lunes, julio 09, 2012

Twitter


Tras una semana de experimentación, ya puedo decir que tengo Internet en casa. No es algo que vaya a usar en exceso, porque como trabajo más de lo debido paso poco tiempo en el hogar, y me va a dar una cierta pereza arrancar el portátil cunado allí llegue, pero en previsión ante lo que pueda pasar con mi empleo (todo el país está en el aire, y yo más) es bueno estar conectado. Otra de las razones es que cada vez hay más webs capadas en el trabajo, y twitter es una de ellas. Y Twitter quería conocerlo y usarlo para ver si realmente es tan interesante como se dice.

Y lo es, aunque no sea la panacea, como por otro lado era de esperar. Suple la exigencia d la brevedad con la posibilidad de conocer lo que piensan, dicen y expresan multitud de personas conocidas, mejor dicho interesantes, que uno ve habitualmente en los medios de comunicación, debates, tertulias y foros, y allí se los encuentra casi en directo, de la manera más natural posibles sin conocerles en persona. Como su propio nombre indica, esa red social puede convertirse en un lugar de chismorreo, y quizás por eso su éxito ha sido tan fulgurante, pero sobre todo puede ser un lugar de intercambio de información, impresiones, debates, avisos y sensaciones que, bien utilizada, puede hacer de ella el foro perfecto para poner en contacto a personas de procedencias dispares pero intereses (y admiraciones) comunes. Además permite hacer cosas impensables, como que un pobre bloguero como yo siga los comentarios de Don Antonio Muñoz Molina y pueda mandarle un mensaje a él, a Don Antonio, dándole las gracias por, por ejemplo, su última columna del Babelia, y con la mayor de las probabilidades de que él la lea que están a mi modesto alcance. Y quien dice Muñoz Molina dice Pérez Reverte, Carlos Alsina, José Carlos Díez, Mónica López, y tantos otros personajes de interés. Sin embargo el formato que impone twitter tiene un problema de origen, que es insalvable. La obligación de ceñirse a los 140 caracteres por entrada supone que se debe extractar mucho, resumir demasiado, y ahí dos alternativas: O se es muy brillante y se logra la genialidad en cuatro palabras, cosa que está al alcance de pocos (yo no estoy entre los escogidos) o se cae en el riesgo de la soflama, el eslogan o la, por así llamarlo “titularitis” el titular rápido, fácil e impactante, que normalmente suele estar tan alejado de la realidad como este verano de la lluvia. Así, las posibilidades de enfrentamiento entre twiteros crecen porque no se pueden poner contextos o explicaciones a lo que uno escribe, y la profundidad mental de muchos de los mensajes puede ser simplemente nula. En ese aspecto no es una herramienta de reflexión, como es un blog, ya que no permite ningún tipo de argumentación mínimamente expresada. Frente a la serenidad del blog, que como una carta o artículo deja el tiempo y espacio necesario para explayarse en los argumentos, twitter es la llamada telefónica, la inmediatez, la prisa, al necesidad imperiosa de ser breve conciso y directo al grano, buscando muchas veces al respuesta igualmente rápida y contundente por parte del lector. Los blogueros, al menos es mi caso, buscamos no sólo compartir nuestras ideas, que también, sino sobre todo suscitar un debate, una reflexión, un conocimiento. Usamos nuestra columna diaria, semanal o de periodicidad irregular para contar cómo vemos el mundo desde nuestra particular atalaya, en la esperanza de que no estemos solos en la cofia, y que haya otros como nosotros que observan el mar desde una perspectiva similar, pero igualmente buscamos a otros navegantes, a otros barcos, a otros puestos de mando, a otras cofias, que no ven lo mismo que nosotros, y queremos compartir su vista, apreciarla y, quién sabe, unirnos a ella. Twitter equivale a ese llamado de barco a barco, pero con mucha espuma de por medio…

Como de momento voy a seguir sin Internet en el móvil, por pura decisión personal (me conozco, es la única manera en la que puedo garantizarme que no accederé a la red en todas partes) no usaré twitter con al inmediatez y “directo” que más se asocia a su esencia y utilidad, pero trataré de conectarme de manera regular para palpar lo que allí se cuece, que es mucho. Supongo que la usaré también para retransmitir desde casa eventos como debates electorales, y cosas así, que siempre me han interesado. Si quieren seguirme mi usuario es @davidazcarate Y no lo olviden, tras mandar y consultar sus tweets, sigan leyendo el libro con el que estaban…

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