lunes, enero 09, 2017

Caos en la inteligencia de EEUU


Quedan menos de dos semanas para que llegue el viernes 20 de Enero y Donald Trump jure su cargo como cuadragésimo quinto presidente de los EEUU ante las escaleras del Capitolio, y nada de lo que antecede a este momento está resultando normal. Es más, desde su sorprendente elección se suceden escenas y noticas que parecen absurdas, pero que, además, son graves. La bronca que hay organizada ahora mismo entre los servicios de seguridad de los EEUU y el futuro presidente resulta asombrosa, inaudita y, bajo todo punto de vista, incomprensible. Todo el mundo parece haber enloquecido y ahora mismo Washington es uno de los mayores caos que uno pueda imaginar.

 

La NSA, lacia y el FBI, tres organizaciones enormes, poderosísimas y, según los conspiranoicos oficiales del planeta, las dueñas del mismo, publicaron hace pocos días un resumen desclasificado de su informe en el que acusan al gobierno ruso de estar detrás de una campaña de desestabilización de las pasadas elecciones de noviembre, campaña cuyo objetivo fundamental era el de propiciar la victoria de Trump o, al menos, sabotear la campaña de Hillary Clinton. Estas acciones desestabilizadores serían principalmente ataques cibernéticos a la seguridad del partido demócrata, mediante la violación de sus servidores y acceso a sus informaciones confidenciales, y posterior divulgación de las mismas, todo ello combinado con la siembra de noticas falsas a través de portales y medios de comunicación afines a Rusia, que luego serían convertidas en virales por los medios convencionales de todo el mundo. El informe no se atreve en ningún momento a afirmar que las elecciones, fruto de todas estas influencias, fueron amañadas, porque sus redactores son conscientes de que no hay pruebas para afirmar algo tan contundente ni es posible determinar, de manera precisa, qué efecto han tenido estos ardides en el votante, pero siembra una sombra de sospecha que, como mínimo, intranquiliza y da mucho que pensar. Es una ingenuidad supina escandalizarse ahora porque hemos descubierto que los rusos espían y manipulan, al igual que lo hacen los americanos y el resto de servicios de espionaje del mundo, de hecho, para eso se crean y trabajan cada día. Lo novedoso es que la hiperpotencia global admite que uno de sus rivales, no tengo claro si el más fuerte y peligroso, ha logrado penetrar en sus sistemas e influirlos. No deja de ser la asunción de un propio fracaso de seguridad y, entre líneas, una palmada de envidiosa felicitación a los servicios rusos, que han logrado un éxito para su causa. A partir de este informe, el enrarecido traspaso de poderes entre la administración Obama y los nuevos responsables nombrados por Trump se ha convertido en un circo, con acusaciones de todo tipo en las que es el propio Obama, muy nervioso, el que encabeza las críticas hacia su futuro sucesor, ante un Trump que siempre se ha mostrado comprensivo y admirador de la figura de Putin. Durante los últimos días hemos llegado a la esquizofrénica situación de que un presidente que se va, Obama, use los informes de sus servicios de inteligencia para desacreditar la victoria del candidato, mientras el candidato, a punto de ser presidente y jefe de esos mismos servicios de inteligencia, se dedica vía twitter a criticar a sus propias agencias, a descalificar informes y a despotricar contra todo aquel que dude de su victoria. El futuro gran jefe del espionaje norteamericano dudando de sus propias agencias y criticándolas en público. Esto es lo nunca visto.

 

¿Qué hay de cierto en estas acusaciones sobre el hackeo ruso? Algo, seguramente. Lo que hay que tener muy claro es que Trump ganó las elecciones porque millones de votantes demócratas no fueron a las urnas a apoyar a su candidata, y eso no tiene nada que ver con espionaje ni malas artes. Pero eso no quita que, como era sabido, la preferencia de Putin era claramente la derrota de una Hillary a la que no soportaba y la victoria de un Trump que se le parece mucho, demasiado quizás. ¿Habrá “influencia” rusa en las elecciones europeas de este año? No lo descarten, pero no achaquen a esos tejemanejes los resultados que, gusten ono, serán consecuencia de nuestros votos y acciones individuales.

 

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