Ayer Zapatero fue entrevistado en Antena3 por Gloria Lomana, Olga Viza y Carlos Alsina, en un encuentro decepcionante en el que el presidente encadenó monólogos plúmbeos y en el que los tres periodistas no supieron, o no pudieron, controlar los tiempos ni meter presión al entrevistado. Ni interrupciones ni nada, simples discursos con tres convidados de piedra repitiendo el mantra positivo de siempre, que ya se sabe que el pesimismo no crea empleos (tampoco dijo como crearlos). Si el principal resultado fue que ZP pronunció la palabra crisis magro es el botín que se lleva la cadena de televisión.
Por eso, tras semejante ejercicio de irrealidad compartida, era chocante enfrentarse a “Salvar al Soldado Ryan”, SSR, la película que emitía La Primera a las 22:00. Creo que SSR es uno de los mejores documentales sobre la guerra jamás rodados. Fíjense que he dicho documental, no película, porque el verismo, la cruda realidad que destilan sus imágenes, y su perfección es tal que no puedo imaginar que la realidad fuese distinta. Me gustas mucho el tema de la Segunda guerra Mundial, ya antes del estreno de esta película, en un año, 1998, en el que otro gran film sobre la guerra, La delgada línea roja, centrado en este caso en la batalla del pacífico, se asomó a las carteleras de todo el mundo. He tenido algunos debates sobre SSR, especialmente en lo referente a la crudeza de las imágenes y en la supuesta apología que se hace en ella de los americanos, con Spielberg como vengador a la cabeza. Es cierto que la película defiende el papel de los EE.UU. en la guerra pero es que, amado lector, tiene usted ante sí a un ferviente defensor de lo que hizo EE.UU. en Europa durante esos años. En España la visión de esos acontecimientos está algo distorsionada porque nos pillaron de lado y no nos afectaron en exceso. Se ha dicho a veces que si España hubiese entrado en guerra con Alemania la derrota hubiera supuesto la caída del régimen de Franco y el acceso a la democracia muchos años antes de cuando finalmente ocurrió, pero eso es sólo una especulación histórica. No he estado nunca, pero espero algún día pasera por las playas de Omaha y Nebraska, en Normandía, y visitar esos cementerios pulcros, limpios y desoladores, llenos de blancas cruces, idénticas, sobre un tapiz de verde césped, en los que yacen miles de americanos, muchos de ellos unos críos, mandado al degüello con el ánimo de liberar a un continente llamado Europa, un lugar remoto y lejano visto desde las colinas de, pongamos, Arkansas, en el que en los años cuarenta del pasado siglo, siguiendo una tradición secular que parece estar dominada estas últimas décadas, la locura, el fanatismo y la barbarie habían anidado como nunca se había visto en la historia. No nos engañemos, si EEUU no hubiera luchado contra Alemania sólo un vencedor se hubiese hecho con toda Europa, la Alemania nazi o, en su caso, la Rusia Estalinista, y la verdad es que no se que me produce mayores pesadillas.
Y si algún día paseo por Omaha Beach no podré evitar oír los disparos de las ametralladoras de defensa alemanas sobre al cabecera de la playa, y quizás me tiemble la mano como a Tom Hanks, de puro miedo, aunque no haya nadie, en una primera y última media hora de antología. Porque si algo refleja SSR en todo su metraje, y, aunque no sólo por eso debiera ser de visión obligatoria, es el miedo, la irracionalidad, el crudo retrato de lo que es la guerra. Algo repulsivo, de una crueldad tan grande que ni imaginamos, y que es políticamente incorrecto si quiera sugerir en estos tiempos de adulteración y sufrimiento público por la mera mención de unas tristes palabras. Gracias, Spielberg, gracias.
1 comentario:
Deivid,
Sobre la película puedo compartir el 100% de lo que dices, pero quizá no sobre la segunda guerra en general y la visión de los americanos que tienes. Quizá sólo sean diferencias mínima.
Lo que si puedo recomendarte es una visita y un libro. A saber:
- The National World War II Museum en New Orleans. Es una maravilla y es un tesoro. ¿Por qué Nueva Orleans? Porque fueron donde se construían las barcazas del desembarco, entre otras cosas.
http://www.ddaymuseum.org/
- El libro: "Un Ejército al Amanecer" de Rick Atkinson. Año: 2004 Páginas: 672. Este libro, galardonado con el Premio Pulitzer de Historia 2003, ha sido considerado por el Wall Street Journal como el mejor relato sobre la segunda guerra mundial, desde las obras clásicas de Cornelius Ryan "El día más largo" y "Un puente demasiado lejano". Yo aún no lo he terminado, pero es genial.
Saludos
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