viernes, abril 20, 2012

El Discovery ya está en Washington

Visité Washington en Septiembre de 2004. En compañía de un amigo, y de visita a una amiga común, fue mi tercer y, hasta el momento último, viaje a Estados Unidos, en un septiembre que olía a campaña electoral y que se saldó con la reelección de George W Bush dos meses después. Me gustó la ciudad más de lo que esperaba, y el conjunto de museos Smitshonian, que flanquean ambos lados del Mall, supuso toda una revelación, tanto por su dimensión como por la densidad y variedad de los mismos. Uno de los que más ansiaba visitar era el Museo Nacional del Aire y del Espacio. Y lo hice.

Ese museo tiene dos sedes, una en el propio Mall, donde se muestra la historia de la aviación y la carrera espacial norteamericana, con piezas de tamaño medio, y otro, sito en las cercanías del aeropuerto Dulles, el internacional, donde se exhiben aviones de gran tamaño y otros elementos que, por su dimensión, no tienen cabida en WDC. Ese otro museo, el hangar, no pude verlo, cosa que lamenté en su momento, pero el día que pueda enmendar ese error lo haré con un regalo extra, porque
desde ayer mismo se encuentra expuesto en ese lugar el Discovery el transbordador espacial que más viajes ha hecho en la historia del proyecto Shuttle. Es una nave que tiene unas marcas fascinantes. Ha hecho decenas de vuelos, siendo la que más astronautas ha transportado nunca, y se ha pasado en su conjunto la friolera de un año en órbita, sumando todas sus misiones. No es la más antigua de todas, pero sí de las que quedan, y será la joya de una exposición que muestra desde pequeños aeroplanos hasta modelos de los futuristas cazas antirradar que ahora comandan la fuerza aérea norteamericana. Su traslado al museo ha sido un espectáculo en sí mismo, dado que para llevarla desde el hangar en el que se encontraba en Florida ha sido necesario recurrir a uno de los aviones 747 que posee la NASA transformados para estas labores. Este modelo de Jumbo posee varias modificaciones, siendo la más llamativa el refuerzo del timón de cola con esas planchas laterales, que buscan dotar de estabilidad a una nave que, en vuelo, cargando en su lomo al transbordador, posee un comportamiento dinámico que nada tiene que ver con el de vuelo en carga convencional. Como homenaje a la nave y a la ciudad que lo va a acoger, el avión que portaba al Discovery realizó algunas pasadas sobre el centro de Washington, de tal manera que los habitantes de la ciudad pudieron contemplar como sobre ellos volaba algo así como un avión doble o, si quieren verlo con un poco de fantasía, por primera vez una nave espacial surcaba los cielos de la capital de EEUU, y en esta ocasión no era ni para bombardearla ni destruirla. En esta web de flickr se pueden ver varias imágenes de ese vuelo de homenaje, todas ellas realmente impactantes. En la que podrán ver si pulsan el enlace directamente se observa el 747 con el Discovery a sus espaldas y, en el suelo, el enorme hangar en el que se sitúa el museo en el que va a residir para siempre la nave. Las imágenes de la galería muestran las secuencias del despegue desde Cabo cañaveral, en Florida, junto al enorme edificio del VAB, ese cubo inmenso en el que se montan las naves espaciales, incluida por supuesto la propia Discovery en su momento, y se puede apreciar la impactante silueta del conjunto sobre barrios residenciales de WDC, o en perspectiva junto a emblemáticos monumentos como el Capitolio o el obelisco homenaje a George Washington, el fundador. No deja de ser un bonito homenaje tanto a la nave como a los que en ella y para ella han trabajado durante estos años, y a la propia ciudad de Washington, que la va a acoger.

En cierta manera este es el punto final definitivo al mundo de los transbordadores. Hace algo menos de un año vivimos el último lanzamiento y, desde hoy, estas joyas de la técnica son piezas de museo, al alcance de todos los que quieran ir a verlas y conocerlas. Junto a la emoción que, al menos para mi, supone contemplar este homenaje a toda una época de la carrera espacial, surge el temor de qué será lo siguiente, cómo serán las nuevas naves y, sobre todo, cuándo podremos verlas nuevamente en acción, surcando el cielo camino a las estrellas, con valientes astronautas a bordo, rumbo a lo desconocido…..

2 comentarios:

peich dijo...

Impresionantes imágenes del transporte, sí señor. Me recordaban vagamente a un animal con su cría a la espalda. Feliz finde¡¡

peich dijo...

Impresionantes imágenes del transporte, sí señor. Me recordaban vagamente a un animal con su cría a la espalda. Feliz finde¡¡