miércoles, enero 16, 2013

EEUU no construirá la Estrella de la Muerte


Últimamente el gobierno de Estados Unidos es una fuente de curiosas y hasta cierto punto lunáticas noticias. Hemos estado entretenidos unos cuantos días con la historia de la moneda del billón de dólares como posible escapatoria para el dilema del techo de deuda, historia que es curiosa pero factible. Sin embargo la auténtica mina de oro para los amantes del anecdotario es la obligación que otorga la ley de que el gobierno federal conteste a todas aquellas peticiones que lleguen a un determinado número de firmas, creo que son 30.000. Debe pronunciarse de manera oficial, aunque lo solicitado sea ridículo o fantasioso.

Y pocas cosas son más fantasiosas que esta. Resulta que 34.435 personas han solicitado a Obama que, como política de estímulo ante la crisis y como herramienta defensiva de la nación, el gobierno de EEUU construya una estrella de la muerte como la que aparece en las películas antiguas de la Guerra de las Galaxias, si ya saben, ese planetoide artificial, la joya del ejército imperial capaz de destruir mundos con su rayo de la muerte. Como lo oyen. Pero no dejen de leer, porque la contestación que ha elaborado la administración federal es, realmente, insuperable, y el reto ante semejante cuestión era muy difícil. Pueden leerla aquí. La negativa tiene tres argumentos principales. El primero es que su coste estimado es de 850 billones europeos de dólares, una cifra inimaginable, superior incluso a las pérdidas de Bankia o a todo lo que debe España (sí, hay cifras aún más grandes que esas) y, señala jocoso el funcionario, el objetivo de la actual administración es reducir el déficit, no aumentarlo aún más. El segundo argumento es que no está dentro de las intenciones del gobierno norteamericano i destruyendo planetas por ahí, cosa que tranquiliza mucho, al menos hasta que los talibanes lleguen a hacerse con su propia estrella mortífera, y el tercer argumento, decisivo, es que uno deduce, tras el visionado de las películas, que semejante infraestructura bélica resulta ser muy vulnerable ante ataques de pequeñas aeronaves, y lo cierto es que de dos enfrentamientos que se observan a lo largo de las seis películas entre la Estrella y una flota de naves la Estrella acaba destruida en ambos casos, por lo que no parece ser un arma tan efectiva, sobre todo en relación a su astronómico coste, nunca mejor dicho. Tras esta digresión la respuesta, ya en un tono menos lúdico, recuerda a los peticionarios que el gobierno federal, junto con los gobiernos de otras naciones del mundo, ya ha construido una estación espacial, la Estación Espacial Internacional que, si no es tan espectacular ni molona como la de las películas sí supone el fruto de años de esfuerzo inversor y cooperación científica entre multitud de naciones, por lo que se le debe mostrar el respeto y admiración debida. Pero a lo largo del texto el bueno de Paul Shawcross, que así se llama el encargado de elaborarlo, desliza varios chistes muy buenos sobre futuros desarrollos que acercarán bastante la posibilidad de tener algo parecido a espadas láser, o alusiones al programa que desarrolla la NASA en la actualidad con empresas privadas para la creación de nuevas naves de aprovisionamiento y de uso tripulado en misiones espaciales para sustituir a los transbordadores que, en su denominación anglosajona, NASA's Commercial Crew and Cargo Program Office, denomina mediante el acrónimo C3PO, el mítico androide de protocolo de la saga.. en fin, una colección de ironía, gracejo y buen gusto a la hora de ofrecer una contestación lo más sincera y honesta posible. Delicioso.

Pero lo mejor llega al final. Allí Paul, que es responsable de las áreas de ciencia y espacio en el departamento de presupuesto de la Casa Blanca., recomienda a los peticionarios, y al resto del mundo en general, que estudien una carrera de ciencias, tecnología, ingeniería o relacionada con las matemáticas, porque así la Fuerza estará en ellos. Y recuerda con sabiduría de Maestro Jedi que, sí, la Estrella de la Muerte podía destruir planetas, pero que incluso todo un sistema de estrellas es insignificante frente al poder de la Fuerza.

No hay comentarios: