Ayer fue un día de importantes datos macro, que unidos a los conocidos, mejor filtrados, la semana pasada, pintan un panorama para España digno de la mejor pesadilla. El Banco de España estima que en 2012 decreceremos un 1,5%, sólo dos décimas mejor que lo que se supone que va a afirmar el FMI, y con una tasa de paro que se situará en el 23,4% de la población activa. Con estos datos viajó Luís de Guindos, Ministro de Economía, a su primera reunión europea del Eurogrupo-Ecofin, celebrada entre ayer y hoy. Le habrán dado a Guindos la bienvenida, como nuevo al foro, y luego un paquete lleno de instrucciones que no puede dejar de cumplir, y seguro que de paso alguna bronca.
Esta cumbre europea ha vuelto a servir de escenario a lo que parece el primer gran problema de coordinación del gobierno Rajoy, que es la rivalidad entre Guindos (Economía e imagen internacional del país) y Montoro (Hacienda y control interno del país). Montoro, que de momento es el que parece liderar el equipo económico, ha empezado a lanzar mensajes sobre el probable incumplimiento del límite de déficit público fijado para este año 2012, sito en un lejano 4,4%, en vista de cómo van las previsiones de crecimiento y, con ellas, los cada vez mayores gastos por prestaciones y los menores ingresos por la caída de la actividad. Se está empezando a asustar, y ve que con los recortes previstos no basta, y que en una situación de recesión como la que estamos viviendo es imposible ajustar el déficit, no ya al 4,4% sino incluso a cifras más presentables. Frente a el Guindos, que es quien da la cara ante Bruselas, mantiene el discurso de la ortodoxia, de que España cumplirá sus objetivos y que es un socio fiable. Evidentemente estos mensajes no cuadran entre sí, y el observador sito en Frankfurt empieza a notar que al nuevo gobierno español le esta apretando ya mucho el nudo de la corbata, y que empieza a no saber muy bien como cumplir con los objetivos pactados. Además, la figura de coordinador económico del gobierno, asumida por el propio presidente Rajoy, sigue siendo inexistente para la opinión pública y los medios de comunicación, lo cual es una manera de decir que no existe, aunque pueda trabajar en la sombra. Los Viernes es Soraya la encargada de dictar el discurso único desde la rueda de prensa del Consejo de Ministros, pero ya desde el Sábado aparecen grietas en los mensajes. Sumen a ello los posibles choques de egos y rivalidades personales típicas que se producen en estas situaciones (“espejito espejito, ¿Quién manda más?”) y tenemos un cóctel como mínimo difícil de servir. ¿Cómo cuadrar esta situación? Primero haciendo que alguien ejerza el papel de coordinador de manera pública y notoria, fijando el mensaje y el discurso, eso que ahora los cursis llaman el relato, y que esté en el día a día de los medios y la opinión pública. Que se le vea y se sepa que ejerce. Por detrás, sin medios, se debe consensuar una estrategia económica realista, en la que el objetivo principal no sea la reducción del déficit per se, sino la mera supervivencia de una economía que se desangra a marchas forzadas. Ello debiera traducirse en un ejercicio de presión ante la UE para que se relajasen los calendarios de cumplimiento de los objetivos de déficit no sólo para España, sino para el conjunto de los países de la Unión, aquejados todos ellos de un 2012 depresivo y recesivo. Esto debe hacerse de una forma discreta, como toda buena negociación, buscando apoyos y ofreciendo contrapartidas, pero urge.
No se quién debiera ser el encargado de ejercer esa coordinación, pero sí es seguro que le corresponde a Rajoy tratar de convencer a la UE (Merkel) de que los calendarios se relajen. Ese debe ser el mensaje que debe transmitir a la canciller en la reunión que tendrá con ella el, creo, próximo jueves. A cambio España reformará lo que sea, pero con la recesión actual el 4,4% es una utopía inalcanzable. La alternativa es, créanme, el fin de la eurozona. ¿Conseguirá Rajoy ese acuerdo? A día de hoy lo dudo mucho, y es que está difícil, dad la trayectoria de escasa credibilidad que se le supone al gobierno sito en Madrid desde Bruselas. Pero no hay que perder la esperanza, por la cuenta que nos trae.
Por cierto, el examen me salió bien, creo que lo pasaré. En algo más de dos semanas el segundo, el más complicado. Gracias a todos!!!
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