, fundador de la casa Planeta y creador del premio. Pese a los seudónimos y otras argucia, el rumor que corría ayer por la tarde daba como ganador a Fernando Savater, y como finalista a la escritora y columnista Ángela Vallvey, como así fue finalmente. Oyendo ayer por la noche la concesión del premio en directo en Onda Cero, comentaba José María Calleja que a las 23:30, media hora antes de saberse el fallo, las ediciones digitales de La Vanguardia y El País ya anunciaban a todo trapo los dos ganadores, y huelga decir que no se equivocaron. En esto la tradición manda, y el galardón se otorga por parte de la editorial a quien esta determine que deba ser cada año, en función de sus intereses promocionales. Sabida es la historia, nunca confirmada pero siempre mantenida, de que Miguel Delibes se negó a recibir el premio. Lara padre, el fundador, le vino a decir que con presentarse al concurso con la última edición de las páginas amarillas de Valladolid se lo llevaba de calle, pero Delibes, hombre sereno, cabal, recto y, por encima de todo, honesto, se negó. Opinaba el maestro que los premios hay que merecérselos, y que no son las editoriales quienes deben organizar un sarao de este tipo para autoafirmarse y generar un negocio algo tramposos con la colaboración de los escritores que a ello se presten. Así, Delibes no se presentó, y no ganó el Planeta, y lo que es peor, aún no le han dado el Nóbel que sí se lo merece. Quizás el colmo del surrealismo se dio el año pasado, cuando el premio se le llevó Juan José Millás con una novela autobiográfica titulada El Mundo. Un escritor de El País se lleva el Planeta con El Mundo. Una combinación tan difícil de lograr que sólo Lara hijo, con todo su impreso por detrás, demostró estar en condiciones de llevar a buen término sin que degenerase en una abierta guerra de las galaxias. Recientemente se le ha concedido a Millás el Premio Nacional de Narrativa con esa novela mundial, y dado que este premio tiene algo más de empaque literario que el de “Casa Lara” puede indicar que la novela de Millás, que no he leído, sea algo más que un envoltorio de marketing promocional. Y como Savater, ganador de este año, escribe bien, y sabe contar historias, quién no me asegura que Lara hijo está premiando incluso buenas novelas. Confiemos en que sea así, porque dicen que el ganador del Planeta es la novela más comprada y menos leída del año, y de ser buena eso sería triste.
Ahora bien, tanto Savater como Vallvey como el Nóbel Le Clézio van a ver su destino unido, dado que sospecho que, como le pasó al francés, el día de gloria de los planetas nacionales se va a ver ensombrecido por otro desastre bursátil de dimensiones planetarias, esta vez con todo el sentido del término, dado el castañazo que se volvió a pegar ayer el Dow Jones, cosa que empieza a no ser noticia, porque cuando a un boxeador le pegan un derechazo y salta un diente los flashes se dispara, pero cuando está grogui en el suelo y recibe una tunda pocos se fijan ya en él. A ver si Fernando y Ángela son capaces de hacerse un hueco entre las gráficas y los rojos porcentajes, que hoy coparán las portadas electrónicas de los diarios. Suerte....
miércoles, octubre 15, 2008
Despertares
Parece que, poco a poco, el profesor Neira va despertando del coma en el que se sumió hace ya varios meses tras defender a una mujer de su agresor y ser posteriormente atacado por el mismo sujeto. Empieza a responder a estímulos físicos y sensoriales, aunque todavía es pronto para saber hasta que punto se recuperará, y si eso será un estadio más o vivirá con unas secuelas permanentes, fruto de su noble acción. Esperemos que la mejoría sea rápida, completa y fructífera, y su familia, sufriente a su lado desde hace ya tanto tiempo, pueda llevárselo a casa y ver como revive junto a ellos.
Si Neira llega a despertase y ser consciente de lo que le ha pasado y pone la tele, especialmente la tele, puede que le den ganas de volver a sumirse en el agujero en el que lleva todo este tiempo, porque desde su actuación se ha organizado un circo... no, circo es una palabra noble, una mierda de intereses, declaraciones y mercadeos que escandalizan hasta a las conejitas de Playboy. Los principales beneficiados de todo esto por ahora son la mujer agredida, cuyo nombre no recuerdo, ni pienso ponerme a buscar en Internet para enlazar semejante bodrio humano a este texto, que ha visto la oportunidad de su vida de forrarse a cuenta de la desgracia propia y ajena, y claro, quién le ha pagado a ella, la televisión, concretamente la cadena Tele5 a través de ese programa llamado La Noria, presentado por un sujeto llamado Jordi González. Ese Jordi, y el elenco de “colaboradores” han sido una parte interesada y necesaria a la hora de montar un vergonzoso, humillante y depravado espectáculo, regodeándose en al desgracia del señor Neira, riéndole las “gracias” a la mujer maltratada y haciendo caja. Es sabido que en la primera entrevista de esta sujeto en el programa le reportó unos ingresos superiores a los 70.000 euros, y no quiero saber las facturaciones publicitarias de aquella emisión para la cadena. Hubo un periódico, El Mundo, que se escandalizó por la emisión del programa, y acusó a Tele5 por ello, pero atención, no tanto por la bazofia que estaba emitiendo, no, sino porque al parecer el periódico tenía apalabrada una entrevista con la chica esta, que Tele5 reventó pujando por ella y pagando más pasta que la que iba a soltar el diario de Pedro Jota. Vomitivo, verdad? Pues así sigue la cosa. El tal Jordi sigue encantado de conocerse a sí mismo, sus colaboradores pontifican todos los sábados por la noche sobre el terrorismo, la crisis económica, la invasión rusa de Georgia y demás asuntos no sólo sin tener ni la más mínima idea al respecto, no, sino encantados de saber que, tras el intermedio, volverá la polémica sobre “el caso Neira” y sus cachés subirán como la espuma. No se plantearán que están cobrando un dinero manchado de mierda, podredumbre moral, y escoria, fruto de una vergonzosa sociedad donde el valor de la defensa del débil se convierte en el hazmerreír de todos, y se ensalza el putiferio, el ingreso fácil y la difamación. No, todos ellos, y los (i)responsables directivos de la cadena (y de otras, que todas son similares, la verdad) padecen un onanismo compulsivo cuando se miran al espejo, y los medios serios no les atacan, denuncian, no se avergüenzan de todo esto.
Resultado. Si eres un joven, o adulto, da igual, la lección que obtienes es que si ves una escena de violencia machista de estas, lo mejor que puedes hacer es meterte, zurrarle a la chica, y luego ir a la tele a contarlo y cobrar por ello. Con un poco de suerte incluso te puedes tirar en los camerinos de la cadena a una de esas macizas azafatas que pululan por allí, y si se resiste le das otros golpecitos “cariñosos”. Todo esto me da una vergüenza como persona, como español, que no pueden imaginarse, y el pobre Neira abandonado, sin que nadie le haga el más mínimo caso, su familia sola en el hospital, sin que ningún periodista les anime, consuele o haga un reportaje serio donde puedan enorgullecerse de la noble acción del profesor. Repugnante.
Si Neira llega a despertase y ser consciente de lo que le ha pasado y pone la tele, especialmente la tele, puede que le den ganas de volver a sumirse en el agujero en el que lleva todo este tiempo, porque desde su actuación se ha organizado un circo... no, circo es una palabra noble, una mierda de intereses, declaraciones y mercadeos que escandalizan hasta a las conejitas de Playboy. Los principales beneficiados de todo esto por ahora son la mujer agredida, cuyo nombre no recuerdo, ni pienso ponerme a buscar en Internet para enlazar semejante bodrio humano a este texto, que ha visto la oportunidad de su vida de forrarse a cuenta de la desgracia propia y ajena, y claro, quién le ha pagado a ella, la televisión, concretamente la cadena Tele5 a través de ese programa llamado La Noria, presentado por un sujeto llamado Jordi González. Ese Jordi, y el elenco de “colaboradores” han sido una parte interesada y necesaria a la hora de montar un vergonzoso, humillante y depravado espectáculo, regodeándose en al desgracia del señor Neira, riéndole las “gracias” a la mujer maltratada y haciendo caja. Es sabido que en la primera entrevista de esta sujeto en el programa le reportó unos ingresos superiores a los 70.000 euros, y no quiero saber las facturaciones publicitarias de aquella emisión para la cadena. Hubo un periódico, El Mundo, que se escandalizó por la emisión del programa, y acusó a Tele5 por ello, pero atención, no tanto por la bazofia que estaba emitiendo, no, sino porque al parecer el periódico tenía apalabrada una entrevista con la chica esta, que Tele5 reventó pujando por ella y pagando más pasta que la que iba a soltar el diario de Pedro Jota. Vomitivo, verdad? Pues así sigue la cosa. El tal Jordi sigue encantado de conocerse a sí mismo, sus colaboradores pontifican todos los sábados por la noche sobre el terrorismo, la crisis económica, la invasión rusa de Georgia y demás asuntos no sólo sin tener ni la más mínima idea al respecto, no, sino encantados de saber que, tras el intermedio, volverá la polémica sobre “el caso Neira” y sus cachés subirán como la espuma. No se plantearán que están cobrando un dinero manchado de mierda, podredumbre moral, y escoria, fruto de una vergonzosa sociedad donde el valor de la defensa del débil se convierte en el hazmerreír de todos, y se ensalza el putiferio, el ingreso fácil y la difamación. No, todos ellos, y los (i)responsables directivos de la cadena (y de otras, que todas son similares, la verdad) padecen un onanismo compulsivo cuando se miran al espejo, y los medios serios no les atacan, denuncian, no se avergüenzan de todo esto.
Resultado. Si eres un joven, o adulto, da igual, la lección que obtienes es que si ves una escena de violencia machista de estas, lo mejor que puedes hacer es meterte, zurrarle a la chica, y luego ir a la tele a contarlo y cobrar por ello. Con un poco de suerte incluso te puedes tirar en los camerinos de la cadena a una de esas macizas azafatas que pululan por allí, y si se resiste le das otros golpecitos “cariñosos”. Todo esto me da una vergüenza como persona, como español, que no pueden imaginarse, y el pobre Neira abandonado, sin que nadie le haga el más mínimo caso, su familia sola en el hospital, sin que ningún periodista les anime, consuele o haga un reportaje serio donde puedan enorgullecerse de la noble acción del profesor. Repugnante.
martes, octubre 14, 2008
El monotema
El personal empieza a hartarse de encender la radio, o escuchar las sintonías aburridas y vacías de gusto de los telediarios y volver a oír cosas como planes de rescate, inyecciones de liquidez, préstamos interbancarios, derivados, swaps, cotizaciones y demás argot. Casi desea el público que surja algún escándalo político, y hasta divierte más el conchabeo entre UPN y el PSOE con el PP de convidado de piedra que las gráficas enloquecidas de los índices bursátiles. No se entiende ni lo uno ni lo otro, pero al menos a Miguel Sanz puedes ponerle cara, mientras que el Ibex... qué rostro tiene el Ibex???
Pues seguimos con las mismas, aunque hoy toca verlo todo desde un plano nacional. Esta tarde se reúnen en la Moncloa Zapatero y Rajoy para consensuar una política económica conjunta ante la crisis. Para hacerse una idea de cómo se aprecian mutuamente estos personajes baste decir que ha sido más sencillo reunir al G8 en Washington y a los líderes de la Unión Europea en París que a nuestros dos líderes (perdón por el mal y desprestigiante uso del término líder, pero es que ahora no se me ocurre otro). Zapatero ha impulsado un plan de rescate financiero que oscila ente los 30.000 y 50.000 millones, según que día leamos el periódico, será porque al diferencia es poca. No se sabe muy bien como funciona, que es lo que va a hacer ni que control existe sobre ese dinero, que surge de la nada tendrá un coste 0 para el contribuyente, lo que demuestra que la ingeniería financiera ha alcanzado cotas de ilusionismo inimaginables. Además, el plan pretende rescatar ese sistema financiero tan sólido y estable que poseemos, envidia del mundo mundial, por lo que aún no se para que necesitamos rescatarlo, salvo que todo lo anterior sea una mentira tan grande como la desaceleración que no era crisis o la llegada al pleno empleo, mediante más de un millón de nuevos parados, se entiende. Por su parte Rajoy, que sabe tanto de economía como ZP, nada, llega a la reunión tras su desliz ante un micrófono calificando de coñazo el desfile de las fuerzas armadas del 12 de octubre que tanto ensalzó el año pasado. Obligado a un trágala a la propuesta del gobierno, so pena de ser calificado de antipatriota, su posición es débil, ambigua y nada clara. Lo más probable es que el resultado de la reunión sea una foto en la que ambos dirigentes se congratulen de haber llegado a un acuerdo de mínimos para sostener y fortalecer la salud de la economía española, expresado ello en unos discursos huecos, grandilocuentes y vacíos de contenido. Para seguir el guión previsto, a las pocas horas saldrá Pepiño Blanco atizando a Rajoy con lo más duro que tenga en su cocina, acusándole de llevar a occidente al precipicio y de ser un asesino de la riqueza familiar, a lo que Esteban González Pons responderá con unos chiste sobre Blanco, lanzará acusaciones sobre la mentiras e improvisaciones del gobierno, y todos contentos a casa, o mejor, a un caro restaurante a cenar mientras que el consumidor español de a pie paga el gas un 10% más caro, ve su hipoteca disparada y no logra entender como la mayor bajada de la historia del Ibex es seguida del mayor alza, y lo que es peor, no se ha forrado con ella, como sí hicieron ayer unos pocos en el parqué.
Y para rematar la faena, ayer se concedió el premio Nóbel........... de Economía!!!. El galardonado ha sido el norteamericano Paul Krugman, experto mundialmente reconocido en macroeconomía y, especialmente, comercio internacional, prolífico articulista del New York Times, aquí los textos los publica El País, y significado opositor a la política económica (y también la otra) de George Bush. Algunos han calificado a Krugman de antiliberal, lo que demuestra a la claras la ignorancia hispánica respecto a lo que significan esos términos al otro lado del atlántico, ya que hasta el más intervencionista de los economistas norteamericanos se escandalizaría del sistema económico clientelar y politicista (otro palabro que me he inventado) que aquí estilamos. Felicidades a Krugman, y a los que ayer se subieron al Ibex, claro.
Pues seguimos con las mismas, aunque hoy toca verlo todo desde un plano nacional. Esta tarde se reúnen en la Moncloa Zapatero y Rajoy para consensuar una política económica conjunta ante la crisis. Para hacerse una idea de cómo se aprecian mutuamente estos personajes baste decir que ha sido más sencillo reunir al G8 en Washington y a los líderes de la Unión Europea en París que a nuestros dos líderes (perdón por el mal y desprestigiante uso del término líder, pero es que ahora no se me ocurre otro). Zapatero ha impulsado un plan de rescate financiero que oscila ente los 30.000 y 50.000 millones, según que día leamos el periódico, será porque al diferencia es poca. No se sabe muy bien como funciona, que es lo que va a hacer ni que control existe sobre ese dinero, que surge de la nada tendrá un coste 0 para el contribuyente, lo que demuestra que la ingeniería financiera ha alcanzado cotas de ilusionismo inimaginables. Además, el plan pretende rescatar ese sistema financiero tan sólido y estable que poseemos, envidia del mundo mundial, por lo que aún no se para que necesitamos rescatarlo, salvo que todo lo anterior sea una mentira tan grande como la desaceleración que no era crisis o la llegada al pleno empleo, mediante más de un millón de nuevos parados, se entiende. Por su parte Rajoy, que sabe tanto de economía como ZP, nada, llega a la reunión tras su desliz ante un micrófono calificando de coñazo el desfile de las fuerzas armadas del 12 de octubre que tanto ensalzó el año pasado. Obligado a un trágala a la propuesta del gobierno, so pena de ser calificado de antipatriota, su posición es débil, ambigua y nada clara. Lo más probable es que el resultado de la reunión sea una foto en la que ambos dirigentes se congratulen de haber llegado a un acuerdo de mínimos para sostener y fortalecer la salud de la economía española, expresado ello en unos discursos huecos, grandilocuentes y vacíos de contenido. Para seguir el guión previsto, a las pocas horas saldrá Pepiño Blanco atizando a Rajoy con lo más duro que tenga en su cocina, acusándole de llevar a occidente al precipicio y de ser un asesino de la riqueza familiar, a lo que Esteban González Pons responderá con unos chiste sobre Blanco, lanzará acusaciones sobre la mentiras e improvisaciones del gobierno, y todos contentos a casa, o mejor, a un caro restaurante a cenar mientras que el consumidor español de a pie paga el gas un 10% más caro, ve su hipoteca disparada y no logra entender como la mayor bajada de la historia del Ibex es seguida del mayor alza, y lo que es peor, no se ha forrado con ella, como sí hicieron ayer unos pocos en el parqué.
Y para rematar la faena, ayer se concedió el premio Nóbel........... de Economía!!!. El galardonado ha sido el norteamericano Paul Krugman, experto mundialmente reconocido en macroeconomía y, especialmente, comercio internacional, prolífico articulista del New York Times, aquí los textos los publica El País, y significado opositor a la política económica (y también la otra) de George Bush. Algunos han calificado a Krugman de antiliberal, lo que demuestra a la claras la ignorancia hispánica respecto a lo que significan esos términos al otro lado del atlántico, ya que hasta el más intervencionista de los economistas norteamericanos se escandalizaría del sistema económico clientelar y politicista (otro palabro que me he inventado) que aquí estilamos. Felicidades a Krugman, y a los que ayer se subieron al Ibex, claro.
lunes, octubre 13, 2008
Hace mucho que no lo hacía
Ayer Domingo, tras mucho tiempo sin siquiera intentarlo, luche denodadamente y conseguí hacer una cosa que, hace años, cuando era más joven, casi era normal. A veces te dejaba exhausto, agotado y hecho polvo, pero te recuperabas mucho más rápido, e incluso sentías un cierto placer, tanto en el transcurso del acto en sí como al final, cuando saboreabas suavemente lo experimentado, pensabas en ello, e incluso tenías ganas de volver a hacerlo nuevamente, a pesar de lo tarde que podía haberse hecho...... ayer volví a ver una película por la tele.
El motivo del “sacrificio” fue la emisión de United 93 en TVE1. Esta película narra, casi en tiempo real, los hechos acaecidos en el vuelo del mismo nombre, el cuarto de los aviones secuestrados el maldito 11 de septiembre de 2001, y que tras una rebelión del pasaje, acabó estrellado en unos campos de Pensilvania, no logrando alcanzar su objetivo final, presumiblemente El Capitolio. La película es muy buena, directa, casi en formato documental, sin actores conocidos, y describe muy bien no sólo las angustiosas sensaciones del pasaje, sino que en paralelo, relata la sucesión de acontecimientos en las torres de control y centros de mando de vuelo, tanto civiles como militares, la descoordinación que se vivió ese día y el caos y el terror que se apoderó de la nación norteamericana, y del mundo entero por extensión. Sin embargo, más que la tensión de la trama ayer, viéndola por la tele, sentía uno la indignación contra el programador y toda la tropa de sujetos que consiguen destruir una película en su emisión televisiva. Y hace mucho que no veía una película por la tele porque no aguanto los innumerables cortes publicitarios. Dura poco más de noventa minutos, y ayer la “pública” nos obsequió con casi dos horas y media de emisión, lo que conlleva una hora completa de anuncios. Algo infame, sí, y encima en ese ente que pregona su carácter nacional y de servicio público, tan prescindible como el resto de entes autonómicos. Las privadas son también horrorosas, pero al menos me salen gratis, pero ayer pagué la emisión de la “peli” y una tonelada de anuncios que no me interesaban para nada. Un plan maravillosos. En cada corte me explicaba no sólo porqué hace tiempo no me someto a esa tortura, sino también el triunfo del DVD, o más aún, el crecimiento desaforado de Internet, las descargas de películas y el autoservicio, sin depender de un programador que corta la trama por donde le da la gana para meter esos anuncios, muchos de ellos de calidad indiscutible, por encima de la media de la programación habitual de las cadenas, pero que no eran ayer el objeto de mi atención. Y es que encima está el hecho del corte indiscriminado y traidor. Todos sabemos que, a falta de escasos minutos para que se acabe, nos van a meter el último bloque de anuncios. Muchas veces me he levantado en ese punto y, mentando a la madre del programador, el montador y los técnicos de la cadena, me he ido a la cama hecho una furia, sin ver el final, harto de ser estafado., Ayer, pro primera vez desde hace mucho tiempo, aguanté.
Pero el enfado no me lo quitó nadie, porque algún descerebrado se cargó, así, del todo, el final de la película, que consiste en una larga, compleja y violenta escena, en la que el pasaje se rebela y trata de llegar a la cabina para hacerse con los mandos del avión. La angustia de los pasajeros, y los inútiles esfuerzos de los secuestradores para defender con sus vidas la puerta de la cabina fueron cruelmente cercenados por 8 minutos de anuncios al final del pasillo, ya junto a la cabina del piloto. Infamia. Un destrozo en toda regla, algo como rajar un cuadro en un museo o tirar una ánfora romana al suelo, únicamente asida por una de sus argollas. Confío en que pase mucho tiempo hasta que me vuelva a autoengañar para sentarme otra vez frente a la tele.
El motivo del “sacrificio” fue la emisión de United 93 en TVE1. Esta película narra, casi en tiempo real, los hechos acaecidos en el vuelo del mismo nombre, el cuarto de los aviones secuestrados el maldito 11 de septiembre de 2001, y que tras una rebelión del pasaje, acabó estrellado en unos campos de Pensilvania, no logrando alcanzar su objetivo final, presumiblemente El Capitolio. La película es muy buena, directa, casi en formato documental, sin actores conocidos, y describe muy bien no sólo las angustiosas sensaciones del pasaje, sino que en paralelo, relata la sucesión de acontecimientos en las torres de control y centros de mando de vuelo, tanto civiles como militares, la descoordinación que se vivió ese día y el caos y el terror que se apoderó de la nación norteamericana, y del mundo entero por extensión. Sin embargo, más que la tensión de la trama ayer, viéndola por la tele, sentía uno la indignación contra el programador y toda la tropa de sujetos que consiguen destruir una película en su emisión televisiva. Y hace mucho que no veía una película por la tele porque no aguanto los innumerables cortes publicitarios. Dura poco más de noventa minutos, y ayer la “pública” nos obsequió con casi dos horas y media de emisión, lo que conlleva una hora completa de anuncios. Algo infame, sí, y encima en ese ente que pregona su carácter nacional y de servicio público, tan prescindible como el resto de entes autonómicos. Las privadas son también horrorosas, pero al menos me salen gratis, pero ayer pagué la emisión de la “peli” y una tonelada de anuncios que no me interesaban para nada. Un plan maravillosos. En cada corte me explicaba no sólo porqué hace tiempo no me someto a esa tortura, sino también el triunfo del DVD, o más aún, el crecimiento desaforado de Internet, las descargas de películas y el autoservicio, sin depender de un programador que corta la trama por donde le da la gana para meter esos anuncios, muchos de ellos de calidad indiscutible, por encima de la media de la programación habitual de las cadenas, pero que no eran ayer el objeto de mi atención. Y es que encima está el hecho del corte indiscriminado y traidor. Todos sabemos que, a falta de escasos minutos para que se acabe, nos van a meter el último bloque de anuncios. Muchas veces me he levantado en ese punto y, mentando a la madre del programador, el montador y los técnicos de la cadena, me he ido a la cama hecho una furia, sin ver el final, harto de ser estafado., Ayer, pro primera vez desde hace mucho tiempo, aguanté.
Pero el enfado no me lo quitó nadie, porque algún descerebrado se cargó, así, del todo, el final de la película, que consiste en una larga, compleja y violenta escena, en la que el pasaje se rebela y trata de llegar a la cabina para hacerse con los mandos del avión. La angustia de los pasajeros, y los inútiles esfuerzos de los secuestradores para defender con sus vidas la puerta de la cabina fueron cruelmente cercenados por 8 minutos de anuncios al final del pasillo, ya junto a la cabina del piloto. Infamia. Un destrozo en toda regla, algo como rajar un cuadro en un museo o tirar una ánfora romana al suelo, únicamente asida por una de sus argollas. Confío en que pase mucho tiempo hasta que me vuelva a autoengañar para sentarme otra vez frente a la tele.
viernes, octubre 10, 2008
La historia se repite.....
....nos golpea, nos hace creer inmunes al desastre, y cuando nos encamina al estrellato y nos aplasta nos quejamos.... y no aprendemos.
Es difícil describir esto, realmente difícil. Ahora mismo el Ibex cae un 10%, la mayor bajada de la historia, hasta los 8.900 puntos. Es complicado, imposible saber si seguirá bajando o no, pero da igual, lo de esta semana es impresionante. Asistimos en directo al pinchazo de la burbuja sobre nuestras cabezas, o mejor, bajo nuestros pies. Es como si mascas chicle, haces una bola enorme, preciosa y brillante, y de repente explota en tus narices y te deja toda la cara pringada. Y te avergüenzas y lo pasas mal.
Me acuerdo que cuando se hundió la bolsa en 1987................
En ese año yo estaba en segundo de BUP. Teníamos clase de mañana y tarde varios días a la semana, y los pringados que vivíamos en Elorrio debíamos coger el autobús a Durango y vuelta dos veces al día, con tiempo justo para comer en casa. En la comida de ese Martes contaba la radio como el mercado de Madrid, aún no había Ibex, se estaba hundiendo, y que la apertura prevista de Wall Street sería mala. Yo tenía 15 años y apenas comí, oyendo casi más los gritos de mi madre para que tragase algo que los comentarios de un locutor que, nervioso, trataba de transmitir algo que no entendía. Tengo el recuerdo de esa tarde, camino al autobús en Urarka (para los que sean de Elorrio se pillaba el bus en lo que ahora es el parque de las viviendas sociales, entonces un mero pedregal bacheado) de vuelta a Durango. El cielo era gris, plomizo, y chispeaba ligeramente. Era una tarde oscura y triste, y no dejaba de imaginarme los gritos del parqué de Nueva York a medida que avanzaba camino al autobús, en una época en la que las cotizaciones se hacían mediante corros. Al llegar a la "parada" comenté el asunto con algunos amigos, y no sólo era yo el único que había prestado atención a ese asunto en la comida, sino que me pareció que era el único al que le interesaba y, peor aún, le preocupaba.
No se que hice esa tarde en el instituto, no me acuerdo de nada más, aunque seguramente estuve con la cabeza en las musarañas, llenas estas de acciones locas, papeles volando y valores desplomados, como anticipo de lo que luego sería la crisis de los 90, que en España vadeamos inicialmente con los fastos del 92. Puede que yo fuese de las muy pocas personas de quince años que esa noche durmió mal, y no sólo gracias a mi insomnio, debido a una caída de la bolsa.
Lo malo es que esta noche, veintiún años después, seré una de las muchas personas de treinta y tantos que dormirá mal, y no sólo gracias a mi insomnio, debido al desplome de la bolsa.
Es difícil describir esto, realmente difícil. Ahora mismo el Ibex cae un 10%, la mayor bajada de la historia, hasta los 8.900 puntos. Es complicado, imposible saber si seguirá bajando o no, pero da igual, lo de esta semana es impresionante. Asistimos en directo al pinchazo de la burbuja sobre nuestras cabezas, o mejor, bajo nuestros pies. Es como si mascas chicle, haces una bola enorme, preciosa y brillante, y de repente explota en tus narices y te deja toda la cara pringada. Y te avergüenzas y lo pasas mal.
Me acuerdo que cuando se hundió la bolsa en 1987................
En ese año yo estaba en segundo de BUP. Teníamos clase de mañana y tarde varios días a la semana, y los pringados que vivíamos en Elorrio debíamos coger el autobús a Durango y vuelta dos veces al día, con tiempo justo para comer en casa. En la comida de ese Martes contaba la radio como el mercado de Madrid, aún no había Ibex, se estaba hundiendo, y que la apertura prevista de Wall Street sería mala. Yo tenía 15 años y apenas comí, oyendo casi más los gritos de mi madre para que tragase algo que los comentarios de un locutor que, nervioso, trataba de transmitir algo que no entendía. Tengo el recuerdo de esa tarde, camino al autobús en Urarka (para los que sean de Elorrio se pillaba el bus en lo que ahora es el parque de las viviendas sociales, entonces un mero pedregal bacheado) de vuelta a Durango. El cielo era gris, plomizo, y chispeaba ligeramente. Era una tarde oscura y triste, y no dejaba de imaginarme los gritos del parqué de Nueva York a medida que avanzaba camino al autobús, en una época en la que las cotizaciones se hacían mediante corros. Al llegar a la "parada" comenté el asunto con algunos amigos, y no sólo era yo el único que había prestado atención a ese asunto en la comida, sino que me pareció que era el único al que le interesaba y, peor aún, le preocupaba.
No se que hice esa tarde en el instituto, no me acuerdo de nada más, aunque seguramente estuve con la cabeza en las musarañas, llenas estas de acciones locas, papeles volando y valores desplomados, como anticipo de lo que luego sería la crisis de los 90, que en España vadeamos inicialmente con los fastos del 92. Puede que yo fuese de las muy pocas personas de quince años que esa noche durmió mal, y no sólo gracias a mi insomnio, debido a una caída de la bolsa.
Lo malo es que esta noche, veintiún años después, seré una de las muchas personas de treinta y tantos que dormirá mal, y no sólo gracias a mi insomnio, debido al desplome de la bolsa.
Un desconocido
Ayer la Academia Sueca concedió el Premio Nóbel de Literatura, el galardón de las letras más importante y prestigioso del mundo, al escritor francés Jean-Marie Gustave Le Clézio. Según la citada Academia es “un escritor de la ruptura, de la aventura poética y del éxtasis sensual" y "explorador de la humanidad, dentro y fuera de la civilización dominante". El autor está conmovido por el premio, lógica y orgullosamente satisfecho, y muy agradecido por que los miembros de la Academia se hallan fijado en su obra, que se desarrolla desde su infancia, dado que sus primeros escritos los elaboró a la edad de siete años.
Ahora yo quedaría muy bien si comentase alguno de los libros del señor Le Clézio, recomendase lecturas suyas e hiciese un riguroso análisis de la decisión de los suecos, pero es que no puedo, y no sólo porque nunca he leído nada de este autor, sino porque hasta que ayer le fue concebido el premio ni siquiera sabía que existiera una persona llamada así. Nada de nada. Vi el flash de la noticia de la concesión y lo primero que pensé fue “y este quién diablos es?” Le escribí un correo informándole a una amiga al respecto, haciendo un pequeño chiste relacionado con un previo intercambio de pareceres sobre literatura y vida, y me quedé algo asombrado, porque la Academia tiene un arte especial de cara a sorprender a los lectores, las editoriales y los encargados de la elaboración de los artículos que hoy ilustraran las páginas culturales de los periódicos. Me apuesto algo a que había galeradas hechas con las figuras de Vargas Llosa o Phillip Roth, eternos aspirantes y merecedores, y nunca galardonados. Alguno de la redacción llevaría una semana especializada en autores raros, de esos que reciben premios y poca gente les conoce, pero me apuesto lo que quieran a que prácticamente en ninguna redacción de España, y del resto de países, incluyendo Francia, el nombre de Le Clézio estaba en alguna quiniela. Habrá sido esta una noche intensa de búsqueda de información, análisis, llamadas a librerías preguntando si tienen algo editado en castellano de este hombre, de que va, que estilo tiene, etc. Y seguramente a alguno Internet le habrá jugado una mala pasad, porque al poco de conocerse la concesión del premio, alguno de esos que andan por ahí aburridos se dedicaron a escribir un artículo en la wikipedia afirmando que Le Clézio, agobiado por la sorpresa de la concesión del premio, había sufrido un infarto y había fallecido. Sí, se estaban cargando al desconocido recién encumbrado, incluyendo la referencia a una necrológica emitida por el propio Sarkozy, rápido en todo como es él siempre. Si uno consulta ahora la ficha de Le Clézio en wikipedia verá que esa broma de mal gusto ha sido retirada, y que el texto, breve y aséptico, describe al vida y obra del autor sin meterse con su vida, y mucho menos acabar con ella. Parece que ya tenemos la anécdota del premio, y es que como han cambiado las cosas desde que el gran Paul Newman interpretaba a un físico galardonado con el Nóbel y los intentos de asesinato se sucedían a su alrededor. Aquello sólo era una película, y ahora la muerte, pese a ser virtual, tiene un poco más de mala leche.
La pena para el escritor Le Clézio es que poco va a poder disfrutar de su gloria mediática. Ayer Wall Street se derrumbó del todo, cayendo más de un 7%, y dejando la calle del muro reducida prácticamente a escombros. Las bolsas asiáticas se están despeñando con fuerza y me temo que hoy será otro día de infarto, hundimientos, quién sabe si medidas coordinadas, y miedo, mucho miedo, que alguien dotado para ello como Le Clézio debiera describir, relatar, exorcizar y contribuir así a sacarnos de la pesadilla financiera en al que nos hemos metido que amenaza con hundir todo el mundo económico que conocemos. A ver que opina de esto el Nóbel de Economía, si se atreve, claro....
Ahora yo quedaría muy bien si comentase alguno de los libros del señor Le Clézio, recomendase lecturas suyas e hiciese un riguroso análisis de la decisión de los suecos, pero es que no puedo, y no sólo porque nunca he leído nada de este autor, sino porque hasta que ayer le fue concebido el premio ni siquiera sabía que existiera una persona llamada así. Nada de nada. Vi el flash de la noticia de la concesión y lo primero que pensé fue “y este quién diablos es?” Le escribí un correo informándole a una amiga al respecto, haciendo un pequeño chiste relacionado con un previo intercambio de pareceres sobre literatura y vida, y me quedé algo asombrado, porque la Academia tiene un arte especial de cara a sorprender a los lectores, las editoriales y los encargados de la elaboración de los artículos que hoy ilustraran las páginas culturales de los periódicos. Me apuesto algo a que había galeradas hechas con las figuras de Vargas Llosa o Phillip Roth, eternos aspirantes y merecedores, y nunca galardonados. Alguno de la redacción llevaría una semana especializada en autores raros, de esos que reciben premios y poca gente les conoce, pero me apuesto lo que quieran a que prácticamente en ninguna redacción de España, y del resto de países, incluyendo Francia, el nombre de Le Clézio estaba en alguna quiniela. Habrá sido esta una noche intensa de búsqueda de información, análisis, llamadas a librerías preguntando si tienen algo editado en castellano de este hombre, de que va, que estilo tiene, etc. Y seguramente a alguno Internet le habrá jugado una mala pasad, porque al poco de conocerse la concesión del premio, alguno de esos que andan por ahí aburridos se dedicaron a escribir un artículo en la wikipedia afirmando que Le Clézio, agobiado por la sorpresa de la concesión del premio, había sufrido un infarto y había fallecido. Sí, se estaban cargando al desconocido recién encumbrado, incluyendo la referencia a una necrológica emitida por el propio Sarkozy, rápido en todo como es él siempre. Si uno consulta ahora la ficha de Le Clézio en wikipedia verá que esa broma de mal gusto ha sido retirada, y que el texto, breve y aséptico, describe al vida y obra del autor sin meterse con su vida, y mucho menos acabar con ella. Parece que ya tenemos la anécdota del premio, y es que como han cambiado las cosas desde que el gran Paul Newman interpretaba a un físico galardonado con el Nóbel y los intentos de asesinato se sucedían a su alrededor. Aquello sólo era una película, y ahora la muerte, pese a ser virtual, tiene un poco más de mala leche.
La pena para el escritor Le Clézio es que poco va a poder disfrutar de su gloria mediática. Ayer Wall Street se derrumbó del todo, cayendo más de un 7%, y dejando la calle del muro reducida prácticamente a escombros. Las bolsas asiáticas se están despeñando con fuerza y me temo que hoy será otro día de infarto, hundimientos, quién sabe si medidas coordinadas, y miedo, mucho miedo, que alguien dotado para ello como Le Clézio debiera describir, relatar, exorcizar y contribuir así a sacarnos de la pesadilla financiera en al que nos hemos metido que amenaza con hundir todo el mundo económico que conocemos. A ver que opina de esto el Nóbel de Economía, si se atreve, claro....
jueves, octubre 09, 2008
La locura
Ayer fue un día de locos en al bolsa, los mercados y creo que en todas partes. El Ibex inició la sesión con un desplome brutal, tras la caída de Tokio y el castañazo norteamericano posterior, y el resto de Europa se unía a ese descenso al fondo de un pozo oscuro. Al final de al mañana la FED, el BCE y el Banco de Inglaterra decidieron atacar al enemigo bombardeando el sistema, y bajando medio punto los tipos de interés, lo que provocó un alza brusca y rápida de los mercados, pero como flor de un día, ese rebote se deshizo, y finalmente la bolsa española cayó el 5% que registraba a media mañana.
¿Qué diablos pasó ayer? Ni idea, y me atrevo a afirmar que nadie lo sabe. Pueden ustedes comprarse algunos periódicos, leer artículos, entrevistas y comentarios, pero ninguno de ellos podrá explicarles lo que ayer se vivió, y porque pasó todo lo que sucedió. De hecho, a las 21:15 el Dow Jones norteamericano subía casi un 2%, y la corresponsal de TVE en Nueva York, Rosa Molló, afirmaba que los analistas daban por seguro ese rebote debido a la bajada de tipos. A las 21:30 intereconomía mostraba una subida del 1,5% que el presentador, quizás curado en salud, no se atrevía a justificar en base a que se producía. A las 22:00 el índice cerró con una caída del 2%. Cuatro puntos en media hora. ¿Explicaciones? Ninguna. Simplemente el miedo, el pánico, la histeria, que ayer se adueño de todo, el nerviosismo acusado, las ganas de ir corriendo a ninguna parte y de salir o entrar de manera apelotonada de un mercado que está irracional se conjuraron para provocar un mareo digno de una montaña rusa de campeonato. Ayer vivimos historia económica de la buena, de la importante, y no sólo por al bolsa, sino por la acción concertada de los Bancos Centrales, usando quizás el último arma que les queda para apaciguar los ánimos, y por la aparente inutilidad de esa medida. De hecho, para que vean mi escasa capacidad predictiva, mandé un correo a los compañeros de trabajo informando de la noticia urgente de al intervención bancaria, y señalaba textualmente a eso de las 13:37 “De momento los índices recuperan la caída de hoy. A ver que pasa en la apertura americana, probablemente alcista tras esto.......” Pues menos mal que iba a subir. Lo dicho, de locos. En esta coyuntura actual quizás lo mejor que puede hacer un pequeño inversor, que ha depositado sus ahorros en la bolsa con un plazo de tiempo largo, es irse de vacaciones. Sí, sí, vacaciones. Lejos, sin radio, televisión y desconectado del mundo, olvidándose de lo que ocurra con sus valores, porque de estar fijamente pensando en ello lo va a pasar muy mal. Otra alternativa es coger en el supermercado unas buenas provisiones de güisqui, ron, cerveza o tinto de crianza, según los gustos, y pillarse una profunda cogorza que dure, resaca incluida, lo suficiente como para que este vendaval que estamos viviendo se apacigüe, o , de no calmarse, acabe por destrozarlo todo, y salir de casa cuando ya los restos no puedan golpearnos en la cabeza.
Hay gente que se ríe de todo esto, de la debacle bursátil y al ruina de los “poderosos”, quizás porque viven en la ilusión de que esa especie de casino nos es ajeno, pero se equivocan. Los vaivenes financieros acaban siendo reales, traduciéndose en paro, depresión, tristeza y angustias para llegar a fin de mes. Sin embargo ayer todavía vivíamos en el mundo aparentemente irreal, un espacio de nuestra existencia en la que, en apenas unas horas, enormes fortunas fueron creadas, disparadas y dilapidadas aún más rápidamente, tan valiosas toda ellas como falaces y virtuales, agitadas convulsa y desenfrenadamente en una especie de demente orgía financiera que arrasó todo el mundo. Impresionante.
¿Qué diablos pasó ayer? Ni idea, y me atrevo a afirmar que nadie lo sabe. Pueden ustedes comprarse algunos periódicos, leer artículos, entrevistas y comentarios, pero ninguno de ellos podrá explicarles lo que ayer se vivió, y porque pasó todo lo que sucedió. De hecho, a las 21:15 el Dow Jones norteamericano subía casi un 2%, y la corresponsal de TVE en Nueva York, Rosa Molló, afirmaba que los analistas daban por seguro ese rebote debido a la bajada de tipos. A las 21:30 intereconomía mostraba una subida del 1,5% que el presentador, quizás curado en salud, no se atrevía a justificar en base a que se producía. A las 22:00 el índice cerró con una caída del 2%. Cuatro puntos en media hora. ¿Explicaciones? Ninguna. Simplemente el miedo, el pánico, la histeria, que ayer se adueño de todo, el nerviosismo acusado, las ganas de ir corriendo a ninguna parte y de salir o entrar de manera apelotonada de un mercado que está irracional se conjuraron para provocar un mareo digno de una montaña rusa de campeonato. Ayer vivimos historia económica de la buena, de la importante, y no sólo por al bolsa, sino por la acción concertada de los Bancos Centrales, usando quizás el último arma que les queda para apaciguar los ánimos, y por la aparente inutilidad de esa medida. De hecho, para que vean mi escasa capacidad predictiva, mandé un correo a los compañeros de trabajo informando de la noticia urgente de al intervención bancaria, y señalaba textualmente a eso de las 13:37 “De momento los índices recuperan la caída de hoy. A ver que pasa en la apertura americana, probablemente alcista tras esto.......” Pues menos mal que iba a subir. Lo dicho, de locos. En esta coyuntura actual quizás lo mejor que puede hacer un pequeño inversor, que ha depositado sus ahorros en la bolsa con un plazo de tiempo largo, es irse de vacaciones. Sí, sí, vacaciones. Lejos, sin radio, televisión y desconectado del mundo, olvidándose de lo que ocurra con sus valores, porque de estar fijamente pensando en ello lo va a pasar muy mal. Otra alternativa es coger en el supermercado unas buenas provisiones de güisqui, ron, cerveza o tinto de crianza, según los gustos, y pillarse una profunda cogorza que dure, resaca incluida, lo suficiente como para que este vendaval que estamos viviendo se apacigüe, o , de no calmarse, acabe por destrozarlo todo, y salir de casa cuando ya los restos no puedan golpearnos en la cabeza.
Hay gente que se ríe de todo esto, de la debacle bursátil y al ruina de los “poderosos”, quizás porque viven en la ilusión de que esa especie de casino nos es ajeno, pero se equivocan. Los vaivenes financieros acaban siendo reales, traduciéndose en paro, depresión, tristeza y angustias para llegar a fin de mes. Sin embargo ayer todavía vivíamos en el mundo aparentemente irreal, un espacio de nuestra existencia en la que, en apenas unas horas, enormes fortunas fueron creadas, disparadas y dilapidadas aún más rápidamente, tan valiosas toda ellas como falaces y virtuales, agitadas convulsa y desenfrenadamente en una especie de demente orgía financiera que arrasó todo el mundo. Impresionante.
miércoles, octubre 08, 2008
Flash!!! Bajada de tipos
Acción coordinada de la FED, el BCE y el Banco de Inglaterra para bajar los tipos de interés medio punto en las tres áreas. Esto es pura historia financiera. Impresionante
El tercer debate electoral
Ayer se celebró el Nashville, ciudad famosa por ser la capital de la música country, el segundo debate electoral entre Barc Obama y John McCain. Es el tercero de lso celebrados hasta ahora, porque recordemos que ha habido uno entre candidatos a vicepresidente, que enfrentó al veterano y con pinta de aburrido Joe Biden por los demócratas contra la JANP (joven, alocada y nada preparada) Sarah Palin. El debate de ayer tenía un formato similar al tengo una pregunta para usted español, con público haciendo preguntas a los candidatos y estos respondiendo al electorado ya su contrincante, presente en la misma sala.
Los primeros muestreos indican que Obama ha resultado el ganador, o mejor, que McCain no ha sido capaz de remontar la desventaja con al que partía antes del debate. Las últimas encuestas muestran, desde hace algunas semanas, una tendencia que consolida la ventaja de Obama mientras que McCain parece haberse estancado a unos 6 – 8 puntos por debajo del demócrata. De ser así, y celebrarse mañana las elecciones, Obama sería presidente. Una enorme noticia en sí misma. Sin embargo no debemos precipitarnos a dar por segura la victoria demócrata. McCain ha demostrado muchas veces que es capaz de levantarse de su tumba cuando ya le están clavando la tapa del ataúd, y no hace falta más que mirar el ejemplo de las últimas primarias republicanas. Arruinado, con el aparato del partido en contra, y con unos primeros resultados desastrosos, fue capaz de imponerse a líderes que contaban con el apoyo de las bases religiosas del partido. Su momento de gloria llegó con la convención republicana, especialmente tras el discurso enervado, patriótico y efectivo de esa mujer llamada Sarah Palin, que entró en la campaña, como se suele decir, como un elefante en una cristalería, y allí sigue, cargándose vajillas y demás abalorios cada vez que habla en público. Luego vino la crisis financiera, con el hundimiento de Wall Street (que sigue, ayer cayó un 5%, ojo al Ibex hoy) y muchos miraron al partido republicano, gobernador de estos últimos años, como culpable de la situación, lo que sin duda ha penalizado mucho a las aspiraciones de McCain. Sin embargo es justo señalar que los dos candidatos sufrieron un duro golpe cuando se rechazó hace una semana por la Cámara de Representantes la primera versión del plan de salvamento de Bush, que era respaldado por ambos. Ambos líderes fueron incapaces de controlar a la masa de congresistas de sus partidos, más preocupados por las oscuras expectativas de reelección personal que por el intento, veremos si acertado o no, de salvar a la economía norteamericana. La aprobación de una segunda versión del plan salva la cara a ambos candidatos, y vuelve a centrar las críticas de la gestión de la crisis, y de su mismo origen, en las políticas desarrolladas por la administración Bush, un presidente este que de seguir así se va a encaramar con todo el merecimiento en la cima de los perores de la historia.
Y el que McCain no remonte la desventaja en las encuestas se debe, entre otras cosa, al comportamiento de la famosa Sarah Palin. Me sorprende como algunos analistas españoles pudieron calificar a Palin de revelación, luz y aire fresco, cuando destaca especialmente por su bisoñez y absoluta incompetencia. Lo más interesante de la Palin está siendo el éxito de las parodias, geniales, que está creando Tina Fey sobre ella, como este debate simulado entre Palin y Hillary Clinton, sacado del mítico Saturday night life, desde el que Fey está robando todo el protagonismo a Palin e, indirectamente, a un McCain que debe estar ya muy arrepentido de haberla elegido.
Los primeros muestreos indican que Obama ha resultado el ganador, o mejor, que McCain no ha sido capaz de remontar la desventaja con al que partía antes del debate. Las últimas encuestas muestran, desde hace algunas semanas, una tendencia que consolida la ventaja de Obama mientras que McCain parece haberse estancado a unos 6 – 8 puntos por debajo del demócrata. De ser así, y celebrarse mañana las elecciones, Obama sería presidente. Una enorme noticia en sí misma. Sin embargo no debemos precipitarnos a dar por segura la victoria demócrata. McCain ha demostrado muchas veces que es capaz de levantarse de su tumba cuando ya le están clavando la tapa del ataúd, y no hace falta más que mirar el ejemplo de las últimas primarias republicanas. Arruinado, con el aparato del partido en contra, y con unos primeros resultados desastrosos, fue capaz de imponerse a líderes que contaban con el apoyo de las bases religiosas del partido. Su momento de gloria llegó con la convención republicana, especialmente tras el discurso enervado, patriótico y efectivo de esa mujer llamada Sarah Palin, que entró en la campaña, como se suele decir, como un elefante en una cristalería, y allí sigue, cargándose vajillas y demás abalorios cada vez que habla en público. Luego vino la crisis financiera, con el hundimiento de Wall Street (que sigue, ayer cayó un 5%, ojo al Ibex hoy) y muchos miraron al partido republicano, gobernador de estos últimos años, como culpable de la situación, lo que sin duda ha penalizado mucho a las aspiraciones de McCain. Sin embargo es justo señalar que los dos candidatos sufrieron un duro golpe cuando se rechazó hace una semana por la Cámara de Representantes la primera versión del plan de salvamento de Bush, que era respaldado por ambos. Ambos líderes fueron incapaces de controlar a la masa de congresistas de sus partidos, más preocupados por las oscuras expectativas de reelección personal que por el intento, veremos si acertado o no, de salvar a la economía norteamericana. La aprobación de una segunda versión del plan salva la cara a ambos candidatos, y vuelve a centrar las críticas de la gestión de la crisis, y de su mismo origen, en las políticas desarrolladas por la administración Bush, un presidente este que de seguir así se va a encaramar con todo el merecimiento en la cima de los perores de la historia.
Y el que McCain no remonte la desventaja en las encuestas se debe, entre otras cosa, al comportamiento de la famosa Sarah Palin. Me sorprende como algunos analistas españoles pudieron calificar a Palin de revelación, luz y aire fresco, cuando destaca especialmente por su bisoñez y absoluta incompetencia. Lo más interesante de la Palin está siendo el éxito de las parodias, geniales, que está creando Tina Fey sobre ella, como este debate simulado entre Palin y Hillary Clinton, sacado del mítico Saturday night life, desde el que Fey está robando todo el protagonismo a Palin e, indirectamente, a un McCain que debe estar ya muy arrepentido de haberla elegido.
martes, octubre 07, 2008
Otro castañazo
Ya no es noticia que el Ibex se derrumbe. Uno de cada tres días de los últimos meses asistimos a un Lunes, Miércoles o Viernes negro, tantos que el color empieza a perder su significado. Ayer fue un coro generalizado de llantos lo que recorrió las bolsas de todo el mundo, no del medio que se suele usar para describir genéricamente a ese conjunto de mercados. Como Wall street cerró a la baja el Ibex abrirá a la baja hoy, y como Wall street recuperó algo de la caída al final de la sesión el Ibex abrirá remontando. Como no tengo ni idea de lo que va a hacer, diciendo lo anterior acierto de todas todas.
Y es que alguna se preguntará que yo, que tanto hablo de bolsa y similares, me estaré haciendo rico con las bajadas, comprando futuros a corto y forrándome no sólo cuando sube.... pues no, no hago nada de eso. Tengo un paquete de acciones formado por tres valores y su comportamiento está siendo tan exitoso como el de Izquierda Unida desde que la lidera el al parecer ya dimisionario Gaspar Llamazares. Entré en bolsa por primera vez con la OPV de Telefónica Móviles, hace ya bastantes años. Casi al final de la burbuja de las .com muchos nos lanzamos en España a por aquellas acciones de 11 euros que parecían suculentas. En mi caso era una contradicción en si mismo, porque cuando compré aún no tenía móvil, cosa que ya era común poseer en mi entorno. Bien, primer día de cotización, arranca a los 11 euros, baja ligeramente... y ya nunca jamás volvió a esa cota de arranque. Yo, algunos amigos y muchas personas pasamos unos años de travesía en el desierto con un valor que pastaba entre los 8 y 10 euros, remoloneando y suministrando pocas alegrías, por no decir ninguna. La paciencia tuvo recompensa, porque Telefónica hizo una recompra del valor y ahora soy titular de algunas “Matildes” que rentan unos dividendos interesantes. Junto a este valor tengo otros dos, comprados este año, el peor de al historia para invertir en bolsa, visto lo visto. Me lancé a la OPV de Iberdrola Renovables, convencido de que esta vez sí la cosa saldría bien, con esa demanda de ecología que parece imbuir a todo el mundo, quizás para acallar la conciencia de nuestro irresponsable comportamiento medio ambiental. En este caso varios compañeros de trabajo y algún amigo me secundaron, y conseguimos un paquete en el arranque, y por mi cuenta hice una compra posterior, a un precio algo superior al que pague en el inicio de la cotización. A día de hoy la rentabilidad de la compra se sitúa en un alucinante -46,28%. En este caso el signo negativo es muy importante. Bonito desastre, pero no se vayan todavía, aún hay más. También compré este año acciones de una farmacéutica, FAES, por una cierta curiosidad personal. Poseo un paquete más pequeño que en el caso de las renovables, pero su rendimiento está siendo mejor, de hecho “sólo” pierdo el 33,84%. Como verán, es el mío un ojo de lince tuerto de cara a elegir inversiones. Me consuela saber que, viendo el resto de valores del Ibex, prácticamente todos llevan un comportamiento igual de deprimente en este loco año, por lo que al menos estoy en el promedio general de las pérdidas. Triste consuelo.
Pudiera pensar alguien “vaya, mañana ya no hay blog porque con estos datos este se tira por la ventana” Tranquilos, no contemplo el suicidio financiero, porque los paquetes que poseo son dinero sobrante, muchas comillas con este adjetivo, y no tengo prisa para venderlos, por lo que confío que pasado un tiempo, en la coyuntura actual varios quinquenios, los valores suban y acabe vendiéndolos con ganancias. Lo malo es que ahora no son líquidos para mi, porque si los vendo ejecuto las pérdidas y me empapo con ellos, por lo que es un dinero retenido. Y veremos a ver cuanto tardan en salir de la oscura cárcel en la que se han convertido las bolsas.
Y es que alguna se preguntará que yo, que tanto hablo de bolsa y similares, me estaré haciendo rico con las bajadas, comprando futuros a corto y forrándome no sólo cuando sube.... pues no, no hago nada de eso. Tengo un paquete de acciones formado por tres valores y su comportamiento está siendo tan exitoso como el de Izquierda Unida desde que la lidera el al parecer ya dimisionario Gaspar Llamazares. Entré en bolsa por primera vez con la OPV de Telefónica Móviles, hace ya bastantes años. Casi al final de la burbuja de las .com muchos nos lanzamos en España a por aquellas acciones de 11 euros que parecían suculentas. En mi caso era una contradicción en si mismo, porque cuando compré aún no tenía móvil, cosa que ya era común poseer en mi entorno. Bien, primer día de cotización, arranca a los 11 euros, baja ligeramente... y ya nunca jamás volvió a esa cota de arranque. Yo, algunos amigos y muchas personas pasamos unos años de travesía en el desierto con un valor que pastaba entre los 8 y 10 euros, remoloneando y suministrando pocas alegrías, por no decir ninguna. La paciencia tuvo recompensa, porque Telefónica hizo una recompra del valor y ahora soy titular de algunas “Matildes” que rentan unos dividendos interesantes. Junto a este valor tengo otros dos, comprados este año, el peor de al historia para invertir en bolsa, visto lo visto. Me lancé a la OPV de Iberdrola Renovables, convencido de que esta vez sí la cosa saldría bien, con esa demanda de ecología que parece imbuir a todo el mundo, quizás para acallar la conciencia de nuestro irresponsable comportamiento medio ambiental. En este caso varios compañeros de trabajo y algún amigo me secundaron, y conseguimos un paquete en el arranque, y por mi cuenta hice una compra posterior, a un precio algo superior al que pague en el inicio de la cotización. A día de hoy la rentabilidad de la compra se sitúa en un alucinante -46,28%. En este caso el signo negativo es muy importante. Bonito desastre, pero no se vayan todavía, aún hay más. También compré este año acciones de una farmacéutica, FAES, por una cierta curiosidad personal. Poseo un paquete más pequeño que en el caso de las renovables, pero su rendimiento está siendo mejor, de hecho “sólo” pierdo el 33,84%. Como verán, es el mío un ojo de lince tuerto de cara a elegir inversiones. Me consuela saber que, viendo el resto de valores del Ibex, prácticamente todos llevan un comportamiento igual de deprimente en este loco año, por lo que al menos estoy en el promedio general de las pérdidas. Triste consuelo.
Pudiera pensar alguien “vaya, mañana ya no hay blog porque con estos datos este se tira por la ventana” Tranquilos, no contemplo el suicidio financiero, porque los paquetes que poseo son dinero sobrante, muchas comillas con este adjetivo, y no tengo prisa para venderlos, por lo que confío que pasado un tiempo, en la coyuntura actual varios quinquenios, los valores suban y acabe vendiéndolos con ganancias. Lo malo es que ahora no son líquidos para mi, porque si los vendo ejecuto las pérdidas y me empapo con ellos, por lo que es un dinero retenido. Y veremos a ver cuanto tardan en salir de la oscura cárcel en la que se han convertido las bolsas.
lunes, octubre 06, 2008
“Llora, llora como mujer....”
Este fin de semana, con motivo de la boda de AAM, compañera de trabajo y, pese a ello, amiga, he tenido la oportunidad de disfrutar, junto a un selecto grupo ce compañeros laborales, de un fin de semana en Granada, ciudad en al que nunca había estado, y que por lo que he podido apreciar se enclava en uno de los parajes más espectaculares, abruptos y monumentales que yo haya visto. Subir Sierra Nevada en coche y ver como el valle se hunde en las profundidades a medida que el cielo se acerca, y le alcanzan los 2.000 metros de altura con esa facilidad es una sensación difícil de describir.
Y cuando uno piensa en Granda inevitablemente se llena la cabeza de imágenes de la Alhambra, joya absoluta del arte islámico y universal. Con previsión habíamos cogido entradas para visitarla el Sábado por la mañana, dado que la boda era por la tarde noche. Éramos siete los visitantes al recinto, pero no tardé demasiado en quedarme sólo, quizás porque era el único que no había estado nunca en dicho recinto, y también porque, embriagado por el lugar, necesitaba verlo y disfrutarlo a mi propio ritmo. Para los que no hayan estado nunca allí es complicado que pueda hacerles una descripción exacta de qué es la Alhambra. Porque es un monumento, sí, y una ciudadela, y un jardín, y un museo, y un enclave fortificado, y lo es todo a al vez, y muchas cosas más. Me parece que una palabra que define bien el lugar, pero que evidentemente se queda corta, es armonía. Armonía de agua en los patios, de estancias pequeñas, decoradas de infinitas filigranas y tracerías, de estanques, nenúfares y arcadas reflejadas, como en un delicado juego de espejos, que a veces se rompe cuando tocamos la lámina de agua y esa geometría se torna en suave oscilación. Armonía de pobres materiales, de yesos, barro y ladrillo, tratados de una manera y con una delicadeza que los elevan a monumento comparable a la piedra o el mármol, de edificios feos, toscos y oscuros por fuera, como tristes moles defensivas, que esconden en su interior estancias llena de luz y de una elegancia absoluta. Armonía del conjunto frente, mejor, sobre una ciudad, en la que como dice la guía que acompaña a la visita, se yergue como un barco en la tormenta, protegiéndola y vigilándola. Y armonía de jardines. Verde por todas partes, avenidas de cipreses, setos, flores, y otras especies crean uso recintos y espacios únicos. En cualquier parte hay bancos para sentarse desde los que, en pocos metros de distancia, se aprecia un conjunto vegetal artificial, hecho pro la mano del hombre, pero lleno de una belleza y una frondosidad que embarga. La arquitectura se torna naturaleza y viceversa, y el conjunto resulta poseer todas las ventajas de la unión de ese desparrame de la vegetación y del arte y precisión del hombre que traza líneas ocultas y divide espacios sin que se aprecien rupturas. Es curioso, pero esta conjunción entre naturaleza, arquitectura y humanismo es muy similar a la que se alcanza en, por ejemplo, un monasterio cisterciense o benedictino, estilos no muy distantes en el tiempo con el que se muestra en Granada, sí separados por formas, modos, creencias, ritos y tradiciones, pero igualmente deseosos todos ellos de lograr exaltar la comunión entre el hombre, la naturaleza y Dios. Y en mi opinión, todos ellos triunfadores en su empeño.
Dice la tradición que fue la madre de Boabdil, último soberano nazarí de la Granada musulmana, la que pronunció esa dura frase con la que, en su inicio, he titulado hoy la entrada del blog. Independientemente de si eso fue así o no, el viajero sufre esa misma desazón cuando comienza a descender el promontorio en el que se enclava el complejo, camino a la Plaza Nueva, o cuando desde San Nicolás observa todo el conjunto, y sabe que no va a volver en tiempo. El goce de lo que ha visto se une a la pena por la marcha, y al menos este modesto turista no se avergüenza de reconocer que se le aproximó el espíritu de ese último rey moro, y pudo sentir alguna lágrima al despedirse de esa fortaleza mágica, al bajar entre la vereda, hacia Granada.
Y cuando uno piensa en Granda inevitablemente se llena la cabeza de imágenes de la Alhambra, joya absoluta del arte islámico y universal. Con previsión habíamos cogido entradas para visitarla el Sábado por la mañana, dado que la boda era por la tarde noche. Éramos siete los visitantes al recinto, pero no tardé demasiado en quedarme sólo, quizás porque era el único que no había estado nunca en dicho recinto, y también porque, embriagado por el lugar, necesitaba verlo y disfrutarlo a mi propio ritmo. Para los que no hayan estado nunca allí es complicado que pueda hacerles una descripción exacta de qué es la Alhambra. Porque es un monumento, sí, y una ciudadela, y un jardín, y un museo, y un enclave fortificado, y lo es todo a al vez, y muchas cosas más. Me parece que una palabra que define bien el lugar, pero que evidentemente se queda corta, es armonía. Armonía de agua en los patios, de estancias pequeñas, decoradas de infinitas filigranas y tracerías, de estanques, nenúfares y arcadas reflejadas, como en un delicado juego de espejos, que a veces se rompe cuando tocamos la lámina de agua y esa geometría se torna en suave oscilación. Armonía de pobres materiales, de yesos, barro y ladrillo, tratados de una manera y con una delicadeza que los elevan a monumento comparable a la piedra o el mármol, de edificios feos, toscos y oscuros por fuera, como tristes moles defensivas, que esconden en su interior estancias llena de luz y de una elegancia absoluta. Armonía del conjunto frente, mejor, sobre una ciudad, en la que como dice la guía que acompaña a la visita, se yergue como un barco en la tormenta, protegiéndola y vigilándola. Y armonía de jardines. Verde por todas partes, avenidas de cipreses, setos, flores, y otras especies crean uso recintos y espacios únicos. En cualquier parte hay bancos para sentarse desde los que, en pocos metros de distancia, se aprecia un conjunto vegetal artificial, hecho pro la mano del hombre, pero lleno de una belleza y una frondosidad que embarga. La arquitectura se torna naturaleza y viceversa, y el conjunto resulta poseer todas las ventajas de la unión de ese desparrame de la vegetación y del arte y precisión del hombre que traza líneas ocultas y divide espacios sin que se aprecien rupturas. Es curioso, pero esta conjunción entre naturaleza, arquitectura y humanismo es muy similar a la que se alcanza en, por ejemplo, un monasterio cisterciense o benedictino, estilos no muy distantes en el tiempo con el que se muestra en Granada, sí separados por formas, modos, creencias, ritos y tradiciones, pero igualmente deseosos todos ellos de lograr exaltar la comunión entre el hombre, la naturaleza y Dios. Y en mi opinión, todos ellos triunfadores en su empeño.
Dice la tradición que fue la madre de Boabdil, último soberano nazarí de la Granada musulmana, la que pronunció esa dura frase con la que, en su inicio, he titulado hoy la entrada del blog. Independientemente de si eso fue así o no, el viajero sufre esa misma desazón cuando comienza a descender el promontorio en el que se enclava el complejo, camino a la Plaza Nueva, o cuando desde San Nicolás observa todo el conjunto, y sabe que no va a volver en tiempo. El goce de lo que ha visto se une a la pena por la marcha, y al menos este modesto turista no se avergüenza de reconocer que se le aproximó el espíritu de ese último rey moro, y pudo sentir alguna lágrima al despedirse de esa fortaleza mágica, al bajar entre la vereda, hacia Granada.
viernes, octubre 03, 2008
El día de los niños (para IAI y AIR)
Esta semana he sido tío virtual en tres ocasiones. El Lunes me comunicó un amigo de la Universidad que había sido padre por segunda vez, felicidades PBN, y ayer dos amigas mías, una de Elorrio y otra de Burgos, se pusieron de acuerdo para adelantar ligeramente sus embarazos y ser mamas con escasas seis horas de diferencia. Justo el día en el que se publicaba un artículo en el que se veía como la tasa de natalidad de Francia era, por mucho, superior a la española, pero siempre hay pioneros, valientes y osados que se atreven a plantar cara a Sarkozy y a sus muchachos y, en este caso cono todo el sentido, muchachas.
Además ayer también se publicó un interesante estudio que afirma que la calidad del semen de los españoles, requisito imprescindible para tener niños, es bastante mala. Más de la mitad de los jóvenes españoles tenemos un semen malo, vago, cutre y tendente a la inacción reproductor. Será que nos pasamos todo el día flagelándonos con el Euribor y las malditas hipotecas y claro, los flagelos de nuestros espermatozoides pierden fuelle. El informe, no contento con golpearnos donde más nos duele, realiza un estudio a nivel autonómico, para saber en que Comunidades Autónomas hay esperma de mejor calidad, y parece ser que no hay una clara relación entre niveles de renta, competencias, sentimiento nacionalista y capacidad procreadora. Resulta que son los gallegos los que más potencia tienen en este campo, quizás por el origen celta de sus mujeres, o por el verde de los prados. La centralista y opresora Madrid queda bien en el ranking, pese a los niveles de estrés y polución que se registran habitualmente, cosa que no les va a gustar a las comunidades “rebeldes” que encima salen bastante mal paradas. De hecho el País Vasco obtiene un resultado malo, quizás porque los espermatozoides, imitando al genio de Woody Allen en su gran “todo lo que quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar” se pasan todo el tiempo consultándose a sí mismos si quieren salir o no, y en vez de encaminarse a alguna parte están todo el día dando vueltas sobre si mismos, haciendo pintadas y quemando algunos órganos femeninos de paso. Si sumamos a esto el mito (bastante real, creo) de que en el País Vasco las relaciones sexuales son algo similar a las apariciones marianas, por su frecuencia y el número de personas que las experimentan, el que mi amiga IAI sea madre le hace acreedora de todos los méritos. Y quienes deben estar un poco mosqueados son los ciudadanos de Cataluña y Comunidad Valenciana, donde más del 20% de los jóvenes analizados presentan unos valores seminales francamente insuficientes. Ni la fogosidad mediterránea ni las tracas ni el pantumaca van a conseguir levantar el ánimo (veremos si otras cosas también) en el Paseo de Gracia y aledaños, donde muchos caminarán cabizbajos, pensando que la crisis ahora si que les ha golpeado en su plano personal. Algunos valencianos mirarán al antiguo cauce del Turia, sobre el puente de Calatrava, y pensarán a que se debe esta falta de fuerza, ímpetu y calidad interior, hasta que, degustando una horchata con fartons vean la imagen de su alcaldesa Rita Barberá en la tele, y empiecen a explicarse algunas cosas. Definitivamente el citado Allen debió hacer su película amorosa no en Barcelona, sino en La Coruña, donde la Torre de Hércules se eleva enhiesta al viento desde hace siglo.
Me entró la risa cuando anoche el Telediario de RTVE de la noche ilustro esta noticia con la imagen de un joven que había participado en el estudio. El chico, un poco macarrila, contaba a la cámara con pocas palabras que... “buenoooo... he venido a hacerme estoooo por si algún día..... soy padre, nooo??” El médico le recibe en la consulta y le da la enhorabuena porque lo tiene todo en regla, y claro, así el chico habla a la cámara. Seguro que si el médico le dice que su esperma es una piltrafilla que no sirve “pa ná” va a salir el chaval en la tele, delante de toda España, sus amigos incluidos. Esto es lo que se llama una selección de la muestra sesgada, jejeje.
Además ayer también se publicó un interesante estudio que afirma que la calidad del semen de los españoles, requisito imprescindible para tener niños, es bastante mala. Más de la mitad de los jóvenes españoles tenemos un semen malo, vago, cutre y tendente a la inacción reproductor. Será que nos pasamos todo el día flagelándonos con el Euribor y las malditas hipotecas y claro, los flagelos de nuestros espermatozoides pierden fuelle. El informe, no contento con golpearnos donde más nos duele, realiza un estudio a nivel autonómico, para saber en que Comunidades Autónomas hay esperma de mejor calidad, y parece ser que no hay una clara relación entre niveles de renta, competencias, sentimiento nacionalista y capacidad procreadora. Resulta que son los gallegos los que más potencia tienen en este campo, quizás por el origen celta de sus mujeres, o por el verde de los prados. La centralista y opresora Madrid queda bien en el ranking, pese a los niveles de estrés y polución que se registran habitualmente, cosa que no les va a gustar a las comunidades “rebeldes” que encima salen bastante mal paradas. De hecho el País Vasco obtiene un resultado malo, quizás porque los espermatozoides, imitando al genio de Woody Allen en su gran “todo lo que quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar” se pasan todo el tiempo consultándose a sí mismos si quieren salir o no, y en vez de encaminarse a alguna parte están todo el día dando vueltas sobre si mismos, haciendo pintadas y quemando algunos órganos femeninos de paso. Si sumamos a esto el mito (bastante real, creo) de que en el País Vasco las relaciones sexuales son algo similar a las apariciones marianas, por su frecuencia y el número de personas que las experimentan, el que mi amiga IAI sea madre le hace acreedora de todos los méritos. Y quienes deben estar un poco mosqueados son los ciudadanos de Cataluña y Comunidad Valenciana, donde más del 20% de los jóvenes analizados presentan unos valores seminales francamente insuficientes. Ni la fogosidad mediterránea ni las tracas ni el pantumaca van a conseguir levantar el ánimo (veremos si otras cosas también) en el Paseo de Gracia y aledaños, donde muchos caminarán cabizbajos, pensando que la crisis ahora si que les ha golpeado en su plano personal. Algunos valencianos mirarán al antiguo cauce del Turia, sobre el puente de Calatrava, y pensarán a que se debe esta falta de fuerza, ímpetu y calidad interior, hasta que, degustando una horchata con fartons vean la imagen de su alcaldesa Rita Barberá en la tele, y empiecen a explicarse algunas cosas. Definitivamente el citado Allen debió hacer su película amorosa no en Barcelona, sino en La Coruña, donde la Torre de Hércules se eleva enhiesta al viento desde hace siglo.
Me entró la risa cuando anoche el Telediario de RTVE de la noche ilustro esta noticia con la imagen de un joven que había participado en el estudio. El chico, un poco macarrila, contaba a la cámara con pocas palabras que... “buenoooo... he venido a hacerme estoooo por si algún día..... soy padre, nooo??” El médico le recibe en la consulta y le da la enhorabuena porque lo tiene todo en regla, y claro, así el chico habla a la cámara. Seguro que si el médico le dice que su esperma es una piltrafilla que no sirve “pa ná” va a salir el chaval en la tele, delante de toda España, sus amigos incluidos. Esto es lo que se llama una selección de la muestra sesgada, jejeje.
jueves, octubre 02, 2008
Vamos más despacio
Y no me refiero el ritmo de crecimiento interanual del PIB, que también, ni a al tasa de desempleo o de morosidad, que crecen aceleradamente, ni al nivel de deudas que tenemos en nuestras sufridas cuentas corrientes. Pudiera referirme a los ingresos, las ganancias y beneficios que percibimos, pero no es el caso, porque para una magnifica noticia que nos ha dejado esta semana es una pena que la catástrofe financiera se la haya comido, y no ocupe el sitio que se merece en los titulares de los periódicos. Quizás, en el fondo, las buenas noticias nunca son noticia, así que desde aquí, comentémosla y alegrémonos por ello.
Donde vamos más despacio es en la carretera, y quizás ahí esté la causa de que la siniestralidad lleva cayendo todo el año. Esto es muy bueno, pero es que el pasado fin de semana, el último de septiembre, murieron ocho personas en accidentes de tráfico. Ocho personas son muchas personas, sí, pero es la cifra más baja registrada en los últimos 45 años. Una marca, un logro. De hecho el Viernes y el Domingo no murió nadie en las carreteras españolas, y si pensamos en las cifras habituales de muertos en un fin de semana, que se sitúan en torno a la veintena más o menos larga, supone apenas un tercio de ese registro. Las muertes en carretera son una lacra que este país lleva adosada desde hace muchos años, y se consideraba normal que unas 6.000 personas falleciesen al año en accidentes, un poco menos que los habitantes de Elorrio, aunque ha habido años de más de 7.000 muertos. Parece que poco a poco estamos convirtiendo esas pistas de asesinato consentido en las que a veces se transforman nuestras carreteras en lugares de paso, vías de comunicación y de disfrute, que no otra cosa debieran ser. Tras brindar con champán por algo así debiéramos preguntarnos a que se debe esta reducción. Como hay factores que siempre pesan en pos de la bajada de los accidentes, especialmente el diseño de los coches y sus cada vez más poderosas medidas de seguridad activa y pasiva, sólo se me ocurren de golpe dos causas que justifiquen esta afortunada ruptura de la tendencia mortal. Una es coercitiva, y se basa en el que el gobierno se ha puesto las pilas a al hora de sancionar los delitos del tráfico, que son delitos, no deslices ni imprudencias. El carné por puntos, pese a sus problemas prácticos de aplicación, la instalación de radares, muchos de ellos recaudatorios, pero algunos efectivos, y los mensajes de la DGT sobre la posibilidad real de ir a la cárcel si uno hace tontería sal volante parece que empiezan a calar en el pie del conductor, demostrando que el dicho de “la letra con sangre entra” se vuelve dramáticamente real en este caso. Pese a algunas medidas equivocadas, creo que el trabajo de la DGT está siendo muy bueno, y su director, Pere Navarro, que es un personaje algo curioso, ha conseguido presentar unas cifras alentadoras, por lo que hay que reconocer su parte de mérito en la gestión de un problema que parecía imposible de abordar. Sin embargo, he comentado que se me ocurría una segunda causa, muy poderosa, que poca gente he oído que la comente, y me parece tan importante como lo anterior, sino más, y es.... sí, sí, la crisis.
La gasolina se ha puesto muy cara, y empieza a ser un cierto lujo dar vueltas con el coche, y sobre todo, pisar mucho el acelerador. Los periódicos se llenan de consejos en pos de una conducción ahorrativa, y no lo hacen por la ecología, no, sino por el bolsillo del sufrido conductor. El que en la práctica este año no haya habido ni operación salida ni retorno, ni monumentales atascos (ni canción del verano, que bien!!!) creo que se ha debido a eso que llamamos crisis, que hace que viajemos menos y mas despacio, así que si las tormentas financieras contribuyen a salvar vidas en nuestras carreteras algo positivo le hemos encontrado a la coyuntura actual. En todo caso, felicitémonos, porque cada día se salvan vidas.
Donde vamos más despacio es en la carretera, y quizás ahí esté la causa de que la siniestralidad lleva cayendo todo el año. Esto es muy bueno, pero es que el pasado fin de semana, el último de septiembre, murieron ocho personas en accidentes de tráfico. Ocho personas son muchas personas, sí, pero es la cifra más baja registrada en los últimos 45 años. Una marca, un logro. De hecho el Viernes y el Domingo no murió nadie en las carreteras españolas, y si pensamos en las cifras habituales de muertos en un fin de semana, que se sitúan en torno a la veintena más o menos larga, supone apenas un tercio de ese registro. Las muertes en carretera son una lacra que este país lleva adosada desde hace muchos años, y se consideraba normal que unas 6.000 personas falleciesen al año en accidentes, un poco menos que los habitantes de Elorrio, aunque ha habido años de más de 7.000 muertos. Parece que poco a poco estamos convirtiendo esas pistas de asesinato consentido en las que a veces se transforman nuestras carreteras en lugares de paso, vías de comunicación y de disfrute, que no otra cosa debieran ser. Tras brindar con champán por algo así debiéramos preguntarnos a que se debe esta reducción. Como hay factores que siempre pesan en pos de la bajada de los accidentes, especialmente el diseño de los coches y sus cada vez más poderosas medidas de seguridad activa y pasiva, sólo se me ocurren de golpe dos causas que justifiquen esta afortunada ruptura de la tendencia mortal. Una es coercitiva, y se basa en el que el gobierno se ha puesto las pilas a al hora de sancionar los delitos del tráfico, que son delitos, no deslices ni imprudencias. El carné por puntos, pese a sus problemas prácticos de aplicación, la instalación de radares, muchos de ellos recaudatorios, pero algunos efectivos, y los mensajes de la DGT sobre la posibilidad real de ir a la cárcel si uno hace tontería sal volante parece que empiezan a calar en el pie del conductor, demostrando que el dicho de “la letra con sangre entra” se vuelve dramáticamente real en este caso. Pese a algunas medidas equivocadas, creo que el trabajo de la DGT está siendo muy bueno, y su director, Pere Navarro, que es un personaje algo curioso, ha conseguido presentar unas cifras alentadoras, por lo que hay que reconocer su parte de mérito en la gestión de un problema que parecía imposible de abordar. Sin embargo, he comentado que se me ocurría una segunda causa, muy poderosa, que poca gente he oído que la comente, y me parece tan importante como lo anterior, sino más, y es.... sí, sí, la crisis.
La gasolina se ha puesto muy cara, y empieza a ser un cierto lujo dar vueltas con el coche, y sobre todo, pisar mucho el acelerador. Los periódicos se llenan de consejos en pos de una conducción ahorrativa, y no lo hacen por la ecología, no, sino por el bolsillo del sufrido conductor. El que en la práctica este año no haya habido ni operación salida ni retorno, ni monumentales atascos (ni canción del verano, que bien!!!) creo que se ha debido a eso que llamamos crisis, que hace que viajemos menos y mas despacio, así que si las tormentas financieras contribuyen a salvar vidas en nuestras carreteras algo positivo le hemos encontrado a la coyuntura actual. En todo caso, felicitémonos, porque cada día se salvan vidas.
miércoles, octubre 01, 2008
Y esto, es seguro?
Uno de los aspectos más novedosos de esto que llamamos la crisis es como nos afecta a nuestros ahorros personales, ahora que se extiende el temor ante la escasa estabilidad de las entidades que nos los guardan. En mi semana de vacaciones, ante bajadas de la bolsa, mi madre repetía insistentemente que vendiese las acciones, cosa que no voy a hacer porque ejecutaría pérdidas, y le contestaba que, pese a que ella no lo sabía, su seguro dinero del banco estaba dando vueltas por esos circuitos financieros peligrosos y volátiles que salen en la tele. ¿Es esto así? ¿En qué riesgos nos han metido sin saberlo nosotros mismos?
Ayer, pese al fútbol, Carlos Alsina hizo un programa monográfico en su Brújula sobre la crisis financiera, con llamadas de oyentes y correos electrónico, y expertos para responder dudas. Me voy a fijar en dos de ellas. La primera es la de un señor que suscribió un fondo garantizado al 100%, sin riesgos de pérdida, en el Citygroup, un banco enorme, y que la semana pasada recibió una carta de su banco diciéndole que el fondo en el que había invertido poseía un volumen importante de inversión en títulos emitidos por.... Lehmann Brothers, quebrada como todo el mundo sabe. Su entidad “primaria” le describía algunos de los posibles riesgos de pérdida de valor del fondo derivados del concurso de acreedores al que se enfrenta el patrimonio de Lehmann, y que ya le tendrían informado al respecto. Obviamente, a este señor le han metido en un problema sin que el lo pidiera, aunque es cierto que nadie esperaba que un gigante como Lehmann se derrumbase, con lo avalado que estaba por esas agencias de calificación de riesgos “que tan bien trabajan”.... El segundo caso es ma´s sangrante, ya que la llamada era de una persona que, ante los altos tipos del Euribor, y por recomendación de su banco, había suscrito la hipoteca en yenes. Como los tipos de interés en Japón no superan el 1% obtenía una ganancia muy sustancial cada mes. Cuando lo oí lo primero que pensé es en ese circo de tres pistas, salvaje y peligroso, llamando “mercado de divisas” cuya orientación y rumbo todo el mundo desconoce. Los expertos le advirtieron de que, cierto, iba a ganar con los tipos de interés, pero que tuviese mucho cuidado, porque solo desde Junio el yen se ha revalorizado cerca de un 15% con respecto al euro, por lo que el principal de su hipoteca ha subido en esa misma proporción. El comunicante, que empezaba a estar preocupado, señaló que su entidad no le había informado de ese posible riesgo, y que iba a ver que estaba pasando con el juego de las monedas de cara a saber si estaba haciendo el buen negocio prometido o, por el contrario, se había metido en un peligroso y oscuro jardín. Está claro que en este caso la entidad financiera no se portó de forma profesional con este señor, porque le vendió un producto bastante arriesgado sin informarle de los problemas en los que podría incurrir. Sólo le contó la parte positiva para él, y esto es una forma sibilina, pero cierta, de engaño. O lo que es aún pero, el banco hizo eso porque quién se lo vendió no tenía ni idea de cómo funcionaba ese complejo, volátil y arriesgado producto.
Y es que los productos financieros han alcanzado un grado de sofisticación y complejidad que desborda a muchos de los que los venden (y no les digo nada a mi mismo). Esto es como si uno va a la frutería, pide al tendero que le diga que está de temporada y la moda oscila entre una compleja macedonia o un jugo multifrutas. Al final el cliente se va con un vaso de papel que impide ver el contenido de lo que lleva, y el tendero confía en que se lo trague pronto y no se indigeste. Bancos, cajas, entidades variadas.... ¿sabéis lo que habéis estado vendiendo? Y su no es así, ¿por qué lo habéis hecho? Ah... esa ya me la se, por ganar dinero. Pues vaya con las ganancias.........
Ayer, pese al fútbol, Carlos Alsina hizo un programa monográfico en su Brújula sobre la crisis financiera, con llamadas de oyentes y correos electrónico, y expertos para responder dudas. Me voy a fijar en dos de ellas. La primera es la de un señor que suscribió un fondo garantizado al 100%, sin riesgos de pérdida, en el Citygroup, un banco enorme, y que la semana pasada recibió una carta de su banco diciéndole que el fondo en el que había invertido poseía un volumen importante de inversión en títulos emitidos por.... Lehmann Brothers, quebrada como todo el mundo sabe. Su entidad “primaria” le describía algunos de los posibles riesgos de pérdida de valor del fondo derivados del concurso de acreedores al que se enfrenta el patrimonio de Lehmann, y que ya le tendrían informado al respecto. Obviamente, a este señor le han metido en un problema sin que el lo pidiera, aunque es cierto que nadie esperaba que un gigante como Lehmann se derrumbase, con lo avalado que estaba por esas agencias de calificación de riesgos “que tan bien trabajan”.... El segundo caso es ma´s sangrante, ya que la llamada era de una persona que, ante los altos tipos del Euribor, y por recomendación de su banco, había suscrito la hipoteca en yenes. Como los tipos de interés en Japón no superan el 1% obtenía una ganancia muy sustancial cada mes. Cuando lo oí lo primero que pensé es en ese circo de tres pistas, salvaje y peligroso, llamando “mercado de divisas” cuya orientación y rumbo todo el mundo desconoce. Los expertos le advirtieron de que, cierto, iba a ganar con los tipos de interés, pero que tuviese mucho cuidado, porque solo desde Junio el yen se ha revalorizado cerca de un 15% con respecto al euro, por lo que el principal de su hipoteca ha subido en esa misma proporción. El comunicante, que empezaba a estar preocupado, señaló que su entidad no le había informado de ese posible riesgo, y que iba a ver que estaba pasando con el juego de las monedas de cara a saber si estaba haciendo el buen negocio prometido o, por el contrario, se había metido en un peligroso y oscuro jardín. Está claro que en este caso la entidad financiera no se portó de forma profesional con este señor, porque le vendió un producto bastante arriesgado sin informarle de los problemas en los que podría incurrir. Sólo le contó la parte positiva para él, y esto es una forma sibilina, pero cierta, de engaño. O lo que es aún pero, el banco hizo eso porque quién se lo vendió no tenía ni idea de cómo funcionaba ese complejo, volátil y arriesgado producto.
Y es que los productos financieros han alcanzado un grado de sofisticación y complejidad que desborda a muchos de los que los venden (y no les digo nada a mi mismo). Esto es como si uno va a la frutería, pide al tendero que le diga que está de temporada y la moda oscila entre una compleja macedonia o un jugo multifrutas. Al final el cliente se va con un vaso de papel que impide ver el contenido de lo que lleva, y el tendero confía en que se lo trague pronto y no se indigeste. Bancos, cajas, entidades variadas.... ¿sabéis lo que habéis estado vendiendo? Y su no es así, ¿por qué lo habéis hecho? Ah... esa ya me la se, por ganar dinero. Pues vaya con las ganancias.........
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