jueves, mayo 17, 2012

El poder de lo pequeño


Una de las cosas más difíciles de entender de lo de Grecia es que, con el pequeñísimo porcentaje que ese país supone sobre le PIB de la Unión, entorno al 3% nada más, se haya convertido en un problema tan complejo, irresoluble y peligroso para la estabilidad de toda la zona euro. Pudiera parecer obvio, a simple vista, que algo tan pequeño podría resolverse, sea como sea eso de la resolución, sin demasiados problemas, pero creo que este caso es un buen ejemplo de hasta que punto la complejidad, la interrelación y los efectos de las leyes potenciales nos confunden completamente a la hora de elaborar juicios y previsiones.

No se asusten, todo esto es muy sencillo, aunque posee profundas consecuencias. La gracia está en que, bajo determinadas circunstancias, causas muy pequeñas pueden generar efectos inmensos, que nunca hubiéramos imaginado posibles, pero que en la práctica suceden. Brujuleando ayer por la web encontré este precioso vídeo en el que se ve una pequeña sucesión de fichas de dominó, apenas trece, que tiene la particularidad de que cada una es ve y media más grande que la anterior. La primera, la más pequeña, tiene 5 milímetros de alto, mientras que la última es de casi un metro de altura y pesa cerca de 50 kilos. Qué creen que pasará si empujamos la ficha más pequeña sobre la siguiente?? Prueben a darle al play como quien empuja la ficha, y verán como, progresivamente, todas van cayendo una sobre otra, arrastradas por la primera, acabando por derrumbar la última de una manera estrepitosa. Increíble. ¿Cómo la mínima fuerza del primer empuje ha logrado eso? La verdad es que no ha sido solo esa fuerza, claro está, sino la energía potencial gravitatoria que se esconde en cada una de esas fichas cuando están en posición vertical, y que se muestra con ruidosa fuerza cuando van cayendo. El primer movimiento pone en marcha un proceso en el que cada pieza genera una energía potencial que crece de manera exponencial en cada caída, siendo así mucho más potente en cada caída y pudiendo derribar cada vez fichas más grandes. Este efecto potencial es tan inmenso que si, como relata el vídeo, siguiéramos apilando fichas que mantuvieran esa proporción, la ficha 29 tendría las dimensiones del Empire Estate!!! Y, por supuesto, se caería empujada por la ficha 28…. Curioso, verdad? Día tras día vemos ejemplos de fenómenos muy similares que, completamente determinados por las condiciones iniciales y las leyes potenciales, escapan a nuestra capacidad de predicción. Son los fenómenos llamados caóticos. Pruebe a tirar dos veces un dado. Calíbrelo, hágalo con la misma fuerza, sin aire en movimiento a su alrededor, con la máxima concentración, pero cuando el dado sea impulsado cada vez saldrá de su mano con minúsculas diferencias de velocidad y presión respecto a la vez anterior, diferencias que en el aire y el impacto con el suelo se amplificarán de tal manera que el dado muy pocas, poquísimas veces, le mostrará la misma cara, aunque habiendo un sexto de probabilidades de que eso ocurra puede pasar en una serie de varias tiradas. A veces un edificio inestable, que amenaza ruina, se derrumba sin previo aviso, quizás porque sobre el haya caído una simple hoja de árbol. La acumulación de tensiones en la estructura hace que un pequeño aumento de peso genere una nueva grieta en un punto donde antes no la había, que hace que las anteriores crezcan aún más y, en unos instantes, todo pueda colapsar de manera brusca y peligrosa. Nuevamente un pequeño efecto genera un resultado enorme, imprevisto y que hubiera sido imposible de estimar antes de que se hubiera producido.

En el caso griego tenemos un conjunto de economías, las europeas, muy relacionadas unas con otras, unos capitales que fluyen a alta velocidad entre ellas y que son muy miedosos, una inestabilidad política y social creciente en Atenas y en toda la Unión, intereses creados, deudas cruzadas, legislaciones imbricadas unas con otras, aviones que sobrevuelan los países llevando a miles de ciudadanos de un lado a otro, redes de webs de bancos, cajas, entidades financieras y blogeros que no dejan de mostrar preocupación…. Así, sumado todo eso y mucho más, estimar las consecuencias de la salida de algo tan pequeño como Grecia de la Unión se me antoja poco menos que imposible. Sólo deseo que en ese teórico dominó exponencial nosotros no seamos una pieza intermedia…. Que piensen en ello las teóricas “piezas grandes”.

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