¿No tienen la sensación de estar perdidos en medio del griterío? Cada vez más me siento así, con ganas de escaparme de una conversación pública que ha degenerado en un banal enfrentamiento entre bandos ruidosos que ni se escuchan ni argumentan. Sentarse, abrir un libro y estar en silencio, además de un placer entretenido, se está convirtiendo en uno de los actos más transgresores que imaginarse uno pueda. Quién me lo iba a decir a mi, sujeto de costumbres y sosainas hasta el extremo, que iba a hacer algo transgresor en mi vida….
Recuerden que no tienen por qué ser libros editados en este año sino los que más me han gustado de entre los que he leído. Salvo los ganadores de cada categoría, el orden del resto de libros reseñados no indica una mayor o menor calidad, sólo que son los que más destaco.
Mejor libro de ficción
El mago del Kremlin, de Giuliano da Empoli, editorial Booket, 336 páginas. En esta novela se nos cuenta, como si fuera una confesión, la vida de un asesor del kremlin que logró llegar hasta las más altas esferas del poder ruso, y de cómo firmó un pacto fáustico en el que entregaba su alma a cambio de una capacidad de influencia enorme en la política, economía y sociedad del país. Personajes ficticios que pueden ser identificables y uno, que no se menciona como tal, pero que siempre está, y al que todos ponemos perfecto rostro y mirada heladora. Una excelente novela sobre el poder, las relaciones personales, la familia, a lo que nos vemos obligados a hacer si la ambición es lo que nos domina. Se disfruta tanto como inquieta.
* M, el hijo del siglo, de Antonio Scurati, editorial Debolsillo, 824 páginas. Primero de los varios volúmenes que Scurati está dedicando a la historia de Mussolini, como perfecta encarnación del totalitarismo y de una época, la primera mitad del siglo XX. Alternando capítulos novelados con otros de contexto histórico, la figura de un patán aprovechado va surgiendo, cada vez con más proyección, en los años del caos tras la Primera Guerra Mundial en una Italia pobre, violenta y desorientada. Esta brillantemente escrito y el hecho de que sepamos lo que va a ocurrir en cada momento no le quita un ápice de emoción a lo que relata.
* Los alemanes, de Sergio del Molino, Editorial Alfaguara, 336 páginas. Una de las ventajas de la literatura de del Molino es que parece saltar de género en género de una manera natural, siendo bueno en todos ellos. En esta novela se mezcla el presente y pasado con una colonia de alemanes afincada en Zaragoza desde hace un siglo como referente. Historias familiares que esconden cadáveres mal enterrados, tramas actuales, el perdón y la culpa que los antecesores llegan a hacernos cargar toman forma en un texto ágil, intenso y que deja el regusto de la buena literatura.
* La anomalía, de Hervé Le Tellier, editorial Booket, 368 páginas. Novela ganadora del Goncourt hace pocos años, es un ejercicio de ciencia ficción muy interesante. Un avión con más de doscientas personas llega a su destino, Nueva York, tras haber despegado de París, y los pasajeros comienzan sus vidas tras el viaje. Tres meses después, el mismo avión con las mismas personas, repetidas, vuelve a llegar a Nueva York, otra vez desde París. Este imposible sirve para plantear una historia de paradojas físicas y vitales. Es una novela muy curiosa y de una procedencia, Francia, inesperada para el género.
* Hexalogía Blackwater, de Michael McDowell, editorial Blackie Books, seis volúmenes, 200 páginas cada uno. Uno de los grandes éxitos de venta del año, tanto por su estética como por lo que cuenta como por el hecho de ser una serie pensada como tal, que engancha. La historia de una familia, los Caskey, y el enfrentamiento entre la matriarca del clan y la recién llegada Eleanor, enorme personaje, en Perdido, localidad ficticia del profundo sur de los EEUU llena de misterios. Intriga, fantasía, momentos de terror a lo Stephen King, la trama relata cómo, a lo largo de las décadas, todo cambia y se transforma, las luchas se mantienen, las fortunas se crean y pierden, y sólo es eterna la salvaje y peligrosa corriente de los ríos Blackwater y Perdido, que rodean al pueblo. Muy entretenido.
* El reino, de Emmanuel Carrère, editorial Anagrama, 520 páginas. Tiempo llevaba esperando que Anagrama lo editase en bolsillo, y ha merecido la pena. Es una de las obras grandes del autor, en la que, como siempre, mezcla la historia que quiere tratar con su vida propia. En este caso nos sumergimos en el Carrère religioso, que sufre una conversión y se hace católico de una manera profunda, para acabar volviendo a la fe descreída de la que partía. Y en el camino se nos novela la obra de Pablo de Tarso, el auténtico creador de la iglesia católica, el que organizó el mensaje de Jesús en forma de estructura de culto y poder. Es un libro denso y lleno de reflexiones interesantes.
* Cementerio de animales, de Stephen King, editorial Debolsillo, 488 páginas. Un libro de Stephen King cada cierto tiempo es garantía de entretenimiento. No le darán el Nobel, por lo que es probable que el jurado del premio acabe alguna vez reventado por la ira de un monstruo que surgirá de una alcantarilla sueca. Novela intensa, con unos personajes trazados con tiralíneas que, desde el primer minuto te atrapan. Te hace pasar miedo de verdad y, para los que tengan mascotas, supongo que les forzará a mirarlas con unos ojos un poco más precavidos ¿Quién hay que sea capaz de escribir tanto con semejante calidad?
* El ancho mundo, de Pierre Lemaitre, editorial Debolsillo, 592 páginas. Lemaitre se ha convertido en un experto en contar la historia francesa en formato novelón, justo al contrario que Éric Vuillard y sus textos mínimos. Su pasada trilogía, muy recomendable, se centraba en el periodo entre guerras. En esta nos lleva al mundo tras la Segunda Guerra Mundial, a una Francia que se reconstruye, con personajes valientes y turbios, y a una Indochina en la que algunos protagonistas van a la búsqueda de un futuro y se encuentran con sorpresas algo tenebrosas. Entretenida y con mordaces apuntes sobre la historia reciente del país vecino.
* Proyecto Hail Mary, de Andrew Weir, editorial EdicionesB, 544 páginas. Weir se hizo muy famoso por la novela de El Marciano, que Ridley Scott adaptó en una muy buena película de aventuras. Especialista en ciencia ficción dura, de esas que cuentan cosas que son aparentemente imposibles, pero con una gran plausibilidad en los detalles y con ciencia real de fondo, nos lleva ahora a una misión interestelar de la que depende el futuro de nuestro planeta, amenazado por un agresivo fenómeno cósmico. El único superviviente de la tripulación, amnésico, va recordando poco a poco por qué está allí, y qué es lo que debe hacer para salvarse él mismo y a todo el mundo. Y cree que está solo…
….. y una coda muy especial. Duelo sin brújula, de Carme Lopez Mercader, editorial Reino de Redonda, 128 páginas. Este es un libro único, triste, el último de la editorial. Su autora es la mujer de Javier Marías. Juntos crearon esa empresa de libros y una vida en común que se extendió durante décadas. En estas páginas Carme da rienda suelta a su pena, expone el testimonio de alguien que ha perdido una de las causas por las que vivir, y acaba componiendo una espléndida, y desoladora, carta de amor a Javier, a su hombre, que todo lo fue, con quien todo lo compartió y que ya no está.
Este año han caído más ensayos que novelas, y de calidad notable.
Mejor libro de no ficción
* Un verdor terrible & Maniac, de Benjamin Labatut, editorial Anagrama, 224 y 400 páginas. Si no quieren uno, dos. Muy alabados por la crítica, finalmente me lancé a por el verdor y quedé deslumbrado, y ya tuve que pillarme el otro. Son ensayos científicos sobre temas diversos, miscelánea el primero, e inteligencia con la vida de Von Neuman como guía el segundo, pero el autor los escribe con una carga literaria enorme que va creciendo a medida que las páginas avanzan, de tal manera que llega un punto en el que no está claro si estamos ante un ensayo o un trampantojo. Pero da igual, porque es fascinante.
* Los años peligrosos, de Ramón González Férriz, editorial Debate, 216 páginas. Hay muchos ensayos políticos en las estanterías. Este expone de manera excelente las claves de la polarización que estamos viendo, clarividentemente logra demostrar que responde a una decisión racional de los actores que la crean y, en definitiva, retrata de una manera precisa nuestro árido tiempo. Férriz es un intelectual con sólido conocimiento de la materia y gran capacidad para exponerlo. Sus artículos en los medios son muy recomendables. Una obrita suya anterior, La Ruptura, reeditada este año, es obligada.
* Homo Viator, de Pepe Pérez Muelas, editorial Siruela, 456 páginas. Libro curioso y denso. Montones de capitulitos de unas tres páginas, agrupados por temáticas, en las que el autor da rienda suelta a su pasión por el viaje. La era de los descubrimientos, la antigüedad, América, aventureros, historias de mapas, planisferios, viajes mitológicos… escrito con enorme elegancia, el compendio de anécdotas que se reúnen es enorme, y cada uno de los pellizquitos que se muestran daría para toda una novela de aventuras en lugares exóticos.
* En busca de consuelo, de Michael Ignatieff, editorial Taurus, 296 páginas. Ignatieff ha recibido este año el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Es una figura globalmente relevante y un estupendo ensayista. Y a pesar de ser miles de veces más listo y culto que yo, se muestra igualmente perdido ante el mundo que nos rodea, y se pregunta en este libro, algo distinto al resto de los suyos, dónde poder encontrar consuelo ante la adversidad. Explorando la vida e ideas de varios pensadores a lo largo del tiempo, extrae lecciones que pueden servir para iluminar. No es un libro de autoyuda, por supuesto, sino de pensamiento y filosofía. Y de los muy buenos.
* Hacia el infinito, de Michael Lewis, editorial Deusto, 288 páginas. Con el subtítulo de “Ascenso y caída de Sam Bankman-Fried, fundador de FTX” Lewis nos lleva de viaje a la creación de la que fue la principal plataforma del universo “cripto” antes de su quiebra, mediante una sucesión de episodios en los que personajes, a cada cual más extravagante, parecen salidos de una serie de televisión con guionistas descerebrados. El propio Bankman-Fried resulta ser una perfecta mezcla entre todos los personajes de Big Bang Theory hecho realidad, pero en sus juegos de fantasía hay miles de millones de dólares. Es tan entretenido como alucinante.
* Los cielos retratados, de Jose Miguel Viñas, editorial Crítica, 304 páginas. Viñas es un excelente meteorólogo, colaborador en varios medios y autor de libros divulgativos muy recomendables. En este caso la obra mezcla dos disciplinas, la meto y el arte, ofreciendo un resultado excelente. Distintos tipos de nubes y fenómenos meteorológicos ilustrados con pinturas de todas las épocas y estilos en una sucesión de capítulos a cada cual más atractivo. Es tan interesante la lectura como bello el resultado. Una gran obra
* Viajes interestelares, de Pedro León, editorial Guadalmazán, 400 páginas. Todo lo que usted quiso saber sobre las sondas Voyager se encuentra explicado en este perfecto libro de divulgación astronómica, tecnológica y espacial. Desde el descubrimiento de maniobras como las de la asistencia gravitatoria, que es lo que permite que objetos lanzados al espacio puedan alcanzar los planetas exteriores e ir más allá, al diseño de las misiones, todas sus características, problemas sufridos, anécdotas, momentos de fracaso, suerte y éxito… todo está aquí. Y no hace falta saber para enterarse de lo que se cuenta. La web que las sigue en directo es https://science.nasa.gov/mission/voyager/
* La Roma de Constantino (gran formato) de Néstor Marqués y Pablo Aparicio, editorial Desperta Ferro, 224 páginas. El trabajo divulgativo de Néstor Marques sobre el mundo romano es, creo, el mejor que existe hoy en día. Este libro es especial, porque no sólo explora la historia de la urbe en un momento clave, la llegada de Constantino y la aparición del cristianismo, sino que realiza un enorme trabajo de reconstrucción con infografías para ilustrarlo. Con un formato de A4, hay páginas dobles y hasta cuádruples con ilustraciones fruto de las últimas investigaciones que, la verdad, hacen de Roma una realidad imponente.
* Manuel Chaves Nogales, de Francisco Cánova Sánchez, editorial Alianza, 416 páginas. Otro subtítulo que lo dice todo “Barbarie y civilización en el siglo XX” El libro es la biografía del legendario periodista y escritor, y un retrato de la España que le tocó vivir, del torbellino que fue el primer tercio largo de nuestro siglo XX y cómo la guerra y el infortunio le persiguieron aquí y en Francia, primer lugar al que huyó tras el inicio de la guerra civil. Es un excelente trabajo de memorias de la persona estudiada y de la evolución de los medios, especialmente la prensa, en aquellos años. Muy recomendable.
* Una película para cada año de tu vida, de Alejandro G. Calvo, editorial Debolsillo, 448 páginas. Libro ideal para discutir con el cuñado sobre gustos, lo visto y no. Alejandro, que es crítico y, sobre todo, amante del cine, hace una selección de cien títulos que considera imprescindibles, entre los que se encuentran algunos clásicos de toda la vida, bastantes modernas, unas pocas de cinefilia, grandes éxitos, de todo un poco, en una selección ecléctica fruto de los propios gustos del autor, que defiende con la pasión de quien lo ha gozado en la sala de cine. La edad a la que proponer verlas es lo de menos. Es muy divertido ir saltando entre una y otra propuesta y comparar nuestras apetencias con las del autor (destripe, tengo vistas unas setenta de las cien que comenta)
* Poder y progreso, de Daron Acemoglu y Simon Johnson, editorial Deusto, 568 páginas. Este año les han dado el Nobel de economía a Acemoglu y Robinson por su trabajo en la teoría institucional, expuesta perfectamente en su primer y genial libro “Por qué fracasan los países”. En este volumen, con la IA de fondo, los autores estudian el papel de la tecnología en el progreso económico de las sociedades, dejando claro que siempre hay ganadores y perdedores en cada avance, y que muchas veces cuesta saber quién es quién. Un muy buen ensayo de historia, economía y sociedad “marca de la casa”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario