Si por los personajes e individuos que llenan los informativos de un día se puede uno hacer a la idea del país en el que vive, la llevamos clara. Ayer los reyes de las noticias fueron seres llamados Maite Zaldívar y José María González de Caldas, materia prima de programas de cotilleo, Rosa y demás, que han saltado a las palestras de periódicos y Telediarios por, creo yo, la única razón por la que podían hacerlo. La corrupción, el robo y la estafa, enmarcadas en el proceso que se lleva contra el antiguo Ayuntamiento de Marbella, en el que parece que robo tanta gente que va a haber que construir prisiones en terrenos ilegalmente recalificados para acoger a tanto interno.
Pero le doy la medalla al surgimiento mediático de ayer a Francisco Hernando, alias Paco, el pocero, que organizó ayer una macrorueda de prensa en Seseña, Toledo, para defender su proyecto urbanístico, un Maniatan que para si lo quisiera Brooklyn, y de paso cargar contra todo el mundo que se oponga a sus designios, empezando por el alcalde del pueblo, que si yo fuese el regidor no hubiera dormido esta noche sabiendo a quién me enfrento. Con una historia digna de película, el pocero representa al historia del hombre hecho así mismo, orgullosos, rudo, que ha pasado privaciones a lo largo de su vida y que, poco a poco, ha construido un imperio basado en la construcción, disparado a las nubes por el boom de estos últimos años. La idea del polígono que desarrolla en Seseña, pequeño pueblo sito en un desolado secarral de la provincia de Toledo pero junto a la frontera de la Comunidad de Madrid, es ya mítica. Allí se levantan más de 13.000 viviendas, que triplicarán la población actual de al localidad, si que se hayan desarrollado infraestructuras para sostenerlas (viales, pluviales, etc) Ha habido mucha polémica por la falta de agua en la zona y el riesgo que tienen los propietarios futuros de habitar unos pisos en los que los grifos manen aire y arena en vez del preciado líquido. Este hombre, Paco, es hoy en día un millonario con todas letra, dueño del mayor yate del país y de una capacidad de ostentación monetaria insultante y digna de los villanos de las (malas) películas. Todo un personaje, sin duda alguna, al que no me resistiría a hacer algunas preguntas.
¿Cuánto dinero del ganado por este bello pocero lo ha invertido en, por ejemplo, becas de investigación? ¿o en sociedades de capital riesgo para patrocinar proyectos emprendedores? ¿o en proyectos de investigación aplicada? Con lo que le cuesta el mantenimiento del yate se podían financiar las PYMES suficientes como para crear un bonito centro empresarial en Seseña, y así dar futuro de verdad al pueblo, o formar a toda la juventud de la zona, pero no. Otro al que le ha cegado el dinero y el poder, y así tantos. Sí, se que soy un pesado, pero en California y sitio así la gente se forra y reinvierte el dinero en negocios de Futuro, porque sin ellos el presente es falso, pero aquí no, y nunca saldremos del metafórico burro y carro que ayer Paco mencionaba en su comparecencia. País.
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