Como ayer fue otro de esos días horribles que e mejor olvidar, y lo único que se puede pedir es que hoy no sea tan malo, no les voy a hablar del nuevo castañazo bursátil ni de la prima arriesgada, ni de las consecuencias oleicas de este desastre ni de cosas por el estilo. Va a haber muchos días para comentarlo. Frente a todo esto, a la triste y mísera realidad que vivimos, siempre es bueno echar un vistazo a las estrellas y comprobar hasta que punto desconocemos lo que allí sucede, y las múltiples sorpresas que nos esperan para ser descubiertas.
Ayer la NASA hizo una comparecencia que, sino fuese por el desastre financiero, hubiera merecido la apertura de todos los informativos. Con muchas fotografías marcianas de fondo, el equipo norteamericano que las estudia afirmó no que hay constancia de que hubo agua sobre la superficie de Marte en un pasado remoto, cosa que ya se ha anunciado varias veces, sino que, tachán tachán, la puede haber ahora mismo!!!!! Las fotos de alta definición muestran barrancos y escorrentías que en la Tierra son el típico producto del flujo del agua sobre el terreno. ¿Qué tipo de agua? Salada, que según los científicos se mantiene completamente congelada durante la mayor parte del año bajo la superficie pero que en determinadas épocas del verano marciano, y en zonas concretas, logra aflorar, y permanecer líquida durante un cierto tiempo sobre la superficie, antes de que la baja presión de la atmósfera marciana provoque su evaporación. La sola idea de que pueda haber riachuelos de agua sobre la superficie de Marte hoy en día es revolucionaria, porque ya no estaríamos hablando de la presencia de agua con referencias de millones de años, ni especulando si esa pasada agua se ha quedado bajo la superficie o ha desaparecido. No. Tendríamos la prueba más irrefutable de su existencia, nada más y nada menos que verla correr por el suelo rocoso de Marte, al igual que lo hace sobre nuestro planeta, generando formaciones geológicas y trazas muy similares. Es impactante. La web de la NASA en la que se hace pública la noticia muestra una impactante animación generada con las imágenes tomadas a lo largo de un tiempo en el que, en efecto, se ven “líneas” que asemejan comportarse como chorros de agua que emanan de la parte superior de los barrancos y descienden hacia lo que parece ser un valle. Así mismo se muestra un mapa de la superficie marciana en el que se señala la posición de posibles afloramientos en los que se encuentran depósitos de hielo y sales, y en los que es de esperar que se produzca un comportamiento más o menos similar. Si uno ve el mapa se da cuenta de que lo que la NASA ha descubierto podría ser no algo excepcional, sino un fenómeno que se repita a lo largo de una gran extensión de la superficie del planeta, lo que nos puede dar una idea de las, en teoría, enormes reservas de agua que existen bajo el suelo marciano. También queda claro que, pese a que no conocemos casi nada de lo que sucede en Marte, éste es un planeta geológicamente muy activo, en el que no sólo existe actividad sísmica, como lo muestran los volcanes y fallas que jalonan grandes partes de su superficie. La imagen de Marte como un terreno árido, baldío y desolado está hoy más lejos de la realidad de lo que lo estaba ayer.
Y agua en nuestra mente es sinónimo de vida. Dar ese paso con la imaginación es muy sencillo, pero llegar a demostrarlo es mucho más complicado. Es probable que con los instrumentos que tenemos hoy en día, una sonda sita en uno de esos afloramientos pudiera ser capaz de de encontrar pruebas de vida, si existiera en forma y composición similar a lo conocido en la Tierra, pero esto es pura especulación. Sin embargo, desde ayer, pensar en formas de vida orgánica pululando en los regueros de agua salada marciana es una posibilidad tan excitante como posible. Hay que ir allí para comprobarlo.
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