Supongo que se habrán dado cuenta ustedes de que, en parte, la crisis que vivimos es financiera. Muchos errores de gestión pasados han derivado en los males actuales, y se hace necesaria una renovación en al dirigencia, una mayor profesionalidad y una rigurosidad a prueba de bombas ante la que se avecina. Gestores competentes, dirigentes capaces, sinceros y honestos, y todo ello a ser posible en un clima de tranquilidad y consenso entre todos para sacar a flote unos barcos bancarios que amenazan irse a pique.
Pues bien, en este escenario estamos asistiendo a una lucha cruenta, cainita y vergonzosa por el control de Caja Madrid, la cuarta entidad financiera de España Tras el Santander, BBVA y La Caixa. El PSOE se ha visto involucrado en la batalla y ahora está inmerso en debates internos y sanciones a algunos tránsfugas que han votado en contra de sus directivas, pero quienes están sacándose los ojos delante de todo el mundo son los miembros del PP de Madrid, que protagonizan en mi opinión un espectáculo tan bochornoso como indignante. Por un lado está el sector “Gallardonista” que defiende los intereses del Ayuntamiento de Madrid en al gestión de la caja, y de paso las posibilidades de Alberto Ruiz Gallardón de sacar tajada de ella. Al parecer su objetivo es mantener al actual presidente Miguel Blesa, en el cargo. En frente están los “Aguirristas” que luchan por incrementar el poder de la Comunidad de Madrid en la gestión de la caja, y que esta se convierta en un instrumento en manos de Esperanza Aguirre. A corto plazo su objetivo es echar al citado Miguel Blesa y poner a otro más afín. Obviamente, a ninguno de estos dos sectores les importa lo más mínimo los ahorradores que tienen sus depósitos en la Caja, o las empresas que buscan allí su financiación, o los morosos de la entidad o si necesita avales públicos o si está incurriendo en riesgos crediticios. Lo único que les interesa es su propio poder, y quizás más aún, la derrota del adversario. Me parece increíble asistir a semejante batalla en medio de esta crisis, y yo que no tengo cuenta en Caja Madrid, seguramente borraría la mía de poseerla al ver lo que les importa a los dueños mi futuro y prosperidad. En todas las entidades suele haber disputas por el poder, guerras más o menos cruentas y situaciones oscuras que demuestran que tus compañeros de corriente, partido o sindicato son tus más crueles adversarios, pero en medio de un debate profundo sobre la necesidad de ayudas con dinero público a los bancos, y más aún sobre la sostenibilidad del modelo de cajas en España, asistir a estas peleas de barrio es de vergüenza colectiva. ¿Y qué hace ante esto la dirección del PP? Nada, lo que es aún más sonrojante. ¿Rajoy, Cospedal, Sáenz de Santamaría, van a seguir callados ante el infame comportamiento de las alas de su partido?
En medio de este vodevil ,ahora aparecen grabaciones ilegales sobre seguimientos a Ignacio González, Vicepresidente de la Comunidad y “Aguirrista” y a Manuel Cobo, Vicealcalde y “Gallardonista”. A ver cuanto tardamos a ambos en verlos en cueros en una fiesta pagada por el dinero de la Caja, como se estilaba en los tiempos de Rodán y Perote, o mejor aún, son cesados (y de paso a sus jefes) por desidia, incompetencia y pura vergüenza. La verdad es que, una vez vista la nula capacidad del gobierno para hacer frente a la crisis, si este es el comportamiento del PP, supuesta alternativa de gobierno, dan ganas de exiliarse en, por ejemplo, el golfo de Admunsen, muy al norte de Canadá, y huir lo ma´s lejos posible e toda esta tropa de impresentables.
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