martes, marzo 17, 2009

Un sabio de gira

Paul Krugman lleva unos cuantos días en España. El fin de semana pasado dio una conferencia en Sevilla en compañía de Felipe González y José María Aznar (so sí, juntos pero cada uno en un día diferente) y ayer participó en un acto organizado por el Ministerio de Ciencia e Innovación en el que compartió protagonismo con el presidente Zapatero. Frente al optimismo de ZP, Krugman impuso su perfil académico y anunció que las perspectivas de la economía mundial son malas, pero las de la economía española son simplemente aterradoras. Supongo que a alguno de los asistentes no les hizo ninguna gracia oír esto.

Seguramente se preguntará alguno de mis (escasos y amados) lectores quién es
Paul Krugman. Este señor es el último Premio Nóbel de Economía, y resulta ser un economista famoso y entretenido, y sólo por esas dos cualidades, que no abundan para nada en la profesión, debiera ya ser noticia su mera existencia. Partidario de lo que se hace llamar la rama neokeynesiana de la economía, que es una forma de denominar a aquellos que pretenden aunar la libertad de mercado con una intervención pública en los asuntos económicos, ha saltado a la fama estos últimos meses no tanto por la concesión del Premio Nóbel como por sus artículos, en los que ha dio desgranando el desarrollo y evolución de la crisis que vivimos. Desde unos planteamientos críticos y a veces poco ortodoxos, pero siempre rigurosos, se ha convertido en una especie de voz de la clase media norteamericana, harta de pagar dispendios a ejecutivos ya millonarios cuya contribución al desastre ha sido obvia, y de soportar a unas autoridades y organismos reguladores que, en muchos casos, han hecho omisión de sus responsabilidades, por no usar términos como dejadez o simplemente incompetencia. Los artículos de Krugman, a parte de estar muy bien escritos, se entienden. Y no solo por aquellos como un servidor que han estudiado algo del mundo económico, sino que pueden ser comprendidos por profanos en la materia, aficionados a la jardinería o podólogos u otras personas que no hayan mostrado jamás ni interés ni ganas de meterse en el oscuro mundo de la economía. Dicen las malas lenguas que los economistas escriben y hablan de una manera oscura para que nadie les entienda, porque así consiguen convertirse en algo intocable y porque, de entenderles, la gente comprendería que realmente no tienen mucha idea de sobre qué están hablando. Esas malas tiene algo de razón, y resulta muy frustrante encontrase con discursos o conferencias de autoridades económicas que son pesadas y aburridas, unos plomazos, que no dicen nada concluyente y que parecen elaborar todo un discurso para simplemente evadir una respuesta. Krugman es la antítesis de todo esto. Dotado no sólo de un enorme conocimiento en la materia, sino también de una capacidad didáctica que no acostumbra a existir (para mi la quisiera) ha conseguido que muchas personas en el mundo “amen” la economía, o sientan hacia ella al menos un cariño y un respeto admirable. Krugman es un divulgador económico, como lo fue Carl Sagan (un pequeño Dios para mi) de la astronomía en su momento. Esas personas son luces que nos iluminan en esos mundos tan complejos y apasionantes.

Pero es que encima Krugman pertenece a esa selecta nómina de intelectuales que lo son en el amplio sentido, no sólo por sabios, sino por no dejarse domar por la política. En la mejor tradición inaugurada por Zola y su “Yo acuso” ayer Krugman, adulado y agasajado por el gobierno de España, dijo ante las autoridades y todo el auditorio no lo que ellos esperaban oír, sino lo que él creía que debía decir, en un ejercicio de sinceridad y rigor profesional que, desde luego, no abunda por estos pagos. Porque Krugman, como otros científicos, no está sueldo de quien le paga, aunque en algo dependa de él, sino del conocimiento y del pensamiento racional. De la libertad

2 comentarios:

Goio Borge dijo...

Y hay algo de lectura especialmente recomendable de este hombre, así para profanos, formato libro? Tampoco tiene que ser sobre la crisis actual, que de esa ya leo bastante...

David Azcárate dijo...

Hola Goio. El último libro de Paul es sobre.... la crisis (El retorno de la economía de la depresión, Crítica 2009) es corto y se entiende muy bien. Si no quieres libros, su blog es muy bueno. http://krugman.blogs.nytimes.com/ Saludos