....... y llegó. Como si el tiempo se hubiera hecho eco del fragmento la mítica canción Cartas de color de Les Luthiers, la lluvia ha llegado a casi toda España, de al forma en que habitualmente lo hace por aquí, en todos los fenómenos meteorológicos y de los otros. A lo bestia. Sufrimos la mayor sequía del siglo y, de repente, el octubre más lluvioso desde 1930. pasamos de las imágenes de campos cuarteados, reseques y arenosos a torrenteras desbordadas y coches apilados como chatarra en medio del fango. No tenemos término medio. Si no es bueno que esté un año sin llover tampoco lo es una riada que se lleva todo el sustrato del suelo, pero al menos algo de agua habrá dejado en los campos.
La que si está cayendo bien es la de Madrid. Ayer, por ejemplo, empezó a eso de media mañana a llover y todavía sigue, habiéndose pasado toda la noche cayendo suave y mansamente. Entre estas lluvias y las de pasadas semanas no se van a llenar los pantanos, no, pero vana a aportar caudal como para levantar un poco el pie de las restricciones y el miedo. Si el invierno es normal, con las nevadas habituales, podemos afrontar el año que viene con garantías de abastecimiento y sin riesgo alguno. Gran noticia. Encima, las lluvias han provocado un pequeño milagro, que es que los jardines que están en mi barrio pueden volver a llamarse jardines. Desde mediados de marzo habían trocado su nombre por el de arenales, dado que las briznas de hierba que salieron en invierno se secaron rápidamente y no volvieron nunca durante el seco verano que hemos tenido. Ahora, sin embargo, una tupida y fresca mata de hierba, corta y pequeña, pero que parece vigorosa, asoma por todas partes, demostrando los beneficios de la lluvia ininterrumpida. Qué bonito. A lo mejor aprovecho mañana, que es fiesta en Madrid ciudad, y que está anunciada una mejoría, para sacar alguna foto a los jardines y recordarlos así el próximo verano, como prueba de que una vez fueron verdes, y que pueden volver a serlo.
Donde no está lloviendo mucho es por el norte. Escasos 59 litros han caído en Elorrio en el mes de Octubre y Noviembre ha arrancado con viento sur y temperaturas envidiables. Sería irónico que ahora la sequía se trasladase allí, aunque dudo que se lleguen a las cotas de principios de los noventa, cuando casi se seca el pantano del Zadorra, se podía pasear bajo los pilares del puente de la carretera de Barazar y en Bilbao cortaban el suministro 12 horas al día. En Elorrio y otros pueblos pequeños no hubo cortes, pero en las ciudades fue una odisea. Esperemos que no se repita, y de volver esta vez sí que haré fotos al puente sobre el vacío, para paliar el error imperdonable que fue no haberlas hecho hace años.
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