La crisis que no cesa sigue
llevándose por delante símbolos de una época pasada que ya no volverá, nos
cueste admitirlo o no. Quizás usted haya visto cómo se cierra en su barrio la
tienda que tanto tiempo llevaba usando, o el negocio que le sonaba tanto. En el
caso de los medios de comunicación la debacle es total, tanto por causas
económicas como tecnológicas y de hábitos de uso. Para mi y otros muchos la
radio es más que un medio, más que una empresa, es la banda sonora del hogar,
la voz que acompaña en casa cuando no hay nadie, o al que informa en medio de
una mañana de compras. La radio es vida. Y si se apaga algo se muere.
Y
ayer se apagó, murió, una emisora de radio. Fue el último día de emisiones de
ABC Punto Radio, la emisora creada hace no muchos años mediante agregación
de licencias regionales por parte del grupo Vocento, que principalmente se
nutría de los “postes” cedidos por Luis del Olmo, y que tras el acuerdo de
fusión (liquidación) con la COPE ha pasado a mejor (peor) vida. Desde sus
inicios con el formato de Punto Radio su audiencia fue escasa, y yo no estaba
entre los fieles seguidores, porque por la noche soy adicto a la Brújula de
Alsina en Onda Cero, y el programa emblemático de la mañana, el Protagonistas
de Luis del Olmo hace tiempo que no lo sigo, pero por esa emisora han pasado
voces como las de Jaume Sagales, Felix Madero que debían ser escuchadas. Y el
cierre de la cadena supone la jubilación definitiva d propio Luis del Olmo, un
personaje cuyo nombre es sinónimo de radio, que desde hace décadas, muchas
décadas, madruga y hace madrugar a todos los españoles con su “Protagonistas”
desde las más diversas frecuencias. Pasando por RNE, la COPE, Onda Cero o la
finada Punto Radio, Protagonistas se convirtió en una marca en sí misma, un
emblema, que daba prestigio a la emisora que lo emitía y servía de arrastre
para la audiencia del resto de programas. Hubo una época en la que en muchas
casas no se escuchaba tal o cual emisora, sino Protagonistas, y cuando se
cambiaba de empresa el oyente cambiaba el dial, buscaba en la selva de voces y
ruidos del espectro radioeléctrico el lugar en el que se había resituado su
programa, y ahí anclaba la señal. Desde Protagonistas Luis del Olmo creo la
radio que conocemos hoy en día, dando forma poco a poco a eso que se llama
magazine, que no es sino un contenedor de información, opinión, humor y
actualidad. Allí se creó el concepto de tertulia radiofónica en la que una
serie de periodistas, políticos u opinadores, que todavía no se llamaban
tertulianos, hablaban sobre la actualidad y debatían, allí se permitió por
primera vez que los oyentes pudieran llamar y dar sus opiniones sobre lo que se
estaba debatiendo, costumbre que luego se extendió al resto de franjas horarios
del programa, y creó la figura del ciudadano de la calle que llama, expone su
queja, su opinión, su problema, su disparate… En Protagonistas Luis del Olmo
creo joyas antológicas como “El Estado de la Nación”, maravillosa reunión de
locos humoristas, completamente desquiciados, ajenos al guión, a la corrección
política y las formas que ahora imperan, en la que la crítica política tenía su
papel, sí, pero sobre todo suponía el momento más cachondo de la semana, lo más
divertido que uno podía oír en cualquier emisora de España. Era puro humor, de
ese que ya no se hace. A medida que pasó la década de los noventa el resto de
cadenas fueron implantando todos los formatos que Protagonistas había creado,
eliminando el componente novedoso que se asociaba al programa, y la progresiva crispación
política, junto con la creciente edad del propi Luis, hizo que la marca
empezara a perder valor y fuera superada por rivales de otras cadenas. De hecho
el programa estuvo a punto de desaparecer hace ya unos años, y no fue sino
mediante la creación de Punto Radio, por el empeño del propio Luis del Olmo
como pudo continuar, en un formato distinto y con Olmo ya retirado a las horas
centrales de la mañana.
Y así hasta ayer, que se acabó.
Viendo los telediarios de la noche no aprecié referencia alguna a este hecho, y
me pareció injusto. La radio refleja cualquier patochada que aparece en las
cada vez más cutres televisiones, pero la tele no se digna ni a dedicarle un
par de minutos al merecido obituario de una emisora ni a la forzosa jubilación
de uno de los mayores y mejores comunicadores, periodistas, que ha habido en
España. Desde hoy la COPE emite mediante la red que antes pertenecía a ABC
Punto Radio y en el dial hay un hueco que muchos oyentes echarán en falta. Otra
persiana bajada en el barrio de las ondas, otro local “cerrado” en la calle de
la radio….
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