Decía Warhool que cada persona tiene derecho a un cuarto de hora de fama en su vida, de salida del anonimato y, dado como funciona nuestra sociedad, de presencia en los medios de comunicación, especialmente en la televisión, para dar así rienda suelta a su ego, orgullo y ser admirado y sentir como el resto del mundo le ofrece su pleitesía el resto de los mortales. Puede que esta idea que he puesto aquí sea algo grandilocuente y falsa, pero intuyo que es lo que motiva al famoseo a estar siempre dando vuelta y chupando cámara, que es lo que les “pone” lo que les ofrece de seductor salir por la tele.
Bien, pues ayer, por segunda vez en mi vida, que yo recuerde, salí en televisión. Más exactamente una foto mía, que envié al espacio del tiempo de TVE y que Mónica López seleccionó junto a otras que, no nos engañemos, eran más espectaculares y rotundas que la mía. Ayer, a eso de las 14:00 empezó a nevar en Madrid, unos copos que eran polvo, gránulos pequeños y bailarines al son del vendaval, ni la mitad de ellos tocaban el suelo. A los pocos minutos la cosa aceleró y las 14:10 cayeron unos pocos minutos de cerrada y copiosa nieve polvo que incluso llevo a teñir ligeramente de blanco alguna de las terrazas de los edificios anexos a la torre en la que estoy y algún pequeño jardín. Raudo, cogí la cámara de fotos que siempre tengo a mano y saqué una serie de imágenes, algunas más cercanas al filo de la torre, con poca vista, pero en las que se apreciaban mejor los granitos de nieve polvo, y otras de carácter general, con la Castellana y el estadio Santiago Bernabéu de frente y las torres del complejo AZCA, con Torre Picasso como protagonista principal, a la derecha, que es la primera impresión que tengo de la ciudad desde mi ventana, viendo como toda ella se expande a lo largo de kilómetros de vistas, a veces interminables, y otras como el caso de ayer, cercenadas por una nube que lo cubre todo. Tras ver todo lo que había sacado, descartando algunas y lamentando que en otras no se apreciase nada, seleccioné tres de ellas, dos picados y una general, y las mandé por correo a RTVE, donde dieron el leído del envío poco después de las 17:00. Sinceramente no contaba con salir ayer, porque ayer fue un día meteorológicamente muy intenso, más propio de un temporal de Febrero que de un 1 de Diciembre, con nevadas copiosas no sólo en la zona norte, que lleva varios días soportando el temporal, sino en Castilla la Mancha y Andalucía. De hecho la secuencia de imágenes que ofreció ayer el espacio de Mónica López (gracias!! Gracias!!!) empezó con las consecuencias de los aludes en Sierra Nevada, que ofrece ya un aspecto antártico, a la que siguieron varias estampas de la nieve caída en otros puntos de las provincias de Granada, Jaén y provincias sureñas, donde no es tan habitual que nieve. Las estampas eran de pura Navidad, y una de las fotos, tomada en la localidad burgalesa de Salas de los Infante, muy próxima a Silos, mostraba un páramo blanco inmaculado con unos vacas a las que sólo les parecía faltar el pesebre para componer una estampa clavada al ideal que poseemos de la Navidad.
Qué bonito, decía desde mi salón, con todo esto mi imagen no va a salir...... pero mira por donde que la última de las fotos ofrecidas en la secuencia de arranque del espacio fue la mía, comentada en el minuto 2.14 del vídeo, y no voy a negar que me hizo una enorme ilusión, entre otras cosas porque me vi a mi mismo, con el nombre sobreimpresionado en al tele, y por una buena causa, porque la vez anterior que salí estaba de cena y me lo dijeron. Mi amiga MMH me llamó a casa, recibí algunos mensajes al móvil y llamé a mi madre para comentárselo, entre otras cosas porque había hablado por la tarde con ella y le había dicho que “jugábamos a la lotería del tiempo”... y tocó!!!!!
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