viernes, julio 04, 2008

24 grados

La idea del Ministerio de Industria de rebajar la temperatura del aire acondicionado de su sede, uno de los edificios que forman el complejo en el que trabajo en Madrid, ha degenerado en un absurdo y curioso debate sobre las corbatas. Fu el propio Ministro de Industria, Miguel Sebastián, el que abogó por no llevarla en verano salvo cuando fuese protocolariamente necesario, y ayer se unió a esta idea Corbacho, el Ministro de Trabajo, no sin que entre medias Bono, Presidente del Congreso, se mostrara contrariado pro ver ministros descorbatados en el pleno del Miércoles, cosa que trató de solucionar regalando la prenda al díscolo industrial, que rehusó ponérsela. ¿Estamos ante la primera crisis de gobierno?

De todo este debate, que tiene más enjundia de la que parece, me quedo hoy con el asunto del aire acondicionado en verano. Soy un ferviente detractor del airea acondicionado. No me gusta, me molesta, y normalmente contribuye a que los catarros hagan presa en mi y que mi garganta acabe dándome una buena sesión de raspaduras y dolores. Es cierto que se hace un uso abusivo e incoherente del aire acondicionado. La idea, repetida por muchos, de llevar un jersey en el bolso porque en el autobús o en el cine va a hacer mucho frío denota la existencia de un problema, de algo profundamente estúpido. Y es que hay locales en los que la temperatura condicionada suele estar a tal nivel que, de situarse así en al calle, saldríamos con abrigos de casa. Ir a un restaurante o cafetería, y que te toque sentarte bajo la salida del aire es uno de los métodos más seguros que conozco para acabar una semana en la cama con pulmonía y dolores musculares. Es cierto que yo tengo una levada tolerancia al calor, por lo que las sensaciones de agobio que a mucha gente le produce el verano en mi caso son muy inferiores, y también es verdad que el sol y el calor del verano en Madrid, o en zonas del sur, no es ninguna tontería, sino más bien una cosa a tratar con cuidado. Siempre he dicho que sería mucho mejor que esos restaurantes llenos de rejillas las sustituyesen por ventiladores de techo, que remueven el aire, refrescando menos, sí, pero consumiendo aún menos y no generando ningún problema de salud de los comentados, o de otro tipo aún más serio, como es el caso de las legionelas, que residen en las torres de refrigeración como los veraneantes en Levante. Así que la idea de Sebastián no me parece tan mala, y es cierto que el predica con el ejemplo, porque esta semana le he visto dos veces comiendo en el restaurante del Ministerio y las dos veces iba descorbatado. Lo que es un poco de risa es que se nos diga que es una medida para fomentar el ahorro energético, ya que si esto es lo único que se le ocurre al gobierno para solucionar el problema de la generación de energía en el futuro y eludir el debate nuclear, (a parte de subir el precio y cargarse la tarifa nocturna) apaga y vámonos, que eso sí genera ahorro. Para más inri, los edificios en los que trabajo, compartidos por el citado Ministerio de Industria y el de Economía, son un magnífico ejemplo de ineficiencia energética. Construidos en los años setenta, no se han remozado desde entonces. Ventanas obsoletas y que cierran mal, pasillos largos, corrientes de aire por doquier..... en verano hay zonas heladas y otras bochornosas, y en invierno entran ráfagas de aire congelado por las juntas de unas ventanas que, alucian, pueden abrirse hasta en la planta 22, cosa que me temo será ilegal por mera seguridad.

Hace uno o dos inviernos publicó un periódico gratuito una imagen termográfica de la Castellana, en la que podía verse que edificios eran los que desperdiciaban más calor en las frías mañanas de Febrero, y la palma se la llevaban los dos mastodontes de este complejo. Así que Sebastián, de acuerdo con eso de subir la temperatura y no derrochar por ahí, pero ya puestos, gastaros unos eurillos en poner al menos unos burletes en las ventanas, para que el aire no se escape y demos ejemplo como gobierno responsable.

Por cierto, hoy 4 de Julio es fiesta en EEUU.... y en Elorrio. Curioso, verdad??? Hasta el Lunes

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