Hoy ha sido un día demoledor para España pero, tristemente,
nada sorprendente. La nefasta gestión de la crisis de Bankia no ha sido sino el
último y más significativo episodio de la labor de un gobierno completamente
sobrepasado por los acontecimientos que ha perdido el control de la situación
que, como el conjunto de la clase política española, sigue sin ser consciente
de la gravedad del momento que vivimos, en el plano económico como el social.
El rescate financiero ya está en marcha, y si hasta ayer se podía decir que el
gobierno estaba tutelado, desde hoy se puede afirmar que está, estamos,
intervenidos. Se acabó nuestra soberanía como país. Dado lo que hemos hecho con
ella quizás sea lo mejor que pueda pasar……
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