jueves, septiembre 03, 2009

Como un castillo de arena

Hace ya algunas semanas me pasaron un enlace en el que se veía como un edificio de viviendas de Shangai se había caído al suelo recién construido. Las fotos en detalle muestran un bloque de apartamentos de unas doce alturas, rosa y con un diseño algo hortera tumbado de lado de una manera casi perfecta, y las imágenes que muestran los pilares del edificio nos enseñan unas columnas delgadas, huecas en algunos casos, y asentadas sobre el barro y lodo de un recodo de un río, un lugar que parece poco propicio para construir salvo que sea tratado adecuadamente. Junto al edificio caído aparecen otros bloques clónicos en pie, pero de dudoso futuro visto lo visto.

Cuando vi este enlace se me ocurrieron montañas de metáforas sobre cosas que aparentemente son sólidas pero que en el fondo se mantienen en pie por poco, y que en cualquier momento se pueden derrumbar. Lo primero que pensé fue en al propia economía china, pero con el paso de las semanas creo que la imagen esa del edifico caído y los pilares embarrados se asemeja mucho más a la economía española que a cualquier otra imagen financiera, salvo que en los próximos meses, y no les extrañe, se derrumbe alguna entidad conocida, para celebrar el 15 de septiembre el primer aniversario del hundimiento de Lehman Brothers. Ayer se conoció la cifra de paro registrado en el INEM en Agosto, y esas más de 80.000 personas inscritas en ese periodo de tiempo certifican que seguimos profundizando en nuestro agujero, que el barro en el que se asientan al mayor parte de contratos y empresa de nuestro país se deshace bajo nuestros pies y que la crisis que vivimos va a ser mucho más larga de lo que no quieren vender en al televisión y otros medios. Al contrario de los tres últimos meses, en los que el registro del INEM fue descendente, no salió ayer nadie del gobierno a dar una deuda de prensa a las once de la mañana para comentar los datos. Fue Elena Salgado, en Bruselas, ya ante el asedio de los periodistas, la única alta responsable del gobierno que hizo declaraciones (Los datos los dio Maravillas Rojo, Secretaria de Estado de Empleo, funcionaria de alto rango, sí, pero nada más). De mientras Salgado decía que los próximos meses la cosa mejorará en el Congreso el PSOE le desautorizaba a ella y al Ministro de Trabajo Celestino Corbacho, que ayer decidió tomarse vacaciones y no aparecer en ninguna parte. El acuerdo del PSOE con pequeños grupos que se dicen de izquierdas extiende la ayuda de 420 euros a los que agotaron sus prestaciones a partir del 1 de Enero de este año, incrementando aún más el déficit público, poniendo otro parche subvencionador que no arregla nada y dejando claro a los que desde antes de esa fecha llevan sin cobrar nada que ya se pueden morir de asco. Este debe ser el único acuerdo social del planeta que favorece a aquellos en orden inversamente proporcional a la necesidad que poseen. En fin, una chapuza monumental que no se dice de donde va a obtener los fondos para pagarse. De mientras tanto el PP hizo algunas declaraciones vagas pero sigue más obsesos con mirarse al ombligo de los espías que con los problemas reales del país.

Ayer por la noche, oyendo tertulias y viendo debates televisivos, me daba la sensación de que, definitivamente, la crisis ha derrumbado al gobierno. Ya nadie nos rige. Los que teóricamente debieran hacerlo se dedican plenamente a garantizarse su supervivencia, poniendo parches, posando en las fotos, y mintiendo descaradamente. Cogen cuatro ladrillos y pintura y tratan de tapar las grietas que empiezan a derrumbar la economía de este país hasta un punto que no somos capaces de determinar. En la hora de la verdad, y esta lo es, miro a la clase política de este país y sólo veo fango y lodo, como en los cimientos de Shangai.

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